Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
“El
que cuida la higuera, comerá de su fruto”
Rav
Ziv Rave
“El Eterno dijo a Moshé; toma para ti a Ioshúa
hijo de Nun, varón en quien hay espíritu, e impón
tu mano sobre él” (Bamidvar
27:18).
El líder ideal de Am Israel (el
Pueblo de Israel) no es elegido en forma democrática, ni tampoco
toma el
gobierno por la fuerza. Él no necesita ser un accionista
político que se vale
de una oficina de relaciones públicas, ni tampoco necesita una
preparación
académica para formar su doctrina. Él es elegido por D’s.
La Torá de D’s
es el orden de su dirección, y de ella él toma sus ideas
y consejos para todo
momento. Su temor a D’s, su sabiduría, sus virtudes y su
preparación son bien
vistas a ojos de D’s, y Él lo hace ascender a su
posición. “De momento que las
hijas de Tzlofjad heredaron a su padre, se dijo Moshé; ha
llegado el momento
que pida mis cosas. Si las hijas heredan, lo correcto es que mis hijos
hereden
mi gloria. Le dijo D’s: ‘El que cuida la higuera, comerá de su
fruto’ (Mishlei
27:18). Tus hijos se
sentaron cómodamente, y no estudiaron la Torá.
Ioshúa te sirvió mucho, y
te rindió mucho respeto, y él se levantaba temprano y se
iba tarde de la Tienda
de Reunión, él ordenaba los bancos y ponía las
esteras. De momento que él te
sirvió con toda su fuerza, le corresponde que sirva a Israel
para que no pierda
su recompensa. ‘Toma para ti a Ioshúa hijo de Nun’, para cumplir
lo que fue
escrito ‘el que cuida la higuera, comerá de su fruto’” (Bamidvar
Rabah 21:14).
No es
el único caso en el Tana”j (La Biblia) en que D’s eleva
a un cargo
importante un líder en forma imprevista. Iosef llegó a su
encumbrada posición
en un instante, un trayecto meteórico del pozo de la
prisión a ser la mano
derecha del rey de Egipto. A Moshé D’s tomó del
rebaño de Itro donde era un
pastor, siendo un extranjero en Midian. Shaul fue a buscar los asnos y
encontró
el reinado, y David no fue presentado por su padre Ishai frente a
Shmuel,
porque pensaba que no puede ser que haya sido elegido por D’s. Pero “no
es como
lo ve el hombre, porque el hombre mira a la apariencia exterior, pero
el Eterno
mira al corazón” (Shmuel Alef 16:7).
Ioshúa
es “varón en quien hay espíritu”, “uno que sea capaz de
conducirse
adecuadamente con el espíritu de cada uno de ellos” (Rashi,
Bamidvar 27:18),
como ya lo demostró cuando no se dejó llevar por la trama
de los espías. Su
opinión es fuerte, y no se deja llevar tras su provecho
personal, o los
intereses de otros. Por encima de esas virtudes, “impón tu mano
sobre él”
(Bamidvar 27:18), “que tenga ayuda de D’s para dirigirse según
la verdad y lo
correcto” (HaAmek Davar, allí). Su conducción es con la
sabiduría Divina que
absorbió de Moshé, “el rostro de Moshé es como el
rostro del sol, y el rostro
de Ioshúa es como el rostro de la luna” (Baba Batra 75).
Él es fiel a la misión
de dirigir el rebaño de D’s, la continuación de
Moshé, el fiel pastor.
“Harás
que se pare delante de Elazar el Cohen y delante de toda la asamblea, y
encomiéndale ante la vista de ellos” (Bamidvar 27:19).
Ioshúa recibe un puesto
que en realidad es una esclavización a Am Israel
(según el comentario
del Netzi”v). Él renuncia a su vida particular para cumplir un
papel general,
que es una elevada misión y sacrificio personal en forma
consiente. Su
conducción se divide en dirección política
según la Torá, y cuidado del
cumplimiento de la Torá, que no sea la
congregación de D’s como un
rebaño que no tiene pastor.
“Y
encomiéndale” – a Am Israel. “Sabe que ellos son
gravosos y refractarios,
toma posesión de tu cargo con la condición de que aceptes
sobre ti asumir esa
situación” (Rashi, Bamidvar 27:19). A primera vista, lo que dice
Rashi es Lashón
HaRrá (calumnias). Las controversias despertarán
más adelante, en forma
natural. Se necesita marcar el camino entre las muchas ideas, y esa es
la
dificultad que el líder debe ser consciente y aceptarla como
parte de su
misión. La vestidura de la medida del reinado Divino en la
figura del líder, es
una responsabilidad doble, para con el cielo y para con el pueblo. Su
conducción
es por el camino de D’s, pero debe ser aceptada y consentida por el
pueblo.
Para tener éxito en esa complejidad se necesita ayuda de D’s, “y
el espíritu
del Eterno posará sobre él, el espíritu de la
sabiduría y de la comprensión, el
espíritu del consejo y de la fortaleza, el espíritu del
conocimiento y del
temor al Eterno” (Ishaya 11:2).
La
actitud ideal frente a un líder elevado en el pueblo es temor de
la
magnificencia. Por ello, le fue dicho a Moshé “y pondrás
de tu gloria sobre él”
(Bamidvar 27:20), el resplandor de su rostro. El nivel espiritual de
Ioshúa
traspasa la máscara del cuerpo, y el resplandor de su alma es
notorio frente a
todos. No hay algo más deseado que la vinculación a D’s,
y las almas de Israel
se anulan en forma natural frente al que se hizo merecedor de ella. Ese
resplandor es para que “a fin de que escuche toda la asamblea de los
Hijos de
Israel” (Bamidvar 27:20), que su actitud frente a Ioshúa sea de
respeto y temor
como fue con Moshé (según Rashi). “Él se
parará delante de Elazar el Cohén e
inquirirá de él por medio del juicio del Urim delante del
Eterno” (Bamidvar
27:21), por ejemplo cuando se deberá repartir la tierra a cada
tribu, según los
elevados secretos de las almas, o cuando se debe salir al combate.
Ioshúa
es una conjugación excepcional de un líder
político, jefe del ejército, profeta
y director espiritual. No hay nadie más adecuado que él
para conquistar la
tierra santa para el pueblo de D’s. Moshé lo nombra en su lugar
en vida, para
evitar controversias innecesarias respecto al liderazgo luego de su
muerte. En
su humildad, lo bendijo “con actitud generosa, mucho más de lo
que D’s le había
mandado hacer, porque D’s sólo le dijo poner su mano, y
él lo hizo con ambas
manos, haciéndolo como un recipiente colmado hasta rebosar y
llenándolo
generosamente de su propia sabiduría” (Rashi, Bamidvar 27:23).
“Moshé hizo como
le había ordenado el Eterno, y tomó a Ioshúa y lo
hizo pararse delante de
Elazar el Cohen y delante de toda la asamblea, impuso sus manos sobre
él y le
encomendó, tal como el Eterno había hablado por medio de
Moshé” (Bamidvar
27:23).
Un
partido moral
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Acaso en el plano político se
debe marchar con la
verdad absoluta, o hay lugar a las concesiones? ¿Acaso se debe
votar por un
partido determinado, incluso si no es afín con la Torá
o se opone a
parte de ella, para hacer avanzar ciertas ideas o procesos importantes?
¿O el
hecho que ese partido se aparta de la Torá lo
descalifica, y no se debe
votar por él? ¿Por ejemplo, una mujer como diputada?
Respuesta: La Torá incluye al particular y
a la
totalidad genérica, al individuo y al país.
También entre los gentiles hubo
personas tzadikim (justas) y piadosas antes de nuestro
patriarca
Avraham, cuando nuestro patriarca Avraham vivía, y
también después que él
falleció. Nuestro patriarca Avraham fue elegido para forma una
nación tzadika
(justa), “te haré una gran nación” (Bereshit 12:2),
“un reinado de
sacerdotes y un pueblo santo” (Shmot 19:6). No decimos: Denle al cielo
lo que
le corresponde al cielo – es decir, el individuo particular – y al
cesar lo que
es del cesar – es decir, el país. D’s creó Su mundo, para
que la tierra sea
alumbrada por Su gloria, el individuo particular y la nación.
Puede ser que
durante el exilio, cuando estábamos diseminados entre los
pueblos, lo
olvidamos. Pero ahora, ha llegado el momento de devolver la corona a su
lugar,
es decir, la kdushá (santidad) del Clal (la
totalidad genérica).
Véase “Netzaj Israel” del Mahara”l de Praga,
cap. 11. Y sobre
todo el libro “Orot” del Rav Kuk, que ese tema es su tema
central: La kdushá
del Clal.
La
concepción según la cual se debe separar la moral y la
religión de la política
no es nuestra, sino que es de Nicolás Maquiavelo, un famoso
filósofo apolítico
italiano, que escribió el libro “El Principito”, en el que
aclara que una
política moral finalmente fracasará. Él no
desdeña el valor de la moral, pero
dice que no tiene lugar en la política, donde la meta justifica
los medios. Es
cierto que el pueblo desea moralidad, y por ello el político
debe presentarse
como si fuese moral, y cuando debe hacer algo contrario a la moral, lo
debe
hacer con artimañas. Si tendrá fuerza, será un
león. Y si no, será un zorro.
Esa es la regla, no hay que ser moral, sólo verse moral.
Pero según
Platón y Aristóteles también la política
debe ser moral, y Platón alaba y
coloca como modelo el rey filósofo - según Maquiavelo eso
no es práctico.
No
hablaremos ahora de la controversia si la descripción de
Maquiavelo es
normativa – es decir, así debe ser – o sólo descriptiva –
así es la realidad –
cuando él no se identifica con ello. Porque lamentablemente,
así es la
realidad.
El
cardenal francés Richelieu inventó el concepto de
“razón de estado”, es decir,
el bien del estado, que permite y obliga al gobierno a hacer todo lo
que le
parece correcto para el bien del estado.
Pero como
hemos dicho, nosotros no pensamos así, y cuando le pedimos un
rey al profeta
Shmuel él nos aclaró las leyes del rey, cómo debe
comportarse el rey, véase
Ramba”m, Hiljot Melajim.
El
particular debe ser moral, y la política debe ser moral al
cuadrado, porque
tiene más fuerza. Iehudá es el padre del reinado, porque
reconoció su pecado. También
David reconoció su pecado y fortaleció el concepto de tshuvá
(arrepentimiento sincero).
Gracias a
D’s, hemos vuelto a Tzion para edificar un estado que es la base del
trono de
D’s en el mundo, y no un estado de una alianza entre los ricos y el
gobierno,
apoyado por una prensa parcial.
Es más, el
argumento que la moralidad no es práctica no es cierto. El Rav
Kuk explica en
su libro “Orot” que toda cosa buena que es edificada sobre una
base
tambaleante, finalmente se desmoronará (Orot, pág. 87).
Por
supuesto, si hay varios partidos, y en todos hay defectos, hay que
elegir el
que contiene más bien y menos mal, como dice el Ramba”m en
Hiljot Tshuvá, cap.
3, que la persona es juzgada según la mayoría, y
también el país es juzgado
según la mayoría. Por ello, hay que salvar lo que se
puede salvar, y votar por
ese partido. A no ser que todos los partidos sean tan
problemáticos que hay que
votar en blanco.
Pero todo
eso es si no hay más remedio. En un principio, por supuesto que
es obligación
fundar un partido limpio, puro, moral, todo él según la Torá,
desde los
talones hasta la cabeza, y es él el que traerá la
salvación y la bendición para
la nación.
Gracias a
D’s, ese es el partido que el pueblo que habita en Tzion anhela.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Hatmana
Nuestros sabios prohibieron en Shabat envolver
una olla incluso
con algún material que no agrega calor, como fue aclarado
anteriormente.
Esa prohibición de Hatmana es sólo cuando se
trata de una Hatmana
nueva. Es decir, una olla que no estaba envuelta y cubierta con
prendas o
algo similar antes de la llegada del Shabat, en Shabat
está
prohibido envolverla y cubrirla. Pero una olla que estaba envuelta y
cubierta
con prendas a la entrada del Shabat, no hay prohibición
de envolverla en
Shabat[1].
Por lo tanto, una olla [que no se encuentra sobre el fuego] que
contiene un alimento caliente, y para cuidar su calor hasta la comida
fue
cubierta antes de Shabat con prendas, está permitido en Shabat
agregar otras coberturas sobre esa olla, o cambiar la cobertura por
otra
cobertura, porque de momento que la olla ya fue cubierta y envuelta
antes de la
llegada del Shabat, cuando agrega otras coberturas no es una Hatmana
nueva[2].
También si la primera cobertura era liviana [como una
sábana o
similar], y ahora en Shabat le agrega o la cambia por una
cobertura más
gruesa, está permitido, porque también una cobertura
liviana sirve un poco para
cuidar del calor de la olla, y cuando ahora le agrega algo grueso no es
considerada una Hatmana nueva[3].
Todo lo que fue aclarado que está permitido en Shabat
agregar
una cobertura sobre una olla que ya estaba cubierta, es sólo
cuando el alimento
en la olla está cocinado todo lo necesario. Pero si el alimento
en la olla no
está cocinado todo lo necesario, está prohibido agregar
algo sobre la olla[4], porque
cuando envuelve un alimento hirviente, también si lo envuelve
con algo que no
agrega calor, de todas formas eso hace que el hervor continúe
más tiempo, y
durante el hervido el alimento continúa cocinándose, y
resulta que cuando
agregó algo para cubrirla agregó cocción al
alimento[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 257, Mishná
Brurá
inciso 25. Aruj HaShuljan allí, inciso 21).
[2](Allí).
Pero si la olla se
encuentra sobre el fuego, ya fue aclarado que está prohibido
cubrirla toda ella
con prendas, incluso antes de la llegada del Shabat, y a pesar que las
prendas
no agregan calor de por sí mismas, de todas formas se le agrega
calor por el
fuego bajo la olla, y es considerada una Hatmana con algo que agrega
calor, que
está prohibida también antes de Shabat (257 inciso 8). Y
por lo tanto, hay que
dejar parte de la olla descubierta, como fue aclarado anteriormente.
Y véase anteriormente
que hay grandes poskim sfaradim que escribieron que esa opinión
del Shuljan
Aruj no fue aceptada, y por ello hay muchas comunidades orientales que
acostumbran a ser menos estrictas al respecto, y cubren las ollas que
se
encuentran sobre el fuego. Y los que así acostumbran, si
cubrieron la olla en
vísperas de Shabat, en Shabat le estará permitido agregar
más prendas, porque
de momento que ya estaba cubierta antes de la llegada del Shabat, no es
considerada una Hatmana nueva.
[3](Allí, Shuljan Aruj y Mishná
Brurá inciso 26.
Aruj HaShuljan).
[4](Allí, Shuljan Aruj).
[5](Allí, Biur Halajá comienza gorem
la bishul,
citando a Beit Meir).
El Maguen Avraham escribió
que si envolvió la olla con algo que no agrega calor, es
sencillo que no genera
cocinado de ninguna forma. Y explicó el Shuljan Aruj que
prohibió agregar algo
que cubre sobre una olla con un alimento que no está cocinado
todo lo necesario
de otra forma. Y escribió el Biur Halajá que no
citó lo que dijo el Maguen
Avraham en la determinación de la halajá, porque es
evidente en el comentario
de Rashi que explica como la opinión del Beit Meir, y
también según la
explicación del Gr”a es evidente que opina como él.
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