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Majón Meir
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Parashat Vaikra     5 de Nisan 5770     No 760

El reto de los sacrificios
Rav Lior Engelmann

Cada año se repite nuevamente: Cuando comenzamos el libro Vaikra (Levítico), el encuentro con la Parashá semanal cambia de forma, y se transforma de un encuentro vivo y fácil de comprender en un encuentro poco claro y distante. Las acciones de nuestros patriarcas y sus virtudes, a las que nos ligamos con lazos de amor a lo largo del libro Bereshit (Génesis), como así también las maravillas de los milagros en Egipto y la marcha por el desierto terminaron, y desde el principio del libro se habla en forma detallada de los sacrificios, la impureza y la pureza, y otros temas del kodesh (lo santo) y el Mikdash (El Templo). Las enseñanzas en la mesa de Shabat y en los Batei Knesiot (sinagogas) viajan lejos, dejan a los sacrificios de Jatat, Ola y Asham (distintos tipos de sacrificio) entre las hojas del libro, y se consuelan con ideas relativas a Pesaj, Iom HaAtzmaut (el Día de la Independencia) y Sfirat HaOmer (la Cuenta del Omer). Los oradores que a pesar de ello piensen que es correcto hablar de los sacrificios, se encontrarán disertando frente a ojos que se cierran – no precisamente en un esfuerzo por concentrarse…
Estamos muy lejos de ello, de los sacrificios. No entendemos casi nada en ese secreto culto a D’s – y por ello esas Parshiot nos encuentran sin preparación, y no estamos atentos a escucharlas. No es necesario explicar que la mayoría no encontramos un lugar en nuestro interior para ese tipo de culto a D’s, y no nos queda ni un poquito de añoranzas de ello.
En los últimos años han comenzado a divulgarse muchos libros que tratan de acercar el tema de los sacrificios a través de las figuras y descripciones vivas. Por supuesto que todos los que se esfuerzan serán bendecidos, pero me parece que los dibujos vivos de las ovejas y las vacas que son incineradas, como también los dibujos de los trozos de carne desparramados en el Mikdash no precisamente nos ayudan. Realmente, no somos capaces de sentir el vínculo entre esos pedazos de carne y la elevación del espíritu. También el intento de provocar anhelo del Beit HaMikdash (El Templo) a través de dibujos del Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) y su labor en Iom Kipur (el Día del Perdón) y el resto de los días, no tiene buen efecto – y a veces incluso provoca más distanciamiento.
No tengo grandes noticias ni ideas originales, y no pretendo sino que presentar esa dificultad frente a los lectores para que pensemos todos juntos. Sólo podré mostrar una pequeña rendija, que puede ser la clave para grandes ideas.
Me parece que no somos capaces de anhelar la vinculación con D’s en el aspecto técnico y vivo del sacrificio de ofrendas, pero somos capaces de encontrarnos con las profundas ideas de ese culto. Un estudio profundo de la relación entre cada pecado y el sacrificio que debemos presentar por él, nos abre una puerta para la profunda comprensión del pecado y su corrección. La aclaración de la forma en que es traído cada sacrificio, cuándo es quemado totalmente y qué significado tiene eso, cuándo es comido por sus dueños y qué le pertenece a los Cohanim (sacerdotes) – todos esos no son sólo temas técnicos. Por detrás de cada detalle se esconden amplios mundos de fe, que están relacionados con nuestra vida.
Eso es cierto también respecto a las partes del libro que hablan de la pureza y la impureza. Nuevamente, ese es un mundo que no es relevante en nuestra vida en este momento, y a pesar de ello un profundo entendimiento del concepto de pureza en contraste con la impureza, la aclaración de la cuestión de cómo se purifican las faltas y cuál es el camino adecuado para cada una de ellas – todo eso está ligado a lo profundo de nuestra vida, en este momento realmente. Es cierto, no hay hoy en día Tzaraat (lepra singular) ni nadie es expulsado fuera del campamento, pero el hecho que el que habla Lashón HaRrá (calumnias) tiene que aislarse de esa forma, nos ayuda a entender ese fenómeno y el secreto de su corrección. Es apasionante ver cómo en cada cosa que el Metzora (leproso) trae para su purificación está insinuado el cambio que debe generar el que habla Lashón HaRrá en su personalidad. No ofrecemos hoy en día el sacrificio de la mujer que dio a luz, pero un estudio de la esencia de ese sacrificio que ella debe traer ilumina toda nuestra actitud frente a la vida y la muerte, el traer a este mundo vida y su valor.
La vinculación con el libro Vaikra deberá hacerse a través de la comprensión de su contenido, y no de la técnica, encontrándonos con su profundidad y no solamente con el aspecto superficial. También el anhelo por el Beit HaMikdash no puede basarse sólo en la carencia práctica – que nadie siente. Me parece que hay que invertir los esfuerzos de educación en el plano de la esencia de esa casa. Y de acuerdo a la razón de su destrucción – el odio gratuito, la decadencia moral y la degradación espiritual – hay que describir el Beit HaMikdash como el lugar que es capaz de corregir totalmente esas carencias.
Ya escribí al principio que más que responder, mi intención es presentar las preguntas - con la esperanza que una buena respuesta surja a través de ello. 

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués
Están todas invitadas!!
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o escribir a: anachman2@walla.com , editorial@alumbrar.org
Para las interesadas, hay dormitorios en el lugar 

Sueños
Rav Shlomó Aviner

Pregunta:
Las personas sueñan todo tipo de cosas, sueños buenos, sueños malos, sueños extraños. ¿Acaso tienen un significado espiritual? ¿O no tienen ningún sentido? E incluso si tienen sentido, ¿acaso es sano ocuparse de ello?
Respuesta: El Rav Kuk escribió que la Torá nos indicó alejarnos de todo tipo de visiones poco claras, y prohibió el Ov, Idoni, preguntarle a los muertos y todo tipo de brujerías – y en contraste, nos indicó marchar con la vida. La única excepción es los sueños, que la Torá nos indicó que nuestra actitud debe ser positiva para con ellos, y nos enseñó que los sueños son exactos, como la naturaleza física (Iguerot HaReaya, Carta 79). Y en efecto, vemos que la Torá nos enseña que había algo de cierto en los sueños de Iosef, Paró (el Faraón) y Nebujadnetzar. Y también en cuanto a sueños malos, nuestros sabios determinaron que la persona debe ayunar, realizar Atabat Jalom (anulación de un mal sueño) y un rezo especial que se recita durante la bendición de los Cohanim (sacerdotes).
Pero, ¿de qué se está hablando? De épocas antiguas. En nuestras generaciones, los grandes sabios rebajaron mucho el valor que debe darse a los sueños (Piskei Tshuvot de Mishná Brura 220:1). Y también respecto a sueños que fue escrito que se debe ayunar por ellos - incluso en Shabat (Shuljan Aruj, Orej Jaim 288:5) - dijeron que no se debe ayunar ni siquiera en un día corriente, ni realizar Atabat Jalom ni recitar el rezo especial. Y respecto a ello escribió el autor del libro Jazon Ish: “Muchas veces soñé sueños como esos y no les presté atención. Y es correcto que diga el rezo especial durante la bendición de los Cohanim” (Iguerot Jazon Ish 2:149).
Y la razón es porque ellos determinaron que se trata del tipo de sueños que no tienen sentido, y le muestran en la noche a la persona lo que pensó durante el día (Brajot 55B). Como escribió Daniel: “Tus pensamientos vinieron sobre tu lecho” (Daniel 2:29).
Por ejemplo, escribió el autor del libro “Mishná Brura” que un sueño malo después del ayuno no tiene por qué preocuparnos, porque es producto del sufrimiento del ayuno. Y también todo sueño que se tiene después de un intenso dolor (Shuljan Aruj, Orej Jaim 220, Shaar HaTziun 1).
Y también el que sueña que se le caen los dientes cuando tiene dolores no debe preocuparse (Shuljan Aruj, Orej Jaim 288. Mishná Brura 18), o pensó en ello durante el día y lo soñó durante la noche (Shuljan Aruj, Orej Jaim 288. Mishná Brura 7).
Y también así escribió el autor del libro “Kaf HaJaim” en cuanto al que sueña que se encuentra en Iom Kipur (Día del Perdón) en el último rezo del día - cuando se encuentra en las fechas próximas a Iom Kipur (Shuljan Aruj, Orej Jaim 288. Kaf HaJaim 17). Y también así dijo Rabí Itzjak Abarbanel respecto al sueño malo de una persona que no está en buena condición de salud (Parashat Miketz).
Y en nuestros tiempos la forma de vida cambió mucho en relación a los tiempos antiguos, que eran más tranquilos. La mayoría de las personas vivían en poblados o pequeñas ciudades, alejados de la bulliciosa vida, y no escuchaban novedades escandalosas. Pero en nuestros días, las personas son bombardeadas todo el día y toda la noche con información, a través de todos los medios de comunicación, y escuchan todo tipo de incidentes malos y duros. No necesariamente la personas soñará con ello, pero todo eso se va acumulando en el subconsciente, y sale a flote en los sueños en algunas ocasiones. Y de momento que preocupan y asustan, se transforman en pesadillas (Piskei Tshuvot).
Y ya escribió el autor del libro “Aruj HaShuljan” que las personas que se ocupan de las vanidades de este mundo, tiene su expresión en sus sueños. Y sobre todo si comen en exceso antes de ir a dormir, porque la digestión influye sobre la imaginación, y ya no hay sueños auténticos, y no tienen un contenido verdadero (Aruj HaShuljan, Orej Jaim 220:1).
Por ello, la persona no debe preocuparse en absoluto de todos sus sueños, y no tiene que ayunar por ellos, y hay que tomar en cuenta que el ayuno lo debilita en su culto a D’s, y a veces lo hacen enojarse o deprimirse (Aruj HaShuljan, Orej Jaim 220:13).
Pero si a pesar de ello la persona está muy preocupada por sus sueños, puede hacer Atabat Jalom frente a tres amigos, o recitar el rezo especial durante la bendición de los Cohanim. Dicho sea de paso, también en tiempos antiguos realizaba Atabat Jalom sólo el que se sentía preocupado por el sueño (Shuljan Aruj, Orej Jaim 220:1). Y por supuesto que es bueno estudiar Torá y donar limosna, y también se arrepentirá y le será bueno.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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