Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shlaj Leja     16 de Sivan 5771     No 822

Despreciaron la tierra deleitable
Rav Iaacov Filver

El pacto de la Nación de Israel con Eretz Israel (la Tierra de Israel) comenzó cuando D’s le dijo a Avraham: “Vete de tu tierra… a la tierra que Yo te mostraré” (Bereshit 12:1). Ya desde un principio ese pacto no fue tan sencillo: Por el contrario, Eretz Israel se adquiere con sacrificio y sufrimiento. Antes que Avraham lograse asentarse en forma fija en Eretz Israel, tuvo que abandonarla por el hambre. Nuestro patriarca Itzjak fue ordenado no salir fuera de ella, pero también su vida en la tierra no fue nada sencilla: Los Plishtitas tapan los pozos de agua de su padre Avraham, los pastores de Grar se pelean con los pastores de Itzjak y les roban el agua de pozo... También nuestro patriarca Iaacov se vio obligado a escaparse por su hermano Esav, y cuando volvió de la casa de su suegro Lavan a Eretz Israel y pretendió asentarse en paz aconteció todo el episodio de Iosef – y a pesar de esas dificultades y pruebas los patriarcas continuaron siendo leales a la tierra no sólo en vida, sino que también después de su muerte. Como Iaacov, que ordena a sus hijos: “Entiérrenme con mis padres, en la cueva del campo de Efron el Jitita” (Bereshit 49:29). Y así también Iosef les hace jurar a los hijos de Israel que traerán sus huesos a la tierra que le fue prometida a Avraham, Itzjak e Iaacov.
Los primeros que quebrantaron la fidelidad del Pueblo Judío a Eretz Israel fueron los espías. Y nos preguntamos: ¿Cuál fue el pecado de los espías? Encontramos en distintas situaciones que son enviados espías al campamento del enemigo. Como cuando “envió Moshé a explorar a Iaazer” (Bamidvar 21:32), y así también Ioshua envió dos espías a la tierra y a Ierijó. Y en cuanto a Guidón, D’s lo envía junto con su escudero Pura al campamento de Midian, para que escuche lo que hablan, y eso lo fortalezca. Entonces, ¿por qué no hay ninguna crítica respecto a esos espías de Guidón, o Ioshua? ¿Por qué el envío de los espías de Moshé es considerado un pecado?
El Maguid de Duvna en su libro “Ohel Iaacov” explica que la generación de Ioshua y de Guidón no vieron con sus propios ojos milagros y maravillas de D’s, y por ello necesitaban enviar espías para saber qué piensa el enemigo. Como dijeron los espías a Ioshua cuando volvieron: “El Eterno nos ha entregado toda esta tierra en nuestras manos, porque todos los moradores de la tierra desmayan a causa de nosotros” (Ioshua 2:24), y no se los puede culpar por esa necesidad. Y también respecto a Guidón, al que D’s le ordena: “Levántate y desciende al campamento... para que oigas lo que dicen, y después de esto serán fortalecidas tus manos” (Shoftim 7:9-11). Porque la persona no debe salir a luchar si no está convencida y confía en sí misma. Y en esa situación la persona debe hacer todo lo que necesita para fortalecerse. Pero no es así en cuanto a la generación de los que salieron de Egipto, que vieron con sus propios ojos las maravillas y señales que D’s hizo en Egipto. Ellos no tenían que fortalecerse a través del envío de los espías. Y según su comentario, el pecado es el envío mismo de los espías.
El Ramba”n en su comentario a la Torá no considera el envío como un pecado. Por el contario, escribe: “Es una acción correcta para todo el que quiere conquistar una tierra. Porque no se debe fiar en todas las acciones en el milagro, sino que debe ordenar a los luchadores aprontarse, cuidarse y hacer emboscadas” (Ramba”n, Bamidvar 13:2). Entonces, ¿cuál es el pecado de los espías? El Ramba”n agudiza más aún la pregunta: A primera vista los espías dijeron la verdad, y averiguaron lo que les fue encomendado. Les pidieron que se fijen si la tierra es abundante o no, y al respecto respondieron que es abundante, y también emana leche y miel. En cuanto a la pregunta si hay en ella árboles o no, ellos contestan que este es su fruto, porque así les ordenó Moshé fijarse. Entonces, ¿cuál fue su pecado? Contesta el Ramba”n que les fue encomendado proporcionar información respecto a la tierra, y su pecado fue que agregaron “empero” (Bamidvar 13:28) – una expresión de nulidad, como si dijesen que es imposible para seres humanos conquistar esa tierra. Los espías hicieron como nuestros periodistas, cuyo papel es proporcionar información y hechos al público, pero ellos aprovechan los medios de prensa para inculcar su interpretación y evaluación de la situación – y ese fue el pecado de los espías según el Ramba”n.
También el Jatam Sofer en su libro “Torat Moshé” (Shlaj, Pág. 22) opina que el envío de los espías era adecuado según lo que se acostumbra en la guerra, porque no se debe confiar en el milagro sino que comportarse un poco según la naturaleza. Y también según sus palabras los espías no proporcionaron información falsa, pero esa información se la tendrían que haber proporcionado sólo a Moshé, el que los envió. Como dice el versículo “y los envió Moshé” (Bamidvar 13:3) – y Moshé decidirá de qué forma utilizar la información que proporcionen. Pero ellos no hicieron así: Enseguida a su regreso “y le dijeron a Moshé y Aharon y toda la congregación de los hijos de Israel… a ellos y a toda la congregación” (Bamidvar 13:26) cuando su intención era desmoralizar al campamento de Israel.
De una forma u otra, está escrito que la raíz del pecado de los espías fue la falta de fe y de amor por la tierra (Tehilim 106:24): “Y despreciaron la tierra deleitable, no tuvieron fe en Su palabra”. Por lo tanto, el corregido de la confusión que reina en nuestra generación en cuanto a Eretz Israel se alcanzará a través del fortalecimiento de la educación por el amor a Israel y Eretz Israel, y la fe en la Torá de Israel. 

Midreshet Majón Orá

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Ya no envidio
Rav Shlomó Aviner

"Yo me esfuerzo tanto, y no logro nada. No estoy hablando de éxito en los estudios y en la carrera: De eso ya he perdido totalmente mis esperanzas. Estoy hablando de tener éxito en el estudio de la Torá y el cumplimiento de las mitzvot, en el culto a D’s y el cultivo de las buenas virtudes. Yo sencillamente estoy estancado. Las mismas dificultades espirituales que tenía hace un año, dos años, cinco años, diez años – son las que tengo hoy en día.
Yo realmente me esfuerzo y no lo logro. Para las demás personas, todo marcha con facilidad… ¿Por qué fui creado tan poco exitoso? Me molesta, me deprime, me hace desesperanzar, me hace sufrir, me frustra. Yo envidio a los demás, si, los envidio. Yo se que no es bueno, pero ¿me pueden ofrecer alguna otra solución?
Realmente, no es una competencia justa. Yo me siento como en un cuarto oscuro, y los demás en un cuarto iluminado. Ellos marchan con seguridad y alegría, todo está abierto frente a ellos, mientras que yo me tropiezo, me complico, me confundo, me es difícil…".
Así pensé durante mucho tiempo, muchos años. Me daba notas en comparación a los demás, y siempre salía perdiendo. Un perdedor crónico.
Hasta que tuve una idea genial. No soy un genio, pero la idea es genial, un regalo del cielo. Dejaré de darme notas en comparación a los demás, sólo me daré notas en comparación conmigo mismo. Y desde ese momento, mi vida se convirtió en un paraíso. Es cierto que mis logros son más bajos que los de mis compañeros, también mis habilidades y capacidad. Pero en relación a mi capacidad, quizás yo estoy por encima de ellos. Ese es el secreto en tres palabras: Según mi capacidad.
Ese secreto no lo inventé yo, sino que lo encontré en el libro “Mishná Brurá”, al principio del “Shuljan Aruj”. Como ya he dicho, no soy capaz de avanzar mucho. Al principio del primer capítulo, dice: “Porque frente a D’s todo depende si la persona hace todo lo que puede según su capacidad” (Shuljan Aruj, Orej Jaim 1:12). Desde ese entonces, estoy contento con mi parte. Fui merecedor de “contentarse con su parte”, no sólo mi parte material – lo que es mencionado en Pirkei Avot (Cáp. 4) – sino que también mi parte espiritual en la Torá, en las mitzvot, en las virtudes, en el culto a D’s – lo que es mencionado en Pirkei Avot también (Cáp. 6). Descubrí que D’s no es competitivo, no juzga a la persona según sus logros sino que según su esfuerzo. “Según el esfuerzo, la recompensa” (Avot, al final del Cáp. 5). Si mi amigo tiene mucho más éxito que yo, ¿y qué? “Ya sea el que hace mucho, ya sea el que hace poco, lo importante es la buena intención” (Brajot 17A). Y eso es justamente lo que yo hago: Hago todo lo que puedo, por la buena causa. Si, yo me esfuerzo, yo corro. “Corre a cumplir una mitzva sencilla como una severa, porque no sabes cómo son valoradas las mitzvot” (Avot, al principio del Cáp. 2). ¡La recompensa, es según como se corre!
Ya no envidio a nadie. Si D’s así me hizo, por lo visto eso es justo lo que me es necesario. “Nadie le quita lo que fue destinado a su prójimo, ni un pelo” (Ioma 31. Es citado en Mesilat Iesharim, Cáp. 11, hablando de la envidia). “Cada cual en su campamento, y cada uno a su propia bandera” (Bamidvar 1:52).
Es cierto que en mí se cumple “me ha asentado en tinieblas” (Eija 3:6), y entonces todo es más difícil. Pero por el contrario, todo pequeño logro es muy apreciado a ojos de D’s. Todo pequeño destello de luz es más valorado que los ríos de fulgor de mi compañero, que se encuentra en un cuarto alumbrado.
Tantas veces me sentí demasiado lejano, que no me vinculo con Él, que mi sentimiento está apagado – en contraste con mis compañeros, que se emocionan y degustan de la bondad Divina. Ahora, entiendo que por el contrario, es una oportunidad para mí de rendirle culto por la buena causa. No para vincularme y emocionarme, sólo para D’s. No para mí, todo para D’s. No tengo mucho, pero todo lo poco que tengo, todo es para D’s. Ya no envidio. Yo soy feliz. Gracias, mi D’s, que me has dado este alma.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
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Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
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