Beahavá Ubeemuná
Majón
Meir |
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Parashat Itro 18
de Shvat 5772 No
855
Rav
Azriel Ariel (reimpresión)
Aún
antes de ser entregada
"Y de esa forma serán un pueblo
singular, porque seréis 'un reino de sacerdotes', para explicar
y enseñar a
toda la humanidad a declamar el Nombre de D's y rendirle culto juntos,
como fue
dicho: 'Y vosotros seréis llamados sacerdotes de D's' (Ishaya
61:6). Y como fue
dicho: 'Porque de Tzion saldrá
El mundo es capaz de soportar
nuestra existencia como particulares que rinden culto a D's. Durante
los muchos
años de nuestra galut (exilio) el mundo se
contentó - ya sea el mundo
cristiano como musulmán - en mantenernos como un grupo humillado
de
judíos-individuales que profesan una religión ajena, que
vive subyugado bajo su
gobierno y depende de su misericordia. Pero le es difícil
reconocer que somos
un pueblo y un reino que lleva grabado el Nombre de D's en su
existencia
nacional, y por demás tiene una meta universal.
Según la tradición de nuestros
sabios que nos llega a través de Rabí Akiva (Shabat 87A),
esa expresión -
"y ustedes Me seréis un reino de sacerdotes y una nación
santa" - le
fue dicha a Am Israel el día Lunes de la semana. Ese es
el día en el que
fueron separadas las aguas superiores de las aguas inferiores en la
creación
del mundo. Ese es el día en que fueron creados la divergencia y
el odio. Ese es
el día en que fue creado también el gueinom
(infierno). Las leyes de
la misión y el destino descendieron unidas al mundo. "Har
Sinai"
(Monte de Sinai) - en el que recibimos las leyes de nuestra
misión, es el lugar
en el que recibimos el destino nacional - ser un pueblo que sufre del
odio por
parte de las naciones del mundo. Ese monte así se llama porque
"allí
descendió el odio de las naciones [en hebreo, odio es siná.
N. del
T.]" (Shabat 89A). El día en que recibimos nuestra
misión, nos fue
dictaminado ser un pueblo luchador, que se encuentra en un conflicto
eterno con
el mundo, no sólo por intereses y problemas particulares, sino
que por su
existencia en sí. Por ello, no tuvieron éxito todos los
intentos de hacer
desaparecer el antisemitismo del mundo. Y también los que
pensaron que el día
en que seamos un "pueblo normal" que habita en su tierra "como
todos los pueblos" y viva su vida según las normas acostumbradas
en Europa
y EE.UU., desaparecerá el antisemitismo del mundo - descubrieron
para su
sorpresa que a lo sumo lograron convertir el "antisemitismo" en
"antisionismo", pero no lo hicieron desaparecer del mundo.
Podemos ponernos a llorar por
nuestro amargo destino, porque estamos destinados a sufrir el odio de
los demás
pueblos, que constituye un problema insoluble. Pero también
podemos verlo como
un reto. Si durante los miles de años de la historia sufrimos
por nuestro
judaísmo, eso es una señal del profundo significado que
se esconde en él. Si ya
hace más de cien años nuestra sangre es vertida por
nuestra tierra y nuestro
estado - y después de todos los intentos de terminar con esa
contienda aún no
vemos su final - es una señal que un importante papel les depara
el futuro:
"Así dice el D's, el Eterno, el que creó los cielos y los
extendió, el que
extendió la tierra con todo cuanto hay en ella, el que dio
aliento a la gente
que sobre ella vive, y espíritu a los que caminan por ella; Yo,
el Eterno, te
he llamado en justicia, y tendré asida tu mano, y te
guardaré y te pondré como
el pueblo de Mi pacto, por luz de las naciones" (Ishaya 42:5-6). El
episodio de Har Sinai nos exhibió el significado de
nuestra existencia,
la razón del sufrimiento continuo a través de todas las
generaciones. Debemos
ser "una nación santa" - para con D's, nuestro Señor, y
de esa forma
- también un "reino de sacerdotes" para con toda la humanidad.
Esa elevada visión - es comunitaria
y nacional, pero también desciende hasta la profundidad del
nivel del
particular. No alcanza con ser una "nación santa" a nivel
público,
abandonando la vida del particular en manos de la impureza y la maldad.
El reinado,
la estatificación, está compuesta por ciudadanos
particulares, que cada uno es
exigido permanecer en un nivel moral y espiritual alto semejante al Cohen
(sacerdote) en su nivel particular, cuando la unión de todos en
una alianza
única los transforma en un "reino de sacerdotes". Sólo de
esa forma
se puede formar una "nación santa".
Eso no sólo señala la misión y la
meta a las que aspiramos, sino que también el destino nacional.
En relación a
esa afinidad habla Baal HaTurim, cuando acota que la palabra
"reino" figura en todo el Tanaj (
Sea la voluntad del Eterno que
seamos prontos meritorios de ver nuestro estado, el Estado de Israel,
actuando
de acuerdo a su gran misión, ser "un reino de sacerdotes y una
nación
santa".
Midreshet
Majón Orá
Centro de estudios
de Torá para chicas en
español y portugués.
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invitadas!!
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Rav
Shlomó Aviner (entrevista
periodística)
Respuesta: Antes que nada, hay que saber que en general no se debe
recibir limosna
de los gentiles, incluso de los que no son cristianos. Una
situación como esa
es definida por
En cuanto a organizaciones
cristianas, el problema es mucho más severo. Desde el principio
de la historia
los cristianos intentaron exterminarnos. Intentaron matarnos, y no lo
lograron.
Después, intentaron dispersarnos, expulsarnos – y todavía
existimos.
Intentaron dañarnos desde el punto
de vista económico, y todavía existimos. Intentaron
despreciarnos y
humillarnos, y todavía existimos.
Lo que ocurre ahora es definido en
la literatura cristiana como una “Cruzada del Dinero”: Con la ayuda del
dinero,
los exterminaremos. Ellos lo resumen en dos palabras: Abrazar y
ahorcar.
De momento que nos entregarán dinero, se transformarán en
nuestros amigos, y
podrán ampliar su influencia misionera. En el país hay
decenas de miles de
misioneros, que gozan de un presupuesto de cientos de millones de
dólares. Por
supuesto, eso no quiere decir que la persona que recibe dinero de ellos
finalmente se convertirá al cristianismo, pero ese dinero les
abre las puertas.
Ellos reciben "boleto de entrada" dentro de la sociedad, para
después
atraparla con las actividades misioneras. Y ya escribió el Rav
Kuk en su carta
(Iguerot Dalet, 1:61): No puedes recibir dinero de los cristianos
cuando el que
sufrirá por ello es otro judío que se convertirá
al cristianismo, no es moral.
Los más grandes Rabanim (Rabinos) prohibieron recibir
dinero de los
cristianos:
Pregunta: ¿Y que
hay en cuanto al argumento que se trata de peligro de vida?
Respuesta: En el Estado
de Israel no hay nadie que se muera de hambre. No es
cierto, es una calumnia en cuanto a Am Israel (el Pueblo de
Israel).
Cuando una persona tiene un problema, se puede conseguir para él
dinero. Los
servicios sociales entregan decenas de billones. Y también hay
muchas
organizaciones de caridad correctas.
Yo conozco una organización de
caridad que recibe dinero de organizaciones cristianas, y un 80% de las
donaciones llegan al bolsillo del director de esa organización.
Ellos hablan
muy lindo en cuanto a recibir donaciones para pobres y necesitados,
pero el
dinero les llega a los directores – que D’s se apiade de ellos, y los
haga
arrepentirse.
Cuando fue fundada la ieshiva
(centro de estudio de
Pero no me arrepiento.
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: sfaradit@emeir.org.il,
editorial@alumbrar.org
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