Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Rosh HaShaná     1 de Tishrei 5781     1276 

Escuchar
Natan Kotler

El mundo post moderno está colmado de ruidos y distracciones. Pero en Rosh HaShaná comenzamos un trayecto en el que aprendemos a escuchar. En Rosh HaShaná fuimos ordenados escuchar, esa es la mitzva de ese día. Ese escuchado es muy profundo e interno. En este artículo intentaremos esbozar un poco algunos círculos de escuchado que giran alrededor de Rosh HaShaná.
Nuestros sabios nos enseñan que en Rosh HaShaná Iosef fue liberado de la cárcel (Rosh HaShaná 10B). La pregunta es ¿por qué recalcan nuestros sabios que fue justamente ese día cuando Iosef fue liberado de la cárcel?
El Rav Itzjak Meir de Gur explica que la salida de la cárcel es un comienzo nuevo y un gran cambio, sobre todo en la vida de Iosef, que en ese momento comienza su ascenso. Así también Rosh HaShaná es un nuevo comienzo y un gran cambio en nuestra vida. Y por ello nuestros sabios nos insinúan que debemos liberarnos de todo lo que nos impide avanzar, y debemos generar un cambio y un nuevo comienzo en nuestra vida (Likutei HaRi”m Alef, pág. 466).
Se puede profundizar más. ¿Cómo se elevó Iosef? La respuesta es que fue a través del escuchado. Cuando Iosef se concentró en sus sueños y no escuchó los sueños de los demás, no pudo avanzar. Pero cuando Iosef comenzó a escuchar los sueños de los otros fue elevándose hasta llegar a su encumbrada posición (según el Rav Shlomó Riskin, Or Torá, Bereshit, pág. 212). Entonces, el escuchado es la llave de los comienzos nuevos.
Nuestros sabios mencionan en varios lugares que hay lo que es llamado “Bat Kol” [una voz pequeña. N. del T.] que nos llama: “Dijo Rabí Ioshua Ben Levi, cada día una voz sale del Monte de Jorev y anuncia, hay de las criaturas por el humillado de la Torá” (Avot 6:2). La pregunta es: Si cada día una voz anuncia, ¿por qué no la escuchamos? Y si no podemos escucharla, ¿para qué anuncia? Rabí Tzadok HaCohen de Lublin nos enseña que esa voz es un despertado continuo dentro nuestro a arrepentirnos (Takanat HaShavim, pág. 153). Esa voz es la voz del alma Divina en la persona, que lo presenta frente a lo anhelado y el presente, en su exigencia de plenitud y corregimiento. “La moral interna grita dentro de la persona; ¡arrepiéntete de tus pecados!” (Orot HaTshuva 13:8). Pero la pregunta es ¿acaso nos permitimos escuchar esa voz que retumba dentro nuestro?
En Rosh HaShaná la mitzva del día es escuchar. El que toca el Shofar (cuerno) no bendice “hacer escuchar la voz del Shofar” o “tocar el Shofar”, sino que bendice “escuchar la voz del Shofar”. ¿Por qué? El Ramba”m escribió: “La mitzva es escuchar, no el tocar, y tocamos sólo para escuchar” (Shu”t HaRamba”m 142:24). El Ramba”m por supuesto pretendió determinar la halajá, pero tal parece que su formulación también tiene un gran sentido educador. A todos nos gusta hacer escuchar nuestras ideas en todo lugar posible, pero la gran pregunta es ¿estamos dispuestos a escuchar a nuestro prójimo? ¿O siempre necesitamos agregar la última palabra? El Ramba”m nos insinúa que ese es el secreto del Shofar. Bendecimos justamente “escuchar la voz del Shofar” porque el Shofar nos recuerda que es cierto, es excelente y muy importante expresar nuestras ideas, pero también se necesita saber escuchar. A veces hay que liberarse de la agenda y de nuestros preconceptos, abrirnos y escuchar las voces de los demás.
Un escuchado auténtico, que caracteriza a una persona inteligente, comienza cuando no se interrumpe al compañero que está hablando, y se le permite exponer sus ideas sin molestarlo (Avot 5:7). El que sabe escuchar puede aprender de la experiencia de los demás, como está escrito (Avot 4:1): “¿Quién es sabio? El que aprende de toda persona, como dice el versículo ‘de todos mis maestros aprendí’ (Tehilim 119:99)”.
En la Gmará (Irubin 13B) cuentan que la halajá fue determinada como la opinión de Beit Hilel. ¿Por qué? “Porque eran amables y no eran orgullosos, y estudiaban su opinión y la opinión de Beit Shamai. Y además antecedían la opinión de Beit Shamai a la suya propia”. Beit Hilel (los discípulos del sabio Hilel) intentaban comprender a fondo la opinión de Beit Shamai, en base a su gran modestia y su deseo de escuchar y aprender. Y por ello, la halajá fue determinada como Beit Hilel, porque el que sabe escuchar puede llegar a la gran verdad. Quizás las palabras más importantes en el judaísmo son “escucha Israel, el Eterno es nuestro Señor, el Eterno es uno”, comienzan con el escuchar. Porque cuando se sabe escuchar, se puede interiorizar los valores importantes de la vida. Y por ello, una de las 48 formas de adquirir la Torá es “escuchado del oído” (Avot, 6:5). En la bendición de “Ahava Rabah” rezamos: “Pon en nuestro corazón capacidad de comprensión y entendimiento, escuchar y aprender y enseñar”. Cuando se puede escuchar, se puede también aprender y enseñar.
En Rosh HaShaná debemos escuchar. Escuchar los profundos sueños nuestros y de los demás. Escuchar la Torá de D’s que profundiza dentro nuestro nuestra identidad auténtica. Escuchar la voz que retumba dentro nuestro y nos llama a aspirar a las alturas y ser mejores.

Umán – no, Eretz Israel - si
Rav Shlomó Aviner

No se debe salir de Eretz Israel (la Tierra de Israel) para ir a Umán por seis razones, cada una suficiente de por sí:
1. No se debe salir de Eretz Israel. La visita de tumbas de tzadikim (justos) no es una mitzva de nuestros sabios, y por supuesto que no lo es según la Torá escrita, sino que algo valioso. A pesar de que el Ramba”m determinó (Hiljot Melajim 5:9) que “está prohibido salir de Eretz Israel, sólo está permitido para estudiar Torá, o encontrar mujer para casarse, o salvar de los gentiles – y volver a Eretz Israel”, el autor del libro “Sde Jemed” (Maarejet Eretz Israel, inciso 1) citó algunos poskim (sabios que determinan la halajá) que lo permitieron para visitar tumbas de tzadikim en el exterior. Pero nuestro Rav, el Rav Kuk (Shu”t Mishpat Cohen, inciso 147) se extraña: “¿Cómo se puede decir que sea una mitzva salir por ella al exterior?… ¡¿y por qué no alcanzará el amor por los patriarcas que descansan en Jebron, hasta que tengamos que salir por ello al exterior?!”. Y así también el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Mordejai Eliahu zt”l cuando le preguntaron si está permitido viajar a Umán para Rosh HaShaná, contestó que es preferible no salir de Eretz Israel, no en Rosh HaShaná ni tampoco todo el año, y el que desea rezar en donde descansan los tzadikim, es preferible que lo haga en Eretz Israel – en Jebron, o la Tumba de Rajel, o la Tumba de Rasb”i (del que Rabí Najman era seguidor) y de esa forma no saldrá de Eretz Israel a la impureza de las tierras de los demás pueblos. Y también le preguntaron al Gaón, el Rav Iosef Shalom Eliashiv zt”l, y contestó que “ve a rezar al Kotel (el Muro de los Lamentos)”. Y en efecto, muchos jasidim de Breslav no viajan a Umán.
2. Rabí Najman fue una gran persona, pero nuestro patriarca Avraham fue más grande. Antes de la promesa de Rabí Najman de sacar del infierno a los que lleguen a visitar su tumba, fuimos merecedores que Avraham nos saque del infierno. Nuestro patriarca Avraham se encuentra a la puerta del infierno, y no deja entrar a nadie que sea circunciso. No necesitamos buscar trucos nuevos para salvarnos del infierno. Por ello, ve a Mearat HaMajpela (la Cueva de Majpela, donde están enterrados los patriarcas). El que se dirija a Mearat HaMajpela, y además entregue 18 vintenes de caridad, según la tradición nuestro patriarca Avraham lo ayudará.
3. No se debe abandonar la familia en la fiesta. En su clase a la salida del Shabat (Shoftim, 5767) dijo el Gaón, el Rav Ovadia Iosef zt”l en forma tajante: “Sepan que todo buen judío, que tiene raciocinio, la noche de Rosh HaShaná la consagra a la familia. Todos juntos comen y beben y están alegres. Así es en la fiesta. En la fiesta, se debe alegrar. ¿Qué se hace en la fiesta? ¿Se va al cementerio, o se alegra? Hay que alegrarse, no estar de duelo, con confesiones u otras cosas. Todo el tiempo se debe pensar en el cumplimiento de la mitzva positiva de la alegría. Hay quien se va a Umán, y cumple ‘te alegrarás en Umán’, en vez de cumplir ‘te alegrarás en tu fiesta’. ¿Qué es eso? Tenemos leyes, tenemos mandamientos rectos para que los haga la persona y viva con ellos… no abandonará los que marchan por ellos”. Antes que la persona agrega todo tipo de niveles de kdushá (santidad) debe cumplir con su obligación básica para con las personas. La persona a la que le debe más es su esposa y por supuesto también sus hijos. En la Gmará (Suca 27B) cuentan que Rabí Eliezer dijo “alabo los holgazanes que no salen de sus casas en la fiesta”.
4. No entregues tu dinero a ladrones y asesinos. No hay dudas que Rabí Najman fue una gran persona, y no hay dudas que su tumba cabe definirla como tumba de un tzadik. Ojalá estuviese enterrado en Eretz Israel, pero lamentablemente se encuentra en un lugar donde fueron robados y asesinados judíos en el Holocausto. En Ucrania en general, y en Umán en particular. En Ucrania antes del Holocausto habían 2.7 millones de judíos, de los que fueron asesinados 1.5 millones, parte de ellos en colaboración con los ucranios. Según los informes de la Liga Anti Difamatoria 38% de los ucranios son antisemitas, es decir 14 millones. Y 48% piensan que los judíos hablan demasiado respecto a lo que ocurrió en el Holocausto. Por supuesto, hay gentiles piadosos allí, pero esos números no son negligibles. No le entregues tu dinero a ladrones y asesinos, no viajes a Umán.
5. No se debe viajar a ningún lugar cuando hay coronavirus. Y por supuesto que no se debe viajar sino cuando es estrictamente necesario y es una situación extraordinaria, ya que nos encontramos en una situación de peligro de vida. Cada persona debe cuidarse de no contagiarse, y por supuesto de no contagiar a los demás. Como dice el Tosafot (Baba Kama 23A), que más de lo que la persona debe cuidarse de no ser dañado, debe cuidarse de no dañar a otros. Está permitido arriesgarse un poco por el cumplimiento de una mitzva o procurarse el sustento (Tiferet Israel, al final del primer capítulo de Brajot. Pitjei Tshuva, al principio de Iore Dea 157), pero por supuesto que no por algo cuyo provecho no está claro.
6. Destina el dinero a la limosna y tu tiempo al estudio de la Torá. En vez de gastar dinero y tiempo por algo que no está claro, hay que consagrarlos al cumplimiento de las mitzvot de la Torá y amuletos verificados. Como es sabido, “la limosna salvará de la muerte” (Mishlei 10:2). Cuentan que la hija de Rabí Akiva – que fue decretado que muera el día de su casamiento – se casó y no murió. Por la mañana del otro día, cuando sacó la horquilla del agujero en la pared donde la había puesto por la noche, salió junto con ella una víbora muerta cuyo ojo había sido pinchado por la horquilla. Le preguntó Rabí Akiva, “¿qué mitzva has cumplido?” [por mérito de la cual te has salvado. N. del T.]. Le contestó: “En el casamiento vi un pobre que se encontraba en la puerta, nadie le prestó atención, me levanté y le entregué mi porción de la comida”. Dijo Rabí Akiva: “¡Cumpliste una mitzva!”. Y así interpretó el versículo “la limosna salvará de la muerte” (Shabat 156B). Es algo que todos los sabios de todas las generaciones están de acuerdo. También Rabí Najman, por supuesto.
Y estudia los libros de Rabí Najman. Donde estudian sus libros, allí se encuentra él. Una vez los alumnos del Gaón, el Rav Shmuel HaLevi Vozner (autor del libro Shevet HaLevi), en la ieshiva de Jajmei Lublin, se les ocurrió hacer un Shabat especial en el lugar santo de Merón [donde se encuentra enterrado Rabí Shimón Bar Iojai. N. del T.], como se acostumbra en muchas ieshivot. Y los alumnos esperaban con mucha ansiedad cómo reaccionará el Rav cuando escuche su proposición: ¿Acaso asentirá, por primera vez en forma excepcional, o se opondrá? Cuando volvieron a escuchar su respuesta, les dijo: “¡Mi vínculo con Rabí Shimón Bar Iojai es sólo a través de la Gmará aquí sobre la mesa! No tengo necesidad de viajar a Merón para sentirme vinculado con él”. Y de esa forma la proposición fue descartada (Rav Rabanan, pág. 261 – 262).
También Rabí Najman asiente, por supuesto.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Definición de “prenda nueva”

Una prenda negra nueva, las personas acostumbran a fijarse de no vestirla sin antes limpiarla, y por ello si cayó sobre ella rocío está prohibido sacudirla y quitarlo de ella. Y hay quienes opinan que está prohibido sacudirla y quitar de ella polvo, como fue aclarado.
Toda prenda que todavía es notorio que es nueva, es considerada una prenda nueva a esos efectos [incluso si ya fue lavada alguna vez][1].

Una prenda que no es nueva
Hay poskim que escribieron que de momento que no está claro hasta cuando es considerada una prenda nueva, hay que cuidarse con todas las prendas[2]. Y escribió el Mishná Brurá que el que es más estricto será bendecido, y el que es menos estricto tiene en quién confiar, y es bueno que lo haga distinto de lo acostumbrado, es decir, que sacuda la prenda y quite de ella el rocío o el polvo haciendo alguna diferencia[3].
Mucho cuidado
De momento que hay quienes opinan que está prohibido limpiar la prenda del polvo, en un principio es bueno que se cuide en Shabat de poner sus prendas o su sombrero en un lugar cuidado, para que no se caigan y se ensucien con el polvo, y limpiándolos llegue a trasgredir el Shabat[4].
Se fija
A veces la persona limpia una prenda para su compañero, y el que la limpia es una persona que se fija de no vestir prendas sin antes sacudirlas del rocío o el polvo, mientras que su compañero, el dueño de la prenda, no se fija en ello. O al revés.
El Mishná Brurá duda al respecto, si lo que determina es la persona que limpia la prenda o el que la viste [el dueño]. Y concluyó diciendo que “no está claro”[5].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 302. Mishná Brurá inciso 1. Shaar HaTziun inciso 1. Kaf HaJaim inciso 1).
[2](Jaiei Adam citando Iaarot Dvash. Fue citado por Biur Halajá allí, comienza lajush. Ben Ish Jai, segundo año, Vaieji inciso 7. Kaf HaJaim inciso 1).
[3](Allí, Biur Halajá).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso 6. Biur Halajá allí).
[5](Allí, Biur Halajá comienza vehu). Y cuando también el dueño de la prenda y el que la sacude se fijan de no andar con una prenda como esa si está sucia, no hay quien permita sacudirla para su compañero.

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