Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Beshalaj     13 de Shvat 5783     Shabat Shira     1395 

Los frutos de Eretz Israel
Rav Jagai Londin
(reimpresión)

 

En la fecha de Tu BiShvat (el día 15 del mes de Shvat) en el correr de las generaciones se formó un ambiente festivo. El principal significado de esa fecha - Rosh HaShaná (principio del año) de los árboles – es en el plano de la halajá (Rosh HaShaná 1:1): El 15 de Shvat no se dice Tajanun (parte del rezo. Shuljan Aruj, Orej Jaim 131:6), se visten prendas festivas (Likutei Maari”j 3, 115:2) y otras costumbres, cuando la central es comer frutos (Maguen Avraham 131, inciso 16).

A primera vista, el primer encuentro en la Torá con el comido de los frutos no es positivo. El Pecado del Primer Hombre - que es la raíz de todos los pecados - fue acompañado del comido de un fruto: “Y vio la mujer que era bueno el árbol para comer, como también codiciado para los ojos… y tomó de su fruto y comió” (Bereshit 3:6). Y en general, la comida abundante no es una expresión de kdushá (santidad) sino que por lo contrario, del sumergimiento en el materialismo. ¿Por qué, entonces, se acostumbra a comer frutos en Tu BiShvat?

Para descender al plano profundo de ello, antes hay que analizar el concepto de “comer”: En contraste con otras necesidades, que a veces la persona necesita pero siente deseo por ellas - como la protección del frío o la necesidad de andar de un lugar al otro – el comer se caracteriza por el hecho que es acompañado de una sensación de deseo. Es decir, la persona recibe cierta satisfacción espiritual comiendo, lo que nos enseña que la raíz del deseo de comer es en el plano espiritual. La Gmará (Brajot 10A. Véase Ein Aya allí) por ejemplo, alumbra nuestros ojos recalcando que en contraste con los mamíferos en el reino animal - que reciben su alimento de miembros bajos, sin un encuentro íntimo con la madre que los alimenta - D’s hizo que el primer encuentro entre el bebé humano con la comida sea acompañado con el calor y el cariño, cara a cara con su madre, lo que es testigo del plano interno que se encuentra en la base de ese proceso.

Cuando se desconecta el deseo de la comida de su raíz, y se lo deja en el plano corporal solamente, surge la deficiencia – “el vientre de los malvados estará falto” (Mishlei 13:25). Pero cuando se come bendiciendo y con la intención adecuada, “el justo come hasta el saciado de su alma” (Mishlei 13:25), y “agrega cercanía al Señor” (HaKuzari 3:11). Hay otras expresiones del vínculo entre la acción de la comida y el aspecto espiritual: En el día del Shabat, cuando justamente por el ensanchamiento de los aspectos espirituales también se ensanchan las necesidades materiales, y entonces debemos añadir “carne y pescados” (Shabat 118B). Muchas alegorías proféticas utilizan conceptos del mundo de las comidas y del placer espiritual, como “más dulces que la miel que mana de los panales” (Tehilim 19:11). E incluso en la comprensión sicológica de hoy en día, se identifica el vínculo que existe entre distintos tipos de alimentos y situaciones anímicas.

Todo eso nos conduce a la costumbre de comer frutas en Tu BiShvat: En ese día destella la kdushá del comido, en el degustado de las frutas de Eretz Israel (la Tierra de Israel) – “degusten y vean, que es bueno el Eterno” (Tehilim 34:9). Sobre todo en las frutas – que son el producto del proceso de absorción de la savia interior del árbol – surge con más fuerza el alimento espiritual de Eretz Israel, como dice el Ba”j (Tur, Orej Jaim 208:8): “La kdushá de la tierra que le es abundada – es de la elevada tierra, también en las frutas que maman de la kdushá de la Shjina (manifestación de la presencia Divina) que mora en la tierra… y por ello es entendible que agregamos en la bendición ‘y comeremos de su fruto, y nos saciaremos de su bondad’, porque comiendo de sus frutos nos alimentamos de la kdushá de la Shjina y su pureza”.

Si la costumbre de comer frutos en Tu BiShvat era válida en todas las generaciones, en la nuestra, la generación del renacimiento, mucho más.

“Es una mitzva degustar con toda la boca del placer de la dulzura de la kdushá fresca de Eretz Israel… y debemos hacer saber a todo el mundo, a los miserables de la oscura galut (exilio), que el conducto de la vida plena de abundancia de resplandor y agradable kdushá de la tierra deseada comenzó a abrirse, los pimpollos se ven en la tierra, el momento del canto ha llegado, y el canto del ruiseñor se escucha en nuestra tierra” (Orot Israel, 9:9).

¿Guerra civil?
Rav Shlomó Aviner

 

Pregunta: Hay quienes amenazan con una revolución, una guerra civil o expresiones similares. ¿Hay que temer algo así?

Respuesta: Por supuesto que no. Todo son palabras vanas. El pueblo que habita en Tzion, todos se aman. Son solo amenazas. También el que habla de revolución, no levantará una mano para golpear, por supuesto que no alzará un arma. Todos somos compañeros.

Pero se deben evitar esas expresiones. Ellas en sí están prohibidas, son falsas, y pueden causar daño.

Una vez me dijo un amigo: ¿Cómo puedo no odiar personas como esas u otras? ¡Ellos tienen ideas espantosas que ponen en peligro al pueblo, a la tierra y al país! ¿Acaso debo consentir, ser amigo de ellos y decir “amén” a todo lo que dicen?

No. Se trata de una confusión. Las diferencias de opinión son legítimas, y a veces son necesarias. Tú debes luchar con toda firmeza contra ideas que son nocivas para la Casa de Israel. Pero esa no es una razón para odiar a la persona que expresa esas ideas. Diferencias de opinión – sí, distanciamiento de corazón – no.

La idea odiada, la persona que la piensa no es odiada. Se debe diferenciar entre el adjetivo y el sustantivo.

Quizás tú digas: Es difícil hacer esa diferenciación, yo identifico a la persona con su idea. Y a pesar de ello, es imperioso saber diferenciar. No se puede mezclar. La persona con una idea política a la que te opones no se transforma por ello en un “animal político”. Es una persona. Antes que nada, una persona de Am Israel (el Pueblo de Israel), y después tiene cierta idea política. Su personalidad no se limita a la política, él vive, respira, trabaja, ama, tiene esposa, es padre de hijos, les brinda a otras personas… Su personalidad no se limita al cajón político.

Esa diferenciación es obligatoria. Cuando se la saltea, se forman estereotipos, y se le adhiere al prójimo una figura grotesca, una caricatura, que no es cierta en gran medida. Se desvanece todo el aspecto humano de su personalidad, y entonces parece estar permitido odiarlo.

Se debe hablar amor, hermandad, paz y camaradería. Somos todos un mismo pueblo. Lo que nos diferencia, es mucho menos de lo que nos une. Todos somos un pueblo, y deseamos el bien del pueblo, de la tierra, del país – pero tenemos diferencias de opinión en cuanto a cómo hacer eso. Pero es la misma meta, sólo los caminos son distintos. Somos una misma alma, una misma historia. No son nuestros enemigos, nuestros enemigos son por ejemplo los iranios. Y si hay dentro nuestro una ínfima minoría que hablan por odio, hay que callarlos. No la sección opuesta, sino que las personas que comparten su ideología deben hacerlos callar.

Gracias a D’s hay en Am Israel mucho amor. En los últimos tiempos fue publicado que un 40% de los ciudadanos hacen trabajos voluntarios para ayudar al prójimo. En toda familia hay derechistas e izquierdistas, y son amigos. Y también en el trabajo, y son amigos. Y también en el ejército, y gracias a D’s son amigos – porque si en el ejercito no son amigos, pobre de nosotros lo que puede llegar a ocurrir. Y hay unos pocos que se permiten decir expresiones de odio. Esta prohibido, pero en el fondo del corazón no odian, todo son estratagemas políticas. A fin de cuentas, somos un pueblo que ama. Si ustedes quieren saber qué es un pueblo que no ama, miren lo que pasa en Siria – allí no hay amor. Gracias a D’s, dentro nuestro un 99.9% siente amor, hermandad, paz y camaradería. Añadiremos paz. 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Medicina en Shabat

Una herida infectada

Una herida infectada que produce dolor está permitido en Shabat perforarla para que salga el pus de ella, y de esa forma aliviar su dolor[1], y no es considerado una trasgresión de la prohibición de medicina en Shabat[2].

A pesar de que cuando quita el pus de la herida sale también sangre, de todas formas no se prohíbe quitar el pus, porque esa sangre no se encontraba dentro de la carne, sino que ya había salido afuera, y es como si estuviese en un recipiente, y su quitado no es considerado herir en Shabat[3].

Pero se debe cuidar de no presionar la herida para quitar la sangre que está aún dentro de la carne. Y escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá) que es bueno que un gentil perfore la herida infectada para quitar el pus[4].

Cuando la herida infectada no le duele, está prohibido perforarla en Shabat [5].

Quitado de una espina

Una espina que se clavó en su cuerpo y le duele, está permitido en Shabat quitarla[6], y está permitido utilizar una aguja o broche para sacarla[7].

Cuando quita le espina debe cuidarse de no sacar sangre[8]. Pero si no puede ser quitado sin sacar sangre, e incluso si está seguro de que cuando quite la espina saldrá sangre, por ejemplo si la espina está clavada profundamente, está permitido quitar la espina en Shabat si le produce dolor[9].



[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 328, inciso 28) Y véase Biur Halajá (allí, al final de donde comienza kedei kharjiv pi maka) que según el Maguen Avraham y el Ta”z tal parece que a pesar de que se permite perforar la herida por el dolor que le produce, sólo se permitió con la mano, y no con la ayuda de algún utensilio como se hace en días comunes [y véase más adelante, y se debe analizar más].
Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 167) escribió que se debe cuidar de perforar con una aguja y no con las uñas, porque con las uñas se teme que arranque un poco de piel, y según algunos poskim estará prohibido por cortado. Véase allí.

[2](Véase Eglei Tal, Melejet Tojen 38 inciso 31 32 lo que explicó al respecto).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso 88).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso 88 89. Kaf HaJaim inciso 168).
[5]A pesar de que no se trasgrede la prohibición de herido, como fue aclarado, de todas formas está prohibido según nuestros sabios, porque el que perfora una herida para hacerle una abertura es considerado Make BePatish, y cuando no es esa su intención es una Melaja SheEina Tzrija LeGufa y está prohibido según nuestros sabios. Pero si el pus le produce dolor, nuestros sabios no lo prohibieron (allí, Mishná Brurá inciso 90. Kaf HaJaim inciso 170). Y según la opinión que Melaja SheEina Tzrija LeGufa está prohibida según la Torá escrita, debemos decir que cuando hace la abertura para quitar el pus no es el término de la Melaja, y no se lo puede considerar Make BePatish de ninguna forma, y por ello lo permitieron cuando le produce dolor.
[6](Allí, Mishná Brurá inciso 88. Kaf HaJaim inciso 168).
[7](308 inciso 11). Porque la aguja o el broche son Kli SheMelajto LeIsur, y está permitido moverlos para utilizarlos o utilizar su lugar, y su uso para sacar la espina es permitido (allí, Mishná Brurá inciso 46. Kaf HaJaim inciso 94).
[8](328, Mishná Brurá inciso 88. 308, Kaf HaJaim inciso 96).
[9]Y a pesar de que sacar sangre está prohibido en Shabat según la Torá escrita por ser herido, de todas formas en este caso se considera que deteriora y tampoco necesita la sangre para nada, el sacado de sangre está prohibido sólo según nuestros sabios, y si le produce dolor no lo prohibieron (328, Mishná Brurá allí. Shaar HaTziun inciso 63. 308, Biur Halajá comienza hakotz. Kaf HaJaim allí). Y véase en Shaar HaTziun (allí) y Biur Halajá (allí) que en opinión del Maguen Avraham sólo cuando no hay otra posibilidad no lo prohibieron nuestros sabios cuando hay dolor, pero si puede quitar la espina sin que salga sangre, hay que cuidarse de ello.

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