Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Vaikra     6 de Adar Bet 5774     No 959

Fuego del cielo
Rav David Landau

La única melaja (trabajo necesario para la edificación del Tabernáculo) prohibida en Shabat que es mencionada en la Torá en forma explícita es el encendido del fuego, como dice el versículo: “No encenderán fuego en todas sus moradas en el día de Shabat” (Shmot 35:3). El fuego es un elemento básico, y tiene un papel central en el asentamiento del mundo y su desarrollo: Hay diferentes formas y diferentes modos de creación del fuego. La electricidad también ella es considerada encendido de fuego, y nosotros sólo podemos percibir sus resultados prácticos -  pero su esencia interna no conocemos. También respecto al fuego, vemos y sentimos sólo sus resultados - luz y calor - pero la esencia misma del fuego no conocemos. Es algo celestial, Divino. La persona utiliza el fuego a diario, y olvida que no conoce ese elemento y su esencia, sólo utiliza sus efectos. Por ello, fue recalcada justamente la melaja del encendido del fuego.
Necesitamos el fuego para ofrecer sacrificios, para quemarlos. Esa tarea es la principal en el culto de los sacrificios. En contraste con las otras tareas que son preparatorias – como el degüello, que puede ser efectuado por una persona que sea Cohen (sacerdote) – está escrito: “Y los hijos de Aarón, el Cohen, pondrán fuego en el altar” (Vaikra 1:7). Ese es el fuego, que es un elemento Divino, y la persona sólo ve sus resultados. Am Israel (el Pueblo de Israel) que “están vinculados con el Eterno, su D’s” (Dvarim 4:4) debe recordar que todas sus acciones tienen valor sólo en base a que son una continuación del Cielo. “Para Mis fuegos” (Bamidvar 28:2) – fuego humano y fuego Divino. Ese milagro que la persona presencia a diario, su fuente es en el Mikdash (El Templo). Dijeron nuestros sabios: “A pesar que el fuego desciende del Cielo, es una mitzva encender fuego humano”. Toda la existencia de la vida del hombre tiene su fuente en el Cielo. La tierra se encuentra en el mundo material, y toda la vida del hombre es un encuentro entre lo celestial y lo terrenal.
“Y los hijos de Aarón, el Cohen, pondrán fuego en el altar” (Vaikra 1:7). En ese versículo y también en otros versículos los Cohanim son llamados “Hijos de Aarón”. La relación entre los hijos y el padre es mencionada justamente hablando del fuego, porque de la misma forma que el fuego humano tiene su fuente en el fuego Divino, así también la kdushá (santidad) de los Cohanim proviene de la fuente Divina del sacerdocio. En base a lo Celestial, la persona es ordenada actuar en su vida terrenal.
En Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel) hay niveles: Los Cohanim son la porción más santa en Am Israel, y el Cohen Aarón es su raíz. De la misma forma que aprendemos del fuego en el altar la relación con el resto de las melajot, así también aprendemos de Aarón la relación con todo Clal Israel, y el amor incluso también para los alejados. Y de esa forma volvemos a las palabras del Mahara”l que el amor de D’s por Am Israel
es “un amor que no depende de nada”, que no depende de las buenas acciones que Am Israel hace. Es parte de la esencia de la realidad de “este pueblo que Me cree para que cante Mis alabanzas” (Ishaya 43:21. Según Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Vaikra Pág. 3-28).

El fin del papel en este mundo
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Para qué rezar por una persona enferma? ¡De momento que D’s decidió que esa persona terminó su papel en este mundo, morirá de todas formas!
Respuesta: Esa pregunta parte de una premisa, y es que cuando una persona termina su papel en este mundo muere – pero eso no tiene ninguna fuente.
Una vez en los festejos de Iom HaAtzmaut (El Día de la Independencia) o Iom Ierushalaim (El Día de la Liberación de Ierushalaim) en la ieshivá (centro de estudio de la Torá) Merkaz HaRav le festejaron en esa ocasión a nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk su cumpleaños de 80. Todos alabaron a nuestro Rav y todo lo que hizo en su vida.
Se paró el Gaón
(genio del estudio de la Torá) el Rav Iosef Zevin y dijo: “No estoy de acuerdo con todas las alabanzas”. Y contó que una vez llegaron a Rabí Menajem Mendel de Kotzk con un niño enfermo, y pidieron que rece por ese niño tzadik (justo), agradable y maravilloso, y mencionaron todas sus grandes virtudes. Dijo Rabí Menajem que el niño no se encuentra en un nivel tan elevado. Se extrañaron, que en vez de recordar los méritos del enfermo él eligió desprestigiarlo – pero el niño sanó.
Rabí Menajem explicó que está escrito en la Gmará que la madre de Rabí Tarfon vino al Beit HaMidrash y pidió: Recen por mi hijo, que es un gran tzadik. Le  preguntaron: ¿En qué es tan tzadik? Contestó: Una vez perdí mi zapato, y él puso su mano bajo mi pie todo el camino. Le dijeron: Eso no es nada, incluso si hubiese hecho cien veces tanto no habría llegado al cumplimiento de la mitad de la mitzva de respeto por los padres (Kidushin 31B). ¿Por qué rebajaron los sabios tanto la grandeza de Rabí Tarfon?, preguntó Rabí Menajem. Y contestó que lo que hizo Rabí Tarfon fue una acción de muy alto nivel, y si es así, quizás terminó con su papel en este mundo y llegó el momento que parta – por ello, los sabios rebajaron la grandeza de sus acciones. Realmente es un nivel muy alto lo que hizo Rabí Tarfon, pero no era pleno, y en forma similar él habló así respecto al niño enfermo.
Y por ello, concluyó el Gaón Rav Iosef Zevin: “Él no hizo nada”, refiriéndose a nuestro Rav. Y nuestro Rav sonrió. Agregó el Gaón Rav Iosef Zevin: “Todavía tiene mucho, muchísimo lo que hacer” – y así fue.
Pero ese relato no tiene fuentes. Es cierto que Rabí Menajem es una fuente, pero no tiene fuentes en la Torá, Mishná, Gmará, Rishonim ni Ajaronim. No está escrito en ningún lado que cuando la persona terminó su papel, ella muere.
Es un hecho, hay malvados que mueren – y por supuesto que no terminaron su papel, no se puede decir que su papel era ser malvados.
La persona morirá cuando D’s decida que muera, ya sea que terminó su papel o no, y por ello debe esforzarse por culminar su papel. De ello aprendemos que la persona debe esforzarse por hacer lo más que pueda, porque cuando llegue su momento él se irá, como está escrito en la Gmará: “Rabí Iojanan cuando terminó el libro Iyov dijo, al final todas las personas mueren, y todos los animales son degollados, y todos morirán. Bienaventurado es el que creció en la Torá, y se ocupa de la Torá, y le proporciona placer a Su creador, y crece con buen nombre y se despide de este mundo con buen nombre. Al respecto dijo Shlomó (Kohelet 7:1): ‘El buen nombre es mejor que el buen aceite, y ese mejor el día de la muerte que el día del nacimiento’” (Brajot 7A).
Y así escribió el Rav Kuk (Olat Reaya Bet, Pág. 356): “‘Hasta que no fui creado, no era meritorio’ – es decir, antes de haber nacido yo no era necesario, y en el momento que fui necesario nací. Pero ahora que fui creado todavía no soy meritorio, porque no cumplo con mi papel”. El cumplimiento del papel o no se encuentra en el plano del libre albedrío de la persona, y si fuese cierto que si la persona no cumplió su papel no muere, entonces nunca morirá, vivirá para toda la eternidad. Pero nosotros vemos que no es así, la persona muere cuando tiene que morir, según la decisión Divina, ya sea tzadik o malvado.
Quizás ustedes digan que hay una evidencia del Midrash respecto a nuestro Rav Moshé e Ioshua Bin Nun que cuando la persona termina su papel muere, porque está escrito (Midrash Rabah 22:6): “Dijeron nuestros sabios, está escrito respecto a Ioshua (Ioshua 1:5) ‘como estuve con Moshé así estaré contigo’, Ioshua tendría que haber vivido 120 años como nuestro Rav Moshé. ¿Por qué fueron acortados sus años? Cuando D’s le dijo a Moshé (Bamidvar 31:2) ‘venga a los Hijos de Israel de los midianitas, luego serás recogido a tu gente’ a pesar que le fue comunicado que morirá, no se demoró sino que se apresuró a cumplirlo, ‘y los envió Moshé’. Pero Ioshua, de momento que cuando se dispuso a luchar contra los 31 reyes se dijo, si yo los mato enseguida, moriré, como nuestro Rav Moshé. ¿Qué hizo? Comenzó a demorar la lucha, como está escrito (Ioshua 11:18) ‘muchos días hizo Ioshua guerra contra esos reyes’. Le dijo D’s, si así haces, te acortaré tu vida en diez años. Al respecto dijo Shlomó (Mishlei 19:21) ‘muchos son los propósitos en el corazón de la persona, pero la voluntad del Eterno es lo que prevalece’” (Véase también el libro Em HaBanim Smeja 3:51 respecto a ese Midrash).
Pero ese es un caso excepcional, no se puede tomar cualquier ejemplo o dos ejemplos y hacer de ellos una regla general. Si fuese una regla general, nuestros sabios tendrían que haberlo mencionado.
Entonces, respecto a la pregunta, debemos formularla de otra forma: ¿Por qué rezar por un enfermo? D’s ha decidido que muera de todas formas, no importa por qué, pero está claro que D’s decide si la persona morirá, “quién vivirá y quién morirá” (rezo de Rosh HaShaná).
En efecto, está escrito en la Gmará (Iebamot 50A): D’s decide cuánto tiempo vivirá cada uno. Y hay diferencia de opiniones entre los Tanaim (sabios de la época de la Mishná): Según la primera opinión, si tiene méritos le alargan la vida, y si comete pecados se la acorta. Según la segunda opinión, si tiene méritos vive todo los días que le fueron decretados, y si comete pecados le acortan la vida. Es decir, según la primera opinión su vida no fue decretada totalmente, ya que los méritos pueden prolongarla o los pecados acortarla. Y según la segunda opinión no se puede agregar días a lo que D’s le decretó, pero los pecados pueden acortar. Y si le fueron acortados los días por pecados, los méritos pueden devolverlos. Pero los méritos no pueden agregar por encima del decreto.
Y Tosafot preguntaron que está escrito en la Gmará (Moed Katan 28A): “Hijos, vida y sustento no dependen de los méritos sino que del destino”. ¿Es una contradicción? Y contestaron que la Gmará en Iebamot habla de un mérito especial, enorme, y no un mérito común.
Hay quienes preguntan: ¿El rezo agrega méritos? Es más: ¿Cómo puede el rezo de uno agregar méritos a otro?
Pero ese es el secreto de la unión de las almas, las almas están vinculadas. Hay almas más vinculadas, y menos vinculadas: Am Israel, familia, amigos. Si uno agrega a sí mismo méritos, ese mérito agrega méritos para todo el género humano, y por ello el rezo realmente agrega méritos.
¿Si uno agrega méritos, eso implica que vivirá más de lo que D’s decretó? Respuesta: Está escrito en el Sefer HaIkarim (4:8-9) que pueden haber tres tipos de resoluciones Divinas: D’s decidió que encontrarás un tesoro, incluso si eres un holgazán. D’s decidió que encontrarás un tesoro, a condición que te esfuerces por encontrarlo. D’s decidió que encontrarás un tesoro si te esfuerzas, y el tesoro será proporcional al esfuerzo.
A veces D’s decide que la persona muera, no importa lo que pase, nada podrá ayudarlo. A veces D’s decide que la persona vivirá, no importa lo que pase, incluso si es un pecador y un malvado. Y a veces D’s decide que depende, y si rezará o otros rezarán por él vivirá. No se puede saber qué es lo que D´s decretó.
Lo que D´s decretó puede ser un decreto con distintas posibilidades, ya sea por un gran mérito o por otros factores que no conocemos. No sabemos si nuestro rezo ayudará o no ayudará en cuanto a lo que pedimos, pero rezamos. El rezo nunca es en vano, nunca es des escuchado, puede que el rezo traiga con él una bendición de otro tipo, o quizás tendrá provecho en el Mundo Venidero. No le decimos a D’s qué debe hacer.
Nosotros rezamos con humildad e imploramos – y D’s hará Su voluntad.

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org