Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Emor     15 de Iyar 5780

Cántico de agradecimiento
Rav Ziv Rave

En el agradecimiento a D’s hay profundidades muy elevadas.  A pesar de que parece algo sencillo, la interiorización de la esencia del agradecimiento transforma toda la vida. Cuando un niño comienza a hablar, cuando recibe algo sus padres le enseñan a agradecer. Así aprende a decir “gracias”, y se acostumbra. Pero con toda la importancia de la costumbre, hay también cierto peligro en ella, porque el agradecimiento puede llegar a situarse en la persona como algo rutinario, un modal seco, una reacción automática. Para agradecer en serio el corazón debe estar presente, la persona debe estar toda ella allí, concentrada y vinculada, viviendo la potencia de la presencia Divina en su vida.
Un agradecimiento de lo profundo del corazón exige contemplación. La contemplación que antecede las palabras de agradecimiento hace elevarse a la persona, pasa de la indiferencia a la sensibilidad, de lo rutinario a la conciencia interna penetrante, que aprecia el acompañamiento Divino de cada detalle en su vida. La persona que agradece discierne la grandeza de la Providencia Divina general sobre toda la existencia, a través del reconocimiento de la Providencia que desciende hasta los pequeños detalles de su vida, “Te agradeceremos y volveremos a relatar Tus alabanzas, por nuestras vidas que están a Tu cargo, por nuestras almas que están a Tu cuidado, por Tus milagros que están todos los días con nosotros y por Tus continuas maravillas y favores, de noche, de mañana y de tarde. D’s benéfico, cuyas mercedes nunca faltan, Misericordioso, cuyo don nunca cesa, Tú siempre has sido nuestra esperanza” (rezo de Shmona Ezre). No hay ningún detalle, por más ínfimo que sea, de todo lo que nos ocurre, que no provenga de Él, y el agradecimiento expresa la interiorización de ese concepto, y genera dentro nuestro el sentimiento de gracias.
El Sacrificio de Agradecimiento que es mencionado en nuestra Parashá Emor, encierra dentro suyo un elevado resplandor futuro. Es ofrecido sin obligación u orden, sino que por el libre deseo de agradecerle a D’s. “Y cuando degüellen un sacrificio de ofrenda de agradecimiento al Eterno, de vuestra buena voluntad lo degollarán. En el mismo día deberá ser comido, no dejarán sobras de él hasta la mañana, Yo soy el Eterno” (Vaikra 22:29). Por ello, nuestros sabios identificaron en el Sacrificio de Agradecimiento una apreciada raíz espiritual, que no desaparecerá también cuando el mundo llegue a su plenitud, “de vuestra buena voluntad lo degollarán” (según Iefe Toar, comentando Vaikra 27:12). Y así dijeron en el Midrash: “‘Y cuando degüellen un sacrificio de ofrenda de agradecimiento al Eterno’, Rabí Pinjas y Rabí Levi y Rabí Iojanan citando a Rabí Menajem de Galia dicen, en el futuro todos los sacrificios son anulados, pero el Sacrificio de Agradecimiento no cesará nunca. Todos los agradecimientos cesarán, pero el Sacrificio de Agradecimiento no cesará. Eso es lo que dice el versículo ‘se oirá la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los que dicen, alabad al Señor de los Ejércitos, porque es bueno’ (Irmya 33:11), esos son los agradecimientos. ‘Traen sacrificios en acción de agradecimiento a la Casa del Eterno’ (Irmya 33:11), ese es el Sacrificio de Agradecimiento. Y así dijo el rey David: ‘Sobre mí están Tus votos, oh D’s, en sacrificios de gracias Te los pagaré’ (Tehilim 56:13), no dice agradecimiento, sino que agradecimientos, el agradecimiento y el Sacrificio de Agradecimiento” (Vaikra Rabah 27 12).
Los sacrificios que cesan en el futuro son los que deben ser ofrecidos por un pecado, como Jatat o Asham, e incluso el sacrificio de Ola, que purga por los malos pensamientos. Y de momento que en el futuro no habrá pecado, quedarán sólo los sacrificios de agradecimiento y Shlamim, que serán ofrecidos por toda la abundancia que habrá (según Maharz”u, allí).
En el rezo decimos: “Te agradecemos a Ti… porque Te agradecemos”, damos las gracias por el mérito de estar vinculados con D’s y agradecerle, y le agradecemos por haber abierto los ojos de nuestro raciocinio, porque nos permitió entender que debemos agradecerle. El sentimiento sano de agradecimiento endereza las obras de las personas, ya que él desea ser fiel a D’s, que le hizo bondades. Esa es la base de muchas partes del libro “Jovat HaLebabot”. Aparte de eso, el agradecimiento le permite a la persona elevarse a la comprensión que también las dificultades y el sufrimiento son parte del programa Divino, y por ello “todo es para bien”. Entre los panes que acompañan al Sacrificio de Agradecimiento hay panes leudados y panes que son Matza, “que son distintos, los unos no son como los otros, para hacernos saber que todas las fuerzas distintas, todas ellas son para D’s” (Mahara”l, Tiferet Israel, cap. 30).
El sentimiento de agradecimiento particular que la persona se eleva a él, los Portones del Agradecimiento, lo llevan a un nivel más alto, al Patio del Rey, cuando “el alma siente el resplandor general de la abundancia Divina y Su bondad para con todas las criaturas, según la elevada conducción plena de luz de bondad, que en base a ella llega el cántico ‘entrad en Sus puertas con acciones de gracias, y en Sus atrios con alabanza’ (Tehilim 100:4)” (Olat Reaya Alef, pág. 222).
Puede que el que agradece se eleve otro nivel más, al punto de vista elevado en el que se comprende que el ver el mal es sólo producto de la observación puntual, que no puede abarcar todo el panorama. Y así escribe el Rav Kuk: “En el mundo en general, en el aspecto práctico y espiritual, el mal no se encuentra sino que en su valor particular, pero juntando todo, todo es realmente bueno, no porque el mal sea anulado en la mayoría, según los cálculos delgados, sino que según el valor propio ideal” (Orot HaKodesh Bet, 4 HaTov HaClali HaAtzmi).
“El resplandor del Meshiaj (Redentor) basará la certeza del bien total de toda la realidad, y el mundo se colmará de resplandor y alegría, que siempre emanan de los elevados cielos. Y entonces llegará el reconocimiento que es bueno agradecerle a D’s, tanto por el mal como por el bien, y también en el plano espiritual según la base espiritual de la renovación de Lea, que dijo cuando dio a luz a Iehudá; ‘Esta vez, agradeceré al Eterno’ (Bereshit 29), ‘y todos los sacrificios cesan, salvo el Sacrificio de Agradecimiento’, ‘entrad en Sus puertas con acciones de gracias’” (Orot HaTjia 49). 

Postmodernismo
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Por qué nos oponemos al post modernismo? Hay muchas otras concepciones problemáticas…
Respuesta: Antes que nada, debemos entender qué arguye el postmodernismo. Su definición – posterior al modernismo – ya es brumosa: Es posterior al modernismo, pero no hay una definición de qué es, sino lo que no es - no es modernismo. Es más, hay muchas formas de oponerse al modernismo.
Entonces, antes que nada debemos comprender qué es modernismo. Los historiadores definen el modernismo como la época posterior a la Edad Media, y decidieron que comenzó con la caída de Constantinopla hace unos 500 – 600 años. Los filósofos prefieren ver su comienzo con Maquiavelo, Montaigne y Bacon. Pero no tiene mucha importancia para nosotros. Y por supuesto, no estamos hablando del modernismo en el arte, sino que en el plano de las ideas y la moral.
Se lo puede definir en tres parámetros: El raciocinio, lo subjetivo y el desarrollo.
1. El raciocinio, se encuentra por encima de la fe y la revelación.
2. Lo subjetivo, la libertad del particular. se encuentra por encima de la obediencia.
3. El desarrollo, se encuentra por encima de la tradición, y en general, el futuro se encuentra por encima del presente e incluso de lo eterno.
Todo eso, en contraste con la concepción de la Edad Media y la concepción del mundo antiguo.
¿Es provechoso o no? También y también. La cuestión es: ¿Qué es preferible? ¿Una fe distorsionada, o un pensamiento libre de ella, pero con mucho vacío y negativismo? Por ello, por supuesto que tenemos lo que criticar al modernismo, pero también criticamos a la fe que lo antecedió, y es difícil decidir qué es peor. Y véase en el artículo del Rav Kuk al Ramba”m, que la humanidad se tambalea alternadamente de un lado al otro, como un péndulo (Maamarei HaReaya, pág. 113).
Y pasemos ahora al postmodernismo, que ya no tiene fe en el modernismo, es decir, en sus valores. Hemos dicho que el modernismo incluye vacío y contenido, parte del vacío es justificable y parte no, parte del contenido es justificable y parte no. Como sea, tiene cierto contenido valioso. Pero el postmodernismo ya no tiene fe en él:
El raciocino ya no le interesa, sino que el sentimiento.
Lo subjetivo es relevante sólo para el particular.
La continuación histórica no le preocupa sino que la fama, la celebridad.
No lo universal, sino que el particular.
No el futuro, sino que el presente.
No lo eterno, sino que vivir el momento.
Es eclecticista, es decir, elige lo que le es cómodo.
Busca el entretenimiento.
Es dionisista, es decir, busca el placer.
No tiene fe en cuentos largos, en la coherencia, es decir es vanguardista.
Le gusta el collage, es decir, conjugación de trozos, ideas, citas, guiñados de ojo. Juega con compromisos que en realidad no piensa cumplir, y eleva las capacidades prácticas.
En resumen, es un vacío total, pero un vacío agradable, atrayente, interesante, deleitoso.
No hay valores, no hay ideales - hay sólo placer. Un vacío ameno. Por supuesto, no estamos en contra del placer, el placer es una necesidad legítima para que la persona se sienta bien, pero no es el contenido de la vida, la meta de la vida.
Un vacío ameno conduce, tarde o temprano, a una crisis espantosa, porque el alma no puede vivir del vacío, y hay un límite de cuanto se puede desentender de su sufrimiento. Pero mientras tanto, se genera un daño terrible.
Fortalezcámonos y vigoricémonos con la Torá kdoshá (santa), con la verdad y la justicia, con la rectitud y la bondad, por nosotros, todo el género humano, y por nuestro D’s, el Rey del Mundo. 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
La Melaja de Melaben es una de las 39 Melajot tipo que está prohibido hace en Shabat[1].
En la edificación del Mishkan (Tabernáculo) utilizaban la lana para tejer las cortinas del Mishkan, las prendas de los Cohanim (Sacerdotes) y el Parojet[2]. Luego de haber trasquilado la lana del ganado, tenían que blanquecerlo – limpiarlo de la suciedad adherida a ella. El blanquecido de la lana se hacía lavándola en agua y otros materiales que la blanquean[3].
La prohibición de Melaben es relevante ya se trate de lana, lino u otras fibras que se blanquean[4].

Lavado
Toda Melaja similar a alguna Melaja que había en el Mishkan, es derivada de ella, y está prohibido hacerla según la Torá escrita. Por lo tanto, de la misma forma que el blanqueado de la lana prima o fibras de lino está prohibido en Shabat según la Torá escrita, también el lavado de alguna prenda en Shabat está prohibido según la Torá escrita, ya que el lavado de una prenda es una Melaja derivada de Melaben[5].
La prohibición del lavado según la Torá escrita es relevante ya se trate de un objeto confeccionado con una tela, o cuero blando. Y hay quienes opinan que también es relevante tratándose de objetos confeccionados de cuero duro. Por lo tanto, la halajá es diferente si se trata del lavado de un tela o cuero, como será aclarado más adelante[6].
Esa prohibición es relevante ya se trate de telas y cueros blancos – es decir, de color claro – o telas y cueros de colores – es decir, oscuros[7].
En cuanto al lavado encontramos varias acciones que está prohibido hacer en Shabat, como remojado en agua, frotado, exprimido, sacudido. Los detalles serán aclarados más adelante.


[1](Mishná, Shabat 73A. Ramba”m Hiljot Shabat 9:10).
[2](Rashi, Shabat allí, comienza hagozez tzemer, donde explica que las Melajot relacionadas con el trasquilado de la lana y su preparación eran necesarias en la edificación del Mishkan).
[3]Rashi (allí, comienza hamalbeno) escribió que se habla del lavado en el río [con agua]. Y Tiferet Israel (Shabat, 7:2 comentando las 39 Melajot, inciso 13) escribió que el Libun se hace frotando o lavando. Y Kalkalat Shabat (allí) escribió que frotó, o alisó o hizo alguna otra acción que lo blanquea, como por ejemplo que dejó el lino al sol vertiéndole agua, también eso es considerado Melaben (véase Mishná Brurá 302 39 inciso 1, Biur Halajá comienza mutar). Y está claro de ello que hay fibras que son blanqueadas con agua, y hay las que son blanqueadas calentándolas con el sol o el fuego.
[4](Ramba”m y Mishná Brurá allí).
[5](Ramba”m allí, halajá 11. Mishná Brurá allí, inciso 2).
[6](Allí, Mishná Brurá. Y véase más adelante, en cuanto al lavado de cueros).
[7](Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 21. Y véase Mishná Brurá allí, Kaf HaJaim inciso 66).

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