Parashat Ekev 22 de Av
5785 No 1522
Devolver
el
temor a su lugar
Rav
Zeev Karov (reimpresión)
“Y
ahora, oh Israel, ¿qué es lo que el Eterno, tu D’s pide
de ti? Solamente que
temas al Eterno, tu D’s” (Dvarim 10:12). Como es sabido, nuestros
sabios
preguntan al respecto (Brajot 33B): ¿Acaso temor a D’s es
algo tan
simple, como para decir “solamente”? Y como es sabido también,
nuestros sabios
explicaron y objetaron, y los comentaristas ampliaron las preguntas y
respuestas. Es posible entender el concepto de “temor” de dos formas
distintas.
Una de ellas es tener miedo a algo. Yo temo, es decir, le tengo
miedo a
algo o a alguien. Esa es la interpretación más simple y
común en la que piensan
las personas cuando escuchan la palabra “temor”. La otra forma de
entender el
concepto es en el sentido de la veneración. Yo temo, es
decir, yo
respeto a alguien. Yo siento o comprendo que él está por
encima de mí - es más
inteligente, o más justo - y por ello, mi actitud frente a
él es de temor. No
se trata de miedo: Por el contrario, yo siento seguridad y
alegría de estar
cerca - de alguna forma - de una persona como esa, y yo
obedeceré sus consejos
y sus instrucciones con reverencia.
Por
un lado, ¿acaso hay algo más simple y natural que temer y
respetar a una gran
persona - y por lo tanto, anularse frente a ella? ¿Acaso no es
algo
sobreentendido que la persona debe temer a sus padres?
¿Quién puede evitar el
pararse frente a quien lo trajo a este mundo y le otorgó vida
física y
espiritual, sintiendo temor y anulándose frente a él? Y
si eso es cierto en
cuanto a las personas, por supuesto que lo es en cuanto a D’s: “Sabe
frente a
quién tú te encuentras”, y por lo tanto tu actitud debe
ser en concordancia a
ello.
Pero
si es algo tan sencillo, ¿por qué entonces no es
fácil lograrlo?
Por
un lado, es tan sencillo y normal comprender que hay por encima de
mí también
personas más inteligentes, más experientes, y debo
respetarlas y
reverenciarlas. Y por supuesto que por encima de mí se encuentra
un Creador,
que deseo anularme frente a Él. Por otro lado, es muy
fácil para la persona
exitosa pensar que él es el que determina, que todo debe
depender de sus
acciones, y lo correcto es que no se anule frente a nadie.
Ese
es el gran elogio de Avraham, a quien le fue dicho: “Pues ahora conozco
que tú
eres temeroso de D’s” (Bereshit 22:12). Nuestro patriarca Avraham
gozó de una
cercanía muy grande a D’s. Respecto a él fue dicho:
“Avraham, Mi amado” (Ishaya
41:8). Avraham “discute” con D’s, y le habla con agudas palabras:
“¡¿El juez de
toda la tierra no ha de hacer justicia?!” (Bereshit 18:25). Una persona
como él
puede llegar a perder el respeto por su Creador, y olvidar que debe
anularse
frente a Él, que es Justo y Todopoderoso. En la grandiosa prueba
de
En
nuestros días, cuando la atmósfera cultural coloca al
individuo particular en
el centro de la existencia y “le levanta la nariz”, es difícil
encontrar
“temor”. Casi nadie reconoce que existen diferencias de nivel en el
mundo, y
hay alguien que es más que él. El hijo está
convencido que él sabe más y es más
justo que sus padres y sus maestros, y la persona vive convencida que
si él
hubiese creado el mundo, todo se vería distinto y mejor. Nos
falta una
dimensión muy importante en la vida - la dimensión del
“temor”. Nos falta la
virtud de la humildad, que le confiere a la persona una visión
auténtica del
mundo y de su lugar en él. No es cierto que hay uno que sabe
mejor que
todos, ni tampoco “toda la congregación, todos ellos son santos”
(Bamidvar
16:3).
El
amor es muy importante, pero el temor no le es contrario, sino que
complementa
las relaciones entre las personas y entre la persona y su Creador.
Si
devolveremos la humildad a nuestras vidas, el temor a D’s nos
será algo fácil
de alcanzar. Un temor que nos llevará a una situación
“para provecho tuyo”: “Y
ahora, oh Israel, ¿qué es lo que el Eterno, tu D’s pide
de ti? Solamente que
temas al Eterno, tu D’s, que andes en todos Sus caminos, y que Le
ames... para
provecho tuyo” (Dvarim 10:12-13).
Los
árabes en Ierushalaim
Rav
Shlomó Aviner
Algunos
hechos en cuanto a la parte árabe de Ierushalaim:
1.
Según el ritmo de edificación de los barrios
árabes, ellos estrangularan a
Ierushalaim por el norte y por el este.
2.
Los judíos temen andar por esos barrios.
3.
La policía casi no entra allí.
4.
Hay 30.000 edificios ilegales, parte de ellos entre 15 y 20 pisos.
5.
Viven allí delincuentes, incitadores y terroristas.
6.
Ellos gozan de los servicios del país como ciudadanos, como el
seguro social.
7.
La separación delgada no tiene ningún efecto. Ellos
pueden obstruir los caminos
en un minuto.
8.
Ellos también se apoderan de terrenos enterrando muertos, como “Jalalei
El
Aktza”, porque saben que no se atreverán a evacuarlos.
9.
También Turquía es participe de eso.
10.
Según este ritmo, la mayoría de los pobladores de
Ierushalaim serán árabes.
¡Salven
a Ierushalaim, nuestra santa ciudad!
[los
datos son proporcionados por el movimiento Regabim, para
fortalecer
nuestra soberanía en Ierushalaim]
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Kidush
No
salir de la casa entre el Kidush y la comida
Hay
que cuidarse mucho de no salir fuera de la casa entre el Kidush y
la
comida, incluso si vuelve al lugar donde hizo Kidush para comer[1].
No
cambiar de lugar
La
comida debe ser donde se hizo el Kidush, y no se debe cambiar
el lugar
por otro. Y en un principio lo mejor es que no cambie su lugar ni
siquiera de
una punta a la otra en el mismo cuarto[2].
Si
comió kazait de pan o mezonot donde hizo Kidush,
cumplió
con su obligación de “Kidush donde se come”, y puede
pasar a otro lugar
a comer su comida[3].
Si
ya lo hizo y cambió de lugar entre el Kidush y la
comida, o por alguna
razón no puede comer en el mismo lugar donde hizo Kidush
y pasa a comer
a otra punta del mismo cuarto, incluso si es un cuarto muy grande, no
tiene que
volver a hacer Kidush[4].
Pensó
cambiar de lugar cuando hizo Kidush
Si
cuando hizo Kidush en una punta del cuarto tomo en cuenta que
pasará a
otra punta del cuarto para comer, en un principio puede cambiar de
lugar, y es
considerado “Kidush donde se come”. E incluso cuando hace Kidush
en un cuarto muy grande puede cambiar su lugar para comer dentro del
mismo
cuarto, de momento que así lo tomó en cuenta cuando hizo Kidush[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 273 inciso 12. Biur
Halajá comienza
lealtar).
Y véase allí que los poskim discrepan en ese tema, y
por ello en un principio hay que cuidarse de ello, pero si ya lo hizo
no debe
volver a hacer Kidush, sobre todo cuando salió al baño,
lo que es considerado
como algo necesario para la comida.
[2](allí inciso 1, Mishná Brurá inciso
3).
[3](véase Mishná Brurá allí
inciso 5, Shaar HaTziun inciso 5 que
escribió así en cuanto al que cambia de lugar de la casa
a
[4](allí, inciso 1).
[5](allí, inciso 1, Mishná Brurá inciso
2 3, Shaar HaTziun inciso 4, no
como Maguen Avraham. Y véase Hagaot Rabí Akiva Iguer al
Shuljan Aruj allí).
Pero en Kaf HaJaim (allí, inciso 8) citó la
opinión de Maguen Avraham que en un
principio no se debe cambiar de lugar, y a pesar de que Rabí
Akiva Iguer
escribió que si se puede, se debe determinar como la
mayoría de los poskim (y
véase Ben Ish Jai, segundo año, Bereshit inciso 3).