Beahavá   Ubeemuná

Majón Meir
El centro de estudios judaicos en Israel
Avenida HaMeiri 2, Kiriat Moshe, Ierushalaim  91340

Teléfono: 972-2-6511906         fax: 972-2-6514820
Hebreo: www.meirtv.co.il
              
torah@machonmeir.org.il 
Español: www.alumbrar.org
               
sfaradit@emeir.org.il

Parashat Tzav     13 de Adar Bet 5771     Shabat Zajor     No 810

Recuerda – no lo olvides
Rav Raanan Bigun

Bienaventurados somos que cumplimos con la mitzva de la Torá, “recuerda lo que te hizo Amalek… no lo olvides” (Dvarim 25:17-19). Debemos prestar atención: Después de haber ordenado recordar, la Torá vuelve a recalcar la prohibición de olvidar. Y aparte de la interpretación sencilla – que la Torá nos prohibió olvidar en nuestros corazones lo que nos hizo Amalek – también nos indica en forma general: No olvidar. No olviden su pasado, su esencia. Aprendemos que cuando somos influidos por Amalek hay un gran peligro que lleguemos a olvidar. Y en efecto, esa es la esencia de Amalek como dicen nuestros sabios respecto al versículo “que te salió al encuentro en el camino” (Dvarim 25:18) – el término hebreo utilizado por el versículo insinúa lo fortuito [korja, y fortuito es mikre. N. del T.]. Cuando Amalek vino a luchar, “enfrió” [korja también puede ser interpretado como enfriar. N. del T.] el temor de las naciones del mundo, enfrió el recuerdo de los grandes milagros que le ocurrieron a Israel, que habían sido grabados en la conciencia de las naciones del mundo. Un recuerdo y conciencia que les hizo llegar a la conclusión que no conviene escaramuzar con Am Israel (el Pueblo de Israel), porque comprendieron que los milagros no son fortuitos, sino que son consecuencia del alto nivel de la esencia eterna de Am Israel. Y cuando Amalek vino a luchar, es como si le dijese al mundo: Todo es casualidad, el mundo no es consecuencia del plan Divino donde todos los detalles se unen en un rompecabezas formidable, sino que un conjunto de elementos particulares y nada más. Amalek dice: No le presten atención a lo que ocurrió ayer, porque toda la realidad es producto de la coincidencia. Ese veneno del olvido se esparció a través de Amalek - respecto al cual fue dicho “la primera de las naciones, era Amalek” (Bamidvar 24:20) – e influyó en todas las naciones del mundo. Y en efecto, respecto a los demás pueblos dice el versículo “todas las naciones que se olvidan de D’s” (Tehilim 9:18), se olvidan de la revelación de D’s en la realidad, se olvidan del sentido general del mundo. Pero nosotros somos el Pueblo Eterno, el recuerdo es nuestra esencia, somos ordenados “recuerda los días de la antigüedad, considerad los años de cada generación” (Dvarim 32:7). Es decir, un punto de vista de la realidad según una perspectiva amplia, no como un conjunto de detalles, sino que como un todo, una plasmación de la voluntad Divina – y esa es la razón por la cual Amalek se opone a Israel.
Esa lucha en nuestra generación se manifiesta a través de una contienda nacional por nuestra tierra kdoshá (santa), cuando la raíz del conflicto se encuentra en el plano espiritual. Eso lo saben muy bien los gentiles. No es por casualidad que ese malvado asesinó a sangre fría 8 muchachos justamente en la ieshiva (centro de estudio de la Torá) Merkaz HaRav hace 3 años, ese villano atacó el lugar donde se construye el nivel espiritual, la memoria de Am Israel.
Esa flaqueza  a veces penetra también en la realidad Israelí. Cuando el espíritu se debilita, se “olvida”. No se trata de un olvido de los hechos históricos, sino que de otro tipo. No se es capaz de aprender del mensaje de los acontecimientos que ocurrieron no hace tanto tiempo, porque no se mira la situación desde un punto de vista genérico, sino que se tiende a ver los acontecimientos como si fuesen casualidades. Y como corregimiento de esa dolencia debemos añadir y repetir todos los días “no olvidarás”. Ese punto de vista eterno es el que nos consuela, y nos da fuerzas para continuar avanzando en todos los sentidos. Y a través del cumplimiento de la mitzva de recordar, toda la nación se elevará y se elevarán sus dirigentes que la conducirán en base al recuerdo, y no el olvido. Y seremos merecedores de exterminar el recuerdo de Amalek, y de esa forma será exterminado también ese olvido en el mundo (ver Shmoná Kvatzim, Alef, inciso 418) pronto, en nuestros días, Amén. 

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
¡¡Están todas invitadas!!
Para más detalles llamar al 052-4621830
o escribir a anachman2@walla.com, editorial@alumbrar.org
Para las interesadas, hay dormitorios en el lugar.

Carta a una persona recta y auténtica del género humano
Rav Shlomó Aviner

Mi querido amigo, te escribo en nombre del pueblo que habita en Tzion – a pesar que no fui nombrado para ello, pero de momento que no presentaré ideas sino que simples hechos, no necesito ser nombrado.
No es mi intención cambiar tu posición, sino que solamente presentarte hechos, porque temo que te cuentan mentiras respecto a nosotros. Y todas las verdades que pretendo presentarte podrás verificarlas tú mismo en los libros de historia mundiales, y la historia del Medio Oriente.
Primera mentira: Esta tierra fue la patria del pueblo palestino desde siempre, y nosotros nos apoderamos de su tierra.
No es cierto. Nosotros habitamos aquí desde tiempos remotos, y fuimos expulsados por los romanos. Casi todos los árabes llegaron en vísperas de la Guerra de la Independencia, cuando los ingleses - con toda la intención - abrieron las fronteras por tierra. Somos el único pueblo en el mundo que esta es su patria.
Segunda mentira: Este estado fue mal nacido, a través de una maniobra agresiva ilegal.
No es cierto. Es el fruto del compromiso legal de los británicos y de los acuerdos internacionales después de la Primera Guerra Mundial – que también fueron corroborados después de la Segunda Guerra Mundial.
Tercera mentira: Los israelíes quieren destruir los estados árabes, y todo el mundo islámico en general.
No es cierto. Fueron los árabes los que comenzaron todas las guerras, y no nosotros: La Guerra de la Independencia, la Guerra de Sinai, la Guerra de los Seis Días, la Guerra de Iom Kipur, la Guerra del Líbano, la Guerra de Aza y más, muchas más. Y nuestro ejército es como su nombre lo indica: El Ejército de Defensa de Israel. Todas nuestras guerras fueron y son guerras de defensa.
Cuarta mentira: El ejército israelí abusa de los palestinos.
No es cierto. Nuestro ejército es muy moral, el más moral del mundo, por encima de todo lo acostumbrado. Y lamentablemente, muchos soldados murieron por no querer herir inocentes.
Quinta mentira: El Estado de Israel oprime a los árabes que se encuentran dentro de él.
No es cierto. Su posición no tiene ninguna comparación en todos los estados del mundo: Derecho a elecciones del parlamento, tienen diputados y ministros, acceso a estudios universitarios, jueces y funcionarios de alto rango. Lamentablemente, muchos de ellos se ocupan de actividades terroristas - comportándose en forma muy mal agradecida - y sus hermanos no protestan con firmeza.
Sexta mentira: Si habrán dos estados para dos pueblos, con una buena vecindad y cooperación, habrá paz en el Medio Oriente.
No es cierto. Eso ya fue propuesto en el año 5680 hace 80 años, y en base a ello hubo guerras. Ya en el año 5686 aceptamos la proposición de dos estados, y los árabes la rechazaron. Por lo visto nos equivocamos. Y los británicos ya fundaron los dos estados: El nuestro, y Jordania. Cada vez que aceptamos esa solución, las consecuencias fueron otra guerra. Por eso, esa solución – antes de siquiera hablar de si es moral o no – es buena sólo en teoría, pero no puede ser llevada a la práctica.
Si, mi amigo, estudia los hechos históricos y te darás cuenta que con la ayuda de un lavado de cerebros fanático transformaron a la víctima en agresor, la justicia en injusticia, la verdad en mentira, la realidad en una locura y alucinación irracional.
Y para finalizar, me permito copiarte algunas frases de un viejo poema nuestro luego de la Guerra de la Independencia, que se llama “Nuestra pequeña tierra”:
Nuestra pequeña tierra
Mi tierra, mía, mía
Mi ser tanto te añora
Nuestra pequeña tierra
Mi pequeña madre
Que tanto amas a tu hijo.
Nuestra pequeña tierra
Después de dos mil años de galut (exilio)
He vuelto a ti
Tú eres mi única
Para la eternidad te desposé
Vive para siempre, mi tierra.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
sfaradit@emeir.org.il, editorial@alumbrar.org

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org