Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shmot     21 de Tevet 5769     No 701

"El pueblo creyó"
Rav Ioram Eliahu

"La gran fe Divina que hay en el corazón de Israel, no se la puede valorar, ni comparar, ni asemejar a nada. Incluso la herejía de Israel está colmada de fe y kdushá (santidad), más que toda la fe de todos los gentiles, y a pesar que expresa ideas de ligereza y herejía, en lo profundo del alma hay un resplandor Divino de vinculación y sed del D's de la vida", así nos enseña el Rav Kuk en sus escritos (Musar Avija, Pág. 101).
Esa fue la primer lección que recibió nuestro Rav Moshé en el comienzo de su camino como líder de Am Israel (el Pueblo de Israel), cuando dijo que teme que "ellos no me creerán, y tampoco escucharán mi voz" (Shmot 4:1). Dice el Midrash: "En esa ocasión Moshé habló en forma incorrecta. D's le dice 'ellos escucharán tu voz' (Shmot 3:18), y él dice 'ellos no me creerán'?. De inmediato, le contestó D's de acuerdo a su argumento, y le entregó las señales". Y así podemos entender por qué es que Moshé recibe señales tan poco "simpáticas": Serpiente, lepra, sangre – cuando todas ellas están insinuando que él no habló en forma correcta. Y por ello, le dijo D's: "Qué es eso que tienes en tu mano?" (Shmot 4:2). Es decir, "te mereces recibir golpes con lo que tienes en tu mano, porque hablas mal de Mis hijos" (Midrash Rabah). Rashi cita ese Midrash, y dice "con esto que tienes en tu mano mereces ser golpeado, por haber sospechado mal de gente digna".
A primera vista, la situación de los Hijos de Israel en Egipto no era la mejor. Nuestros sabios nos cuentan que ellos descendieron hasta los "49 portones de impureza". Y el Ramba"m (Igueret HaShmad) escribe que "en la época de Moshé, antes de la salida de Egipto, los miembros de Israel torcieron su camino, dejaron de lado el Brit Milá (circuncisión) y sólo la tribu de Levi eran circuncisos". Por ello, cuando son ordenados ofrecer el sacrificio de Pesaj - respecto al cual dice el versículo que "ningún incircunciso comerá de él" (Shmot 12:48) - fueron ordenados también circuncidarse, lo que hicieron Moshé, Aharón e Ioshua. Y también dice el Ramba"m que cometieron adulterio, y de acuerdo a ello, cabe preguntar: De qué "gente digna" sospechó Moshé?. Y por qué fue amonestado por D's? – como decía nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk. En la continuación del Midrash, se dice que D's le dijo a Moshé: "Ellos son creyentes, hijos de creyentes. Como fue dicho (respecto a Avraham) 'y creyó en D's' (Bereshit 15:6)". Explica el Rav Tzvi Iehudá Kuk que "la fe es algo que está relacionado con la esencia de Israel, es algo natural que está gravado en su alma. Se encuentra en su alma, incluso si no se expresa en la práctica. Como fue dicho en la Torá 'ustedes, que están apegados al Eterno, su D's' (Dvarim 4:4). Esa fe fue sellada en Israel gracias a nuestro patriarca Avraham, que tuvo fe en D's. Y se expresa cuando dice el versículo 'y creyeron en el Eterno, y en su siervo Moshé' (Shmot 14:31)" (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Shmot, Pág. 60).
En el prólogo a ese libro, explica el Rav Shlomó Aviner extensamente el sistema del Rav Tzvi Iehudá Kuk en sus escritos y en sus charlas. Él explica que esa era una de las cualidades de Am Israel que el Rav Tzvi Iehudá Kuk quería recalcar y enseñarnos: Los miembros de Am Israel se destacan por cinco cualidades básicas. En primer lugar, son misericordiosos. "Todo el que se apiada de las criaturas, es sabido que es descendiente de nuestro patriarca Avraham". En segundo lugar, ellos son humildes: Cuando se sabe que todo lo que tenemos no se debe a nuestro esfuerzo, sino que D's nos lo entrega, entonces se comprende que no tenemos de qué enorgullecernos. Y la tercera cualidad, es que son creyentes. Y al respecto cita el Rav Shlomó Aviner el Midrash anteriormente mencionado, en el que D's le dice a Moshé que "ellos son creyentes, hijos de creyentes". Y explica que "esa expresión insinúa que también la fe se trasmite por herencia, y es parte de la naturaleza de Israel. De eso aprendemos que la fe no comienza con el esfuerzo humano, sino que somos un pueblo de creyentes". Un tipo especial de personas, plenos de fe y apego a D's. Y si hay algún judío particular que no tiene fe, es un problema personal de él, hay algo que le impide expresar su fe – no quiere, o no lo logra – pero pertenece a ese tipo de gente, que tiene fe.
Y así le contestó el Rav Tzvi Iehudá Kuk al soldado que le preguntó: "Acaso yo puedo ser judío, sin tener fe en la Torá?". Le dijo: "Tú dices 'sin tener fe', pero eso es un error. Es un error en la comprensión de ti mismo, no te conoces suficientemente". Porque como hemos explicado, "en Am Israel esa es la realidad, nuestra psicología nacional y nuestro alma no empiezan de nosotros mismos, de alguna persona como particular. Tú eres un importante y singular integrante de Clal Israel (la totalidad genérica de Am Israel). Y somos un pueblo de creyentes" (Sijot   HaRav Tzvi Iehudá, Bereshit, Pág. 34-36).
También nosotros, en los pasos de la gueulá (Redención) que se renueva en estas generaciones, tenemos que adoptar esa enseñanza: A pesar de todo lo que parece a primera vista, Am Israel realmente es un pueblo de creyentes, y sólo debemos enseñarle cómo descubrir esa gran verdad que se esconde en su alma. Y de esa forma podremos continuar y marchar por los caminos de la gueulá junto con todos nuestros hermanos, la Casa de Israel, y ser merecedores de la gueulá plena. 

Midreshet Majón Orá

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Charlas de soldados
Rav Shlomó Aviner

Estas son citas del libro "Siaj Lojamim": Entrevistas de muchachos de los kibutzim, después de la Guerra de los Seis Días.
"Un pueblo entero sale a la guerra, en silencio y con seriedad, con la convicción que está dispuesto a todo" (Pág. 11).
"Teníamos la sensación que el cumplimiento correcto y bueno de nuestro papel será para nosotros también la forma de plasmar el ideal Sionista" (Pág. 13).
"Cené junto con una persona, y me preguntó:
- Qué será?.
- Todo va a estar bien – le dije.
- Qué cosa?. Tú realmente crees que así será?.
- Si, realmente así creo" (Pág. 15).
"Sentí que salimos a luchar por una causa justa. Todos llegamos a la unidad sintiendo que llegamos para defender a nuestra patria" (Pág. 18).
"En la unidad habían muchas personas mayores, padres de familia, padres de hijos. Esas personas seguramente pensaron en el precio que tendrán que pagar por la guerra" (Pág. 21).
"Yo estoy seguro que venceremos, porque no tenemos otra posibilidad" (Pág. 21).
"Sabía que mientras estoy en el frente, me encuentro en la mejor compañía, y no tengo de qué temer" (Pág. 25).
"Sentimos que cuando luchamos por algo que está más allá de nosotros mismos, más allá de la vida, no hay nada en el mundo que no podamos vencer" (Pág. 25).
"Por lo general tú sientes miedo hasta la primer conquista. Después, ya estas ensimismado en la lucha, y no tienes tiempo para pensar" (Pág. 32).
"Qué quiere decir vencer el miedo?. Es no estar histérico, y ser capaz de pensar bajo fuego. Yo, como comandante, tuve muchas preocupaciones. Tenía que preocuparme por los soldados. La preocupación y la responsabilidad te obligan a olvidar el miedo, y hacer lo que tienes que hacer" (Pág. 32).
"Cuando yo leo ahora en el diario los relatos de valentía, pienso que también en nuestra unidad hubo valientes, pero no pensamos que se trataba de algo excepcional" (Pág. 34).
"Vencimos porque los comandantes marchaban al frente. Cómo puedes ser capaz de decirle a algún soldado que marche delante tuyo?!" (Pág. 35).
"Los soldados tienen fe en mi. Ellos tienen fe que yo los conduciré en la batalla de la forma en que habrá el mínimo de pérdidas" (Pág. 35).
"Tenía que salir el primero del resguardo, y correr a campo abierto, en una zona sembrada de minas... y correr primero, es menos agradable que correr tras otro... y el fuego del enemigo era terrible" (Pág. 37).
"Pero en ningún momento pensamos retroceder. No soy una persona muy valiente, ni arriesgada. Pero si hay que hacerlo – se hace!. Eso es" (Pág. 38).
"Muchos de los soldados del regimiento fueron heridos cuando se levantaron para atender a los heridos, o rescatar el cuerpo de un soldado caído" (Pág. 38).
"Soldados simples hicieron grandes acciones, y se comportaron excelentemente" (Pág. 38).
"Muchos soldados contaron que una de las cosas que les dio más seguridad, es la voz tranquila en que los comandantes repartían órdenes en la lucha, también bajo duro fuego del enemigo" (Pág. 38-39).
"No pude bajar mi cabeza, cuando vi al Comandante de Brigada sentado erguido en el blindado durante la lucha... eso me dio la fuerza para correr entre los carros, expuesto al fuego del enemigo" (Pág. 41).
"Los amigos en el ejército, es más que los amigos en casa. Es más que una amistad, es más que una hermandad. Yo se que si saldremos a alguna operación y me pasará algo, mis amigos estarán dispuestos a darlo todo por mí, exactamente de la misma forma que yo estoy dispuesto a darlo todo por ellos... todo. Esa es la mejor sensación que puede existir en el ejército. Tú sabes que a tu lado se encuentran personas que están dispuestas a dar su vida" (Pág. 43).
"El comandante del tanque durante la lucha expone la mitad de su cuerpo fuera del tanque, también cuando bien sabe que es muy peligroso" (Pág. 46).
"Tú te encuentras con las mismas personas cada año. Ellos son padres de familia, padres de niños... eso hace el asunto del ejército mucho más humano" (Pág. 47).
"No somos un ejército de conquista. En nuestro caso, el ejército es el pueblo. Cada uno en el ejército tiene responsabilidad nacional. Nuestro soldado no puede decir: Me enviaron. O: Me dijeron hacerlo" (Pág. 79).
"El hecho central es que se trata de una guerra, y en la guerra tienes que matar y destruir al enemigo. Todas las demás cosas - que oprimen nuestro alma - son consecuencias de la guerra" (Pág. 82).
"Comienza del asunto Sionista en general, el regreso del Pueblo Judío a la tierra... si hubiésemos decidido no regresar... tendríamos que continuar habitando en la galut (exilio), hasta que nos hubiesen degollado allí. Y cuando nos degüellen, nadie nos protegería, en ningún lado. Tenemos prohibido olvidarlo" (Pág. 84).
"Luchamos por nuestra vida, y la persona que lucha por su vida lo hace con todo lo que puede" (Pág. 86).
"Cuando estuvimos en Aza, y vi que vencemos en la lucha, senté a toda la división, y le dije a uno de los muchachos que lea en el libro "Ioshua" el capítulo de Ajan. Si hay algo que influyó en la división para que no tomen del botín, fue la lectura de ese capítulo" (Pág. 89).
"En nuestra división había un comandante religioso. Cuando vio que los soldados empezaron a recolectar del poblado alfombras y otros objetos, nos juntó a todos y comenzó a leer versículos del Tanaj (La Biblia)... después de esa lectura, nadie toco el botín" (Pág. 90).
"Nosotros, la generación de los padres, entregamos en esta guerra más que a nosotros mismos. Es fácil entregarte a ti mismo... entregamos lo más valioso, y no sólo porque son nuestros hijos, sino también porque en ellos estaba depositada toda nuestra esperanza: Ellos son la generación que continuará nuestra obra" (Pág. 95).
"Sentimos orgullo, que fuimos capaces de educar una generación que es capaz de hacer algo así. Quizás esa es la compensación, porque nosotros ya no participamos personalmente en la guerra" (Pág. 95).
"Después de la guerra, le pregunté a los hijos: Ustedes sintieron que estábamos a su lado en el campo de batalla?... ese es quizás nuestra arma secreta, que todo el mundo quiere saber cuál es: El vínculo entre el frente de batalla y la retaguardia, el vínculo entre los padres y los hijos" (Pág. 96).
"Cuando en los días de la guerra pasábamos por poblados, las personas abrían las puertas de los ómnibus, saltaban y nos abrazaban. No nos dejaban mover!" (Pág. 100).
"Sentías que no estás sólo. Nadie sintió que él lucha, y los demás bailan en algún otro lado. Sentimos que todos son partícipes de la lucha, y partícipes de un mismo destino. Le era agradable a los soldados sentir que confían en ellos, y tienen fe en ellos. Eso elevó mucho la moral en el ejército" (Pág. 102).
"Y cuando llegas a casa – y tú eres un gran valiente... y has vencido... y hemos vencido... toda esa alegría" (Pág. 109).
"Esta guerra no me impulsa a decir: A comer y beber!. Por el contrario: Vive de acuerdo a los valores, y vive lo principal. Todo lo demás no es importante. Y si alguna vez pensé distinto, o intenté mentirme a mí mismo en esos asuntos – creo que hoy soy más fuerte, y no intentaré engañarme más" (Pág. 114).

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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