Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Noaj     6 de Jeshvan 5770     No 739

El arca salvadora
Rav Zeev Karov

Hubo dos ocasiones en que el mundo estuvo a punto de ser destruido. La primera fue en la época de Noaj: El mundo estuvo a punto de ser destruido desde el punto de vista físico, cuando El Creador se dispuso a hacer caer un diluvio y exterminarlo todo. La segunda fue en la época de Paró (El Faraón): El mundo estuvo a punto de ser destruido desde el punto de vista espiritual Paró decretó que “todo niño que nazca lo arrojaréis al río” (Shmot 1:22) - quería exterminar a Am Israel (el Pueblo de Israel). En ambas ocasiones fue un arca la que salvó al mundo: En la época de Noaj fue el Arca de Noaj, y en la época de Paró fue la cesta donde fue puesto Moshé en el Nilo.
¿Qué tiene el arca, que la hace tan importante para la salvación del mundo?
En el mundo está grabada la aspiración a la unión. Existe un anhelo oculto de ver todo el mundo junto, como una sola unidad. Esa aspiración – de quebrar todas las barreras – se encuentra en las bases de nuestra Torá, “y afluirán a él todas las naciones” (Ishaya 2:2). “Le es adecuado a la humanidad que se una toda en una sola familia, y entonces cesen todas las peleas y todas las malas virtudes que son generadas por la división en pueblos” (Orot). No sólo la humanidad se unirá, sino que también “y habitará el lobo con el cordero” (Ishaya 11:6). Pero esa aspiración universalista debe ser aclarada y edificada a través de un largo y profundo camino, en el que no hay atajos.
Noaj vivió en un mundo en el que todavía no existía un pueblo elegido, a primera vista un mundo más igualitario y más unido. Y de todas formas, Noaj se quedó en el nivel de un tzadik mediano – un tzadik para sí mismo. En contraste, nuestro patriarca Avraham vivió en un mundo en el que ya se habla de una nación elegida: Hay una persona que fue elegida de entre todos los demás – y se encuentra bajo un título distintivo – y justamente él fue sensible a toda la creación y se preocupó incluso por las personas de Sdom y Amora.
En la concepción universalista hay algo que borronea y pervierte desde el punto de vista moral. Borronea, porque le permite a la persona “escapar” de su singularidad y de su papel en el mundo. Ese “yo soy como todos” hace que las personas no piensen demasiado en su vida y sus acciones y su responsabilidad, y les permite adjudicar toda derrota o falta moral al ambiente general. Y pervierte, porque no se puede vivir como si no hubiese ninguna diferencia, como si “toda la congregación es santa” (Bamidvar 16:3). Todos entienden y tienen muy claro que existe una diferencia entre animales y personas, y todos entienden y tienen claro que hay diferencias entre las personas. El intento de no pensar en las diferencias entre las diferentes criaturas y hablar de igualdad – como si así fuera – nos conduce forzosamente a discriminaciones arbitrarias y distorsionadas, y no a diferenciaciones basadas en valores y un código moral -  producto de una aclaración y distinción auténtica de la realidad.
Es así que encontramos en la Torre de Babel que cuando buscaron formar una unidad y universalidad imaginaria llegaron al más bajo nivel moral – cuando si una persona caía y moría, ni siquiera se apenaban. Pero si un ladrillo caía, lloraban. Así escribe el Rav Kuk: “Esa extensión que pretende abarcar todo el mundo… debe ser verificada… a veces la extensión de ese amor surge en base a el opacado del sentimiento y el bajo brillo del fulgor Divino… y entonces es destructivo, y el contenido de sus acciones está lleno de una terrible decadencia”.
También en nuestros días podemos ver y escuchar los que hablan en alta voz del universalismo, pero se trata de un universalismo muy limitado. Por ejemplo, hay quienes hablan del deseo de vivir en armonía con los árabes, escuchar sus argumentos y sentir su desgracia – ¡pero con los mitnajalim (colonos) o los jaredim (ultra-ortodoxos) no están dispuestos a hablar! Ese es un borroneo y una perversión que surgen de una carencia de profundización en nuestro “arca” personal y nacional.
Por un lado, no se puede unir al mundo de forma que todos sean iguales, y por otro lado no se puede "fabricar" una diferenciación según algún capricho humano, sea cual sea.
Para llegar a un mundo realmente unido hay que aclarar profundamente y auténticamente qué es lo que une realmente y qué es lo que caracteriza en forma singular a cada criatura. Esa aclaración puede ser hecha sólo con la ayuda del Creador del Mundo y de todos sus detalles.
Ese es el recogimiento dentro del arca. El encuentro con todo el mundo debe llegar a través de la aclaración profunda del punto álgido de la persona y la nación, y sólo a través de ese recogimiento se puede llegar a abrir una “ventana” a todo el mundo. Justamente el recogimiento en el arca es la que salva al mundo de la destrucción. Sólo cuando seamos lo que debemos ser, podremos unir y consolidar a toda la humanidad.
Por ello, la fiesta de Sucot – que expresa el punto de unión entre Am Israel y las demás naciones y ofrecemos 70 reses en paralelo a las 70 naciones del mundo – es la última de las tres festividades. Para llegar a Sucot debemos primero pasar por Pesaj y Shavuot – que expresan la singularidad de Am Israel. En Pesaj Am Israel fue diferenciado de Egipto y de las demás naciones, y en Shavuot recibió su Torá especial – una Torá que es llamada “la Torá de Moshé”. Y sólo entonces, al final del proceso, podemos hablar de la plasmación de las últimas profecías de “y afluirán a él todas las naciones” (Ishaya 2:2). 

Midreshet Majón Orá

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¿Esto es un país? ¿Eso es un ejército?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Desde la expulsión de Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza), una terrible herida se abrió en mi alma, que no ha cicatrizado hasta hoy en día. Por el contrario, mi actitud para con el estado cambió. A mis ojos, ya no se trata del “principio del florecimiento de nuestra gueulá (Redención)”. Cuando yo veo películas en las que veo a nuestros soldados que expulsan por la fuerza madres, padres e hijos de su casa, Batei Kneset (sinagogas) destruidas y sepulturas que son traspasadas, yo digo: Este país ya no es un país, y este ejército ya no es un ejército.
Respuesta: Y por supuesto, hay que agregar a la lista: Trasgresión del shabat, falta de respeto de la kashrut, del recato, falta de justicia y mala educación, sobornos y corrupción. En efecto, muchas de las personas del pueblo que habita en Tzión perdieron su fe en la lucha del gobierno contra la corrupción pública, y piensan que el medio público es muy corrupto. En efecto, la vida no es fácil.
También cuando entramos en Eretz Israel (la Tierra de Israel) después de la gueulá de Egipto tuvimos grandes problemas, mucho mayores de los problemas de nuestros días. Y también así fue en la época de Ezra y Nejemia. Y antes, cuando la familia de Iaacov empezó a cristalizar, Iosef fue vendido por sus propios hermanos…
Y en general, ya desde la creación del mundo, el Primer Hombre pecó, y también Kain asesinó a su hermano Hebel.
¿Acaso no sabes que nuestro mundo es complicado? Sólo a un borracho el mundo le parece llano (Ioma 75A). “Cuando mire la copa, marchará por la llanura” (Mishlei 23:31). Todo le parece sencillo – pero es superficialismo.
¿Acaso no has leído el libro “Mesilat Iesharim”, capítulo 1? ¿No has estudiado que la persona se encuentra en una lucha continua a dos flancos? ¿No has estudiado que hay un Ietzer Tov (instinto del bien) y un Ietzer Rrá (instinto del mal)? ¿No has escuchado del Diluvio, y de la generación de la Torre de Babel? ¿Tampoco has escuchado de la destrucción del primer y segundo Beit HaMikdash (El Templo)?
Entre otras cosas, hay un Ietzer Rrá que nos impulsa a odiar, que no debemos incentivar. Fue decretado que está prohibido leer libros que incitan los bajos instintos (Shuljan Aruj, Orej Jaim 307:16) – y por supuesto ver películas que incitan el Ietzer Rrá del odio. Y también el Ietzer Rrá del desánimo no hay que alimentar.
El Ietzer Rrá trabaja sólo, no necesita de ayuda. En contraste, el Ietzer Tov necesita mucho refuerzo. Lee “Mesilat Iesharim”, donde dice que se necesita medios y caminos de adquisición para edificarlo, y también debemos ser cuidadosos para evitar que sea dañado por lo que desgasta las buenas virtudes.
En efecto, hay muchas crisis desde el comienzo del regreso a Tzión. Ellas no comenzaron con la expulsión, y habrá también otras muchas crisis. Crisis, quiere decir algo contrario a nuestra voluntad.
Pero abre tus ojos y mira todas las bondades que D’s hizo y nos hace. Esta tierra estaba desolada, y ahora está llena de millones de personas. Esta tierra se encontraba en poder de los turcos y los británicos – y ahora, se encuentra en nuestro poder. Esta tierra estaba desolada desde el punto de vista espiritual – y ahora, está colmada de Torá. Am Israel estaba sometido por malvados, y ahora tenemos un ejército que nos protege.
Por lo visto D’s te hizo una gran bondad que te hizo nacer en el buen momento, y en el buen lugar – tú no eres conciente de tu dicha. Yo, en mi humildad, nací en un mal momento y en un mal lugar – mis padres tuvieron que esconder su bebe para que no llegue a un campo de exterminio.Gracias a D’s ese bebe no llegó a esos lugares – pero seis millones llegaron. Esas personas estarían dispuestas a pagar un millón de dólares para que ese ejército del que tú dices “ya no es un ejército” los protegiese.
Por ello, por favor, respeta un poco a ese ángel vestido de uniforme verde, que corre entre las balas para protegerte a ti, que ama la vida pero cuando lo llaman a la batalla enseguida responde: “Heme aquí, estoy listo”.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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