Parashat Ree 29 de Av
5785 No 1523
El
lugar que
D’s elegirá
Rav
Oren Travelsi
La
Parashá Ree recalca la importancia de un lugar central
para el culto a
D’s. La Torá prohíbe ofrecer sacrificios en
cualquier lugar, como
acostumbraban los idolatras. “No le harán así al Eterno,
su D’s” (Dvarim 12:4)
– ofrecer sacrificios al Cielo en cualquier lugar (Rashi, allí),
sino que “solo
en el sitio que el Eterno, su D’s, escoja de entre todas sus tribus
para poner
allí Su Nombre, por Su residencia deberán inquirir, y
allá deberás ir” (Dvarim
12:5).
Las
raíces del lugar del Beit HaMikdash (El Templo) se
encuentran
profundamente en la historia. El polvo del Primer Hombre fue tomado del
lugar
del altar. El sacrificio que ofreció Noaj cuando salió
del Arca fue en el Monte
de Moria. También allí ocurrió el Sacrificio de
Itzjak. Pero a pesar de que la Torá
se refiere a él, no lo menciona en forma explícita sino
que repite una y otra
vez el término “el sitio que el Eterno, su D’s, escoja”.
También el Monte de
Moria y el nombre de Ierushalaim no figuran en nuestra Parashá,
ni
tampoco el nombre de la tribu en la que será construido el Beit
HaMikdash,
solamente “de entre todas sus tribus”. Tal parece que la Torá
esconde en
forma intencional el lugar, y debemos entender por qué le es
importante
esconderlo.
El
Ramba”m (More Nebujim 3:45) escribe que solo nuestro Rav Moshe y los
grandes
pensadores de Am Israel (el Pueblo de Israel) sabían que
el lugar
elegido es Ierushalaim, pero era ignorado por el resto del pueblo. El
Ramba”m
menciona tres razones: Si los demás pueblos supiesen que ese es
el lugar
elegido, lucharían por ese lugar duramente “cuando sepan que ese
lugar es la
meta de la Torá”. Y por otro lado, parte de los
demás pueblos no quieren
que la Torá llegue a plasmarse e intentaran destruir el
lugar todo lo
que puedan. Y la tercera razón que el Ramba”m la define como muy
importante, es
por parte de Am Israel: Para que las tribus no disputen entre
ellas quién
será merecedor que Ierushalaim se encuentre en su territorio.
Por ello
solamente después de haber repartido la tierra entre las tribus
y coronado el
rey, D’s reveló cual es el lugar elegido y a que tribu le
pertenece.
Eso
contesta un gran cuestionamiento. El Ramba”m determina en base a la Gmará
que Ierushalaim no fue repartido entre las tribus. Y a primera vista,
es muy
difícil de entender. Ya que en el libro Ioshua (16:63) y Jueces
(1:8-21) está
escrito en forma explícita que Ierushalaim pertenece a la tribu
de Iehudá y
Biniamin, ¿cómo se puede decir que no fue distribuida? La
respuesta es que
cuando las tribus repartieron la tierra todavía no se
sabía que Ierushalaim es
el lugar singular donde morará la Shjina (manifestación
de la presencia
Divina), y todo lugar en Eretz Israel en potencia podía
ser ese lugar.
Por ello repartieron la tierra sabiendo que después cuando D’s
elegirá el lugar
para Su morada se convertirá en un lugar de todos, y la tribu de
la que será
tomado el lugar recibirá a cambio una buena parcela en Ierijo,
de 500 codos por
500 codos – como el tamaño de Har HaBait (el Monte del
Templo). Por ello
cuando fue repartida la tierra la tribu de Iehudá y Biniamin
recibieron a
Ierushalaim, y cuando fue elegida paso a ser de todas las tribus y se
convirtió
en la ciudad que no fue repartida entre las tribus.
Y
con todo eso, tal parece que hay otra razón por la cual fue
escondido el nombre
de Ierushalaim según la interpretación sencilla de los
versículos. El versículo
dice “deberán inquirir, y allá deberás ir”. Dice
el Midrash (Sifri, Ree
10): “Inquiere e investiga, y lo encontrarás, y luego así
te dirá el profeta”.
Es decir, la ciudad y el lugar elegidos necesitan ser inquiridos y
anhelados
por Am Israel (el Pueblo de Israel). La revelación de
la Shjina
depende del anhelo y el deseo de Am Israel por ella. La Torá
quiere que primero haya una búsqueda en los corazones de Am
Israel de
edificar una casa para D’s, y entonces la elección Divina se
revelará. El rey
David fue merecedor de adquirir el cobertizo de Aravna por
su anhelo
por la edificación del Beit HaMikdash. “Juro que no
entraré al abrigo de
mi casa, ni subiré al descanso de mi cama, no concederé
sueño a mis ojos… hasta
que encuentre el lugar de D’s, morada para el Poderoso de Iaacov”
(Tehilim
132:5). Y explica el autor del libro Shem MiShmuel (Ree, 5675)
“el
encontrado es en paralelo a lo inquirido, y de momento que solo David
fue el
único que prestó atención a ello, no era posible
que encuentren el lugar”.
Eso
también está relacionado con la creación misma del
Monte de Moria. Respecto al versículo en la Parashá
“sus dioses sobre
los montes altos y sobre las colinas” (Dvarim 12:2) dice la Mishná
(Avoda Zara 45A) que todo lugar en Eretz Israel donde
encuentras un
monte o colina altos, sabe que allí se le rinde culto a otros
dioses. Pregunta Tosafot
(allí, comienza kol) que según eso,
¿cómo fue construido el Beit
HaMikdash sobre el Monte de Moria? También en él se
rindió culto a otros
dioses, y es abominado por D’s. Y contesta que sabían
según el profeta que en
el Monte de Moria no se rindió culto a otros dioses. Y el Jatam
Sofer
(Torat Moshe 13,14) explica que antes del sacrificio de Itzjak el Monte
de
Moria era un valle y cuando Avraham vio el lugar dijo que no es honroso
para el
rey que more en el valle, rezo y se convirtió en un monte. Por
ello, antes de
ser santificado era un valle y no rindieron culto a otros dioses en
él, y
cuando se convirtió en monte recibió la kdushá
(santidad) de la Shjina
y los knaanitas no podían prohibirlo. Según ello, Avraham
con su anhelo y deseo
fue el origen de la edificación del lugar para la
manifestación de la Shjina
como un monte. Y eso quiere enseñarnos la Torá,
que el Beit HaMikdash
recibe su forma y es edificado según el anhelo de Am Israel
por él.
No
subiremos al monte
Rav
Shlomó Aviner
En
base a una charla con nuestro maestro y Rav, el Rav Tzvi Israel Tau
(Elul 5743)
Pregunta:
¿Acaso
es importante rezar en el lugar
llamado Majkame que se encuentra dentro de la muralla del Har
HaBait (el
Monte del Templo) en ocasiones especiales, como Iom Kipur (Día
del
Perdón)? – después de haberse sumergido en la Mikve,
por supuesto.
Respuesta:
No es
acuerdo a nuestro nivel. ¡¿Acaso el
resto de las obligaciones ya has cumplido?!
Pregunta:
En la
época del primer y segundo Beit
HaMikdash (El Templo) también judíos sencillos
entraron allí.
Respuesta:
En
ese entonces toda la generación se
encontraba en otro nivel (véase Orot, LeMaalaj HaIdeot. Y
véase Maamarei
HaReaya, Derej HaTjia).
Pregunta:
Hay Rishonim
que mencionan que se
puede entrar allí.
Respuesta:
La halajá
no fue determinada así.
En el libro Tzitz Eliezer (parte 15, pág. 84) cita a
Rabí Meir Oirbaj
que D’s nos hizo una bondad que marcó nuestro camino con piedras
que no se
puede llegar al Har HaBait, porque de lo contrario
¿quién podría detener
al que dice que se fía en el Raaba”d? (que en su
opinión no hay castigo
de Karet por entrar en el Har HaBait. Véase
Mishpat Cohen,
respuesta 96, que también según su opinión
está prohibido).
Pregunta:
¿Acaso
su intención es que si según la
providencia Divina no podemos entrar en el Har HaBait, eso
atestigua que
no es adecuado al nivel de la generación? En forma semejante a
lo que dijo Rabí
Shimon Bar Iojai que el hecho que estamos impedidos de juzgar atestigua
que no
somos merecedores de ello (Ierushalmi, Sanhedrin 7B. Iguerot HaReaya
Alef, 20).
Respuesta:
Si.
Pregunta:
¿Pero
acaso no estamos interesados en
entrar allí para manifestar nuestra presencia, como parte del
esfuerzo de
conquista de Eretz Israel (la Tierra de Israel)?
Respuesta:
La
conquista de ese lugar será a través
del Temor al Cielo. Por el contrario, entrando allí sin estar en
el nivel
adecuado disminuye el valor del lugar a nuestros ojos. También
en cuanto al Kotel
(Muro de los Lamentos) hay que cuidarse que no se transforme en
algo sobre
entendido. Hay quien llega todos los días, conversa allí
y le molesta al que
llega en ocasiones especiales, con santo respeto. El deseo de rezar
allí emana
de un nivel bajo. Empezarán a discutir y pelearse en el Har
HaBait mismo,
por pavadas. Para acercarse a ese lugar se necesita que todo Am
Israel (el
Pueblo de Israel) llegue como una misma persona, con un solo
corazón, cuando
seamos merecedores de ello – y no salteando niveles. Rezar allí
por supuesto
que no es obligación sino que algo para piadosos. ¿Por
qué hacer algo que es sólo
para piadosos, cuando los Rabanim HaRashim (Supremos Rabinos)
no lo
hacen?
Pregunta:
¿Quizás
nosotros, los que vivimos y
estudiamos en la falda del Har HaBait tenemos esa
obligación especial,
porque somos “los especialistas” en ese tema?
Respuesta:
Ustedes
son los especialistas en una
actitud de “alégrense con temor (Tehilim 2:11)” frente al Har
HaBait.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Kidush
Pasar
de un cuarto a otro
No
se debe cambiar el lugar donde se come luego del Kidush y pasar
a comer
a otro cuarto, incluso cuando ambos cuartos se encuentran en una misma
casa. Y
si luego del Kidush se arrepintió y pasó a comer
a otro cuarto, debe
volver a hacer Kidush en el cuarto donde comerá[1].
Pensó
comer en otro cuarto
También
si cuando hizo Kidush tomó en cuenta que pasará a
comer a otro cuarto,
en un principio no debe pasar a comer al otro cuarto[2].
Pero si
no hay más remedio, si ambos cuartos se encuentran bajo un mismo
techo y pensó
cuando hizo el Kidush en cambiar de cuarto, puede cambiar el
lugar donde
come a otro cuarto, incluso en otro piso, y no tiene que volver a hacer
Kidush
allí[3].
Ve
el lugar donde hizo Kidush
Si
puede ver el lugar donde hizo Kidush desde el cuarto donde
quiere pasar
a comer [incluso si lo ve sólo un poco y no en su totalidad[4].],
si
cuando hizo Kidush pensó cambiar de cuarto, puede
hacerlo en un
principio y comer allí su comida[5].
Pero
cuando no hay más remedio, cuando hizo Kidush y no puede
comer donde
hizo el Kidush, incluso si no pensó en ello cuando hizo
el Kidush,
puede comer en otro cuarto del que ve el lugar donde hizo el Kidush[6].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 273 inciso 1, Mishná
Brurá inciso 4. 273
inciso 2, Mishná Brurá inciso 9. Kaf HaJaim allí
inciso 20, Ben Ish Jai segundo
año, Bereshit inciso 2). Porque la primera vez que hizo Kidush
no cumplió con
su obligación, ya que no comió donde hizo Kidush.
[2](allí, Biur Halajá comienza vejen ikar,
Shuljan Aruj HaRav allí
inciso 2, Kaf HaJaim allí inciso 16, Ben Ish Jai allí).
[3](allí, Mishná Brurá inciso 5 8, Biur
Halajá comienza vejen ikar).
En efecto, no se debe cambiar el lugar donde se come a
otra casa o al patio, también cuando hizo Kidush pensando en
hacerlo, e incluso
si no hay más remedio (allí, Mishná Brurá
inciso 8). Y si ve el lugar donde
hizo Kidush desde el nuevo lugar, véase en las acotaciones
siguientes.
Y véase Kaf HaJaim (allí, inciso 18) que si cambió
su
lugar a otra casa y pensó hacerlo así cuando hizo Kidush,
escuchará el Kidush
de otra persona que todavía no cumplió su
obligación. Y si no es posible, no
volverá a hacer Kidush, porque hay diferentes opiniones respecto
a ese caso y
cuando se duda, es preferible no bendecir.
[4]Incluso si lo ve por una ventana, alcanza (allí,
Mishná Brurá inciso
6).
[5](allí, Biur Halajá al final de vejen ikar).
[6](allí, Mishná Brurá inciso 7, Shaar
HaTziun inciso 8, Kaf HaJaim
allí inciso 14).
Y si no hay más remedio, puede cambiar su lugar incluso
a otra casa o al patio si puede ver desde el nuevo lugar el lugar donde
hizo
Kidush [si no hay un camino que es utilizado en forma fija en el verano
y en el
invierno que los separa] (allí, Mishná Brurá, Kaf
HaJaim inciso 13).