Parashat Dvarim 8 de Av
5785 Shabat Jazon No 1520
Hacia
el
tercer Beit HaMikdash
Rav
Eran Tamir (reimpresión)
La persona
debe complementar la
realidad en dos planos: El plano general y el plano particular. Y como
dice el
Rav Kuk (Ein Aya Brajot Bet, pág. 366 inciso 276): “El bien
humano se divide en
dos partes, la tendencia a complementarse a sí mismo, a
través de todos los
caminos del bien, y la tendencia a complementar a la generalidad”.
Está claro
que hay cierta influencia de un campo al otro, cuando la persona se
ocupa del
complementado de la generalidad a la complementación de ella
como particular, y
viceversa. Como dice allí “y como es sabido, influyen una sobre
la otra, ya que
cuanto más se añada… personas particulares con aptitudes
y plenas, será
enriquecida la generalidad y se multiplicará su éxito. Y
también todo el que se
ocupa de elevar a la generalidad… influye para bien sobre muchos
individuos
particulares”.
Pero
por otro lado, el equilibrio exacto entre la complementación de
la generalidad
y la complementación de los particulares es inalcanzable, ya que
“de momento
que la persona está compuesta de diferentes
características, no podrá llegar al
equilibrio exacto”. Y por ello, para complementar ambos campos en forma
equilibrada, la providencia Divina actúa de esta forma: “Durante
una época
entera gobierna en el mundo el espíritu de la
complementación de los individuos
particulares, y cada uno se concentra en su complementación
particular… y de
todas formas, por tanto que cada uno se concentra en su
complementación, son
abandonados los asuntos genéricos”.
Y
también al revés, en otra época histórica
se ocuparán las personas de la
complementación genérica, y de ello surgirán
desperfectos para los individuos
particulares.
El
asunto central de la época del primer Beit HaMikdash (El
Templo) era la
complementación genérica, y por ello en la época
del rey Shlomó se manifestó el
Clal (totalidad genérica del Pueblo de Israel) en su
apogeo dese el
punto de vista de
El
tema central de la época del segundo Beit HaMikdash en
contraste era la
complementación de los individuos particulares, para corregir
los desperfectos
de la época anterior. Pero de momento que el plano colectivo fue
dañado, “en el
segundo Beit HaMikdash la fuerza pública de Israel no se
manifestó en
él, sino que la fuerza de los particulares… toda esa
individualidad práctica –
del cuidado de
Entonces,
el beneficio del primer Beit HaMikdash en el plano del Clal
generó
su destrucción, y a través de la edificación de
los individuos particulares que
fue el beneficio del segundo Beit HaMikdash se generó su
destrucción,
por la falta de complementación del Clal.
El
tercer Beit HaMikdash debe comprender dentro suyo los dos
anteriores, el
Clal y los particulares. Y por ello en nuestra época,
marchando hacia el
tercer Beit HaMikdash, tenemos una vida de doble
espíritu. Por un lado,
en el mundo gobierna un espíritu genérico global – el
deseo de paz mundial,
organizaciones y pactos internacionales, políticos, sociales,
económicos, etc.
Y también el Internet, en el que todo el mundo se encuentra
sobre la pantalla
del individuo particular. Y por otro lado, vivimos una época de
espíritu de
individualidad, como la realización personal, orgullo nacional,
etc.
Por
ello, en nuestra época, en la que hay mucha confusión
entre generalidad e
individualidad, debemos saber cómo edificar el particular y
también la
generalidad en forma equilibrada, que conjuga a ambos hasta la
edificación del
tercer Beit HaMikdash, con la ayuda de D’s.
No
hay casualidad
Rav
Shlomó Aviner
No
hay casualidades en el mundo. Todo es parte del orden en que D’s
dirige. La
casualidad es D’s de incognito, de anónimo. D’s actúa
detrás del telón. También
algo que nos parece falto de importancia, es parte del programa Divino.
El
Señor del Mundo tiene muchos métodos para actuar. De algo
insignificante, surge
la salvación de los mundos.
Algunos
ejemplos:
Eliezer
justo se encontró con Rivka al lado del manantial.
Iaacov
se encontró justo con Raje al lado del manantial.
Iosef
llegó justamente a la casa de Potifar, y justo llego a la
cárcel cuando el
copero soñó su sueño.
Nuestro
Rav Moshe fue puesto como bebe en el rio, y justo llego Batia.
Rut
justo fue a recolectar al campo de Boaz.
Avigail
justo se encontró con el rey David.
Ester
justo fue elegia como reina, Mordejai justo escucho la
conversación de Bigtana
y Teresh, Ajashverosh no podía dormir esa noche y justo leyeron
de esa hoja, y
justo llego Aman.
De
cosas insignificantes, surge la salvación de los mundos.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Kidush
Kidush donde se
come
“El
Kidush no es sino que donde se come”, es decir, la persona no
cumple con
su obligación de Kidush sino que cuando hizo Kidush
en el lugar
donde comerá. Eso se aprende del versículo “y consideras
el Shabat como
un deleite” (Ishaya 58:13), del que dedujeron nuestros sabios que en el
lugar
donde se deleita – es decir, donde come su cena – allí
llamará al Shabat
– es decir, recitará el Kidush[1].
El
que hizo Kidush y no comió en el mismo lugar, o no
comió en absoluto, no
cumplió su obligación de Kidush[2].
También
los que escuchan el Kidush de otra persona para cumplir con su
obligación deben comer su cena donde se recita el Kidush[3], y no es
suficiente con
que el que recitó el Kidush coma en ese lugar[4].
La
comida enseguida después del Kidush
No
se debe interrumpir entre el Kidush y la comida, incluso un
corto
tiempo, sino que se debe comenzar a comer enseguida después del Kidush[5]. De todas
formas, si
interrumpió con cosas que son necesarias para la comida no es
considerada
interrupción, y cumplió con su obligación[6].
Tortas
y frutas
El
que come un volumen de kazait de pan luego del Kidush,
o kazait
de tortas o galletas de los cinco cereales, es considerado “Kidush
donde
se come”, porque de momento que esos alimentos son considerados comida
de
cierta importancia, su ingestión es considerada como cena, y de
esa forma
cumple con la obligación[7].
Pero
el que come frutas luego del Kidush, incluso si come muchas, no
es
considerado que cena, y tampoco cumplió con su obligación
de Kidush[8].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 273 inciso 1. Mishná
Brurá inciso 1, Kaf
HaJaim allí inciso 1).
[2](allí inciso 3). Y no sólo que el Kidush no
le permite comer luego
más tarde en otro lugar, sino que incluso si no quiere comer no
cumplió en
absoluto con su obligación de Kidush (allí, Mishná
Brurá inciso 11).
[3](allí inciso 4, Mishná Brurá inciso
20).
[4](allí, Mishná Brurá inciso 26, Kaf
HaJaim allí inciso 1).
[5](allí, inciso 3, Mishná Brurá inciso
12). Y si pensó cuando hizo
Kidush comer enseguida, pero por alguna razón se vio obligado a
no hacerlo,
incluso si la interrupción no está relacionada con las
cosas de la cena,
cumplió con su obligación (allí, Mishná
Brurá inciso 13 según la explicación de
los ajaronim de las palabras del Ram”a, Kaf HaJaim inciso 24 25. Y
véase Biur
Halajá comienza o shemepakpek baze).
[6](allí, Mishná Brurá inciso 14).
[7](allí, inciso 5, Pri Megadim, Eshel Avraham inciso
11, Shuljan Aruj
HaRav inciso 7 8, Mishná Brurá inciso 25).
Pero en el libro Maase Rav escribió que el Gr”a no
hacía Kidush sino que donde cenaba, y no donde comía
mezonot o tomaba vino,
incluso en el Kidush de la mañana (allí, Biur
Halajá comienza katvu hageonim).
En efecto, en muchos lugares acostumbran luego del
Kidush de la mañana a comer mezonot, antes de comenzar a comer
el almuerzo
principal con pan [y véase Shuljan Aruj HaRav 249 inciso 10,
Kuntres Ajaron
inciso 4 que explicó esa costumbre]. De todas formas, lo
correcto es no llenar
su estómago antes de la comida principal con pan, para comer la
comida de
Shabat con buen apetito (249, Biur Halajá al final de mutar).
[8](273 inciso 5, Mishná Brurá inciso 26). Y
véase allí que según la
opinión de Jaiei Adam y Elia Rabah si se siente un poco
débil y no tiene ahora
mezonot, cuando hace Kidush en el día puede fiarse en la
opinión de los
rishonim que incluso comiendo frutas cumple con la obligación,
porque toda
comida en Shabat es considerada fija e importante [como es considerado
en el
tema de los diezmos].