Parashat
Balak 12 de Tamuz 5783 1415
Recato
– naturaleza y vida
Rav
Ioram Eliahu
Tres
veces intenta Bilam maldecir a Am Israel (el Pueblo de
Israel), y D’s
convierte su maldición en bendición. D’s no se enoja en
esos días, “no ha visto
delito en Israel” (Bamidvar 23:21) y no mira sus pecados, e Israel
termina
saliendo con bendiciones maravillosas, “pues desde el principio como
rocas lo
veo” (Bamidvar 23:9), “qué tan buenas son tus tiendas, Iaacov”
(Bamidvar 24:5),
etc.
Pero Bilam le da un consejo a
Balak para derrotar a Israel, utilizando las hijas de Moav. Le dice “su
D’s [de
Israel] odia el libertinaje”, odia el impudor. Bilam tiene
éxito, y caen 24 mil
muchachos de Am Israel.
El Rav Kuk zt”l dice: “El
recato… fortalece la base del mundo frente al deterioro del impudor…
del nivel
moral general y particular”. El recato es la base del mundo, general y
del particular.
El recato tiene muchos campos, hay recato en la forma de vida de la
persona,
que no malgasta su dinero, hay recato en la forma de hablar y la
conducción de la
persona, pero por sobre todo es importante el recato entre hombre y
mujer. Así escribe
el Rav Kuk (Midot HaReaya, Tzniut): “La medida del recato genera muchas
cosas
buenas en el mundo, y en base a ello se hace merecedora de aplazar
cosas que en
si son buenas…”. Y la razón, “porque el instinto de la persona y
su debilidad le
harán desbaratar el recato, que es la existencia del mundo,
espiritual y
material”. El Rav cita un ejemplo, que el amor y la amistad
deberían ser
expresados por igual sin importancia del sexo, porque la actitud de la Torá
frente a la mujer no es de desestima o menosprecio, D’s no lo permita
(respecto
a la esposa dijeron nuestros sabios que “la debe amar como su mismo
cuerpo, y
honrarla más que a su cuerpo”). Y todo el cuidado de no llegar a
un vinculo
cercano en ese caso es “por el gran valor del recato…”, y por ello se
aplazan
los buenos modales sencillos, hasta tal punto que no se le pregunta a
una mujer
ajena cómo está. La persona recatada, dice el Rav,
“entiende que no por el odio
[de la mujer] se aleja y determina cercados, sino que por la meta
general
maravillosa”. El que la verdad alumbra su camino sabe las
artimañas del
instinto, y sabe cuidarse definiendo cercados correctos que cuiden del
recato,
y edifican la Casa de Israel.
Otro campo del recato es la
vestimenta. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá hablaba mucho al
respecto, “el
recato se expresa también en el aspecto físico externo
del cuerpo de la
persona, y también en sus ropas, ligado con la pureza,
también ella es parte de
la cualidad de Am Israel”. El recato y la pureza en su sentido
limitado,
dice el Rav Tzvi Iehudá, parece limitar la realidad, encarcelar
a la persona y
su libertad, pero en su sentido amplio, pleno y profundo, es la base de
la kdushá
(santidad) y la fortaleza, la valentía y el vigor. “De la misma
forma que la kdushá
y sus bases – la vinculación y la fe – son fuentes de
valentía y vigor, así
también el recato y la pureza la permiten y son parte de ella…”
(LeTzniut
ULetahara BeIsrael).
Nuestro Rav repetía y
llamaba la atención respecto a la necesidad autentica del recato
en las
prendas, que es la naturaleza judía sana. El recato pertenece a
la naturaleza
de Am Israel, lo opuesto a la cultura de los gentiles. “El
mostrado del
cuerpo de la mujer es todo lo contrario a la naturaleza de Israel, es
una
influencia nefasta de los gentiles, la existencia autentica de Am
Israel
es la pureza y el recato - kdushá”.
En esta época en la que somos testigos de la
debilitación de esas bases en la vía publica, somos
llamados a elevar ese
estandarte y fortalecer la pureza y el recato dentro nuestro, ya sea en
el
vinculo correcto, honroso y recatado entre los sexos, ya sea en la
vestimenta,
en la que claras y fijas pautas de la halajá se
transformaron a los ojos
del público en “sólo para piadosos” – que no todos deben
acatar. Es crítico, la
pureza y la kdushá de Am Israel dependen de ello.
Derej
Eretz antecede
al matrimonio
Rav
Shlomó Aviner
Mi querido
amigo, si continuarás por ese
camino nunca encontrarás tu cónyuge. Y si
encontrarás, tu matrimonio no será feliz.
Porque sencillamente no tienes idea de cómo se edifica un
vínculo entre
personas, y matrimonio es vinculo. ¿Y por qué no lo
sabes? Porque no tienes habilidad
natural para ello, y no has estudiado cómo hacerlo. Es
paradójico: Las mujeres
tienen habilidad intuitiva para edificar ese vínculo, y a pesar
de ello
invierten mucho tiempo en el estudio del tema, desde el liceo. Los
hombres no
tienen sensibilidad natural, y a pesar de ello no estudian – ya que ese
gallo orgulloso
lo sabe todo.
Por ello,
no vengo a enseñarte algo que no
sabes, sólo recordarte lo que has olvidado.
La primer
regla, es Derej Eretz. De
la misma forma que Derej Eretz antecede a la Torá,
también Derej
Eretz antecede al matrimonio. El sentido de Derej Eretz es
la
conducta humana básica recta, es decir, buenas virtudes. Por
ejemplo: Enseguida
luego de la proposición, por favor llama a la muchacha para
decirle si piensas
encontrarte con ella o no, y no la dejes “colgada” en el aire. Y
también luego
del encuentro, por favor llámala para hacerle saber si deseas
continuar o no, o
necesitas algún tiempo para pensarlo – pero no la dejes en la
duda. Así se
comporta una persona, antes del matrimonio y también
después.
Otro
ejemplo: Por favor, ofrécele algo
para tomar – y págalo tú. En la Ktuva tú
te comprometerás a procurarle
su sustento, entonces es bueno que empieces a acostumbrarte desde
ahora. Si
tienes auto, pasa a buscarla y devuélvela a su lugar (por
supuesto, según las
limitaciones de la halajá). Y si no tienes auto,
acompáñala a la estación
del ómnibus (también de acuerdo con la halajá,
es un tema del que no
hablaremos ahora).
Segunda
regla: Paulatinamente. Un vinculo
se forma gradualmente, y no justamente de pronto. Por el contrario, si
surge de
pronto hay que verificar que no se desvanecerá de pronto, como
todo sentimiento
que tiene corta vida, como la paja que se quema rápido.
De la
misma forma que la gueulá (Redención)
llega paulatinamente, así también la gueulá
del individuo particular de
su soledad llega paulatinamente. No exijas que sea de pronto. No exijas
un relámpago
esplendoroso desde el primer momento, de la misma forma que
también del país no
exiges que sea pleno desde el primer momento, sino que debes valerte de
paciencia,
no se puede pretender que la vía publica sea lisa sin subidas y
bajadas en
nuestros días (Ein Aya, Shabat Bet, inciso 231). Y así
también un cónyuge.
Le
preguntó una persona a su Rav: “He
conocido a una muchacha, y tiene tales y cuales defectos”. El Rav le
contestó: “Tiene
otros muchos defectos, los encontrarás después de casarte
con ella”. “¿El Rav
la conoce?”, preguntó el alumno. “No, ni siquiera se su nombre”.
“Entonces, ¿cómo
sabe el Rav?”. “Porque yo observo a la humanidad más de 5000
años. Lo que tú buscas,
mi amigo, es un ángel. Y no encontrarás una así,
sólo personas. Y si fuese un ángel,
no se casaría contigo, porque tú tampoco eres un
ángel. Que bien, una persona
que no es un ángel, que se casa con una persona que no es un
ángel”. Luego
agregó el Rav: “La verdad, que había una muchacha como un
ángel, pero yo ya me
casé con ella…”.
Por ello,
válete de paciencia. Lleva
tiempo acostumbrarse a una persona distinta, y a fin de cuentas todos
somos
distintos. A veces hay cualidades físicas o psíquicas que
generan dificultad,
pero con el tiempo también ellas son digeridas. La
digestión lleva tiempo.
Tercer
regla: Inversión. En este mundo no
se reciben cosas gratis (también lo que se recibe en el Mundo
Venidero es de
acuerdo con lo que se hizo en este mundo). Lo que es gratis, vale
gratis. Hay
que invertir esfuerzo, pensamiento, labor individual, juntar ladrillos
para
construir un puente.
Enseguida
bajo la jupa dirás: “Tú
me eres consagrada con este anillo según la religión de
Moshé e Israel”. ¿Por
qué un anillo? Para que sepas que deberás invertir. Un
vintén no es mucho, pero
es un principio.
Pero
también antes del casamiento, acostúmbrate
a invertir esfuerzo. Esfuerzo para entender, esfuerzo para expresar tus
sentimientos,
esfuerzo para escuchar sentimientos, esfuerzo para edificar un puente,
esfuerzo
para valorar, esfuerzo para amar.
¡Qué
mundo maravilloso nos dio D’s, en el
que podemos ser partícipes con nuestro esfuerzo! Porque lo que
la persona
invierte, es de ella. Porque lo que se adquiere con esfuerzo, es de
ella. Siempre
podrá marchar por ese sendero, toda la vida. Y será
bienaventurado.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Un gentil
que enciende la luz para alguna tarea
Es
común que un gentil trabaje en la casa de un judío,
o lugares públicos – como hostales u hoteles – y durante el Shabat
haga
distintos trabajos que están permitidos en Shabat – como
lavado de
platos, ordenado de los cuartos y similares.
También
si para realizar esas acciones que están
permitidas el gentil hace alguna Melaja que está
prohibida en Shabat,
como encender la luz para lavar los platos o arreglar el cuarto,
está permitido
y no hay ningún problema con ello, de momento que el
judío no tiene provecho de
la luz que fue encendida por el gentil, y el gentil la encendió
para su uso, ya
que el lavado de los platos es su responsabilidad[1].
Luego que
el gentil encendió la luz para su uso, el judío
tiene permitido tener provecho de ella para sus necesidades[2].
Ordenado de
algo permitido que será realizado a través
de una prohibición
Según
lo que escribieron los poskim, el judío tiene
permitido ordenarle al gentil realizar alguna labor permitida en Shabat,
también si sabe que el gentil realizará alguna Melaja
prohibida para
ello[3].
Por lo tanto, un judío que se encuentra en un hostal tiene
permitido ordenarle
a un gentil que le traiga de los almacenes almohadas, frazadas u otras
necesidades, también si el gentil encenderá la luz en el
almacén para traérselas.
Luego que
el gentil encendió la luz en el almacén para
realizar su tarea, el judío tiene permitido entrar en el
almacén y tener
provecho de la luz que el gentil encendió para sí mismo[4].
Pero los poskim
escribieron que si el judío desea
tomar un libro de cierto cuarto, y el cuarto está oscuro, tiene
prohibido
ordenarle al gentil que le traiga algún objeto del cuarto para
que este
encienda la luz, y de esa forma el judío pueda tomar el libro.
Porque es como
si le ordenase al gentil encenderle la luz para él[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 276, Ta”z
inciso 5. Fue citado por Mishná Brurá allí, inciso
27. Kaf HaJaim inciso 37).
[2](Allí).
[3](Allí, Mishná Brurá).
Pero el judío tiene
prohibido decirle al gentil que venga con él al almacén
para ordenar algunas
cosas, y el gentil encenderá la luz. Porque a pesar de que el
gentil necesita
encender la luz, de todas formas de momento que fue al almacén
principalmente
para el judío, es como si encendiese la luz para el judío
(allí, Shuljan Aruj).
[4](Allí).
[5](Kaf HaJaim 307 inciso 19. Y así
escribió Ikarei HaDat 14 inciso 100 citando a Mor UKtzia).