Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Bo     6 de Shvat 5766     No 550

La primer mitzva
Rav Iaacov Filver

"'Este mes os será el principio de los meses' (Shmot 12:2) - es la primer mitzva que le fue ordenada a Am Israel". Así comienza Rashi su comentario a la Torá (Bereshit 1:1, Rashi). Y debemos preguntarnos: Qué tan importante es la mitzva de Kidush HaJodesh [determinación del principio de cada mes, según comentaron nuestros sabios el versículo. N. del T.] para haber sido elegida como la primer mitzva, en vez de otras mitzvot más genéricas, como "Yo soy el Eterno, Tu D's" (Shmot 20:2), o "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Vaikrá 19:18) - que es una regla general de toda la Torá?. Y también debemos preguntarnos por qué la Torá antecedió la mitzva de Kidush HaJodesh a la entrega de la Torá, cuando todavía el pueblo se encontraba en Egipto?.
A primera vista, se puede contestar que inmediatamente después de esa mitzva, le fue ordenado a Am Israel tomar un cabrito por casa paterna en el décimo día del mes, para ofrecerlo más tarde como sacrificio de Pesaj. Y si no supiesen cuando es Rosh Jodesh (principio del mes), no podrían saber cuando será el décimo día. Pero según el midrash, la mitzva de Kidush HaJodesh tiene un valor más genérico, y no se limita sólo a una necesidad práctica del calendario hebreo: "'Este mes os será el principio de los meses' - es como un rey que tenía un reloj. Cuando su hijo llegó a la madurez, le dijo; hijo mío, hasta ahora el reloj se encontraba en mi mano, pero de ahora en más te es entregado a ti. En forma similar, hasta ese momento D's se encargaba de fijar los meses y los años bisiestos, pero cuando Am Israel llegó a su madurez les dijo; hasta ahora los cálculos de los meses y los años se encontraban en Mi mano. De ahora en más, les son entregados a ustedes" (Tanjuma, Bo 12). Y en forma similar, figura en otro midrash: "Dijo D's; desde que creé al mundo Yo cargo con la tarea del cálculo de los meses. De ahora en más, esa tarea les es entregada a ustedes. Es entregado a ustedes, pero ustedes no son entregados en su mano". La mitzva de Kidush HaJodesh está relacionada con el control humano de la dimensión del tiempo. El tiempo es uno de los tres factores de los cuales la persona nunca se puede liberar en toda su vida: Lugar, tiempo y voluntad. El tiempo debe su importancia a que se trata del marco en el que vive la persona. La pregunta clave es: Acaso la persona es el dueño de su tiempo, o es el tiempo el que dicta el orden diario de la persona?. Mientras los hijos de Israel
se encontraban en Egipto como esclavos de Paró (El Faraón), no eran dueños de su tiempo: Para el esclavo no sólo su vida es dictaminada por los demás, sino que todo el orden diario, el ritmo y su forma de vida no se encuentran bajo su poder y le son dictados por los demás. Por ello, no es extraño que Am Israel se sumergiera en Egipto en los "49 portones de la impureza", a pesar que cuidó su identidad judía. Y cuando D's se proponía entregarles la Torá y sus mitzvot, cuando aún se encontraban en Egipto, estimó necesario hacerles saber que la situación en la que se encuentran no es irreversible. De aquí en más el tiempo será entregado en sus manos, como dijeron en el midrash: "Es entregado a ustedes, pero ustedes no son entregados en su mano". Mientras la persona no es dueña de su vida no tiene sentido entregarle la Torá y ordenarle mitzvot, y por ello era necesario que Am Israel tenga presente ese conocimiento antes que se disponga a recibir la Torá en el episodio del monte de Sinai, para que hasta ese entonces la nación asimile el mensaje: De aquí en más, su tiempo está en sus manos.
Ese concepto - que la persona gobierna sobre su tiempo y no es el tiempo el dueño de la persona - era muy importante en ese entonces para la generación que saldría de Egipto. Pero no es menos importante para toda persona, en todo momento y en toda época. Porque no sólo el esclavo sino que también el que formalmente es definido como un "hombre libre", y su tiempo está en sus manos, no siempre es realmente un hombre libre, como lo formuló Rabí Iehudá HaLevi: "Los esclavos del tiempo, son esclavos de esclavos". También a las personas libres, llega la mitzva de Kidush HaJodesh y les recalca la importancia del tiempo y la capacidad del hombre de santificarlo: El tiempo es el marco de la vida, que le fue entregado al hombre como un obsequio del cielo, y la vida son unidades de tiempo, que cada persona se hace merecedor de ellas, quien más quien menos. Y todo el papel del hombre sobre la tierra es darle un sentido al marco de tiempo que le fue concedido. Y es en ese punto donde se encuentran la Torá y las mitzvot, que son los que le ayudan a la persona a utilizar en forma correcta su tiempo. Porque la persona que se encuentra ella sola frente a la realidad que lo rodea, es como si tantease en la oscuridad: Vacila y titubea, cómo delinear los valores y la forma de vida correctos en la realidad en la que se encuentra?. Es cierto que muchas veces logra la persona perfilar con sus propias fuerzas parte de su vida - ya sea con su entendimiento, ya sea con su conciencia, o con la rectitud natural del hombre que D's hizo derecho (Kohelet 7:29). Pero con todo ello, la persona aún suele equivocarse, ya sea por las limitaciones en las que nos encontramos, ya sea por la imposibilidad de identificar en forma exacta lo bueno y lo malo, lo cierto y lo falso. Por todo ello, bien hizo la Torá que colocó en la cúspide de las 613 mitzvot la mitzva de Kidush HaJodesh, la mitzva que recalca el control del hombre sobre el tiempo. Ya que sin ese control, no se podría ordenar al hombre Torá y mitzvot.

Los Rabanim no son magos
Rav Shlomó Aviner

Los Rabanim (Rabinos) no son magos, que pueden transformar mundos y solucionar todos los problemas con la ayuda de sus bendiciones. Si bien es cierto que está escrito: "Todo el que tiene algún enfermo en su casa debe dirigirse a un sabio para que implore por él" (Baba Batra 116A), y comentó Nimukei Iosef: "Se acostumbra que todo el que tiene algún enfermo en su familia le pide al Rav de la ieshiva que lo bendiga" (allí). Y así escribió el Ram"a: "Todo el que tiene algún enfermo en su casa, debe dirigirse al sabio de su ciudad para que implore por él" (Shuljan Aruj, Iore Dea 335:10). Todo eso es cierto, pero no debemos pensar que eso es todo, eso sólo es parte: "El rezo, el arrepentimiento y la caridad anulan el mal decreto" (rezo de Iom Kipur).
También la capacidad el Rav se debe a que él mismo reza, como dijeron nuestros sabios, que tanto se aflige hasta que él mismo se siente enfermo (Brajot 12B). Todos le dicen al Rav: "Por favor, bendígame para que me cure", "tengo fuertes dolores en la espalda", "quiero encontrar mi pareja auténtica, un muchacho temeroso de D's, descendiente de tzadikim (justos) y personas honestas, con buenas virtudes", "necesitamos procurarnos nuestro sustento", "nuestra hija no nos escucha", "sálvenos de malos pensamientos", "una pronta salvación", "ayuda de D's en todos los campos", "escalar en la fe y en la confianza en D's"… convirtieron al Rav en un Rav-de-bendiciones!. Pero ese camino - no hacer nada, y pensar que el Rav es un mago - no es correcto!.
Se necesita "el rezo, el arrepentimiento y la caridad"!. Se necesita estudiar Torá y cumplir mitzvot!. Se necesita temor a D's y buenas virtudes!. Eso es lo que aprendemos de toda la Torá escrita y oral. A todo eso, se le puede añadir una bendición o un rezo del Rav - pero no se puede pensar que eso es todo, como un interruptor mágico. No se vuela al cielo pronunciando una palabra, dice Rabí Iehudá HaLevi, ni tampoco se solucionan los problemas pronunciando una palabra. Hay que esforzarse. En general, no es correcto molestar a los Rabanim con temas de los que ellos no entienden. Por ejemplo: Ellos no son médicos!. Puede ser que adquirieron experiencia en ese tema, y pueden dar algunos consejos, como toda persona con experiencia - pero seguramente que no como médicos. Ni tampoco son economistas - y también puede ser que en ese tema adquirieron experiencia de la vida, y pueden dar algún buen consejo - pero no como Rabanim. Y ya se quejó en su momento el autor del libro "Tania" que las personas lo molestan con preguntas relativas al mundo material, al sustento, y nuestros sabios dijeron: Hay siete campos que la persona no conoce, y entre ellos de qué se procurará su sustento. Y lo que está dicho respecto a un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) que es capaz de dar consejos y tiene perspicacia - se refieren en el campo de la Torá (Iguerot HaKodesh 22).
En efecto, en ese campo se debe preguntar a los Rabanim - en lo que respecta al culto a D's: Si vivir en un lugar donde hay Torá o no (ver Avot, al final del sexto capítulo), si enviar a los hijos a estudiar a una escuela torani, si hacer un casamiento donde estén separados los hombres de las mujeres o no, si estudiar Torá o leer el diario, si se puede hablar Lashón HaRrá (calumnias) y mentir, ofender y maldecir - en todos esos campos, los Rabanim son realmente expertos.
El Rav no sabe nada respecto a la compra de propiedades e inversiones en la bolsa, pero te puede decir: No gastes más de tus ingresos, no vivas en rojo, no es correcto que tomes préstamos sin intereses a costa de otros - por ello, no te compres un automóvil, ni un teléfono celular. Él no sabe nada respecto a automóviles, pero te puede decir: Conduce lentamente!. Ni siquiera tienes necesidad de asesorarte con él respecto al nombre de tu hijo - lo importante es que no sea el nombre de algún malvado, ni un nombre de niño para niña o viceversa, ni un nombre extraño que lo puede llegar a avergonzar - pero él te pude aconsejar, para el bien espiritual del niño que no tengas televisión en tu casa, ni video ni Internet - y fijes horas de estudio de la Torá.
Él no es un mago, no lo sabe todo ni tiene ninguna obligación de saberlo - pero se alegrará ayudándote. Y tú, por favor, asume tu responsabilidad!.
Incluso en el tema de Eretz Israel el Rav no tiene remedios maravillosos. Dicho sea de paso, tampoco nuestro Rav Moshé los tenía, y no pudo evitar el Pecado de los Espías. Ni tampoco los profetas tenían remedios maravillosos, y no lograron evitar la destrucción del primer Beit HaMikdash (El Templo).
Eretz Israel es una de esas cosas que exigen sacrificio. Y debemos recordar que sacrificarse, no es prometer milagros. "Yo he de ser santificado dentro de los hijos de Israel" (Vaikrá 22:32) - "cuando se sacrifica a sí mismo, y pone en peligro su vida, santifica Su nombre. Porque todo el que se sacrifica pensando que le harán un milagro, no se lo hacen. Así hicieron Mishael, Azaria y Janania, (Daniel, cáp. 3) que sacrificaron sus vidas sin pensar que les harán un milagro" (Rashi, allí). Y Iehudá el Macabeo le dijo a sus soldados: "Nosotros haremos lo que debemos, y el D's hará lo que le parece correcto hacer" (Jashmonaim 3:60).
Es muy bueno que tú cumples con tu obligación de "hazte un Rav" (Avot 1:6), y que tienes un vínculo personal con un talmid jajam, pero lo principal no es besarle la mano y ser un "religioso liviano" que no hace ningún esfuerzo - sino que aprender de su propia personalidad más de lo que se aprende en mil clases. Aprender buenas virtudes, aprender a temerle a D's, aprender a estudiar con perseverancia la Torá, aprender a brindar, a amar a tu prójimo como a ti mismo.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
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