Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shmini     26 de Nisan 5767     No 612

"Seré santificado a través de Mis allegados"
Rav Azriel Ariel

Una terrible desgracia le ocurrió a Aharón: Después de "'el día de su casamiento' (Shir HaShirim 3:11) – esa es la Entrega de la Torá" (Taanit 26B), y enseguida después del punto álgido de "'el día de su alegría' (Shir HaShirim 3:11) – esa es la construcción del Beit HaMikdash (El Templo)" (Taanit 26B) – murieron dos de sus hijos, Nadav y Avihu.
Aharón se preguntó – y todos nos preguntamos – por qué le ocurrió semejante desgracia?. Seguramente él deseaba saber qué pecado cometió, por el cual es castigado de esa forma?. Qué pecado cometieron sus hijos? - hasta tal punto que se merecieron la muerte frente a D's!. Pero contrariamente a lo que hubiésemos esperado, esa pregunta no recibió ninguna respuesta. Nuestro Rav Moshé sólo dijo una breve y ambigua oración: "Eso fue lo que dijo el Eterno; Yo seré santificado a través de Mis allegados, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado" (Vaikrá 10:3).
Aharón escucha las palabras, y calla: "Y calló Aharón" (Vaikrá 10:3). Y nosotros - que leemos los versículos a una distancia de miles de años - anhelamos entender su significado. No puede ser que D's exige "sacrificios humanos" para santificar con su sangre el Mishkan (Tabernáculo)!. Esa forma de pensar – que es muy común en la concepción idólatra – es totalmente ajena a la Torá de Am Israel (el Pueblo de Israel), y no se puede ni concebir algo así. Para comprender correctamente el significado de las expresiones de ser "santificado" y "glorificado", debemos buscar expresiones similares en algún otro lugar del Tanaj (La Biblia).
Ra
v Shimshón Refael Hirsh nos hace notar que expresiones de ese tipo figuran en la profecía de Iejezkel (28:22) cuando habla de la caída de Tzidon: "Así dice el Señor D's; Heme aquí contra ti, oh Tzidon, pues seré glorificado en medio de ti, y conocerán que Yo soy el Señor, cuando en ella ejecute juicios, y Me santifique en ella". D's se santifica a los ojos de las personas cuando hace recaer un acontecimiento singular sobre alguien. A veces se trata de vaticinios de desgracias, y a veces de gueulá (Redención). Y así dice el versículo, en ese mismo capítulo: "Cuando Yo hubiere congregado la Casa de Israel de entre los pueblos, en donde hayan sido dispersados, Me santificaré en ellos a la vista de las naciones..." (Iejezkel 28:25). Y también en otros versículos del libro Iejezkel figuran esos términos en forma similar.
"Eso fue lo que dijo el Eterno" – le dice Moshé a Aharón. No necesariamente se trata de una profecía que recibió en algún momento de D's - e incluso si hay comentaristas que entienden que así es insinuado por la expresión "será santificado con Mi gloria" (Shmot 29:43), se trata de una insinuación muy poco clara – sino que de algo que D's nos enseña
a través de los acontecimientos (Ramba"n).
D's nos trasmite tres ideas importantes a través de la muerte de los hijos de Aharón (según el comentario del Netzi"b): En primer lugar – "nos enseña la severidad del lugar santo y de la santidad". En segundo lugar – "persuade a los Cohanim (sacerdotes) para todas las generaciones, que sean muy cuidadosos con los sacrificios y los objetos consagrados a D's". Y en tercer lugar – "que todo el pueblo sepa que el Mishkan es como el palacio del rey, y la Shjina (manifestación de la Presencia Divina) mora en ellos, ya que por ello la Medida de la Justicia los atacó con su ira".
A través de la terrible desgracia que D's hace recaer sobre Sus allegados, le trasmite un mensaje crítico a todo el pueblo. Nosotros, en forma natural, desearíamos saber la razón por la cual la desgracia ocurre – pero eso es parte del misterio de la Conducción Divina. Podemos preguntar, y también podemos conjeturar – pero de una forma u otra, eso no es relevante para nosotros, y no tiene ningún provecho práctico. Debemos preguntarnos cuál es el objetivo de la desgracia para con nosotros, y eso sí es relevante y muy provechoso para todos y cada uno. Por ello, le fue exigido al pueblo lamentar la muerte de los hijos de Aharón: "Y sus hermanos, toda la Casa de Israel, llorarán el incendio que el Eterno ha encendido" (Vaikrá 10:6). Cuando Aharón entendió que la muerte de sus hijos tiene algún sentido, aceptó el veredicto Divino callando – incluso si no entendió cuál es la razón: "Y calló Aharón".
De esa forma aprendemos algo muy importante, en lo que respecta a nuestra actitud frente a la búsqueda de sentido de la Conducción Divina del mundo. Si bien es cierto que todo lo que ocurre tiene una razón justificada, nosotros debemos buscar cuál es la meta de ello. La razón no es significativa para nosotros: Es algo que pertenece al pasado, que ya no existe. En contraste, la meta es muy significativa. También si la razón tiene algún significado, tendrá valor sólo si sabemos la razón auténtica – y eso no se encuentra a nuestro alcance. Pero cuando hablamos de la meta, toda respuesta positiva que encontremos – es realmente significativa. En forma similar a la muerte de los hijos de Aharón – que encierra en ella varios mensajes al mismo tiempo, para diferentes partes del pueblo – también todo lo que ocurre en la vida puede ser interpretado de diferentes formas, y trasmitir distintos mensajes a personas distintas. Y ese es nuestro deber
: Esa es la responsabilidad de toda persona en cuya vecindad ocurre una terrible desgracia que produce una conmoción, "y el que vive debe prestar atención" (Kohelet 7:2).
"...No hay nada que tenga que ocurrir forzosamente, en la conducción colectiva o particular, sino que todo es para bien. Y de momento que nos percatamos que no hay límite para la capacidad Divina... y no hay ninguna necesidad que ocurra forzosamente, entonces está claro que nada ocurre por azar en el mundo, todo está orientado para bien... Los pocos elegidos deben analizar cada cosa en forma particular, para encontrar los resultados buenos de todo lo que se les presenta. Y de esa forma plasmarán la intención de la elevada Providencia en la práctica, de acuerdo a la medida adecuada... (Ein Ayá, Brajot 9:2-3). "Todas las circunstancias, cuando ocurre que se unen, hay alguna intención en ello. Y cuando se agregan también al libre albedrío humano – que debe revelar en la práctica el objetivo, que es para bien – entonces, si la persona se desentiende de ello y no llega a la meta, de esa forma es como si robase de ese acontecimiento el bien que puede surgir de él" (Ein Ayá, Brajot 1:167). "Y no hay nada, en lo relativo al hombre... que sea abandonado al azar... el núcleo interno siempre es bueno, y todas las circunstancias que se dan, incluso las más fortuitas, todas ellas se entretejen en el telar del secreto de la elevada Providencia, que plasmará en la práctica la fuerza escondida, para bien y para la benevolencia... porque de esa forma hizo el Creador el alma del ser humano en Su sabiduría, como todas las tendencias naturales, que cuando son utilizadas por el hombre para bien, él acierta al secreto de la elevada Providencia, y cuál es Su intención con ello" (Ein Ayá, Brajot 9:53).

El artículo es consagrado, con el corazón dolido, en memoria de Adasa y Tzviki Stiskin z"l, "que tanto se amaban cariñosamente en su vida, en su muerte tampoco se separaron" (Shmuel Bet 1:23), que se elevaron al cielo en la tormenta – sólo dos meses después de haberse casado. 

Midreshet Majón Orá

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Un alumno estúpido
Rav Shlomó Aviner

"Cuando era un alumno de escuela fracasé totalmente en las pruebas de IQ (coeficiente intelectual). Le tenía pánico a esos exámenes, y cuando veía al psicólogo de la escuela entrar a la clase para realizarlos, eso me producía inmediatamente un ataque de pavor. Cuando él decía: "Comiencen!" – yo ya era incapaz de responder las preguntas de la prueba. Yo todavía recuerdo que me encontraba tratando de resolver las primeras preguntas, cuando escuchaba a los demás alumnos que pasaban una hoja tras otra del examen. Para mí, el partido ya se había terminado antes de empezar – y el resultado, siempre era el mismo: Perdí rotundamente... Tú fracasas en la prueba, y pierdes el partido, cuando la consecuencia es que de ahora en más, te apodarán: "Estúpido".
No se necesita ser un genio para comprender qué es lo que eso significa: No hay pretensiones de un estúpido. Mis maestros en los primeros años de escuela no esperaron que llegue a ningún logro, por supuesto. Como muchos alumnos, yo deseaba contentar a mis maestros – y traté de satisfacer sus expectativas. Fui un pésimo alumno en los tres primeros años de escuela, pero mis maestros no estaban decepcionados: Estaban contentos, de momento que cumplía con sus pretensiones. Y yo estaba contento que ellos también lo estaban. Todos estábamos contentos – y yo, era otro más de los que pierden en el partido de la vida...
Tuve suerte – más que muchos otros alumnos. En cuarto año, cuando tenía nueve años, llegué a la clase de la señora Alexa. Mientras que los maestros en los primeros años de mis estudios eran mayores, y estaban bien atrincherados en los resultados de los exámenes de IQ, la señora Alexa acababa de terminar sus estudios no hace mucho, y no conocía los exámenes de IQ – o no le importaba demasiado sus resultados. Ella creía que yo era capaz de mucho más – y me lo exigió. Y después, me exigió más aún – y lo recibió!. Por qué?. Porque yo quería satisfacer sus expectativas, más aún que las de los maestros anteriores...
La señora Alexa no se extraño en lo más mínimo
- pero yo si me maravillé - cuando mis logros sobrepasaron todas las expectativas. Me convertí rápidamente en un alumno sobresaliente, y así fue desde ese entonces".
Así escribe el Profesor Robert Sterenberg – uno de los psicólogos más famosos de nuestros tiempos, y el Presidente de la Asociación de los Psicólogos de EE.UU. (en su libro Inteligencia Exitosa – más allá del IQ).
También escribe: "En mi último año de estudio en la academia, me aconsejé con el decano de la Universidad de Yale en cuanto a mis planes futuros. Le conté que estoy interesado en continuar mis estudios de sicología, pero él me insinuó que le parece demasiado ambicioso, ya que en principio soy un técnico, y debería buscar algún programa de estudio profesional que sea apto para una persona con capacidades mentales de ese tipo. Me ofendí, y le contesté: 'Gracias, pero no'. Continué mis estudios de sicología...
La señora Alexa produjo toda una revolución en mi vida. Si hubiese tenido otra maestra en cuarto de escuela, seguramente estaría ahora trabajando como limpiador en mi oficina en la Universidad donde enseño..." (allí).

"En cuarto año descubrieron que soy disléxico, y desde ese entonces yo me convencí que soy estúpido, y casi no estudié nada hasta mi segundo año en la ieshiva. Entonces, decidí estudiar toda la Masejet (Tratado del Talmud) "Brajot", desde el principio hasta el final, y resumirla. Para mi sorpresa – lo logré!. Sólo entonces me di cuenta que por lo visto, no soy un estúpido. Y desde ese entonces, estudio Torá con alegría" (testimonio de una persona que desea permanecer en el anonimato).

Una vez, una persona fracasó en las pruebas para ser oficial del ejército. Por lo general, algo así es como un veredicto final – pero él no se desalentó, trajo recomendaciones, nuevamente se presentó – y volvió a fracasar. A pesar de ello se empecinó, esperó un poco, y nuevamente se presentó – y volvió a fracasar por tercera vez. Pero la cuarta vez triunfó, y con el tiempo se transformó en el oficial más importante de Tzaha"l (Ejército de Defensa de Israel) – el Comandante en Jefe Shaul Mofaz!.

Y salvando las grandes diferencias, elevándonos más:
"Me acosté en mi cama, y mis padres pensaron que me dormí. Escuché a mi padre que le decía a mi madre: 'El maestro nuevamente se quejó de nuestro hijo, que se escapó del
Talmud Torá (centro de estudio de la Torá para niños pequeños) para jugar a la pelota, en vez de estudiar. No tendremos más remedio, lo traeré conmigo al trabajo para que por lo menos haga algo provechoso'. Salté de mi cama, y le dije a mis padres: 'Acaso seré un ignorante toda mi vida?!. De ninguna forma!. Papá!. Mamá!. Yo quiero estudiar Torá!!. Yo les prometo que de ahora en más estudiaré seriamente. Denme otra oportunidad más!. Yo les demostraré que realmente soy serio". Así contó alegremente el Netzi"b (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) de Voloshin sobre sí mismo, cuando terminó su libro "Aamek Sheelá".

Respecto a Rabí Iehudá Jasid – autor del libro "Sefer Jasidim" – contaron: "Cuando nuestro Rav tenía 18 años, no sabía nada, y sólo hacía tonterías de jóvenes. Hasta que una vez su padre le estaba enseñando halajot a sus discípulos, y su hijo – nuestro Rav – entró tirando flechas al Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá) de su padre. Los discípulos se enojaron, y le dijeron: 'Tú, y tu padre, y tus ancestros, todos ustedes fueron grandes estudiosos de la Torá. Cómo puede ser que críes a tu hijo de esa forma, y lo dejes ser un salvaje?'. Entonces, Rabí Shmuel le dijo a su hijo: 'Mi hijo Iehudá, quieres estudiar conmigo?'. Y él contestó: 'Si'" (Toldot Rabeinu Iehudá HaJasid, Pág. 2. Sefer Jasidim, edición del Rav Margaliot). Y finalmente, se convirtió en uno de los más grandes sabios de todas las generaciones.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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