Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Toldot     29 de Jeshvan 5772     No 844

Iaacov permanecía en las tiendas
Rav Aarón Harel

La mayoría de nuestra Parashá habla sobre los descendientes, los hijos de Itzjak y Rivka – que son Iaacov y Esav. Habla de las relaciones entre ellos, desde su nacimiento como mellizos, pasando por la venta de la primogenitura, el robo de las bendiciones, hasta la separación forzosa de Iaacov.
Ya desde el principio de la Parashá la Torá define en forma opuesta el uno al otro: "Y crecieron los muchachos, y fue Esav un hombre que sabe cazar, un hombre de campo, e Iaacov era un hombre íntegro, que permanecía en las tiendas" (Bereshit 25:27). Si queremos comprender bien la cualidad de cada uno de ellos, debemos analizar esa definición.
Examinaremos, entonces, esa interesante definición de Iaacov: "Un hombre íntegro, que permanecía en las tiendas".
¿Cuáles son esas tiendas? ¿Y por qué le es tan importante a la Torá contarnos de ellas?
Hay dos orientaciones en los comentarios de nuestros sabios, a primera vista opuestas.
Una de ellas, que tiene su expresión en el midrash (Bereshit Rabah, Vilna 63:10) ve a Iaacov como un alumno de ieshiva (centro de estudio de la Torá), que se encuentra siempre en el lugar de estudio: “‘Iaacov era un hombre íntegro, que permanecía en las tiendas’ – dos tiendas, el Beit Midrash (centro de estudio de la Torá) de Shem, y el Beit Midrash de Ever”. Así también dice Rashi, y así también escribe Tirgum Onkelus: Iaacov era un hombre íntegro, que sirve en el lugar de estudio. Y Ionatan Ben Uziel: Iaacov era un hombre íntegro en su trabajo, sirve en el Beit Midrash de Ever, estudia frente a D’s.
Nuestros sabios notaron que no es mencionada sólo la tienda, sino que dos tiendas. Esas son las dos tiendas que nos son conocidas, los antiguos centros de estudio de Shem y Ever, a los que su madre Rivka fue a buscar la respuesta de D’s a sus preguntas antes del nacimiento.
En contraste, hay una orientación contraria, que describe a Iaacov como un pastor y trabajador. Y así escribe el
Rashba”m: “‘Permanecía en las tiendas’ – pastaba el ganado de su padre, como comenté en relación a la tienda y el ganado” [véase Bereshit 4:20, comentarios de Rashi y Rashba”m]. También el Rav Even Ezra comenta así: “‘Iaacov permanecía en las tiendas’ – puede que sea como tienda y ganado”.
A primera vista, se trata realmente de dos direcciones contrarias – una de ellas describe a Iaacov como un alumno de
ieshiva, que está sentado y estudia con aplicación todo el día, y no saca ni la nariz fuera del Beit Midrash. Y la otra, lo describe sobre todo como un agricultor, una persona de trabajo que pasta el ganado de su padre (como sin duda lo hizo más tarde, durante un largo período, en la casa de su suegro Lavan).
Pero profundizando en la Torá, encontramos que esas dos direcciones son una misma cosa. Así figura en el
Zohar (El libro de Kabalá por excelencia): “Enseñó Rabí Shimón, ‘y el travesaño del medio, pasará por el centro de los tablones de un extremo al otro’ (Shmot 26:28),  ese es Iaacov kadosh (santo) pleno, como es explicado el versículo ‘Iaacov era un hombre íntegro, que permanecía en las tiendas’. No está escrito permanecía en la tienda, sino que permanecía en las tiendas, dos que él unifica. Como está escrito el travesaño del medio, pasará por el centro de los tablones de un extremo al otro y los unifica. Porque estudiamos, ¿qué quiere decir un hombre íntegro? Como es traducido; pleno. Pleno en todo, pleno en los dos planos del antiguo kadosh y el pequeño rostro, pleno en la elevada misericordia y en la elevada valentía, y complementa la una con la otra”. También el Zohar nos hace notar el término en plural y no en singular, pero no lo explica como una misma cosa (como dos tiendas de estudio de la Torá) sino que una dualidad distinta, una tienda de Torá y una tienda de pastura y trabajo.
Esa es la figura singular de Iaacov: Es un estudiante de
ieshiva, y también es el pastor del ganado. Es pleno en misericordia y también en valentía. Él se ocupa de una cosa, y también de la otra. Él une dentro de él la intención Divina, que se expresa en los santos patriarcas, de crear una nación que incluye dentro de ella las potencias del kodesh (lo santo) y seculares, y las une en forma plena. No una parte que se ocupará del kodesh y otra parte que se ocupará de lo laico, sino que cada uno estará unido al kodesh y a lo laico.
También nosotros podemos aprender de nuestro patriarca Iaacov, y “lo que le ocurrió a los patriarcas insinúa lo que le ocurrirá a los descendientes”. Fuimos merecedores de regresar a nuestra tierra después de dos mil años de
galut (exilio), y hacer renacer de las cenizas aquí esa capacidad, de unir los mundos, aferrar el libro y la espada. ¡Que sea Su voluntad que podamos continuar por ese maravilloso camino! 

Midreshet Majón Orá

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¿Quién es el triunfador?
Rav Shlomó Aviner
(reimpresión)

Pregunta: ¿Acaso es conveniente vivir en Iesh”a (Iehudá, Shomron y Aza), visitar Iesh”a, pasear por Iesh”a? ¡Es peligroso! ¿Acaso conviene? Fuimos ordenados en la Torá: “Guardad escrupulosamente vuestras almas” (Dvarim 4:15) ¿no es cierto?
Respuesta: ¡No es cierto! ¡Terminantemente no! Estamos en situación de guerra. Todos somos soldados: El que está en el ejército, el colono que se asienta y todos los ciudadanos. Todos cuidan de la tierra. “De hierro y de cobre serán tus cerrojos” (Dvarim 33:25) – “Fue dicho con respecto a todo Am Israel (el Pueblo de Israel), que sus valientes guerreros vivían en los poblados fronterizos, y cerraban la tierra para que los enemigos no puedan penetrar, como si estuviese cerrada con cerrojos y travesaños de hierro y cobre” (Rashi, Dvarim 33:25). Desde la fundación del Estado, y también antes, estamos en guerra. Es un momento en el que se debe demostrar valentía, y no cobardía.
Véase en el libro Mishné Torá del Ramba"m, que el tema de “guardad vuestras almas” es tratado en las halajot de Rotzeaj ve Shmirat Nefesh (asesinos y cuidado de la vida), en las halajot que tratan de la salud (Hiljot Deot, Cáp. 4), en las halajot de shabat e Iom Kipur (Día del Perdón), ¡pero no en las halajot de los reyes, Eretz Israel (la Tierra de Israel) y la guerra! Allí está escrito que no hay que temer, hay que tener osadía y valor (Hiljot Melajim, al final del Cáp. 7).
Por supuesto, también en época de guerra y conquista de Eretz Israel hay que ser precavido y cuidarse todo lo posible, incluso por encima de la obligación básica, como en todo otro tema. Pero ese no tiene que ser el factor decisivo cuando se toman resoluciones. Lo que debe ser decisivo, es la mitzva del asentamiento de Eretz Israel y su conquista, con gran sacrificio.
Una vez, a fines de la Guerra de Iom Kipur había un judío que iba a restaurar las plantaciones destruidas en el Golán, a veces bajo bombardeo del enemigo. Le dijeron: “¿Quizás tú haces una gran trasgresión?”. Fue a aconsejarse con nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, y él le dijo: “¡Tú haces una gran mitzva!”.
Antes de la Guerra de los Seis Días los asentamientos al Este del Kineret continuaron cultivando sus campos bajo bombardeos del enemigo. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá les escribió una carta, que comienza así: “A todos ustedes, nuestros queridos, nuestros kdoshim (santos), en su maravillosa actitud, velando por la tierra de nuestra vida” (Hiljot Tzibur 10). Fíjate cómo apoda a judíos que son definidos como no-religiosos: ¡Kdoshim!
Todos esos cuestionamientos - quizás es peligroso, “guardad vuestras almas” - ya nos han hartado. Ya hace más de 100 años que nos han hartado. Si tú aún te encuentras preso en el miedo típico de la galut (exilio), quédate en tu casa, y cumple con el versículo: “El hombre miedoso y de corazón apocado, váyase y vuelva a su casa, no sea que el corazón de sus hermanos desmaye así como el corazón suyo” (Dvarim 20:8). Es cierto que estamos en miljemet mitzva (guerra que es mitzva), y en ese caso, todos deben salir al frente, sin exceptuar al temeroso, pero nosotros te eximimos, como hizo Iehudá HaMacabi en su momento, con tal que ceses de molestarnos con tus preguntas. Y recibirás del cielo tu recompensa por callar, y D’s te bendecirá, te cuidará, y hará resplandecer Su rostro para contigo.
Lo que el ejército y la policía prohíben, es nuestra obligación acatar. Pero por encima de eso, no es obligación, y a pesar de eso, el que se resguarda más, será bendecido por D’s. Viajar cuanto menos posible, protegido con chaleco anti-balas y casco, no es obligación, y es una decisión personal. Y no hay que llegar a una situación en que por precauciones exageradas debilitemos nuestra posesión de Eretz Israel. Ya lo dijimos, en cuestión de guerra y conquista de Eretz Israel, “guardad vuestras almas” no es el factor decisivo. Por el contrario, lo principal es la osadía y el valor. Así escribe el Ramba”m: “Y cuando llegue al frente, debe confiar en quien da esperanza a Am Israel y los salva en momentos difíciles, debe tener presente que él lucha por la unificación del Nombre de D’s, y arriesgar su vida sin temor ni miedo... y todo el que lucha con todas sus fuerzas sin temor, cuando su intención es solamente santificar el Nombre de D’s – le es prometido que no será dañado ni nada malo le ocurrirá, D’s erigirá su casa firme en Am Israel, y será merecedor, él y sus hijos hasta la eternidad de ella. Y será merecedor del Olam Haba (mundo venidero)” (Hiljot Melajim, al final del Cáp. 7).
Y si ocurre que un judío cae en la lucha, o en un atentado, no es porque arriesgó su vida por cumplir la mitzva. D’s decidió que él muera, por alguna razón que está por encima de nuestro entendimiento, y él habría de morir también si hubiese estado en otro lugar. Nuestros sabios dicen que incluso un ave no es cazada sin que así sea decretado en el cielo (Bereshit Raba 79:6). Y por supuesto, un hombre.
Estamos en una dura lucha, no una pequeña batalla, sino que en una terrible contienda entre el bien y el mal. El que vive en Iesh”a, visita Iesh”a, pasea por Iesh”a - ya triunfó. Quien se comporta con esa grandiosa valentía, ya triunfó. Quien continúa viviendo aquí, alegrándose y llorando, educando y educándose, estudiando y trabajando, e ignora a todos los soldados del Demonio, todos los enviados del mal – es grandioso, es valiente, es gigante. Él ya triunfó.
Cuando alrededor silban esas serpientes, la resaca del género humano, la persona que vive como si no existiesen, con rectitud y bondad, él es el triunfador de la historia.
“¡A Ti, oh Eterno, Te anhela mi alma! D’s Mío, en Ti he confiado, no sea yo avergonzado, no se regocijen mis enemigos sobre mi” (Tehilim 25:2-3). “Confía en el Eterno, y obra bien, habita en la tierra y busca la rectitud” (Tehilim 37:3). “Espera al Eterno, y guarda Su camino, y Él te ensalzará para heredar la tierra, cuando los malvados sean cortados, tú lo verás” (Tehilim 37:34). “Ten esperanzas en el Eterno, anímate, y sea esforzado tu corazón, y ten esperanzas en el Eterno” (Tehilim 27:14).
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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