Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ki Tetze     14 de Elul 5772     No 883

"No vestirá" y "no se pondrá"
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

"No se pondrá una mujer una prenda de hombre, ni vestirá un hombre ropa de mujer, porque todo aquel que hace esto es abominación para el Señor, tu D's" (Dvarim 22:5) - así está escrito en la Parashá de nuestra semana. Antes de comenzar a analizar la prohibición misma, debemos profundizar en la terminología del versículo. Hay dos prohibiciones, que son expresadas de forma distinta: La primera - la prohibición de que una mujer se ponga una prenda de hombre, y la segunda - la prohibición del hombre de vestir ropas de mujer. ¿Por qué la prohibición no fue escrita de la misma forma; "no vista" el hombre "prenda de mujer", y "no vista" la mujer "prenda de hombre"? Y podemos preguntar también: ¿Por qué esa prohibición es definida en forma tan severa, como "abominación para el Señor"? ¿Por qué la prohibición de "no vestirá" es comparada con las prohibiciones más severas, como relaciones prohibidas?
Por lo visto, ambas preguntas fueron tratadas por El Comentarista por excelencia: Rashi. Él escribe dos explicaciones. La primera, de acuerdo a la interpretación más sencilla: "No se pondrá una mujer una prenda de hombre - que no intente asemejarse a los hombres para relacionarse con ellos, ya que seguramente sus intenciones son impúdicas". Y también "ni vestirá un hombre ropa de mujer - para relacionarse con las mujeres, y estar con ellas". Según ese comentario, la prohibición de "no vestirá” es un obstáculo para impedir una sociedad mixta de hombres y mujeres. La diferencia de vestimenta, hace parecer la mezcla de ambos sexos antinatural, y por el contrario, la similitud de ella facilita la abolición de las barreras. Y eso puede tener, a fin de cuentas, consecuencias nefastas en el plano del pudor.
Según esa explicación, es posible entender el final del versículo: "Porque todo aquel que hace esto es abominación para el Señor, tu D's". La Torá no pretende decirnos que la prohibición "no vestirá" en sí es una abominación, sino que, como explica Rashi: "La Torá prohibió sólo la prenda que ocasionará la abominación". "Todo aquel que hace esto" - no quiere decir quien viste la prenda del otro sexo, sino quien comete una relación prohibida. La Torá descendió hasta lo profundo de las intenciones de la persona y del público, y entendió que intentar abolir los caracteres exteriores que diferencian entre hombres y mujeres, y eliminar las barreras sociales entre ambos sexos - tendrá terribles consecuencias.
Pero Rashi también agrega otro comentario: "Otra idea - que no se afeite el vello". No se trata de intentar borrar las diferencias a nivel del aspecto exterior, sino que a nivel del aspecto interno, de la persona frente a sí misma. D's lo creó hombre, pero él prefiere adoptar una identidad "femenina" - o viceversa.
Es cierto que ese comentario de Rashi no es de acuerdo a como fue fijada la halajá. Según la halajá, esas costumbres fueron prohibidas por nuestros sabios, y no por el versículo en sí (Beit Iosef, Iore Dea 282). Pero Rashi nos recalca que hay un mensaje moral también en la interpretación sencilla del versículo. "No vestirá un hombre prenda de mujer" - es borronear la apariencia externa, que puede llevarnos a "abominación del Señor, tu D's". Pero el término "no se pondrá una mujer una prenda de hombre" es mucho más amplio; no en su interpretación de acuerdo a la halajá, sino que en su interpretación moral. Imitación de costumbres masculinas por parte de la mujer, o viceversa - si bien no fueron prohibidas por la Torá, y no son "abominación", la terminología utilizada por el versículo insinúa que no es correcta, y es por eso que nuestros sabios la prohibieron.
Ese mensaje moral, ya fue recalcado por el Tirgum Onkelus (la Traducción de Onkelus), que traduce el versículo así: "No habrá un arma masculina sobre una mujer, y no se maquillará un hombre con maquillaje femenino". Y más profundo aún en el Tirgum Ionatan (la Traducción de Ionatan), en el que "prenda de hombre" no es traducido como "arma masculina", sino que mitzvot especiales de los hombres: "No habrá tzitzit y tfilin, que son prendas de hombre, sobre una mujer, y no afeitará un hombre su vello y su barba como una mujer...".
A través de la prohibición "no vestirá", D's pretende enseñarnos a respetar Su elección, cuando creó un hombre o una mujer. El hombre, fue destinado a ser hombre, y la mujer - mujer. Intentar borronear la identidad singular de cada sexo - no es la voluntad del Creador. De la misma forma que en la sociedad no es bien visto un hombre que pretende ser "femenino", la Torá no ve bien una mujer que pretende ser "masculina".
En la sociedad contemporánea, se acostumbra a valorar la masculinidad y respetar menos la feminidad. Las cualidades que caracterizan la masculinidad, se las puede resumir con cuatro kafim (Kaf, es una letra en hebreo, con la que comienzan esas cuatro palabras): Dinero, honra, fuerza y conquista. Todas esas cualidades son importantes y necesarias para edificar la sociedad, pero desde el punto de vista moral - son todas problemáticas, si no son moderadas y encausadas en dirección de elevadas metas. Las cualidades femeninas, se las puede resumir con las tres cualidades que caracterizan a Am Israel: Caridad, vergüenza, y misericordia (cuyas siglas en hebreo, paradójicamente, es gueber = hombre). La sociedad que admira la masculinidad y desprecia la feminidad - es una sociedad pervertida, que se encuentra muy lejos de las cualidades que caracterizan al pueblo judío como Pueblo de D's. También una sociedad que reprime la masculinidad y pretende que todos tomen una posición femenina - es una sociedad anti-moral: Si todos serán sólo caritativos, vergonzosos y misericordiosos, ¿quién luchará contra la injusticia y la maldad, el saqueo y el crimen? Por lo tanto, nos enseña la Torá, cada uno de los sexos debe cuidar su identidad propia y desarrollarla, para cumplir su papel singular en el marco general.
De esa forma, quizás podremos entender lo que dijeron nuestros sabios: "El mundo no puede existir sin hombres, ni tampoco sin mujeres. Bienaventurado es quien sus hijos, son hombres (como fueron creados), pobre del que sus hijos (= hombres, tratan de ser) mujeres". Pero quien fue merecedor que sus hijas sean mujeres - bienaventurado es él, y toda su familia...

Midreshet Majón Orá

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El kadosh David
Rav Shlomó Aviner

En un paseo por las partes antiguas de Ierushalaim, le dijo el maestro a sus alumnos: “Nos encontramos ahora en el lugar donde estaba construido el palacio del rey David. Y desde aquí” – agregó el maestro – “él vio a Bat Sheva en su bañera”. ¡Ese maestro está loco! ¡¿Eso es lo que encontró para excitar la imaginación de sus alumnos o alumnas?! En vez de estimular su imaginación con las buenas virtudes de David, su paciencia, su aceptado de todos los oprobios, su sed de D’s, su valentía en la batalla, su bravura nacional, su kdushá (santidad) y pureza, su sacrificio por la edificación del Reinado de Israel - ¡¿Eso es lo que encontró para incitar su imaginación?! ¡Como si nuestra imaginación no estuviese de por si exacerbada con todos los malos vientos que llegan del occidente! No se trata de un desliz del maestro, sino que toda una concepción, como la planteó el maestro más tarde: “Yo recalco que David fue, a fin de cuentas, sólo un hombre, un hombre con debilidades, una gran persona con grandes debilidades, un ser humano con cosas buenas y malas, no una persona ideal”. ¡Escuchen los cielos! ¡Eso es lo que le pareció correcto decir! Y en efecto, uno de los alumnos contestó: “Con una figura como esa me es más fácil identificarme que con una persona pura y kdoshá”. “Así es”, afirmó el disertador.
¡Pobre de los oídos que escuchan eso! Y lamentablemente, se trata de toda una doctrina; tomar las grandes y kdoshot figuras y rebajarlas a “la altura de nuestros ojos”. Es cierto que hay dificultades, que la lucha contra el Ietzer HaRrá (mal instinto) no es fácil, que a veces somos derrotados, que a veces estamos frustrados y desesperanzados porque no logramos liberarnos de él. Pero, ¿cuál es la solución? Agregar bravura, fortalecer el deseo de vinculación con D’s, mirar a nuestras grandes figuras con admiración y marchar tras ellas. En vez de ello, toman a las grandes figuras y las hacen enanas, las transforman en personas como todas, con un pie en la luz y el otro en la oscuridad, cuando la luz y la oscuridad se entremezclan – y de esa forma, podemos identificarnos con ellas.
En vez de elevar al alumno más y más, hacer despertar en él anhelos, comprensión, conocimiento, y darle fuerzas – lo dejan ahí abajo, y rebajan a su altura al que se encuentra arriba. Y ahora, le será fácil identificarse, podrá estudiar Torá una hora - y después pasearse por el Internet leyendo porquerías.
Pero el rey David, que en paz descanse, no se identificaba con su pecado. Como dicen nuestros sabios, que lloró durante 13 años por ello, como dice el versículo “empapo mi lecho con mis lágrimas” (Tehilim 6:7). No está relacionado con la aclaración de nuestros sabios que “todo el que dice que David pecó se equivoca” (Shabat 56) y Rabí Itzjak Abarbanel dice que pecó, porque también en su opinión era una persona gigante y se arrepintió sinceramente, logró liberarse del pecado y fue totalmente limpiado de ello. Según Rabí Itzjak Abarbanel, es cierto que nuestro rey David cometió un grave pecado una vez en su vida, pero eso no lo transforma en un pecador. El que mintió una vez en su vida no se convierte en un mentiroso, y el que perdió una vez una lucha no se convierte en un perdedor crónico. No se determina alguna característica de una persona por un solo incidente.
David no es un pecador a medias, es una gran persona, tzadik (recto) y kadosh. Pero también un tzadik y kadosh puede equivocarse alguna vez. Incluso nuestro Rav Moshé se enojó, y por ello se equivocó – y no por eso diremos que era una persona iracunda, que se equivocaba. No se juzga a la persona según un incidente extraordinario.
Antes de decir respecto al rey David algo que no dijeron nuestros sabios, hay que estudiar lo más sencillo. No hay problema en proponer comentarios nuevos al Tana”j (La Biblia), hay cientos y miles, pero deben ser dichos en base a la fe y el temor a D’s. Para ello se debe estudiar primero libros básicos, como Mesilat Iesharim.
Estudia en ese libro “Shaar HaJasidut”, y encontrarás que David se sentía sediento de D’s, y no de su pecado, D’s no lo permita. “Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así mi alma anhela a Ti, oh D's. Mi alma tiene sed de D's, del D's vivo;
¿cuándo vendré y me presentaré ante D's?” (Tehilim 42:2-3), “mi alma ansía y suspira por los atrios del Eterno” (Tehilim 84:3), “mi alma tiene sed de Ti” (Tehilim 63:2), “me complaceré en tus mitzvot que he amado” (Tehilim 119:47).
El Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato, autor del libro Mesilat Iesharim) nos dirige: ¿Tú quieres llegar a la piadosidad? Estudia Tehilim (Salmos) y déjate llevar por ellos. Todo muchacho estudió Mesilat Iesharim. Seguramente también ese maestro lo estudió. Entonces, debe volver a estudiarlo diez veces, cien veces, hasta que las palabras profundicen en su ser.
No todo el que se le ocurra hablará de David, no se puede decir lo que se quiere y hacerlo como una persona sin carácter, que prueba de todos los mundos, para proveer legitimación al que marcha en forma dialéctica entre los caminos de la vida puros e impuros al mismo tiempo. Incluso si quieres estudiar de Rabí Itzjak Abarbanel, aprende de él que el rey David hizo un grandioso arrepentimiento, por su majestuoso anhelo del kodesh.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
machon.espanol@gmail.com, editorial@alumbrar.org

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