Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Bereshit
27 de Tishrei 5773 No
888
Rav
Elishá
Aviner (reimpresión)
“Prú urbú” no es
sólo una mitzva, sino que en primer lugar es una
bendición. Ella es La
primera bendición Divina del hombre – “y los bendijo y les dijo
D’s; sed
fecundos y multiplicaos”. Comenta el Rada"k: “‘Fecundos’ es dar a luz,
y
‘multiplicaos’ es educar”. ¡Qué hermoso es unificar en una
misma acción una mitzva
y también una bendición! Por ello, desde tiempos
inmemoriales, Am Israel
(el Pueblo de Israel) consideró el mandamiento “prú
urbú” no una pesada
y agotadora obligación, sino que una bendición, y su
actitud frente al
nacimiento de un niño o una niña fue como el recibimiento
de una nueva
bendición. Una pareja que fue merecedora de tener muchos
niños, se alegra de la
abundancia de la bendición Divina.
Dentro de la confusión
general de muchos conceptos, fueron dañadas también las
convenciones básicas
relativas a “prú urbú”. “Prú urbú”
es atacado de diferentes
puntos de vista: El feminismo se esforzó mucho por “liberar” a
la mujer de la
esclavitud biológica a sus hijos, y elaborar un modelo femenino
libre e
independiente – una mujer sin una cola de niños tras ella. La
ambición de
carrera se esforzó por borrar todo factor que limite el avance
profesional del
hombre y de la mujer, y por ello lucha contra el ideal de “prú
urbú” que
arruina sus anhelos. Últimamente, también los economistas
se adhirieron en la
lucha contra “prú urbú” por el peso
económico involucrado: Su ideal
burgués habla de una sociedad "compacta" y rica. La
reducción de la
taza de natalidad puede aportar mucho a la materialización de
esa concepción, y
es por ello que – en su opinión – no es correcto apoyar a las
familias que
tienen muchos niños. Quien no aporta a la sociedad, y más
aún, añade
dificultades a ella, ¡¿cómo se atreve a exigir que
la sociedad lo ayude?! Y
también desde otros puntos de vista - parte de ellos
ideológicos y parte de
ellos prácticos - el valor de “prú urbú”
fue degradado.
La actitud de
No nos equivoquemos; hay
otros factores a tomar en cuenta, y no sólo el factor
económico. Hoy en día
existe una amarga polémica en cuanto al valor de la natalidad:
Hay quienes ven
en ella un derecho que la pareja puede utilizar de acuerdo a su
elección,
tomando en cuenta su conveniencia y realización personal. Pero
No nos debemos dejar
impresionar por el desprecio moderno frente a la familia numerosa, no
se debe
retroceder frente a él. No se debe renunciar a la mitzva
Divina ni a la
bendición Divina.
Hay quienes arguyen: Se
debe tomar en cuenta – por un tiempo - las dificultades
económicas del Estado
de Israel, como dicen nuestros sabios (Taanit 11:1) citando a Reish
Lakish:
“Cuando hay hambre, está prohibido tener relaciones con su
esposa, como dice el
versículo ‘y antes que llegasen los
años
de hambre, le nacieron a Iosef dos hijos’ (Bereshit 41:50)”. Nuestros
sabios
discrepan si se trata de una halajá sólo para los
piadosos (Tosafot), o
una halajá general para todos (Ramba"m). El Shuljan Aruj
la determinó
como obligación en tres lugares distintos (Orej Jaim 240:12,
574:4, y Even HaEzer
25:6). Pero quien desea cumplirla, debe hacerlo en su totalidad, como
así fue
escrito: “Cuando hay hambre, la persona debe hambrearse a sí
misma, y no debe
tener relaciones con su esposa”. Si nuestra época es una
época de hambre,
entonces “debe hambrearse a sí mismo”, es decir: ¡Ajustar
el cinturón, renunciar
a los lujos, conformarse con lo mínimo, hasta llegar al punto de
hambrearse! Es
más: Según la mayoría de los Rishonim, no
se debe tener relaciones con
la esposa cuando hay hambre, no para hacer descender la taza de
natalidad, sino
que porque cuando Am Israel se encuentra en pena, la persona
debe ser
partícipe de ello, y expresarlo en su vida privada,
atormentándose
incluso en ese aspecto.
Gracias a D’s, no hay
hambre en este país, los estantes en los supermercados
están atiborrados de
productos, Eretz Israel entrega sus frutos con abundancia, y
anhela que
sus hijos vengan a colmarla, sean fecundos y se multipliquen en ella.
Quizás
hay hambre, pero de otro tipo: “No hambre de pan, ni sed de agua, sino
de
escuchar la palabra de D’s” (Amos 8:11) – hambre de valores de fe, de
valores
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Rav
Shlomó Aviner
Hay dos orientaciones principales en
cuanto al corregimiento de las virtudes:
1. Luchar para quebrar los aspectos
negativos de la persona: Hablar en forma incorrecta no puede ser
permitido, y
su corregido es su quebrado.
2. Suavizar y refinar los aspectos
negativos, y utilizarlos para el bien. “Cuando los caminos del hombre
agradan
al Eterno, también sus enemigos harán las paces con
él” (Mishlei 16:7). El
enemigo se transforma en amigo. En toda característica negativa
hay un aspecto
bueno, que debe ser orientado en dirección positiva.
Algunos ejemplos:
Cólera: Se puede quebrantar la cólera. Cada vez
que
empieza a enojarse, la persona cierra con fuerza sus labios, o se
dirige a
vestir una prenda especial – hasta entonces, su enojo será
olvidado. Pero
también se puede corregir el enojo, ya que el enojo es como un
fuego que puede
ser utilizado para bien, como el fuego de
Atracción sexual: Se
la puede quebrantar, pero
también se la puede corregir. El amor del esposo por su esposa
es por supuesto
algo bueno.
Orgullo: Se lo puede
quebrantar,
despreciándose a sí mismo en público. Pero a veces
el orgullo es algo bueno: El
“yo” tiene valor y lugar, hasta tal punto que “cada uno debe decir para
mí fue
creado el mundo” (Sanhedrin 37A).
Avidez: Se la puede
quebrantar, agregando
polvo a la comida y durmiendo sobre una tabla, pero hay también
una avidez que
es buena, la avidez por D’s.
Entonces, ¿qué camino debemos elegir? ¿Quebrado, o
refinado? Tal parece
que el segundo camino es mejor. Él parte de la base que no hay
nada en el mundo
que sea malo en esencia. Todo lo que creó D’s tiene su lugar.
Algo malo es algo
que no ha encontrado su lugar apropiado.
Trabajar no es malo, D’s no lo permita. Pero no en shabat.
Comer
no es malo, pero no en Iom Kipur (Día del
Perdón). No puede ser que haya
algo malo, incluso lo peor, que no tenga alguna raíz en el bien.
Pero no se
encuentra en su lugar adecuado. Por lo tanto, no debemos quebrantarlo,
sino que
devolverlo a su lugar.
El Ramba”m en su prólogo a Pirkei Avot diferencia entre
el que
“conquista su mal instinto” – que desea pecar, pero se supera, y por
ello sufre
– y el “elevado piadoso” – que desea sólo hacer el bien,
constantemente. El Rav
Kuk explica que la corrección moral del individuo particular y
de la
generalidad en nuestra generación se expresa en dos niveles: El
nivel del “conquistador”,
que lucha por quebrantar sus malas virtudes, y el nivel del “recto”,
que las
orienta para bien. Él nos hace notar que no podremos corregir
nuestra
generación según el camino del “conquistador”,
sólo según el camino del “recto”
(Ikvei HaTzon, HaDor 112).
A primera vista, tal parece que el Ramba”m prefiere el camino del
“conquistador”: El que tiene una mala virtud, debe dirigirse al extremo
opuesto.
El ávido, debe ayunar. El orgulloso, debe despreciarse a
sí mismo, el holgazán
debe levantarse muy temprano… A primera vista, se no se trata del
camino del
“elevado piadoso”, del “recto”, sino que una lucha y un quebrantado de
las
malas virtudes.
Por supuesto que el Ramba”m está de acuerdo con que el ideal es
el “elevado
piadoso”, el “recto”, y él mismo llama al “sendero del medio”
como el mejor, el
sendero dorado. Pero si la persona no logra llegar al nivel del
“elevado
piadoso”, debe quebrantar sus virtudes para no llegar a ser malvado. El
Ramba”m
recalca que no es una conducción para toda la eternidad,
sólo por un tiempo, y
después de haber quebrantado sus malas virtudes, podrá
volver al camino del
medio.
En el libro Zohar dicen que los tzadikim (justos)
están
dispuestos a “quebrantarse a sí mismos por la gloria de D’s”.
Pero el Rav Kuk
acota que esa indicación - quebrarse a sí mismos - no es
el ideal. El ideal es
elevarse a sí mismo, y sólo cuando no es capaz de
dirigirse por ese camino –
mientras tanto, se quebrará a sí mismo. Pero
debemos objetar: ¿El Rav Kuk mismo dice que el camino del
quebrantado no es adecuado
para nuestra generación, sino que el camino del "recto"
solamente? Y
la respuesta: Es cierto que en cuanto al individuo particular hay dos
caminos,
el camino del "conquistador" y el camino del "recto", pero
en cuanto a la generación en forma genérica, el camino
del quebrado y el
"conquistador" no tendrá éxito.
Si en la nación hay algún ideal
equivocado, no se lo debe quebrar, sino que elevar. Si hay un ideal
laico de
justicia, no se debe decidir por ello que se trata de un ideal vano y
falso,
sino que se debe mostrar que la justicia de por sí es algo muy
bueno, pero
puede ser expresada en ese nivel o mucho más si no se le adhiere
la laicidad.
Y así también frente al ideal
laico de la reconstrucción de la tierra: No diremos que de
momento que no es
por el Nombre de D's es una equivocación, ya que la
reconstrucción de la tierra
de por sí es una gran mitzva. Por el contrario, debemos
enseñar y
explicar mucho en cuanto a la reconstrucción de la tierra, hasta
que el ideal
se libere de su laicidad, y sea aclarado que todo él es kodesh
(santo).
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
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su ambiente tan
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El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
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invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: machon.espanol@gmail.com,
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