Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Tazria-Metzora     3 de Iyar 5767     No 613

En nuestra patria
Rav Iaacov Filver

Los tres componentes de la esencia judía son Am Israel (el Pueblo de Israel), la Torá de Israel, y Eretz Israel (la Tierra de Israel). El pueblo, es el componente humano de Am Israel, la Torá es el contenido espiritual y moral del pueblo, y Eretz Israel es el territorio en el que sólo en él puede plasmar su destino plenamente el Pueblo Judío.
Desde la destrucción del Beit HaMikdash (El Templo) hasta hoy en día, aún no fuimos merecedores de la unión plena de esos tres componentes, y cuando se unan plenamente entonces llegará la gueulá (Redención) plena del Pueblo Judío. En nuestros días nos encontramos en un proceso que aproxima el encuentro de esos tres componentes, y a ese proceso lo llamamos “Atjalta DeGueula” (el comienzo de la Redención) – un punto al que llegó Am Israel después de muchos años de sufrimiento, en nuestro largo peregrinaje en la galut (exilio).
Desde que Am Israel surgió en el escenario histórico, los demás pueblos intentaron atacar alguno de esos tres componentes, intuyendo que ellos constituyen el secreto de la subsistencia del Pueblo Judío. El intento de la destrucción del cuerpo judío comenzó desde que nuestro patriarca Avraham fue tirado a la hoguera por el maldito Nimrod, después con Esav que pretendió atacar a Iaacov y sus hijos arrancando todo de cuajo, y continuando con Paró (el Faraón) que ordenó matar a los niños varones, y Amalek que atacó a los débiles rezagados cuando salimos de Egipto
. Y desde ese entonces hasta hoy en día continua, como decimos en la Hagadá de Pesaj: “Que en cada generación nos intentan exterminar”. Otra forma de dañar a Am Israel y exterminarlo es atacando su fortaleza espiritual, obligándolo a convertirse a otra religión bajo amenazas. Respecto a esas dos formas de ataque dijo el profeta (Ishaya 54:17): “Ninguna arma forjada contra ti [=exterminación física] tendrá éxito, y toda lengua que en juicio se levantare contra ti [=exterminación espiritual] condenarás”. Así comentó el Ramba”m ese versículo en su carta, “Igueret Teiman”.
Nuestro pueblo sufrió los intentos de exterminación física y también espiritual en la galut, y desde que regresó a su tierra hace unos cien años, el odio de los pueblos inició otro frente de batalla:
Ellos se enfocan sobre todo en la oposición a reconocer el derecho del Pueblo Judío a Eretz Israel – la patria de sus antepasados. Hubo dos rayos de luz que alumbraron a nuestro pueblo en ese tema: La “Declaración de Balfour” que reconoció el derecho del Pueblo Judío a ambas márgenes del Yardén – una declaración que con el tiempo no quedó de ella ni el recuerdo. Y la resolución de la Asamblea de las Naciones Unidas de dividir la mitad que quedaba de Eretz Israel – que a pesar de estrechar los límites de nuestra parte, todos los estados árabes la negaron y comenzaron una lucha por despojarnos de nuestra patria. Y también en esta ocasión D’s no abandonó a Su pueblo, y nos hizo vencer a nuestros enemigos y edificar – con Su gran Bondad – el Estado de Israel, en una pequeña parte de nuestra tierra. No debemos despreciar nuestros esfuerzos y colaboración en la obtención de esa victoria, como también en la Guerra de los Seis Días: El Rav Avramski dijo después de esa última guerra, que fuimos merecedores de la victoria gracias al sacrificio de los soldados (Ayelet HaShajar 231). La fe integra en la justicia de nuestra causa que latía en el corazón del pueblo y la profunda convicción de nuestro derecho a esta tierra fueron los que le dieron a la sociedad israelí – que era muy pequeña – la fortaleza y el espíritu de sacrificio necesarios para que unos pocos lograran hacerle frente a numerosos enemigos que pretendían aniquilarnos.
Pero nuestra memoria nacional se debilitó, y justamente ahora – después de la consolidación del país, y quizás justamente por la mejora del nivel de vida de la población – disminuyó el vínculo con las fuentes del judaísmo, y la convicción en la justicia de nuestra causa fue desgastada. Y los más débiles dentro nuestro, no reconocen nuestro derecho a la tierra de nuestros antepasados. Y es interesante notar que esas personas no se limitan a atacar alguno de los componentes de la plenitud de la nación judía, sino que intentan herir a todos y cada uno de ellos: Intentan empequeñecer la Torá de Israel, intentan debilitar al pueblo deformando el concepto de quién es judío, y pugnan por la desconexión de partes de nuestra patria que logramos liberar, por el desmantelamiento de los asentamientos en ellas, y por su entrega a manos ajenas. Am Israel lucha a dos frentes, un combate contra los Ishmaelitas por fuera, y una lucha contra nuestros propios hermanos que niegan nuestra esencia por dentro. Y realmente, la corrosión interna es el peligro mayor, es la auténtica amenaza a nuestra capacidad de subsistencia - mucho más que las amenazas de nuestros enemigos por fuera, semejante a lo que dice el versículo “tus asoladores y los que te saquean, saldrán de ti” (Ishaya 49:17).
Debemos utilizar todos los medios y todas las herramientas a nuestra disposición para influir en la opinión pública, colocar en la cima de la escala de prioridades públicas la legitimidad de nuestros derechos. Debemos hacer que toda la generación – y sobre todo los jóvenes – se encuentre con las fuentes que hablan del pacto histórico eterno del Pueblo Judío con Eretz Israel, a través de las sagradas escrituras, pasando por las fuentes históricas, literarias, el arte e incluso el deporte, cantos de Eretz Israel y similares. Debemos utilizar todos los medios de estudio y educación para hacerles adquirir a los ciudadanos de Israel el elevado valor de Eretz Israel para Am Israel.

El artículo es dedicado a la recuperación plena del Profesor Iosef Ben Shlomó. 

Midreshet Majón Orá

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A dónde se dirige Israel?
Rav Shlomó Aviner

Bienaventurados somos, que fuimos merecedores de la independencia.
Qué es “ser independiete”?. Los superficiales dicen: "Es hacer lo que yo quiero". Según su forma de pensar, una persona que es adicta al cigarrillo, a las drogas o a su
Ietzer HaRrá (mal instinto) – es una persona libre, ya que eso es lo que él quiere hacer. Pero no es así - porque su voluntad no es libre. Él está esclavizado por su Ietzer HaRrá, que no es lo natural para la persona. Entonces, podemos decir que ser independiente es ser uno mismo, ser natural.
Así es tratándose de la persona individual, y también tratándose de la nación. Hemos vuelto a nuestra naturalidad: A nuestra tierra, a nuestro país, a nuestro ejército, a nuestra agricultura, a nuestro idioma, a nuestra independencia. Pero nuestra naturalidad no se limita sólo a eso – ya que fuimos creados como un Pueblo Sagrado, y fuimos destinados a ser “un reinado de sacerdotes y una nación santa”
(Shmot 19:5-6), y en el futuro llegaremos también a esa elevada naturalidad. Es sobreentendido que no se trata de un camino sencillo ni fácil, sino que un camino sembrado de muchas dificultades y crisis – que el libro “Orot” del Rav Kuk explica, a lo largo, a lo ancho y a lo profundo.
Eso no anula el valor de la naturalidad más básica
- economía y seguridad, estado y sociedad, reunión de los exilios y reconstrucción de la tierra – que es la base de la elevada naturalidad, de la misma forma que los buenos modales son la base de la Torá. Pero no podremos quedarnos en ese nivel, deberemos continuar avanzando, y avanzaremos. Así escribe el Rav Kuk: “Kneset Israel (el Alma Nacional del Pueblo de Israel) se dirige en dirección de su elevada liberación, en dirección a la liberación espiritual del yugo de los gentiles” (Orot 158).
Bienaventurados somos que fuimos merecedores de la liberación práctica del yugo de los gentiles en gran manera. Dijeron nuestros sabios: “Toda la diferencia entre este mundo y los Días del
Meshiaj (Mesias) – es la liberación del yugo de los gentiles” (Brajot 34B). Y así lo determinó el Ramba”m en su libro de halajá (Hiljot Melajim 12:2). En la galut (exilio) estamos subyugados por los gentiles, y ellos nos dictan qué hacer. Aquí, en nuestra tierra, somos libres y nosotros mismos decidimos. En ese sentido, los Días del Meshiaj comenzaron el 5 de Iyar del 5708 [cuando fue declarada la independencia. N. del T.].
Pero hay muchos niveles en lo que respecta a los Días del Meshiaj, y en la liberación del yugo de los gentiles (hasta ahora, nos encargamos principalmente de la liberación práctica de su yugo). Pero el proceso a través del cual Am Israel (el Pueblo de Israel) vive en su tierra, nos conduce a la liberación espiritual del yugo de los gentiles, la liberación del yugo de su cultura corrupta y de sus concepciones.
Marchamos “en dirección a la abolición de todo tipo de esclavización del espíritu, de todas las imaginaciones y concepciones de las naciones del mundo, que son todas ellas consecuencia de la ceguera humana, que sólo ve el mundo según su apariencia externa” (Orot 158). Todavía nos medimos a nosotros mismos según como los gentiles nos ven – es decir, un estado laico, como todos los demás. Así se ve a sí mismo el niño en forma natural: Se ve como el entorno lo ve, como el mundo externo le habla a él. “Lo que dice el niño, lo escuchó de su padre o de su madre” (Suca, al final). Después,
comienza a conocerse a sí mismo, es conciente de su ser. También Am Israel llegará a un nivel que se conocerá a sí mismo, y no se verá a sí mismo como lo ven los gentiles.
Y tampoco medirá su nacionalismo y su estado como lo miden los “tzadikim (justos) que no fienen fe”. Dice el versículo: “Quién desprecia el día de la pequeñez?” (Zjaria 4:10). Comentan en la Gmará (Sota 48B):  “Por qué los tzadikim no tendrán un lugar encumbrado en el futuro? [no se encontrarán en la cúspide, donde podrán influir y dirigir a la nación] – por su pequeñez, porque no tuvieron fe en D’s”. Comenta Rashi: “Pequeñez – fe pequeña”. Pero, cómo puede ser que sean tzadikim y al mismo tiempo no tengan fe?!. Se trata de tzadikim en lo que respecta a su sacrificio por el cumplimiento de la Torá y sus mitzvot – pero no creen que es D’s el que nos está haciendo todo lo que ocurre, para salvarnos de la galut y traernos a nuestra tierra. De momento que se trata de un “día de la pequeñez” – ellos se comportan como ciegos. “Saca al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos” (Ishaya 43:8). “Mas, quién es el ciego, si no Mi siervo?. Y quién es tan sordo, como MI mensajero que envío?. Quién es tan ciego como el que debe ser perfecto, y ciego como el siervo del Eterno?” (Ishaya 42:19). Esos “tzadikim que no fienen fe” miran al Estado de Israel y lo evalúan exactamente como los gentiles.
Dicen que cuando fue declarada la independencia un gran talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) dijo: “Este estado, es un ricino” [comparándolo con el ricino del profeta Ionah, que “creció en una noche, y en una noche pereció” (Ionah 4:10). N. del T.]. De todas formas, se trata de un ricino muy interesante, que ya aguanta 59 años!. Pero la verdad es que también permanecerá por otros 60 años, y otros 60 años más - para toda la eternidad!. De este estado crecerá la gueulá (Redención) plena, del “reinado de sacerdotes y una nación santa”, que alumbrará a todo el mundo y elevará toda la existencia.
Cómo estamos tan seguros?. Porque reconocemos que dentro de la Nación de Israel mora una esencia espiritual intrínseca, porque miramos con una perspectiva amplia las acciones que D’s hace dentro de la nación misma, como dice el Rav Kuk: “La característica de la gueulá que llega delante nuestro, cuyos comienzos sentimos, es dentro de Kneset Israel” (Orot 37). Cuando eso no es tomado en cuenta, cuando falta “que nuestros ojos vean Tu retorno a Tzion” (rezo de Shmona Ezre), todo se vuelve falto y superficial. Y de esa forma, es muy comprensible la posición de los que no tienen fe - y también de los “tzadikim que no tienen fe”. Porque el punto álgido de la perspectiva plena, es el reconocimiento de qué es lo que se esconde tras los acontecimientos de nuestra época, “verdaderamente, Tú eres un D’s que Te encubres” (Ishaya 45:15). Y también del reconocimiento de lo que está creciendo y lo que nacerá en el futuro. Y a pesar que todo eso se encuentra sólo en su principio, es el comienzo del florecimiento de todo un proceso histórico, “Kneset Israel marcha en dirección a la abolición de todo tipo de esclavización del espíritu, de todas las imaginaciones y concepciones de las naciones del mundo, que son todas ellas consecuencia de la ceguera humana, que sólo ve el mundo según su apariencia externa”.
En EE.UU. hay un centro de estudios estratégicos que sostiene que el Estado de Israel podrá subsistir a lo sumo otros 20 años – cuando los Acuerdos de Oslo tienen como meta exterminarlo: Es un ricino!. Pero en contraste a los que “han afrentado las pisadas de Tu ungido” (Tehilim 89:52) – ya sea que lo afrentan utilizando el Nombre de D’s o sin utilizarlo – nosotros cumplimos “que nuestros ojos vean Tu retorno a Tzion”, tenemos la certeza que estamos presenciando un proceso Divino, en el que Kneset Israel marcha en dirección a su elevado y sagrado destino.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
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Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
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