Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Pinjas     21 de Tamuz 5784     No 1469
 


Filosofía de la corrupción
Rav Ziv Rave

 

El Ietzer HaRrá (mal instinto) tiene varias fases. En la primera fase surge como un pensamiento, como un argumento, como una tentación – pero todavía se encuentra por fuera. Como la serpiente que llegó por fuera e intentó con sus argumentos tentar a Java. Java podría haberle dicho “no estoy interesada en hablar contigo”, y todo ese episodio habría concluido. En esa fase es relativamente fácil vencerlo, porque a pesar de su astucia su impresión es débil, y no es tan palpable.

En la fase siguiente el Ietzer HaRrá ya penetró en el corazón, esta adentro, y hay una negociación con él, argumentos por qué escucharlo y por qué no escucharlo. Ya se trata de un asunto palpable, y cierta tendencia de la voluntad hacia él.

En la próxima fase el Ietzer HaRrá ya logra derrotarnos. La persona ya se ha rendido a su debilidad, a su pasión, a su holgazanería, a su enojo o alguna otra virtud que no fue corregida, y cae en la trasgresión.

Podemos resumir hasta ahora las tres fases según la formulación de nuestros sabios “El ojo mira, el corazón desea, y los miembros lo hacen” (Tur Orej Jaim 1). Al principio el ojo mira la tentación por fuera, luego ya ha penetrado el Ietzer HaRrá y desea en su corazón, y finalmente es plasmado en la práctica con la acción de trasgresión. A veces el pasaje de una fase a la otra es muy rápido. Luego que la persona cometió la trasgresión, el Ietzer HaRrá intentará hacerle caer en el desaliento de sí mismo, así saldrá ganando otras muchas caídas.

La fase siguiente es cuando la persona se acostumbra a su debilidad. Cuando la persona cometió una trasgresión, y volvió a hacerla una segunda vez, se transforma para ella en algo permitido (según Kidushin 40). Se ha abierto una brecha fija en la muralla del sistema defensivo anímico de la persona, y admite su situación deteriorada.

Hasta esta fase, los remordimientos de conciencia pueden todavía salvar a la persona con el arrepentimiento. Puede que haga una retrospección y resuelva corregir su camino. El alma sufre en la persona, que marcha por un camino que no es bueno y le pregunta: ¿Dónde te encuentras? Te has alejado mucho, arrepiéntete. La persona que es un poco atenta al dialogo de su alma, sentirá su dolor, se presentará frente a D’s y dirá con sinceridad “me presento frente a Ti con mucha encogimiento y vergüenza. Se fijará al nivel que ha descendido y sentirá vergüenza de su situación, y se arrepentirá sinceramente. Pero hay un nivel más bajo, cuando la persona esta tan dominada por su Ietzer HaRrá que su intelecto ya se adhiere a su baja voluntad, y crea una ideología que justifica su pasión y la transforma en algo legítimo, bueno en un principio. Aquí se encuentra un peligro doble. Puede que no volverá a sentir remordimientos de conciencia, porque tiene argumentos lógicos que justifican su conducción y demuestran cuan lógico y necesario es su camino. Y puede que vea su camino como un camino moral correcto bueno, y purificará lo impuro. “Todo camino es recto a ojos de si mismo” (Mishlei 21:2). De esa forma la persona vence la oposición interna del Ietzer HaTov (buen instinto). Ese es también el peligroso camino de la idolatría, en que “todo el que llega a ella no volverá, y no se hará merecedor de senderos de vida” (Mishlei 2:19).

La próxima fase es cuando el Ietzer HaRrá ya fue fijado como un orden de vida. La persona nace en una familia, recibe cierta educación, vive una cultura que oculta el nombre de D’s. Ella no sabe siquiera que vive dentro de un sistema de vida de herejía o idolatría, ese es el único mundo que ella conoce. Sabe por ejemplo que en el mundo hay religiosos que opinan que se debe cuidar de las mitzvot y de la Torá, pero no piensa que eso implica algo para ella también. Es un “bebe cautivo” en una cultura gentil. Por un lado es muy severo, se encuentra tan lejos que ni siquiera se da cuenta de ello. Pero en esa situación hay mas lugar para juzgarlo para bien, ya que fue obligado a una cultura ajena.

El argumento de Zimri es el de una ideología que pretende esconder la gravedad del Ietzer HaRrá del mundo, con formulaciones lógicas en las que el camino al revés es el camino correcto:

“La tomó del pelo y la trajo frente a Moshé. Le dijo: Hijo de Amram, ¿ella nos es permitida o no? Si tu dices que no, la hija de Itro (Tzipora, la esposa de Moshé) ¿quién te la permitió?”. ¡¿Qué cosa es esa?! ¡Moshé convirtió a Tzipora! Pero es que en su argumento se esconde el argumento de Koraj e incluso más que eso. Koraj pretendía borronear los limites entre la sgula (esencia espiritual intrínseca) de Aharon y el resto del pueblo, y arguyo que no se trata de una elección Divina y todo es un invento de Moshé. Así también Zimri amplia ese argumento, e indica en la practica que no hay diferencia entre un pueblo u otro, las prohibiciones de la Torá no tienen valor. Todo es bueno, todo lo que hagas y elijas es Kadosh. Que nadie venga a definir qué es moral y verdad, y encima dirá que habla en nombre de D’s – la persona decidirá sola lo que le parece bien. Nadie tiene derecho a determinarle. Es muy similar al postmodernismo que hace estragos en nuestro campamento y arruina toda buena parcela como un microbio feroz, “porque muchos ha hecho caer, y son numerosas sus víctimas” (Mishlei 7:26). Esa es la fase mas avanzada del Ietzer HaRrá que se alimenta de una ideología que lo justifica. La difusión de ideas nefastas como esas arruina la sociedad y oscurecen el mundo.

Pinjas con su fortaleza anímica sana, vinculado con Moshe, no se deja confundir o encandilar por los argumentos corruptos que se esconden bajo un brillo de explicaciones filosóficas, y devuelve la verdad básica sencilla a su debido lugar (según Sanhedrin 82A).

 


Rav Shlomó Aviner

¿Quién puede ser Rav Rashi?

Rav Shlomó Aviner

 

“D’s le dijo a Moshé: He elegido a Betzalel, ¿acaso te parece correcto? Contestó Moshé: Si para Ti es correcto, D’s, por supuesto que lo es para mí. Le dijo D’s: A pesar de ello, pregúntale al pueblo. Contestó el pueblo: Si para D’s es correcto, y para ti es correcto, por supuesto que lo es para nosotros” (Brajot 55A).

Explica el Rav Kuk (Ein Aya, allí) que hay tres socios en la elección: D’s, nuestro Rav Moshé y el pueblo. Porque se necesitan tres cualidades. Y de ello aprendemos respecto a la elección del Rav Rashí (Supremo Rabino de Israel):

1. Lo primero, es kdushá (santidad) interna, las buenas virtudes, un alma noble. Eso es algo que solamente D’s puede atestiguar.

2. Lo segundo, es su gran sabiduría. Eso es algo que nuestro Rav Moshé puede saber, y en nuestros días los grandes eruditos de la Torá.

3. Lo tercero, es el vinculo con el pueblo, la influencia sobre el pueblo, la confianza del pueblo.

Pero debe ser según ese orden: Kdushá, sabiduría e influencia. Si no se sigue ese orden, de lo tercero a lo primero, es una desgracia, es adulación, es mentira.

Por ello, en cuanto a nuestro tema:

1. De entre todos los eruditos del estudio de la Torá de Am Israel (el Pueblo de Israel), en sus cientos y miles, hay que elegir el más Kadosh (santo), el más puro, el más humilde, el más vinculado con D’s, el que tiene las mejores virtudes. Por supuesto, es difícil saber, pero de todas formas no somos ciegos del todo.

2. Si hay muchos eruditos del estudio de la Torá con el mismo nivel de kdushá, pureza, humildad, vinculación con D’s y buenas virtudes, bienaventurados somos, hay que elegir el que es más sabio, en el estudio del Talmud y los poskim (sabios que determinan la halajá), Rishonim y Ajaronim y en todos los temas de la Torá. Eso es algo que los eruditos de la Torá auténticos pueden saber.

3. Y si gracias a D’s, tenemos varios como esos, plenos de kdushá, pureza, humildad, vinculación con D’s, buenas virtudes, agudeza y profundidad en todos los campos de la Torá – entones debemos elegir el que está más cercano al pueblo, que más comprende al pueblo, más vinculado con el pueblo, el que goza de más confianza del pueblo.

Bienaventurados somos. Bienaventurados somos. 


Shabat

Meorot HaShabat

 

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.

Bañado en Shabat

Secado después del bañado

Los que se bañan en Shabat [de la forma permitida], también si bañan todo su cuerpo, tienen permitido secarse con una toalla[1], pero deben cuidarse mucho de no escurrir el pelo, como será aclarado.

Escurrido del pelo

A pesar de que según la Torá escrita no está prohibido escurrir los pelos del cuerpo[2], de todas formas nuestros sabios prohibieron hacerlo[3].

Por lo tanto, una persona que el pelo de la cabeza o de la barba se mojó, tiene prohibido escurrirlos y quitar de ellos el agua. Y los que se sumergen en la Mikve y también los que se bañan de las formas permitidas en Shabat deben cuidarse después de no escurrir el pelo[4], y véase en la acotación[5].

Luego de haber utilizado la toalla hay que tener cuidado de no tenderla para secar como se acostumbra en días corrientes tender la ropa lavada. Eso está prohibido para que los que lo ven no lleguen a sospechar que lavaron la toalla en Shabat[6] [y también las toallas que utilizaron antes de Shabat se debe cuidar de tenderlas a secarse antes de la llegada del Shabat[7]].

Esponja y jabón

Los que se bañan en Shabat [de las formas permitidas] no deben utilizar un trapo o esponja para bañarse, para no llegar a escurrirlos[8].

Encontramos en los poskim (sabios que determinan la halajá) que no se debe utilizar jabón solido en Shabat, porque se trasgrede varias prohibiciones[9]. Pero jabón líquido está permitido utilizar, y no se comete ninguna trasgresión[10].



[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 301 inciso 48).
En el Shuljan Aruj (allí) escribió: “La persona se seca con una Aluntit [es decir, una prenda con la que se seca luego de bañarse]”. Y en Mishná Brurá (allí, inciso 173) escribió que tal parece del Maguen Avraham que en nuestros tiempos es bueno secarse con algo que no le importa que quede mojado, y en Biur HaGr”a tal parece que toda Aluntit por lo general no le importa que quede mojada.

[2](Shabat 128B).
Según la Torá escrita no está prohibido escurrir el pelo, de momento que no está prohibido lavar pelos que están unidos al cuerpo, y si no hay prohibición de lavado la regla es que tampoco está prohibido escurrirlo (véase 302 inciso 9, Biur Halajá allí comienza asur besofo). Y también si el pelo es algo duro, y el agua no es absorbido por él, no cabe la prohibición de escurrido (Rashi, Shabat allí, comienza ein sjita besear. Y véase también Biur Halajá allí, y Ben Ish Jai, segundo año, Pekudei inciso 8).

[3](Baalei HaNefesh del Raaba”d [pág. 98], fue citado por Kol Bo y Beit Iosef, inciso 199 comienza umashekatav ubeiom tov. Así también Maguid Mishne, Hiljot Shabat 9:11. Biur Halajá 302 inciso 9, comienza asur. 330, Mishná Brurá inciso 7. Y véase más Beit Iosef, Orej Jaim 330, comienza umashekatav umikol makom. Kaf HaJaim 320 inciso 101. Ben Ish Jai allí).
Y véase Ktzot HaShuljan (133, Badei HaShuljan inciso 8) escribió que puede que tratándose de los pelos de las manos no cabe hablar de escurrido, porque la prohibición de escurrido es relevante solo cuando hay muchos pelos juntos, y el agua como si fuese absorbida entre ellos.

[4](Shuljan Aruj, Orej Jaim 326 inciso 8. Mishná Brurá al final del inciso 24 y 25).
[5]En Ben Ish Jai (segundo año, Pekudei inciso 8) escribió que cuando seca los pelos, lo hará con una toalla especialmente dedicada a ello, y no los secará con fuerza sino que suavemente. Y a pesar de que el pelo es escurrido, de todas formas de momento que el escurrido del pelo es una prohibición de nuestros sabios, lo permitieron de esa forma, que no tiene otra posibilidad, porque el escurrido no es directo, y el agua escurrida se pierde. Y así también en Kaf HaJaim (320 inciso 111).
Y agregó Ben Ish Jai (allí) que hay piadosos que no secan sus pelos o su barba, sino que los separan con la mano y dejan que la humedad se seque de por sí sola.

[6](301 inciso 45). Y véase más en Mishná Brurá (allí, inciso 163) que muchos Ajaronim opinan que no se debe diferenciar entre una prenda que está un poco mojada y otra que está muy húmeda, ambas son prohibidas.
También en privado está prohibido poner a secar la toalla, porque todo lo que prohibieron nuestros sabios porque sospecharan, también está prohibido en privado (allí, Shuljan Aruj).

[7]Véase anteriormente en cuanto a lavado.
[8](326, Maguen Avraham inciso 3. Fue citado por Mishná Brurá allí, inciso 6. Kaf HaJaim inciso 9).
[9](Allí, inciso 10. Ram”a. Mishná Brurá inciso 30. Kaf HaJaim allí, inciso 43. Véase allí, que habla de la prohibición de generar, borrar y untar.
[10](Aruj HaShuljan allí, al final del inciso 11. Y véase Ktzot HaShuljan 146, Badei HaShuljan al final del inciso 32).
Y en Ben Ish Jai (segundo año, Itro, inciso 15) escribió: “Y así se acostumbra en nuestra ciudad, de no bañarse con un trozo de borit, sino que disuelven el borit en agua en vísperas de Shabat, y entonces en Shabat se bañan con esa agua donde disolvieron el borit anteriormente”.
En nuestros días hay distintos tipos de jabones líquidos, parte de ellos muy líquidos como agua, parte de ellos más espesos, y cada uno debe preguntarle a su autoridad de la halajá qué hacer.