Beahavá   Ubeemuná

Majón Meir
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Parashat Ki-Tisa     20 de Adar 5770     Shabat Para     No 758

Nervios de acero
Rav Ioram Eliahu

En los últimos años de vida de nuestro Rav y maestro, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, repetía constantemente lo que aprendemos del sacrificio de nuestro Rav Moshé por Am Israel (el Pueblo de Israel) después del Pecado del Becerro de Oro. Nuestro Rav describía a nuestro Rav Moshé que sube al monte y se encuentra sumergido en una atmósfera sobre-humana, para traer la Palabra de D’s – Divina, celestial – a la tierra. “¿Quién se le puede comparar?” – decía el Rav Tzvi Iehudá Kuk. Y Moshé recibe las Lujot HaBrit (Tablas de la Ley) escritas por D’s… y de pronto, recibe una orden: “Vete y desciende, porque tu pueblo se ha corrompido” (Shmot 32:7). ¿Qué es eso de “tu pueblo”? ¿Acaso se trata de mi pueblo? “Que sacaste de la tierra de Egipto” (Shmot 32:7). ¿Acaso yo lo saque? Es como si D’s de pronto se desentendiese de Su pueblo, una situación espantosa. Moshé desciende, y se encuentra con la gente bailando alrededor del becerro - y rompe las Lujot HaBrit. Una terrible conmoción, como si fuese anulado todo lo que pasó con nuestro patriarca Avraham, como si fuese anulado el compromiso del Pueblo Singular, la promesa de “un reinado de sacerdotes y una nación santa” (Shmot 19:6). Una crisis terrible. ¿Qué hacer? ¿Cómo se puede enfrentar semejante situación? Decía nuestro Rav, que en ese momento nuestro Rav Moshé tuvo nervios de acero para salvar esa crisis, para no perder las esperanzas en Am Israel. Y en efecto, nuestro Rav Moshé logra permanecer firme, se presenta frente a D’s y le dice: Es cierto. Yo lo reconozco, no se puede desmentir, “este pueblo ha cometido un gran pecado” (Shmot 32:31). No disminuyo la gravedad del pecado, pero “y ahora, si perdonares su pecado” (Shmot 32:32). Ese “si” – decía nuestro Rav – “no es un ‘si’ puesto en dudas, sino que es una certeza. Como ‘si llegase el Iovel’, que no hay ninguna duda que llegará. Por ello, en este caso ese ‘si’ quiere decir ‘cuando’. Es seguro que los perdonarás. Tu debes perdonarlos, porque de lo contrario – dice Moshé – ‘bórrame de Tu libro que has escrito’ (Shmot 32:32). Nos topamos con palabras estruendosas, vibrantes, por parte de Moshé. Yo corto mis relaciones conTigo, yo me enojaré…”.
En las cartas (Iguerot HaReaya) dice el Rav Kuk que el libro de D’s es el Libro de la Vida, el Libro de la Eternidad – el Mundo Venidero. Esa es la capacidad de sacrificio de un líder auténtico por su pueblo, esa es la capacidad de sacrificio de Moshé por
Clal Israel (la totalidad genérica de Israel). Y agregaba el Rav Tzvi Iehudá que “ese es el gran sacrificio, más aún que el de nuestro patriarca Avraham. Mientras que Avraham condiciona la salvación de las personas de Sdom – si habrá algunos tzadikim (justos) – Moshé no lo condiciona a nada. Él dice: Tu debes perdonarlos, y si no – bórrame. Y explicaba el Rav Tzvi Iehudá que las virtudes naturales, los buenos modales sencillos, que nos son herencia de los patriarcas, cuando se elevan al nivel de talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) que recibe la Torá en el Monte de Sinai – se manifiestan en un nivel más elevado aún. Y por ello, tratándose de nuestro Rav Moshé – nuestro primer talmid jajam – esas virtudes se elevan más, y por ello su capacidad de sacrificio es más elevada (según Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Vaiera y Ki-Tisa). Y agregaba y decía nuestro Rav que de ello aprendemos que “también en las situaciones más complicadas, no hay un distanciamiento entre D’s y Am Israel. Y a través de todas las complicaciones se pone en evidencia qué es la eternidad de Israel. Nuestro Rav Moshé es el pastor auténtico. Él se sacrificó, sacrificó su alma, su vida, por Clal Israel, con toda su autoridad. Y de esa forma es aclarado y es puesto en evidencia la eternidad de Israel, que no tiene ningún cambio. Y de ello aprendemos para todas las generaciones: Los auténticos tzadikim de Israel se sacrifican no sólo su cuerpo sino que también sus almas por Clal Israel. Así son los auténticos pastores, y esa es la autoridad de su sacrificio: Manifestar el Pacto de los Patriarcas, el vínculo eterno con D’s” (MiToj HaTorá HaGoelet Guimel, Pág. 82).
Todo eso lo escuchamos decir a nuestro Rav decenas de veces. Y lo curioso es que nuestro gran Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk falleció en la semana en que se leía la Parashá “Ki Tisa”. Nosotros, los discípulos, aprendemos de ello dos cosas: Que nuestro Rav también era uno de los auténticos pastores, que se sacrificó en su vida por
Clal Israel. Y lo segundo, es que ese fue su último legado: El mensaje que nuestro Rav quiso que tengamos presente, que digamos, que sepamos, que llegarán días duros en el proceso de la Gueulá (Redención) de Am Israel, y necesitaremos nervios de acero para no perder las esperanzas, para soportar y continuar empujando con D’s en ese proceso. Y en efecto, ese mensaje de nuestro Rav recibió el respaldo Divino cuando en esa Parashá él falleció. Para que siempre lo recordemos en esa semana, y de esa forma recordemos también su última enseñanza y le haremos frente a las duras situaciones y no perderemos las esperanzas, hasta que veamos el resplandor de la salvación comenzando a brillar, y seremos merecedores de la Gueulá plena, pronto. 

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués
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Estoy deprimido
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Estoy deprimido – y también me deprimo porque se que estoy deprimido. ¿Saldré de ello? Las personas me dicen: Adelante, tómate en manos. Contrólate. No te mimes. Saldrás de ello, si así quieres. Y eso me deprime más aún. ¿Acaso alcanza con querer para salir de ello? Yo sufro tanto. No tengo buen ánimo. Estoy hundido en la desesperación. Nada me interesa. Nada me resulta agradable. Siento que no tengo valor, que no soy querido, que nadie quiere estar en mi compañía. Me he convertido en un felpudo, dolorido y deprimido. ¿Es posible salir de esa situación? ¿Acaso veré alguna vez la luz del Sol? ¿Acaso mi sonrisa volverá?
Respuesta: Tienes muchas razones para ser optimista. No hay por qué sufrir – y un sufrimiento anímico no es menos que un sufrimiento físico. Por lo general, se puede solucionar y aliviar la situación. Y tú saldrás de ello, porque no aceptas tu situación. Porque deseas ver la luz. Eso es síntoma que dentro tuyo tú eres fuerte. En medio de un mar de sufrimiento, hay una fuerte isla de salubridad, que podrá agrandarse lentamente.
Pero antes que nada, no te culpes. Tú no eres culpable. Las razones de la depresión son complejas: Cambios químicos en el cerebro, herencia, reacciones a vivencias duras en la niñez o en el lejano pasado, crisis económicas severas, familia arruinada y una situación social dura.
Tú no eres culpable, tú no quieres estar deprimido, no te incentiva para nada, estarías dispuesto a pagar cualquier suma para salir de ello. Silencia a las personas que te sermonean, y también cesa de sermonearte a ti mismo. No te ocupes en la búsqueda de tus faltas. Tú no estás solo con ese problema: Hay en el país un 5.5% de personas en tu situación. Por supuesto, el hecho que haya otros que sufren no te consuela, pero debes saber que tienes muchos hermanos como tú en tu situación, y tampoco ellos son culpables. No todos son iguales, hay expresiones distintas y contrarias de la depresión: Falta de apetito, o apetito desmedido. Insomnio, o sueño. Pérdida de peso, u obesidad. Descompostura, o estreñimiento. Agresividad, o pasividad. Enojo, o melancolía. Baja autoestima y odio propio. Disminución de la atención, o de la memoria. Juzgado para mal del prójimo, y autocrítica excesiva. Y muchas otras formas, toda una larga lista de dolor y sufrimiento. El común denominador, es que las personas no son culpables.
Yo te creo cuando dices que lo intentaste todo para salir de ello, y todavía lo intentas por tus propias fuerzas – pero no lo has logrado. No siempre se triunfa, y por ello debes ser ayudado por un profesional. No te avergüences. Tú no lo has elegido, y tienes permitido recibir ayuda. Después, tú sanearás y ayudarás a los demás. Cuéntale a un profesional todo lo que te pasa, incluso si te parece una tontería. Él no se burlará, no te reprenderá. Seguramente no se comportará como los puritanos en EE.UU., que colocaron muy en lo alto el valor del esfuerzo y el trabajo – y tenían razón, por supuesto – y castigaban duramente a los deprimidos culpándolos de ser haraganes, lo que consideraban un muy grave pecado.
Antes que nada, dirígete al médico de familia – que también él sabe tratar ese tipo de situaciones en un principio, y encontrar si hay alguna razón médica y diagnosticarla.
Luego, dirígete al psicólogo clínico. Y si tampoco eso no ayuda, dirígete al siquiatra que te recetará medicamentos. No te avergüences de tomar medicamentos siquiátricos. Si tú recibes medicamentos siquiátricos eso no quiere decir que tengas algún estigma, que seas loco. Hay un desequilibrio químico en el cerebro, y los medicamentos antidepresivos devuelven ese equilibrio. Hoy en día hay medicamentos excelentes, realmente maravillosos, un milagro de la medicina moderna, la expresión de la imagen y semejanza Divinas a través del pensamiento científico - y no debes temer de los efectos secundarios. Por supuesto, no debes decidir tú solo tomar los medicamentos, sólo el médico decidirá. Dicho sea de paso, también el médico de familia puede recetar remedios antidepresivos. Y también se puede dirigir a la trabajadora social.
Tampoco se debe temer de la psicología. El método cognitivo te ayuda a pensar en forma positiva, cargar en forma racional los pensamientos depresivos, acostumbrarse a ver el presente y el futuro desde un punto de vista optimista, y cesar de culparte a ti mismo de tus derrotas. Quizás tú digas: ¿Para qué necesito un psicólogo? Todo eso lo puedo hacer yo mismo. En efecto, también con el psicólogo tú lo haces por ti mismo. Él sólo te ayuda a hacerlo, siendo más experimente y objetivo.
Dicho sea de paso, los tratamientos alternativos no demostraron ser efectivos en estudios doble ciego. Pero el tratamiento bio-feedback – a pesar de sonar como tratamiento alternativo – es totalmente científico, y tiene buenos frutos en muchos planos anímicos.
Y también si tú ves que tu amigo está hundido en la depresión o los miedos, por favor, convéncelo a dirigirse a un tratamiento profesional. Pero como hemos dicho, no lo sermonees, sólo dale apoyo, amor, amistad. Para eso hay amigos.
No somos médicos ni psicólogos ni tampoco trabajadores sociales, y a pesar de ello podemos darte algunos consejos de varias cosas buenas que te pueden ayudar, y no necesitan de conocimientos profesionales:

Ocupación: Ocúpate de cuanto más puedas, de esa forma no pensarás en tu situación.
Actividad física: Por supuesto, es buena para la salud del cuerpo, pero también estimula la secreción de endorfinas, que alivian los dolores y mejoran el humor. Corre. Nada. Anda en bicicleta.
Actividad creativa: Dibujo, o escritura. Churchill – que era un depresivo, a pesar que parecía lo contrario – dibujaba en sus últimos días, cuando dejó la vida política.
Actividad voluntaria: Ayuda a las pobres personas que están deprimidas, o se encuentra presas de otros problemas. Cuando te concentres en el sufrimiento de otras personas, olvidarás el tuyo propio. También tendrás satisfacción por hacer algo bueno, y te sentirás dichoso. En sus escritos médicos (que fueron traducidos del árabe por el Dr. Zusman Montener) el Ramba”m le escribe al rey de Egipto en cuanto a su hijo, el príncipe que estaba deprimido, que estudie escritos morales y los cumpla.

Sociabilidad: Disfruta con amigos. Y nuevamente, no con amigos que te sermonean, sino que con amigos que te apoyan, te aman y te alientan. Así también saldrás de la soledad, que ella sola puede deprimir. Y si no puedes encontrar amigos, cría una mascota, que genera una relación de amistad con otras personas – como un perro, o un gato.
Alegría: El Ramba”m escribe que el que se encuentra triste, debe ocuparse del canto, la música y paseos en lugares hermosos (Shmoná Prakim, Cáp. 5). Y como es sabido, Rabí Najman de Breslav enseñó que se puede echar la tristeza incluso utilizando las boberías.
Tranquilizado: Utiliza los distintos métodos para tranquilizarse. No se necesita ir a la India para eso, todo puede ser encontrado en los métodos convencionales, mucho más barato. Gracias a D’s.
Dormir: Trata de dormir en forma ordenada. Eso ayuda a regular toda la vida.
Estudio: Estudia sobre la depresión. A veces eso mismo deprime, pero hay personas que el conocimiento de la enfermedad los tranquiliza.
Esos son algunos consejos, cada uno debe elegir lo que le es adecuado. Y tú, mi querido lector, si tienes más consejos que has probado, escríbeme.
Y si preguntarás: ¿Quizás con todos esos consejos podré salir sólo? ¿Quizás no necesito la ayuda de un profesional? Puede ser. Pero con la ayuda, saldrás más rápido. Y en nuestro rezo, decimos “cúranos pronto”.
Pero tú saldrás adelante, sí, tú saldrás de ello.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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