Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Truma     6 de Adar 5767     No 605

Las varas
Rav Azriel Ariel

El Mishkan (Tabernáculo) es llevado de un lado a otro, deambula por el desierto - junto con todos sus utensilios. Por ello le fueron puestas varas de madera a cada uno de los utensilios, para que puedan ser transportados. Pero los términos utilizados por el Entregador de la Torá cuando habla de las varas de cada utensilio, son distintos: Cuando se habla del Shuljan (Mesa del Pan) y del Mizbeaj HaKtoret (Altar del Incienso) el versículo dice que hay que hacer varas para transportarlos (Shmot 25:28, Shmot 30:4) - pero no dice que las varas tienen que encontrarse todo el tiempo en las argollas de esos utensilios. En contraste, cuando se habla del Aron HaKodesh (El Arca) se ordena en forma específica: “Harás también varas de madera de acacia y las cubrirás de oro, y pasarás las varas por las argollas a los dos costados del arca, para llevar el arca con ellas. Dentro de las argollas del arca han de permanecer las varas, no se quitarán de ella” (Shmot 25:13-15). En forma similar – aunque no tan recalcado – cuando se habla del Mizbeaj HaJitzon (Altar Exterior) no sólo se habla que se deben hacer varas, sino que deben ser puestas en las argollas (Shmot 27:7).
La explicación, la da el Netzi”b (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín): El Shuljan y el Mizbeaj HaKtoret se encuentran fijos en su lugar. Es cierto que existe la posibilidad técnica de transportarlos, pero de por sí mismos esos utensilios tienen por cometido permanecer en su lugar. En contraste, el Aron HaKodesh y el Mizbeaj HaJitzon son portátiles en esencia, y las varas se encuentran en ellos incluso cuando no es necesario transportarlos.
Como es sabido, cada uno de los utensilios representa cierta fuerza determinada dentro de Am Israel
(el Pueblo de Israel): El Aron HaKodeshla Torá. El Shuljan – el reinado. El Mizbeaj HaKtoret – el sacerdocio. Y el Mizbeaj HaJitzon – el culto a D’s, que en la época del Beit HaMikdash (El Templo) se expresaba sobre todo con los sacrificios, y después de su destrucción con el rezo. Y en efecto, el reinado y el sacerdocio tienen sólo un lugar: Eretz Israel (la Tierra de Israel). Fuimos ordenados establecer el reinado sólo en Eretz Israel, como dice en forma explícita el versículo: “Cuando hubieres llegado a la tierra que el Eterno, tu D’s, te da, y la tuvieres en posesión, y habitares en ella, y dijeres; yo quiero poner sobre mí un rey... pondrás sobre ti por rey...” (Dvarim 17:14-15). Sólo en Eretz Israel la constitución del reinado tiene significado en el plano de la halajá, cuando se cumple la mitzva de la conquista de la tierra y la soberanía en ella. También el sacerdocio tiene su principal sentido sólo en Eretz Israel: Allí tenemos la obligación de entregar los diezmos, allí subirán los Cohanim (sacerdotes) a “la gran y santa casa, que lleva Tu nombre” (rezo de Musaf) para rendirle culto a D’s. Esas dos fuerzas – el sacerdocio y el reinado – no podremos llevar con nosotros a la galut (el exilio). Sólo nos queda un poco de ello: La dirección de la comunidad – como un pálido recuerdo del reinado – y la bendición que recitan los Cohanim. Las varas del Mizbeaj HaKtoret y del Shuljan – también ellas existen, pero se encuentran a un lado, como si no tuviesen ningún uso.
Pero tratándose de la fuerza de la Torá y del culto, es distinto. La Torá – su lugar fijo es en Eretz Israel, y los talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) de Babilonia son considerados como que “no se encuentran en su lugar auténtico” (Shabat 145B), y respecto a la galut fue dicho que “no hay un cesado de la Torá peor que ella” (Jaguiga 5A), como dice el versículo: “Su rey y sus ministros se encuentran entre los gentiles – no hay Torá!” (Eija 2:9). Pero con todo el dolor de la galut - es posible llevar la Torá también allí. En todo lugar donde se asentaron los judíos, fueron edificadas ieshivot y estudiaron la Torá. También la fuerza del culto es posible llevar a la galut: Es cierto que allí no podrá expresarse en forma plena – ofreciendo sacrificios – pero su sustituto, el rezo, acompaña a nuestro pueblo en todo lugar y en todo pequeño Beit HaMikdash – la sinagoga.
Según eso, podemos entender la diferencia entre el Aron HaKodesh y el Mizbeaj HaJitzon: El Mizbeaj mismo no es tan portátil como el Aron. Tiene varas - que deben ser introducidas en las argollas - pero a diferencia del Aron, se las puede sacar: Sólo su sustituto nos acompaña en nuestro largo camino. Pero la Torá, tiene cierta dimensión por encima del lugar físico: “
Dentro de las argollas del arca han de permanecer las varas” (Shmot 25:13-15), para siempre!.
También en épocas de galut y de expulsión, no se puede hacer cesar el espíritu – que se expresa en la Torá. Se pueden destruir edificios materiales, pero lo que fue edificado en espíritu continúa viviendo y creciendo sin ellos. La Torá nos acompaña en todo lugar. Pero al mismo tiempo, anhelamos plantar el espíritu justamente en el lugar adecuado a él. En todo lugar donde se estudia la Torá, recordamos las palabras del midrash: “‘Y el oro de esa tierra es bueno’ (Bereshit 2:12) – no hay una Torá como la Torá de Eretz Israel” (Bereshit Rabah 16). 

Midreshet Majón Orá

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Trucos y fe
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Hace un tiempo (Beahavá Ubeemuná No598) el Rav escribió respecto a los poderes sobrenaturales. Pero en la Torá se habla de poderes sobrenaturales!. Acaso no tenemos fe en lo místico?.
Respuesta: Por supuesto que creemos en la Torá y también creemos en los milagros – pero se necesita un poco de “cabeza” científica: No todo lo que no podemos explicar debemos decidir inmediatamente que se trata de un milagro, o de algo sobrenatural. Esa es la forma de pensar mágica antigua, cuando en vez de buscarle una explicación racional a los fenómenos naturales con los que se encontraron, inventaron todo tipo de fuerzas, dioses, demonios, hadas y energías místicas. Pero desde ese entonces han pasado dos mil años, y hemos avanzado mucho.
Si hubieses encendido una linterna hace mil años, seguramente te hubiesen quemado en la hoguera por hechicero – y ahora, en la escuela ya se aprenden muchas cosas. Es cierto, no aprenden allí todo tipo de artimañas de magos y prestidigitadores - con mucha razón, porque es preferible aprovechar el tiempo enseñando temas serios. Pero debemos saber que todas las maravillas de las que se enorgullecen los que dicen poseer fuerzas parapsicológicas, son trucos que se aprenden en cualquier “escuela para magos”. No me refiero a todas las tonterías de Harry Potter y semejantes, sino que escuelas para magos y prestidigitadores en las que se aprenden muchos trucos, como sacar conejos y palomas del sombrero. En Israel hay varias escuelas de ese tipo – pero no pierdas tu tiempo en ellas, es preferible estudiar Jumash con el comentario de Rashi.
Aprenden a romper un vaso con el pensamiento – cuando en realidad debajo del vaso hay un dispositivo con un potente resorte, que penetra en la base del vaso y vuelve a esconderse, sin que sea percibido.
Saben como enloquecer una brújula, pasando la mano en su vecindad – en la que esconden un potente imán.
No es difícil adivinar la canción en la que piensa una persona, cuando se le pide que anote el nombre en un papel apoyado sobre la guitarra del músico – porque la madera en ese sitio es de un material especial que toma la forma de la escritura, como un papel carbónico.
Deseas detener el reloj en la cima de la torre?. Alcanza con pagarle un poco de dinero al encargado de su mantenimiento!.
Quieres adivinar en qué piensa el piloto en pleno vuelo? – en forma semejante a la canción anteriormente citada.
Cómo saben todo tipo de datos confidenciales de la persona?. Se obtiene la información de ella misma con sutileza, sin que se de cuenta.
Cómo se dobla una cuchara?. Con manos ágiles, lo que puede ser puesto en evidencia filmándolo y luego viéndolo lentamente.
Cómo se dobla una cuchara, cuando se encuentra en la mano de una persona frente a la pantalla del televisor en su casa?. Lo sugestionan, haciéndole prestar atención a una curvatura determinada, de la que no se dio cuenta anteriormente.
Y más, y más. Todo eso son trucos sencillos, que se pueden comprar en cualquier tienda de trucos para magos.
“Entonces”, ustedes dirán, “como hemos dicho, tú no crees en lo místico!”. No es así, por supuesto que creo en ello, y también quiero que todos crean en ello, porque son las cosas más importantes en este mundo!: La fe en D’s, en la profecía, en la Providencia Divina. Justamente por ello, temo que por todo tipo de tonterías las personas despreciarán las grandes verdades místicas – y eso será muy dañino. En los últimos cien años se desarrolló mucho en el mundo el pensamiento científico y el pensamiento crítico, y muchas personas ya no están dispuestas a creer todo tipo de tonterías. Y si nosotros vinculamos esas tonterías con la Torá y la fe, lo que lograremos será que las personas serias y pensadoras tirarán el agua sucia de la bañera junto con el niño!.
Entonces, cómo sabremos qué es algo cierto y qué es un truco?.
La respuesta es muy sencilla: si la Torá nos dice que es cierto – Moshé es cierto, y su Torá es cierta. Y como es sabido, la Torá nos dice que a veces grandes personas hacen milagros – pero no cualquiera. Y no es este el lugar adecuado para hablar de la hechicería (Sanhedrin 17:7, Tiferet Israel y Boaz 3). Por lo tanto, sólo nos queda la comprobación científica a través de personas competentes ayudados de los magos y los prestidigitadores.
Para terminar, debemos citar a nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk: “Un investigador, el Profesor Lepron escribió un pequeño libro en latino, llamado ‘Hipnotismo y espiritismo’. Él era una persona sabia, y así escribe: ‘Hay tontos que lo creen todo, incluso lo que no existe. Y en contraste, hay quien se burla de todo. Todo extremismo no es bueno. Es necesario aclarar’. Pero él está en contra del interés popular por esos temas. Está prohibido interesar al populacho por los temas ocultos. Sólo unos pocos elegidos deben tratar esos temas. Los conocimientos de ese tipo dañan el equilibrio psicológico, moral y religioso del público general” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Bereshit 313). Al final, él resume: “Toda persona que desea el avance de la humanidad, debe luchar con todo el rigor contra la difusión de ese tipo de conocimientos en el populacho, porque pueden producir un daño educativo y moral enorme” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Bereshit 312-311).
Y seremos merecedores de marchar por los senderos de la luz.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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