Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Miketz     27 de Kislev 5774     Shabat Januca     No 945

“Por los milagros”
Rav David Landau

Januca es nuestro último Iom Tov (día festivo) en el orden del año: Tenemos días festivos desde Pesaj hasta Januca. Purim es un milagro de otro tipo, un milagro fuera de Eretz Israel (la Tierra de Israel), en el que no se dice Halel (oración de agradecimiento en el rezo matutino). En Januca se recita el Halel completo, porque se trata de un milagro de Eretz Israel. También hoy en día nos encontramos con milagros de Eretz Israel, y tenemos esperanza que seremos merecedores de más milagros de Eretz Israel, con la ayuda de D’s.
En Januca
nos encontramos con dos tipos de milagros que comprenden toda la vida de la persona: Un milagro evidente, y un milagro oculto – que no siempre es percibido. Por un lado, el milagro de la vasija de aceite que alcanzaba para un solo día, y duró ocho días. ¡Se trata de una creación, partiendo de la nada! Por otro lado – el milagro de la batalla. Nosotros luchamos batallas que eran mitzva - como hoy en día - y sobre esas batallas que hicimos recayó la bendición Divina, una bendición milagrosa y maravillosa en las acciones humanas.
Hay quienes tienden a olvidar que todo lo que sucede en el mundo es expresión de D’s. De la misma forma que D’s se revela en el milagro, así también se revela en la naturaleza – pero se trata de niveles distintos de revelación. El milagro es el alma de la naturaleza, el auténtico aliento de vida de ella. Gracias al milagro hay existencia y naturaleza. Por ello, después del milagro, la naturaleza vuelve a revelarse. En Januca nos encontramos con el milagro y la naturaleza, el maravilloso milagro de la creación en base a la nada y el milagro de la guerra. También en nuestros días hay milagros que se revelan a través nuestro y dentro nuestro. También la conquista de la tierra en nuestros días estuvo acompañada de muchos milagros, “entregaste muchos en manos de pocos”, y muchos árabes escaparon de un puñado de judíos. Y también en el campo político: La Declaración de Balfour y la Declaración de la Independencia son una revelación del milagro Divino a través de acciones que parecen ser naturales y comprensibles. Estamos rodeados de kdushá (santidad) y milagros por todos lados (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Moadim Alef, Pág. 140-144, 152-154, 180). 

Midreshet Majón Orá

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Amarás al jaredi como a ti mismo
Rav Shlomó Aviner

Amarás al jaredi (ultra-ortodoxo) como a ti mismo.
Primera razón: Por supuesto, ellos también son judíos. Ahavat Israel (amor por todo el Pueblo de Israel) es amor por todo Am Israel (el Pueblo de Israel), y no sólo los que se nos parecen. No necesitamos ningún versículo, es algo natural. El versículo se necesita cuando algo no es natural, exige profundizar y esfuerzo.
Segunda razón: Jaredim quiere decir Torá, estudio de la Torá, cumplimiento de la Torá, sacrificio por la Torá. Lo que ellos hablan, es en base a la Torá. Incluso si se equivocan – como en cuanto a su actitud frente al Sionismo – es en base a la Torá, y no como los jilonim (seculares) cuyo punto de partida no es la Torá. Por ello, los jaredim nos son más cercanos que los jilonim. Nosotros y los jaredim tenemos exactamente la misma meta, la discusión es en cuanto a los medios para alcanzarla, el camino a andar. Pero los jilonim tienen otra meta. Por supuesto, en la profundidad oculta de su alma es la misma meta, pero en su expresión es otra.
Por ello, a pesar que los jaredim se oponen al Sionismo, ellos le aportan mucho, siendo los cuidadores. Se necesita un poco de amplia comprensión para entenderlo, nos valdremos de las palabras del Rav Kuk a su discípulo, Dr. Moshé Zaidel, que criticó al público jaredi: “Esos jaredim puros de corazón, que de lo profundo de la pureza de su espíritu se opusieron al Sionismo, son ellos los que lo depuraron y quitaron gran parte de sus escorias, hasta que lo hicieron llegar con sus acciones negativas a ese nivel, que sea merecedor de vestirse de ropas reinales en la práctica, y no se aparte totalmente del espíritu de la Casa de Israel”. Por su parte, “hay como una protesta de profundo dolor del corazón de los que sienten el grandioso resplandor del alma” (Iguerot HaReaya Guimel 156).
Hay quienes dicen que el Rav Kuk y nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk amaron más a los jilonim que a los jaredim. ¡Mentira! ¡Ellos amaron a todos! Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk dijo que aprendió la actitud correcta para con los jilonim que él define como “nuestros amigos – opositores, nuestros hermanos – que nos excomulgan”, y continúa: “Y de ello debemos aprender respecto al valor y la necesidad especial del enderezamiento de nuestras relaciones para con partes de nuestro público que se encuentra dentro del campamento, y que se iguala con nosotros en la base del cuidado de la Torá y las mitzvot en el renacimiento de Am Israel
en su tierra, y que está diferenciado en cierta forma en cuanto a la sociedad y su forma de actuar. Del bien de los lejanos aprendes el bien de los cercanos” (LeNetivot Israel Bet 227). Por ello, no debemos enseñarle a los jaredim a amar jilonim, ni debemos enseñarle a los jaredim a amar al Estado de Israel y el ejército de Israel, sino que debemos enseñarnos a nosotros mismos a amar jaredim.
Y la tercer razón: Entre los jaredim hay talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) de los que debemos tener santo temor. En la Gmará (Sanhedrin) está escrito que quien desprecia un talmid jajam es considerado apikores (hereje). Y en el Talmud Ierushalmi explican que es como una cúpula armada de piedras, que si tú quitas una piedra – si se desprecia un talmid jajam – toda la cúpula se desmorona. D’s no perdona al que desprecia un talmid jajam.
Por ello, “amarás a tu prójimo como a ti mismo” – también para con los jaredim. No te hagas el vivo. Ellos son “tu prójimo” en todo. Y como escribe el Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato): “La Torá formuló una regla que lo abarca todo, amarás a tu prójimo como a ti mismo, como a ti mismo sin ninguna diferencia, sin discriminar, sin artimañas o tramas, exactamente como ti mismo” (Mesilat Iesharim 11).
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
machon.espanol@gmail.com, editorial@alumbrar.org

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