Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shlaj Leja     19 de Sivan 5782     1363 

La difamación moderna
Rav Lior Engelmann
(reimpresión)

La difamación de Eretz Israel (la Tierra de Israel) con la que empezaron los espías no concluyó. Los espías presentaron a Eretz Israel como una tierra que cría personas extrañas, gigantes, como una tierra que amarga la vida de sus habitantes, "una tierra que devora a sus habitantes" (Bamidvar 13:32). La difamación hoy en día no culpa a la tierra de esos temas, sino que pinta de negro el anhelo por esa tierra y sus páramos, de una falta de moralidad que inspira escalofríos.
Ya hace mucho tiempo que la visión de "Eretz Israel Completa" es presentada como una utopía mesiánica, que tiene por objetivo plasmar deseos capitalistas de una minoría religiosa dentro del Pueblo Judío. Con la ayuda de la retórica, los Mitnajalim (colonos) son presentados como personas con alucinaciones, que sólo tiene un incentivo para todas sus acciones: El odio infernal a los árabes. Los que aman a Eretz Israel – nos enseñan a recitar – no se interesan por dilemas morales, y no les importa los problemas sociales. Los techos de tejas rojas que coronan sus torres de marfil en los "territorios ocupados" fueron construidos a cuestas de los sectores débiles de la sociedad, y en resumen, la visión de Eretz Israel – que ellos pretenden imponer por la fuerza a toda la sociedad israelí – se encuentra en contradicción con todos los demás valores que le son tan preciados al resto del pueblo.
No hay dudas que hemos avanzado desde el Pecado de los Espías. Mientras que ellos pretendieron apagar el deseo de llegar a Eretz Israel, en nuestra generación la discusión ya no habla de la necesidad de vivir aquí: Eso ya es un consenso.
La difamación en su nueva versión – como en la antigua – no se interesa por los hechos, no le importa que ese público que se aferra en el suelo de nuestra patria también aporta en el plano social y de valores con todo su ser: Mientras se pueda pintar todo eso con colores de "ojos mesiánicos inyectados de locura", mientras se le pueda adherir a la cara de la tierra una barba deshilachada del que la estética no le importa en lo más mínimo y todo su interés es conquistar más y más zonas de una tierra sin ningún sentido – así lo hará.
Esa es la peor difamación. Presentar el amor por Eretz Israel como un terco apego a los terrones de la tierra sin ningún sentido, como darle de espalda a todos los demás valores morales es una terrible calumnia para con la tierra y los que la aman. Todo lo contrario es lo cierto: El que buscará en las fuentes de la Torá y los escritos de nuestros sabios encontrará enseguida que la calidad moral de la sociedad que habita en Eretz Israel y su capacidad de subsistencia en ella están íntimamente vinculados. El amor por la tierra no se encuentra en oposición a los demás valores – por el contrario, los incluye en él. No deseamos un vínculo con la tierra por algún deseo capitalista, o alucinaciones religiosas: Sabemos que hay una estrecha relación interna entre nuestra presencia en todo lo largo y ancho de nuestra tierra y la plasmación de todas las normas morales plenas que Am Israel (el Pueblo de Israel) tiene que expresar en su estado. Queremos vivir en esta tierra según los criterios morales que nos entregó la Torá.
Rashi comienza su comentario a la Torá con la conocida pregunta:
¿Por qué la Torá no empezó con las mitzvot, y prefirió antecederle el relato de la creación? Y su respuesta: "Si las naciones les dirán; ustedes son unos ladrones, porque han conquistado las tierras de los siete pueblos de Knaan, ellos contestarán que toda la tierra es del Eterno, Él la creó y la entregó a quien le pareció correcto a Sus ojos. Por Su voluntad se la entregó a ellos, y por Su voluntad se las quitó y nos la entregó" (Rashi, Bereshit 1:1). Tal parece que la decisión de la entrega de la tierra es caprichosa, "por Su voluntad". Y a primera vista, la respuesta de Rashi no contesta la pregunta: Hubiese alcanzado con el primer versículo - "en el principio creó D's el cielo y la tierra" - para enseñarnos que la tierra es de D's, y se la da al que Le plazca.
El Ramba"n recalca que en el comentario de Rashi está escrito: "La entregó a quien le pareció correcto a Sus ojos". No se trata de una decisión arbitraria, sino que de principio: La tierra será entregada al que se comporte con rectitud moral adecuada, al que vivirá según pautas de justicia como corresponde en la "tierra en que los ojos del Eterno se encuentran en ella" (Dvarim 11:12). No alcanza con el primer versículo: Todo el libro Bereshit (Génesis) nos enseña la relación entre el nivel moral y esta tierra. Adam y Java – que escucharon la proposición de la víbora – fueron expulsados. Kain – que asesinó a su hermano Hevel – se transformó en un errante. La generación de Noaj – que corrompieron su comportamiento – fueron borrados de la tierra totalmente. Y a Avraham le es dicho dirigirse a la Tierra de Knaan, porque sólo en ella logrará edificar una vida moral plena como corresponde. Al final del libro Bereshit, las tribus de Israel perderán su tierra por muchos años, porque Iosef y sus hermanos pecaron diciendo Lashón HaRrá (calumnias) y odiándose los unos a los otros.
Los amantes de Eretz Israel saben que durante dos mil años de anhelo de la tierra no añoramos sus paisajes y sus terrones de por sí, ni buscamos apoderarnos de las tierras por algún impulso capitalista: Deseamos volver para vivir en ella como corresponde, para volver a practicar en ella la moral judía – que tiene un mensaje auténtico para todas las personas del mundo.
¿
Qué debemos hacer frente a esa difamación moderna? ¿Cómo debemos reaccionar frente a esa falsa evaluación de la realidad, como si el amor por la tierra fuese ajeno a los otros valores morales?
Debemos escuchar y fortalecernos. Frente a las críticas, conviene primero escuchar, prestar atención:
¿Quizás algo se nos escapó? ¿Quizás en nuestro apego por la tierra desdeñamos – sin darnos cuenta – en alguna forma otras cosas importantes? Si descubriremos que hay un poco de cierto en las críticas, lo corregiremos con alegría – y por supuesto, no dejaremos de amar la tierra. Nos fortaleceremos en nuestro amor por Eretz Israel, y también en nuestras aspiraciones de una vida con justicia auténtica dentro de ella. Nos fortaleceremos en nuestras acciones idealistas, que son capaces de alumbrar y alegrar, y debemos saber que como toda otra difamación, también la moderna finalmente demostrará su falsedad de por sí misma, y todos reconocerán que el asentamiento de la tierra y una vida correcta dentro de ella esconde una gran bendición para Am Israel y para todo el mundo. 

Primer Ministro y adulado
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: La ieshiva (centro de estudio de la Torá) Merkaz HaRav, cuyo director es el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Iaacov Shapira, decidió no invitar al festejo de Iom Ierushalaim (Día de Liberación de Ierushalaim) al Primer Ministro, que es el representante oficial estatal de Israel. ¿Acaso no se trata de una falta de respeto por el Primer Ministro y por el estado?
Respuesta: La ieshiva es un lugar donde se estudia Torá, y no un lugar donde se hace política. No estamos en contra de la política, nos alegramos que tenemos un estado, un gobierno autónomo y no nos encontramos bajo un gobierno de gentiles, por la gracia Divina. Pero como hemos dicho, ieshiva es un lugar de Torá. Por supuesto, se puede invitar alguna persona que no es un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) a visitar el lugar, con gran respeto por el kodesh (lo santo). Pero todos entienden que si se trata de una persona que daña el mundo de la Torá, no se puede honrarlo en un lugar de Torá. Como en todo tema, debemos alejarnos del extremismo. Un extremo es despreciar y maldecir al Primer Ministro. El otro extremo es honrarlo en la ieshiva.
Pregunta: ¿Acaso por el bien de la ieshiva y por el bien de la Torá, no conviene mantener relaciones de respeto para con él?
Respuesta: Eso es justamente el adulado prohibido. Adular es alabar y honrar una persona que destruye. Adular es en sí una destrucción y una severa trasgresión, que produce mucho daño. A lo largo de todas las generaciones los sabios de Israel no adularon, y pagaron el precio de ello. Por merito de ello, la Torá vive y existe en todo su esplendor hasta hoy en día.
Por ello, le decimos al director de la ieshiva: ¡Fortaleza y vigor! ¡No temas ni te doblegues! 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Muktze
La base como el Muktze

Un objeto permitido que se convirtió en base de otro objeto prohibido, si este último es definido como Muktze MeJamat Gufo [dinero, o similar[1]], o Muktze MeJamat Jizaron Kis [como un cuchillo de degollado o un bisturí[2]], de momento que está prohibido moverlo incluso para utilizarlo de alguna forma permitida o para utilizar su lugar, así también la base está prohibido moverla incluso para utilizarla de alguna forma permitida o para utilizar su lugar, ya que la base recibe las reglas del Muktze que fue depositada sobre ella, también cuando más tarde el Muktze fue quitado durante el Shabat [como fue explicado anteriormente].
Por ejemplo: Un plato sobre el que fue colocado en vísperas de Shabat antes de la entrada del Shabat una vela de recuerdo de un difunto encendida, de momento que el vaso de la vela y el plato son base de la llama, y a la entrada del Shabat durante Bein HaShmashot estaba prohibido mover la vela incluso para utilizarla de alguna forma permitida o para utilizar su lugar, también después que la vela se apagó durante el Shabat está prohibido mover el vaso o el plato, incluso para hacerle un uso permitido o utilizar su lugar, porque recibieron las reglas del objeto prohibido – la llama, que se encontraba sobre ellos[3].

Base de Kli SheMelajto LeIsur
Un objeto permitido que a la entrada del Shabat depositaron sobre él un Kli SheMelajto LeIsur, como una silla o mesa sobre las que colocaron alguna herramienta, los poskim (sabios que determinan la halajá) dudan si la silla o la mesa son considerados base del objeto prohibido, ya que se encuentra sobre ellos una herramienta, o quizás objetos que son definidos como Kli SheMelajto LeIsur no prohíben la base sobre la que se encuentran[4].
Pero es evidente que está permitido mover la silla o la mesa para utilizarlas de alguna forma permitida, o para utilizar su lugar. Porque incluso si determinamos que la base recibe las reglas del objeto que se encuentra sobre ella, de todas formas de momento que el objeto prohibido puede ser movido para utilizarlo de alguna forma permitida o para utilizar su lugar, así también la base, es decir, la silla o la mesa estará permitido moverlas a esos fines. Porque la base no recibe reglas más severas que el objeto prohibido sobre ella[5].


[1]Véase anteriormente.
[2]Véase anteriormente.
[3](Shuljan Aruj, Orej Jaim 279 inciso 2. Mishná Brurá inciso 4. 310 inciso 7, Ram”a y Mishná Brurá 24. Kaf HaJaim inciso 33).
[4]El Pri Megadim (prólogo a 308, Mishbetzot Zahav) escribió que hay que pensarlo. Porque de momento que a la entrada del Shabat, durante Bein HaShmashot era posible moverlos para utilizarlos [de alguna forma permitida], puede que no sean considerados base de algo prohibido en absoluto.
[5]Aruj HaShuljan 310, inciso 9).

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org