Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Escuchar
Natan
Kotler
El mundo
post moderno está colmado de ruidos y distracciones.
Pero en Rosh HaShaná comenzamos un trayecto en el que
aprendemos a
escuchar. En Rosh HaShaná fuimos ordenados escuchar,
esa es la mitzva
de ese día. Ese escuchado es muy profundo e interno. En este
artículo
intentaremos esbozar un poco algunos círculos de escuchado que
giran alrededor
de Rosh HaShaná.
Nuestros sabios nos enseñan que en Rosh HaShaná
Iosef fue liberado de la cárcel (Rosh HaShaná 10B). La
pregunta es ¿por qué
recalcan nuestros sabios que fue justamente ese día cuando Iosef
fue liberado
de la cárcel?
El Rav Itzjak Meir de Gur explica que la salida de
la cárcel es un comienzo nuevo y un gran cambio, sobre todo en
la vida de
Iosef, que en ese momento comienza su ascenso. Así
también Rosh HaShaná
es un nuevo comienzo y un gran cambio en nuestra vida. Y por ello
nuestros
sabios nos insinúan que debemos liberarnos de todo lo que nos
impide avanzar, y
debemos generar un cambio y un nuevo comienzo en nuestra vida (Likutei
HaRi”m
Alef, pág. 466).
Se puede profundizar más. ¿Cómo se elevó
Iosef? La
respuesta es que fue a través del escuchado. Cuando Iosef se
concentró en sus
sueños y no escuchó los sueños de los
demás, no pudo avanzar. Pero cuando Iosef
comenzó a escuchar los sueños de los otros fue
elevándose hasta llegar a su
encumbrada posición (según el Rav Shlomó Riskin,
Or Torá, Bereshit, pág. 212).
Entonces, el escuchado es la llave de los comienzos nuevos.
Nuestros sabios mencionan en varios lugares que hay
lo que es llamado “Bat Kol” [una voz pequeña. N. del T.]
que nos llama: “Dijo
Rabí Ioshua Ben Levi, cada día una voz sale del Monte de
Jorev y anuncia, hay
de las criaturas por el humillado de la Torá” (Avot
6:2). La pregunta
es: Si cada día una voz anuncia, ¿por qué no la
escuchamos? Y si no podemos
escucharla, ¿para qué anuncia? Rabí Tzadok HaCohen
de Lublin nos enseña que esa
voz es un despertado continuo dentro nuestro a arrepentirnos (Takanat
HaShavim,
pág. 153). Esa voz es la voz del alma Divina en la persona, que
lo presenta
frente a lo anhelado y el presente, en su exigencia de plenitud y
corregimiento. “La moral interna grita dentro de la persona;
¡arrepiéntete de
tus pecados!” (Orot HaTshuva 13:8). Pero la pregunta es ¿acaso
nos permitimos
escuchar esa voz que retumba dentro nuestro?
En Rosh HaShaná la mitzva del día es
escuchar. El que toca el Shofar (cuerno) no bendice “hacer
escuchar la
voz del Shofar” o “tocar el Shofar”, sino que bendice “escuchar
la voz del Shofar”. ¿Por qué? El Ramba”m
escribió: “La mitzva es
escuchar, no el tocar, y tocamos sólo para escuchar” (Shu”t
HaRamba”m 142:24). El
Ramba”m por supuesto pretendió determinar la halajá,
pero tal parece que
su formulación también tiene un gran sentido educador. A
todos nos gusta hacer
escuchar nuestras ideas en todo lugar posible, pero la gran pregunta es
¿estamos
dispuestos a escuchar a nuestro prójimo? ¿O siempre
necesitamos agregar la
última palabra? El Ramba”m nos insinúa que ese es el
secreto del Shofar.
Bendecimos justamente “escuchar la voz del Shofar” porque el Shofar
nos recuerda que es cierto, es excelente y muy importante expresar
nuestras ideas,
pero también se necesita saber escuchar. A veces hay que
liberarse de la agenda
y de nuestros preconceptos, abrirnos y escuchar las voces de los
demás.
Un escuchado auténtico, que caracteriza a una
persona inteligente, comienza cuando no se interrumpe al
compañero que está
hablando, y se le permite exponer sus ideas sin molestarlo (Avot 5:7).
El que
sabe escuchar puede aprender de la experiencia de los demás,
como está escrito
(Avot 4:1): “¿Quién es sabio? El que aprende de toda
persona, como dice el versículo
‘de todos mis maestros aprendí’ (Tehilim 119:99)”.
En la Gmará (Irubin 13B) cuentan que la halajá
fue determinada como la opinión de Beit Hilel.
¿Por qué? “Porque eran
amables y no eran orgullosos, y estudiaban su opinión y la
opinión de Beit
Shamai. Y además antecedían la opinión de Beit
Shamai a la suya
propia”. Beit Hilel (los discípulos del sabio Hilel)
intentaban
comprender a fondo la opinión de Beit Shamai, en base a
su gran modestia
y su deseo de escuchar y aprender. Y por ello, la halajá
fue determinada
como Beit Hilel, porque el que sabe escuchar puede llegar a la
gran
verdad. Quizás las palabras más importantes en el
judaísmo son “escucha Israel,
el Eterno es nuestro Señor, el Eterno es uno”, comienzan con el
escuchar. Porque
cuando se sabe escuchar, se puede interiorizar los valores importantes
de la
vida. Y por ello, una de las 48 formas de adquirir la Torá
es “escuchado
del oído” (Avot, 6:5). En la bendición de “Ahava Rabah”
rezamos: “Pon en
nuestro corazón capacidad de comprensión y entendimiento,
escuchar y aprender y
enseñar”. Cuando se puede escuchar, se puede también
aprender y enseñar.
En Rosh HaShaná debemos escuchar. Escuchar
los profundos sueños nuestros y de los demás. Escuchar la
Torá de D’s
que profundiza dentro nuestro nuestra identidad auténtica.
Escuchar la voz que
retumba dentro nuestro y nos llama a aspirar a las alturas y ser
mejores.
Umán
– no, Eretz Israel - si
Rav
Shlomó Aviner
No se
debe salir de Eretz Israel (la Tierra de Israel) para ir a
Umán por seis
razones, cada una suficiente de por sí:
1. No se
debe salir de Eretz Israel. La visita de tumbas de tzadikim
(justos) no es una mitzva de nuestros sabios, y por supuesto
que no lo
es según la Torá escrita, sino que algo valioso.
A pesar de que el Ramba”m
determinó (Hiljot Melajim 5:9) que “está prohibido salir
de Eretz Israel,
sólo está permitido para estudiar Torá, o
encontrar mujer para casarse,
o salvar de los gentiles – y volver a Eretz Israel”, el autor
del libro “Sde
Jemed” (Maarejet Eretz Israel, inciso 1) citó algunos poskim
(sabios
que determinan la halajá) que lo permitieron para
visitar tumbas de tzadikim
en el exterior. Pero nuestro Rav, el Rav Kuk (Shu”t Mishpat Cohen,
inciso 147)
se extraña: “¿Cómo se puede decir que sea una mitzva
salir por ella al
exterior?… ¡¿y por qué no alcanzará el amor
por los patriarcas que descansan en
Jebron, hasta que tengamos que salir por ello al exterior?!”. Y
así también el Gaón
(genio del estudio de la Torá), el Rav Mordejai Eliahu
zt”l cuando le
preguntaron si está permitido viajar a Umán para Rosh
HaShaná, contestó
que es preferible no salir de Eretz Israel, no en Rosh
HaShaná ni
tampoco todo el año, y el que desea rezar en donde descansan los
tzadikim,
es preferible que lo haga en Eretz Israel – en Jebron, o la
Tumba de
Rajel, o la Tumba de Rasb”i (del que Rabí Najman era seguidor) y
de esa forma
no saldrá de Eretz Israel a la impureza de las tierras
de los demás
pueblos. Y también le preguntaron al Gaón, el Rav
Iosef Shalom Eliashiv
zt”l, y contestó que “ve a rezar al Kotel (el Muro de
los Lamentos)”. Y
en efecto, muchos jasidim de Breslav no viajan a Umán.
2. Rabí
Najman fue una gran persona, pero nuestro patriarca Avraham fue
más grande.
Antes de la promesa de Rabí Najman de sacar del infierno a los
que lleguen a
visitar su tumba, fuimos merecedores que Avraham nos saque del
infierno.
Nuestro patriarca Avraham se encuentra a la puerta del infierno, y no
deja
entrar a nadie que sea circunciso. No necesitamos buscar trucos nuevos
para
salvarnos del infierno. Por ello, ve a Mearat HaMajpela (la
Cueva de
Majpela, donde están enterrados los patriarcas). El que se
dirija a Mearat HaMajpela,
y además entregue 18 vintenes de caridad, según la
tradición nuestro patriarca Avraham
lo ayudará.
3. No se
debe abandonar la familia en la fiesta. En su clase a la salida del Shabat
(Shoftim,
5767) dijo el Gaón, el Rav Ovadia Iosef zt”l en forma
tajante: “Sepan
que todo buen judío, que tiene raciocinio, la noche de Rosh
HaShaná la
consagra a la familia. Todos juntos comen y beben y están
alegres. Así es en la
fiesta. En la fiesta, se debe alegrar. ¿Qué se hace en la
fiesta? ¿Se va al
cementerio, o se alegra? Hay que alegrarse, no estar de duelo, con
confesiones
u otras cosas. Todo el tiempo se debe pensar en el cumplimiento de la mitzva
positiva de la alegría. Hay quien se va a Umán, y cumple
‘te alegrarás en Umán’,
en vez de cumplir ‘te alegrarás en tu fiesta’.
¿Qué es eso? Tenemos leyes,
tenemos mandamientos rectos para que los haga la persona y viva con
ellos… no
abandonará los que marchan por ellos”. Antes que la persona
agrega todo tipo de
niveles de kdushá (santidad) debe cumplir con su
obligación básica para con
las personas. La persona a la que le debe más es su esposa y por
supuesto
también sus hijos. En la Gmará (Suca 27B)
cuentan que Rabí Eliezer dijo “alabo
los holgazanes que no salen de sus casas en la fiesta”.
4. No
entregues tu dinero a ladrones y asesinos. No hay dudas que Rabí
Najman fue una
gran persona, y no hay dudas que su tumba cabe definirla como tumba de
un tzadik.
Ojalá estuviese enterrado en Eretz Israel, pero
lamentablemente se encuentra
en un lugar donde fueron robados y asesinados judíos en el
Holocausto. En Ucrania
en general, y en Umán en particular. En Ucrania antes del
Holocausto habían 2.7
millones de judíos, de los que fueron asesinados 1.5 millones,
parte de ellos
en colaboración con los ucranios. Según los informes de
la Liga Anti Difamatoria
38% de los ucranios son antisemitas, es decir 14 millones. Y 48%
piensan que los
judíos hablan demasiado respecto a lo que ocurrió en el
Holocausto. Por
supuesto, hay gentiles piadosos allí, pero esos números
no son negligibles. No
le entregues tu dinero a ladrones y asesinos, no viajes a Umán.
5. No se
debe viajar a ningún lugar cuando hay coronavirus. Y por
supuesto que no se
debe viajar sino cuando es estrictamente necesario y es una
situación
extraordinaria, ya que nos encontramos en una situación de
peligro de vida.
Cada persona debe cuidarse de no contagiarse, y por supuesto de no
contagiar a los
demás. Como dice el Tosafot (Baba Kama 23A), que
más de lo que la
persona debe cuidarse de no ser dañado, debe cuidarse de no
dañar a otros. Está
permitido arriesgarse un poco por el cumplimiento de una mitzva
o
procurarse el sustento (Tiferet Israel, al final del primer
capítulo de Brajot.
Pitjei Tshuva, al principio de Iore Dea 157), pero por supuesto que no
por algo
cuyo provecho no está claro.
6. Destina
el dinero a la limosna y tu tiempo al estudio de la Torá.
En vez de
gastar dinero y tiempo por algo que no está claro, hay que
consagrarlos al
cumplimiento de las mitzvot de la Torá y
amuletos verificados.
Como es sabido, “la limosna salvará de la muerte” (Mishlei
10:2). Cuentan que
la hija de Rabí Akiva – que fue decretado que muera el
día de su casamiento –
se casó y no murió. Por la mañana del otro
día, cuando sacó la horquilla del agujero
en la pared donde la había puesto por la noche, salió
junto con ella una víbora
muerta cuyo ojo había sido pinchado por la horquilla. Le
preguntó Rabí Akiva, “¿qué
mitzva has cumplido?” [por mérito de la cual te has
salvado. N. del T.].
Le contestó: “En el casamiento vi un pobre que se encontraba en
la puerta, nadie
le prestó atención, me levanté y le
entregué mi porción de la comida”. Dijo Rabí
Akiva: “¡Cumpliste una mitzva!”. Y así
interpretó el versículo “la limosna
salvará de la muerte” (Shabat 156B). Es algo que todos los
sabios de todas las
generaciones están de acuerdo. También Rabí
Najman, por supuesto.
Y
estudia los libros de Rabí Najman. Donde estudian sus libros,
allí se encuentra
él. Una vez los alumnos del Gaón, el Rav Shmuel
HaLevi Vozner (autor del
libro Shevet HaLevi), en la ieshiva de Jajmei Lublin, se les
ocurrió
hacer un Shabat especial en el lugar santo de Merón
[donde se encuentra
enterrado Rabí Shimón Bar Iojai. N. del T.], como se
acostumbra en muchas ieshivot.
Y los alumnos esperaban con mucha ansiedad cómo
reaccionará el Rav cuando escuche
su proposición: ¿Acaso asentirá, por primera vez
en forma excepcional, o se
opondrá? Cuando volvieron a escuchar su respuesta, les dijo:
“¡Mi vínculo con Rabí
Shimón Bar Iojai es sólo a través de la Gmará
aquí sobre la mesa! No
tengo necesidad de viajar a Merón para sentirme vinculado con
él”. Y de esa
forma la proposición fue descartada (Rav Rabanan, pág.
261 – 262).
También Rabí
Najman asiente, por supuesto.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Melaben
Definición de “prenda nueva”
Una prenda negra nueva, las personas
acostumbran a fijarse de no vestirla sin antes limpiarla, y por ello si
cayó
sobre ella rocío está prohibido sacudirla y quitarlo de
ella. Y hay quienes
opinan que está prohibido sacudirla y quitar de ella polvo, como
fue aclarado.
Toda prenda que todavía es notorio
que es nueva, es considerada una prenda nueva a esos efectos [incluso
si ya fue
lavada alguna vez][1].
Una prenda que no es nueva
Hay poskim que escribieron que
de momento que no está claro hasta cuando es considerada una
prenda nueva, hay
que cuidarse con todas las prendas[2].
Y escribió el Mishná
Brurá que el que es más estricto será
bendecido, y el que es menos estricto
tiene en quién confiar, y es bueno que lo haga distinto de lo
acostumbrado, es
decir, que sacuda la prenda y quite de ella el rocío o el polvo
haciendo alguna
diferencia[3].
Mucho cuidado
De momento que hay quienes opinan
que está prohibido limpiar la prenda del polvo, en un principio
es bueno que se
cuide en Shabat de poner sus prendas o su sombrero en un lugar
cuidado,
para que no se caigan y se ensucien con el polvo, y limpiándolos
llegue a trasgredir
el Shabat[4].
Se fija
A veces la persona limpia una prenda
para su compañero, y el que la limpia es una persona que se fija
de no vestir
prendas sin antes sacudirlas del rocío o el polvo, mientras que
su compañero,
el dueño de la prenda, no se fija en ello. O al revés.
El Mishná Brurá duda al
respecto, si lo que determina es la persona que limpia la prenda o el
que la
viste [el dueño]. Y concluyó diciendo que “no está
claro”[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 302. Mishná Brurá inciso 1. Shaar
HaTziun inciso 1. Kaf
HaJaim inciso 1).
[2](Jaiei Adam citando Iaarot Dvash. Fue citado
por Biur Halajá allí, comienza lajush. Ben Ish Jai,
segundo año, Vaieji inciso
7. Kaf HaJaim inciso 1).
[3](Allí, Biur Halajá).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso
6. Biur Halajá
allí).
[5](Allí, Biur Halajá comienza vehu).
Y cuando
también el dueño de la prenda y el que la sacude se fijan
de no andar con una
prenda como esa si está sucia, no hay quien permita sacudirla
para su
compañero.
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