Beahavá   Ubeemuná

Majón Meir
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Parashat Tetzave     9 de Adar 5772     Shabat Zajor      No 858

“Ve y reúne a todos los judíos”
Rav Ioram Eliahu

Las bases de nuestra fe son tres: Torá, Am Israel (el Pueblo de Israel) y Eretz Israel (la Tierra de Israel) - y accedimos a todas ellas a través de la unión.
Cuando Am Israel llegó al episodio de la Entrega de la Torá fue dicho al respecto “y acampó allí Israel frente al monte” (Shmot 19:2), y comentó Rashi: “Como una sola persona, con un solo corazón”. Y explicó el autor del libro “Or HaJaim” que esa es una de las condiciones principales para recibir la Torá “que se reúnan juntos y agudicen el entendimiento el uno al otro, y le expliquen el uno al otro. Y por ello dijo ‘y acampó allí Israel’ en singular, se hicieron todos como una sola persona, y entonces son merecedores de recibir la Torá”. Sólo a través de su unión, su amor y la preocupación del uno por el otro, su preocupación para que lleguen al monte de Sinai los enfermos y los que quedaron lesionados por la dura esclavitud en Egipto, sólo a través de ese gran amor podrán los Hijos de Israel recibir la Torá.
En contraste con la afirmación del malvado Aman - “hay un pueblo disperso y disgregado entre los pueblos” (Ester 3:8) - dice Ester “ve y reúne a todos los judíos” (Ester 4:12). Sólo a través de la unión de Israel llegará la salvación. Y el autor del libro “Sfat Emet” escribe que el duro decreto del exterminio de Am Israel en aquel entonces era el castigo “porque disfrutaron del banquete de ese malvado, y se juntaron con los malvados, y por ello no podían reunirse nuevamente”. Y más tarde, cuando pretendían exterminarlos, a través del odio ajeno “eso mismo era la salvación, cuando los gentiles se transformaron en enemigos, y entonces se unieron los Hijos de Israel como dice el versículo ‘ve y reúne a todos los judíos’, y también está escrito ‘se juntaron y defendieron sus vidas’ (Ester 9:16). Por ello, lo mejor es leer la Meguila cuando hay por lo menos diez, cada familia, para insinuar que la principal salvación fue que los Hijos de Israel se reunieron, y llegaron a la unión” (Sfat Emet, Purim 5653). Y nuestros sabios incluso lo expresaron a través de las mitzvot de Purim; el envío de las porciones cada uno a su prójimo y regalos para los pobres, para recordarnos que sólo a través de la unión y la preocupación por todas las capas sociales de la nación llega la salvación para Am Israel.
En nuestro regreso a la tierra y nuestra tercera Gueulá (Redención) de los cuatro confines del mundo, todavía estábamos divididos y disgregados, y la Guerra de la Independencia fue luchada por distintas organizaciones: Hagana, Etze”l y Lej”i. Es cierto que fuimos merecedores del triunfo, pero muchas partes de Eretz Israel todavía no estaban en nuestras manos. Y en la Guerra de los Seis Días se reveló una fabulosa unidad en nuestro pueblo, incluso nuestros líderes entendieron que deben unirse en un Gobierno de Unidad Nacional, y un solo ejército – Tzaha”l, cuando tras él se encuentran como un solo corazón todos nuestros hermanos en la diáspora. Y gracias a ello fuimos merecedores de liberar la mayoría de nuestra santa tierra, e incluso fuimos merecedores del gran acontecimiento en el que el D’s que hace regresar su Shjina a Tzion nos hizo regresar a Ierushalaim, Har HaBait (El Monte del Templo) y el lugar del Beit HaMikdash (El Templo) (Rav Tzvi Neria zt”l, Moadei HaReaya 481).
“Y en estos días de Purim, en estos difíciles momentos cuando las desgracias rodean y llenan a Clal Israel (la totalidad genérica de Israel)… muchas desgracias por fuera, y más grande aún es la desgracia interior, porque nuestra paz interna fue perturbada, la paz de la Casa de Israel – recordaremos estos días como fueron escritos en Meguilat Ester, y la declamación eterna de ‘ve y reúne a todos los judíos’ debe revivirnos otra vez y elevarnos de toda nuestra bajeza” (Maamarei HaReaya 155). Y pregunta el Rav Kuk: ¿Cómo podremos unificar todas las fracciones y sectores? La separación es tan grande, y vemos  judíos que atacan a judíos. Y contesta: En efecto, Am Israel está dividido y disgregado, pero en su esencia propia es un solo pueblo. Y ese es nuestro punto interno, que cuanto más sepamos penetrar hasta él y revelarlo entonces “la Sgula (esencia espiritual intrínseca) de nuestro pueblo único vencerá todos los aspectos de división y disgregación”. Y por ello somos ordenados elevarnos “y encontrar el judío desconocido dentro nuestro, y cada hermano reconocerá al otro, y cada mano se entregará el uno al otro, y una gran voz se escuchará: ‘Vengamos y subamos a Tzion, a la Casa de nuestro D’s’. Y como en los días de Mor (Mordejai) y Adas (Ester) será dicho también hoy que hay un pueblo unido, consolidado y juntado que permanece con su fortaleza, para construir todas sus ruinas con su tesoro interno oculto, donde se esconde la bendición de ‘ve y reúne a todos los judíos’”. Y cumpliendo las mitzvot de ese día, y sabiendo la intención de ellas – que es principalmente la unión – seremos merecedores pronto de la plasmación del versículo “los judíos tuvieron regocijo y alegría, banquete y día de fiesta” (Ester 8:17). 

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
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o escribir a anachman2@walla.com, editorial@alumbrar.org
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Leerla en el orden correcto

"El que lee la Meguila al revés no cumplió con la mitzva (de la lectura de la Meguila)" (Shuljan Aruj, Orej Jaim, 690:6). Es decir, si leyó primero un versículo, o todo un tema, y luego leyó un versículo o un tema anterior que había salteado, a pesar que leyó toda la Meguila, no cumplió la mitzva: No solo hay que leer la Meguila completa, también debe ser leída en el orden correcto.
Cuando leemos la Meguila nosotros tenemos presente cual será el alegre final. Pero si la leemos en el orden correcto, si seguimos paso a paso el desarrollo de los acontecimientos, la primera mitad no es nada alegre. En la época de Mordejai y Ester nadie sabía cuál será el desenlace. Mordejai llegó a la capital Shushan hace varios años, para tratar de convencer al rey de volver a permitir la construcción del Beit HaMikdash (El Templo): Luego que el rey Koresh declaró que Am Israel (el Pueblo de Israel) puede retornar a su tierra y reconstruir el Beit HaMikdash, llegaron los primeros olim jadashim (nuevos inmigrantes) a Eretz Israel (la Tierra de Israel) - entre ellos Mordejai (Ezra 2:2, Nejemia 7:7) - y comenzaron la labor. Pero los pueblos que se encontraban en ese entonces en Eretz Israel enviaron una carta difamadora al rey, donde decían que los judíos pretenden sublevarse, y como es bien sabido, Ierushalaim fue siempre una ciudad rebelde (Ezra 4:12-16). Entonces, el rey detuvo la reconstrucción de Ierushalaim y el Beit HaMikdash (Meguila 11A). Para abolir ese último decreto, Mordejai se dirige a la capital del reinado. Pero las cosas se complican más aún: ¡Ester es tomada por la fuerza al palacio real, y desgraciadamente es obligada a casarse con el rey! Sabiendo el peligro que ella corre, Mordejai la instruye a ocultar su origen judío. Luego, Aman - uno de los habitantes de Eretz Israel (Igueret Ester 5:9, Meguila 16A) que también llegó a Shushan para asegurarse que Mordejai no logre su propósito - logra llegar a una encumbrada e influyente posición en la jerarquía real. ¡Y finalmente, incita al rey a decretar la matanza de todos los judíos! La situación es desesperante. Seguramente hubo quienes perdieron sus esperanzas y pensaron que todo está perdido.
Pero Mordejai no. Mordejai es capaz de ver más allá de las apariencias, y entiende que D's no nos pone en situaciones como esa para que desesperemos, nos deprimamos, nos quejemos y culpemos los unos a los otros. Por lo visto, D's pretende otra cosa de nosotros. D's nos exige a través de la crisis que - utilizándola como una palanca - profundicemos en nuestra concepción y logremos elevarnos a un nivel más alto, en el que siempre brilla el resplandor Divino, donde nunca hay desesperación. Y esa es la fe que impulsa a Ester a hablar con el rey, que hace 30 días que no la llama, y todo el que entra sin permiso es castigado con la muerte: Porque si D's la hizo reina, es para que ella haga algo crítico, incluso si le puede costar la vida. Y a partir de ese momento - en que Mordejai, Ester y todo Am Israel llegan a esa convicción - todo se invierte, y no solo que lograrán salvarse, sino que finalmente el anillo real pasará a manos de Mordejai, y él cumplirá su propósito: El hijo de Ester anulará el decreto que impide la reconstrucción de Am Israel en Eretz Israel (Rashi, Ezra 1:1).
Debemos leer la Meguila en el orden correcto, y de esa forma acostumbrarnos a entender que también las situaciones críticas son dirigidas por D's, para elevar a Am Israel al nivel en el que la oscuridad se transforma en resplandor y la tristeza en alegría. Y en estos días, como en aquel entonces, también hoy seremos merecedores de luz y alegría.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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