Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Truma     4 de Adar 5769     No 707

La Shjina entre ellos
Rav Ioram Eliahu

"Harán un Mishkan (Tabernáculo) para Mi, y Yo residiré entre ellos" (Shmot 25:8).  Los comentaristas hablan extensamente de este versículo: Cuál era la intención de D's y cuál era Su voluntad cuando ordenó que construyan un Mishkan y más adelante el Beit HaMikdash (El Templo)?. Cómo puede ser que D's resida en él?. El Abarbanel escribe: "Esta claro que Su intención con la construcción del Mishkan  y sus utensilios era para que a través de ellos sea vinculada su kdushá (santidad), y se manifieste la Shjina (la presencia Divina) dentro de Am Israel (el Pueblo de Israel)... y el provecho de que la Shjina resida entre ellos, es que se vinculen con la providencia Divina y Su cuidado, para que nadie piense que D's ha abandonado el mundo... para enraizar en sus espíritus que D's se pasea en su campamento" (comentario a Shmot 25). Los comentaristas nos hacen notar que no está escrito en el versículo "residiré en él", sino que "residiré entre ellos": Eso nos enseña que la Shjina reside en cada uno de los miembros de Am Israel. Es decir, en el espíritu de cada miembro de Am Israel  reside un destello, un alma Divina – y esa es la intención de la expresión "la Shjina reside en él".
De esa forma podemos entender a qué se refirieron nuestros sabios cuando dijeron (Sota 17): "Dijo Rabí Akiva, si el marido y la esposa se hacen merecedores, la Shjina reside entre ellos". A primera vista, la Shjina reside en el Beit HaMikdash, la Shjina reside en la totalidad de Am Israel – pero qué tiene que ver la Shjina con la realidad sencilla y simple de la pareja?. Y es más; a primera vista deberían decir que la Shjina reside dentro de ellos, y no entre ellos?. Explica el Rav Moshé Blaijer (en su maravilloso libro, Shjina Beinehem, Pág. 41) que "nuestros sabios nos enseñan que la Shjina, ese ideal Divino, ese alma genérica que vive y reside en toda la nación – se revela en forma condensada y puntual en esa creación singular, marido y esposa. Lo que eso quiere decir es que el vínculo entre el marido y la esposa no comienza de ellos, de alguna afinidad superficial, sino que emana de la esencia del alma Divina que vive en ellos, y los impulsa a unirse. Shjina entre ellos – quiere decir que la Shjina es la que los anuda, es ella las que los impulsa a unirse, es ella la que los hace casarse. En base a ese ideal Divino surge en el corazón de ese hombre y esa mujer el anhelo de unirse y el sentimiento de amor, nace ese fuerte deseo de vincularse, unirse y edificar una vida conjunta". Cuando la pareja sabe que esa es la base del vínculo entre ellos, por supuesto que se esforzarán en ser merecedores de expresar ese contenido en sus vidas, y se ocuparán menos de las nimiedades. La forma, escribe el Rav Blaijer, es "en base a la actitud entre ellos y la simpatía entre hombre y mujer, toda expresión de unión, todas esas cosas sencillas y normales, hacen que el vínculo sea positivo. Todo encuentro sencillo, toda sonrisa, toda atención y entrega expresa en la práctica y edifica lentamente, incluso si que se den cuenta, esa profunda cualidad de unión" (Shjina Beinehem, Pág. 43). "Esas cosas sencillas y pequeñas, y la simpatía sencilla de ellas, alimentan, desarrollan y expresan en la práctica la profunda cualidad de unión entre los cónyuges más que todos los pensamientos, palabras y discusiones en cuanto al vínculo entre ellos" (Shjina Beinehem, Pág. 65).
Nuestros sabios destacaron que la Shjina residía en la tienda de las matriarcas, y había tres señales especiales. Nos enseñaron nuestros sabios que cuando Sara estaba en la tienda había abundancia en la masa, la vela que encendía en vísperas de shabat continuaba encendida toda la semana, y una nube se encontraba ligada a la puerta de la tienda. Cuando Sara falleció, todas esas señales cesaron. Y volvieron cuando Rivka llegó (Midrash Rabah, Jaiei Sara). También en el Mishkan y en el Beit HaMikdash aparecieron esas señales: El Lejem HaPanim (pan especial, que era cambiado una vez por semana) nunca se secaba durante la semana, y al séptimo día estaba fresco y caliente como si recién hubiese sido horneado – esa es la abundancia de la masa. La vela occidental de la Menora (El Candelabro) quedaba encendida todo el día, "testimonio que la Shjina reside en Am Israel" (Shabat 22B) – semejante a la vela que seguía alumbrando en la tienda. Y la nube cubría la Tienda de Reunión, como dice el versículo que "la nube cubrió la Tienda de Reunión, y la gloria del Eterno llenó el Mishkan" (Shmot 40:34). Y cuando nuestros sabios nos quisieron enseñar qué es lo que hace que resida la bendición en el hogar judío (Shabat, Cáp. 2), nos dijeron que la mujer debe ser cuidadosa en tres planos: La Jala (porción que se toma de la masa, semejante a los diezmos), Nida (leyes concernientes a la pureza de la familia) y Hadlaka (encendido de la vela en vísperas de Shabat). Las siglas, forman la palabra Jina (y eso es lo que insinúa el festejo que acostumbran a hacer algunas comunidades antes del casamiento, que lleva ese nombre). Y esas tres cosas son las señales de la tienda de nuestras matriarcas. Jala – esa es la abundancia de la masa de Sara. Hadlaka – esa es la vela que continuaba alumbrando toda la semana. Y el cuidado de la pureza y el recato en la familia, por dentro y por fuera, es la que posibilita la manifestación de la Shjina que se insinúa con la nube que estaba ligada a la puerta de la tienda.
Y hoy en día - cuando la Shjina no puede revelarse en forma plena en el Beit HaMikdash - cada marido y mujer tienen la obligación de permitirle revelarse - más aún - en su Mishkan particular, comprendiendo que la Shjina es la que los une y los vincula, y eso es lo que deben revelar en su vida cotidiana. Y a través del cuidado de esos tres puntos básicos que cuidaron nuestros patriarcas y matriarcas en sus tiendas, ellos serán merecedores de una vida buena y feliz, con amor y hermandad, paz y compañerismo. 

Midreshet Majón Orá

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Nacionalismo Israelí
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Siempre estudiamos que el sacrificio es algo que está ligado a la naturaleza de Israel - gracias a la Prueba del Sacrificio de Itzjak - y vemos que gracias a esa capacidad de sacrificio edificamos el renacimiento de la nación en su tierra. Pero ahora, tal parece que también los árabes son capaces de sacrificar por su nacionalismo: Hacen todo tipo de valientes operaciones, e incluso están dispuestos a suicidarse. De dónde tienen fuerzas para ello?.
Respuesta: No es hoy que de pronto los gentiles son capaces de sacrificarse por todo tipo de cosas, y no es hoy que de pronto los gentiles luchan con valentía todo tipo de batallas. La pregunta es: Por qué ideal están dispuestos a sacrificarse?. Acaso por un elevado ideal, o por la maldad?. Acaso por el amor a D's, por la Torá, por Am Israel (el Pueblo de Israel), o por la perversidad?. También los Nazis – maldito sea su recuerdo – se sacrificaron en las guerras!.
Así escribe el Rav Kuk: "La sed de ser absorbido por el espíritu de Israel tiene que robustecerse. Pensar en forma Israelí, sentir en forma Israelí, vivir una vida Israelí, ser partícipe de la alegría de Israel". Hay un elevado ideal de ser Israelí, desde el tobillo hasta la punta de la cabeza, con todo el sentimiento y todo el pensamiento, con todo el espíritu, el alma y el ser. Y por qué?. "Esa es la profunda, elevada y amplia orientación, plena de rocío de vida del kodesh (lo santo)". Ser parte de Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel), eso en sí es kdushá (santidad). Y ese nacionalismo "es distinto en su sentimiento de los demás nacionalismos de los otros pueblos. Es una sed de D's, del resplandor de la Torá, de la rectitud, de la sabiduría y de todo elevado bien" (Orot Israel 147).
Capacidad de sacrificio quiere decir que algo determinado es tan importante para la persona que está dispuesta a entregar por él muchas otras cosas - incluso su vida. Los Nazis – maldito sea su recuerdo – eran capaces de sacrificarse: Una capacidad de sacrificio impura. También Amalek fue capaz de sacrificarse, cuando "salto a la bañera ardiente", como dicen nuestros sabios. Pero esa es una capacidad de sacrificio maldita.
En la época del segundo Beit HaMikdash (El Templo) había personas que compraban el Sumo Sacerdocio pagando sumas exorbitantes. Pero al final, cuando entraban en el Kodesh HaKodashim (Sacrosanctorum) en Iom Kipur (el Día de Perdón) morían. Estaban dispuestos a sacrificar su dinero y su vida por el Sumo Sacerdocio!. Pero ellos querían el honor de ese cargo, y era por la honra que estaban dispuestos a sacrificarse.
Los romanos se sacrificaron para gobernar todo el mundo. También Mujamad envió a los musulmanes a luchar grandes guerras para conquistar el mundo. El Rav Kuk escribe que el núcleo básico del odio a Israel – en todas sus formas – es el temor que el resplandor de la justicia se esparza en el mundo (Orot, Orot HaTjia 2).
Cómo sabremos si la capacidad de sacrifico emana de una aspiración justa, o de una aspiración malvada?. Debemos observar lo que ocurre en todos los planos de la vida. Einstein dijo: "El barómetro de los pueblos es el campo de batalla". Y agregó: "El barómetro está muy bajo...". Si ves un pueblo que se alegra cuando sale a luchar, y se comporta con crueldad en la batalla – debes saber que lo que lo impulsa en el interior, es la maldad. Y si ves un pueblo que ama la paz y la persigue, ama la justicia y la persigue, y se sacrifica en la guerra – debes saber que el espíritu de la pureza y la kdushá surca en él.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
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