Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shoftim     2 de Elul 5780     1272 

Los cuatro pilares
Rav Shlomó Aviner
(Tal Jermón – Torá. Pág. 314)

La dirección de la nación se basa en cuatro pilares: La Torá, la profecía, el sacerdocio y el reinado - justamente según ese orden. Hay varios asuntos que se expresan a través del número cuatro: Los cuatro términos de la gueulá (Redención), los cuatro hijos que son citados en la Hagada de Pesaj, las cuatro copas, etc. Cuando la raíz de todos ellos, son las cuatro letras del nombre de D’s – que son cuatro matices distintos de la revelación de lo Divino en el mundo.
“Jueces y magistrados pondrás para ti en todas tus ciudades” (Dvarim 16:18). Hay un sistema judicial ordenado, que comprende jurados de tres jueces, de 23, de toda la ciudad, de toda la tribu, y de la totalidad de Am Israel (el Pueblo de Israel), que se encuentra en Har HaBait (el Monte del Templo) (Ramba”m, Hiljot Sanhedrin 1:1-2). En la cúspide, se encuentra el Beit HaDin HaGadol (Suprema Corte), cuyo papel es aclarar todas las dudas y diferencias de opinión. “Cuando te fuere demasiado difícil algún asunto de juicio... y te llegarás a los sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y consultarás, y ellos te declararán la sentencia del juicio” (Dvarim 17:8-9. Ramba”m, Hiljot Mamrim 1:1).
Las diferencias de opinión son naturales: “De la misma forma que sus rostros son distintos, también sus opiniones son distintas”. El hecho que las personas son distintas genera forzosamente diferencias de opinión. Las discusiones son nuestra forma principal de aclaración: La Gmará está llena de discusiones. Cuentan que cuando falleció Reish Lakish [sabio de la época del Talmud. N. del T.], le enviaron a su maestro y amigo – Rabí Iojanan – otro sabio para que estudie con él. Cada enseñanza de Rabí Iojanan, ese sabio le citaba fuentes que reforzaban su opinión. Le dijo Rabí Iojanan: “¡Qué pena! Cuando estudiaba con Reish Lakish, cada enseñanza que yo decía, él me hacía 24 objeciones, y yo me veía forzado a encontrar 24 respuestas a ellas, y de esa forma las cosas se aclaraban y se ampliaban. Pero tú sólo refuerzas mi opinión... ¡¿Acaso yo no sé que tengo razón?!” (Baba Metzia 84A). Las ratificaciones no ayudan a aclarar, mientras que las objeciones nos obligan a profundizar, aclarar y ampliar los temas. Hay que acostumbrarse a pensar que cada asunto puede ser visto de distintas formas. En el Sanhedrin (Suprema Corte de Justicia) sólo se acepta al sabio que sabe 150 argumentos para purificar el sheretz [nombre genérico de distintos tipos de animales impuros. N. del T.] (Sanhedrin 17A). ¡Pero el sheretz continuará siendo impuro! ¡¿Qué sentido tiene esforzarse por inventar argumentos para purificarlo?! ¡A primera vista, es sólo vanidad! (Sanhedrin 17A, Tosafot). Pero es que si bien es cierto que el sheretz tiene aspectos puros, ellos son nulos en comparación a los aspectos impuros, y en la práctica será considerado impuro – a pesar de que no hay que desentenderse de sus aspectos puros, como explica el Mahara”l de Praga en varios lugares (Beer HaGola, Beer Alef, Pág. 19. Derej Jaim 5:17, Pág. 259. Jidushei Agadot, Guitin 6B). Nuestros sabios nos explican: “‘Agrupados’ – esos son los talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) que se sientan grupos, grupos, y estudian la Torá. Estos impurifican, y aquellos purifican, estos prohíben, y aquellos permiten, estos descalifican, y aquellos califican. Quizás tú digas: Entonces, ¡¿cómo podré estudiar la Torá?! Por ello continúa el versículo: ‘Las cuales fueron dadas por parte de un solo Pastor’ (Kohelet 12:11): Un sólo D’s la entregó, un mismo Proveedor, todos lo escucharon del Señor de todas las Obras, bendito sea. Como dice el versículo: ‘Y dijo el Señor todas estas palabras’ (Shmot 20:1). Entonces, tú debes esforzarte por escuchar atentamente y entender los argumentos de los que impurifican y los que purifican, los argumentos de los que prohíben y los que permiten, los argumentos de los que descalifican y los que califican” (Jaguiga 3B). Hay que estudiar y saberlo todo - para poder determinar la halajá (Sanhedrin 7A. Ramba”m, Hiljot Sanhedrin 2:1).

La Mishná nos cuenta que hasta la época de Iosi Ben Ioezer y Iosi Ben Iojanan lograron determinar la halajá en toda discrepancia (Ver Jaguiga 16A. Y también Talmud Ierushalmi, allí). No es lógico que hasta esa época no había discusiones: Las había, pero determinaron la halajá según mayoría de opiniones. Las pautas prácticas para todo Am Israel eran las mismas – salvo un sólo caso extraordinario (Jaguiga 16A. Sanhedrin 84B)...
El papel del Sanhedrin es resolver y determinar una pauta práctica uniforme, para que nadie haga lo que le plazca basándose en su opinión en base a la Torá. ElZaken Mamre” (sabio rebelde) – que determina la halajá en algún tema en forma opuesta a la opinión del Sanhedrin – es castigado con el ahorcado (Sanhedrin 7A. Ramba”m, Hiljot Sanhedrin 2:1): Se puede pensar distinto que la mayoría de los sabios del Sanhedrin – pero está prohibido determinar las pautas prácticas en contra de su opinión (Ramba”m, Hiljot Sanhedrin 3:6-7. Pero el Sanhedrin puede permitirle enseñar su punto de vista, siempre y cuando no ordene a las personas hacer como él dice. Mishpat HaHoraha, del Maharit”z Jaiut).
Puede ser también que el Sanhedrin se equivocó: Es muy poco probable – porque está compuesto de los más grandes sabios de todo Am Israel – pero es posible. De todas formas, es preferible que haya una posibilidad de error de una millonésima, a que la autoridad del Sanhedrin sea puesta en tela de juicio, y cada uno haga lo que le parece correcto, y de esa forma ocurrirán muchos errores, mucho más severos y genéricos (Sefer HaJinuj, Mitzva 495-496).

Crisis triple
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Estamos pasando una crisis triple, crisis de salud – enfermos y muertos, crisis económica – negocios en quiebra y desocupación, y crisis de gobierno – un gobierno con dos dirigentes que pelean entre ellos, como dos padres peleados a cuestas de los hijos. ¿Cómo se supera esa situación?
Respuesta:
1. Debemos saber de antemano que en la vida, en este mundo, hay crisis. Crisis personales, familiares, nacionales y generales humanas. Crisis es un cambio repentino e imprevisto, de todo tipo, para bien o para mal, pero es duro y doloroso, porque desbarata el equilibrio anterior. La crisis exige una resolución por nuestra parte, y si no, si nos encontrará cansados y desesperanzados, ella decidirá en nuestro lugar.
2. Cuando D’s envía una crisis, Él también entrega las fuerzas para hacerle frente. No determinamos todo lo que ocurre en el mundo, pero determinamos nuestra actitud frente a ello. Siempre tenemos libre albedrío.
3. Hemos pasado crisis mucho más agudas, como la destrucción del primer Beit HaMikdash (El Templo) y del segundo, la expulsión de España y el Holocausto, las revueltas de Jamelnitzki y más. Y siempre nos levantamos y nos recuperamos.
4. Hay que diferenciar entre la crisis objetiva, que no se encuentra totalmente en nuestras manos, y la crisis subjetiva, que es nuestra actitud, y toda ella se encuentra en nuestras manos.
5. La primera medicina es alegrarse con lo que tenemos. No sentirnos desgraciados y lamentarnos por lo negativo, sino que sonreír por lo positivo.
6. La segunda medicina es concentrarse en lo principal. Cuando una persona llega a la sala de emergencia por un accidente de tránsito grave, no se puede tratar enseguida todos los miembros dañados, se les da prioridad a los miembros vitales, y sólo después se puede volver y tratar los miembros secundarios, como el ejemplo del Rav Kuk en su artículo “HaIkarim” (Maameri HaReaya 14). Ahora, lo que es vital: Salud, economía y colaboración en el gobierno.
7. La tercera medicina es la unión de la nación. Tenemos personas inteligentes y trabajadoras que saben hacerle frente a todo problema, pero para eso se necesita unión, unificar las fuerzas y no dispararle los unos a los otros a los pies. Cuando el ejercito romano fue vencido por el ejército de Cartago, los romanos entendieron que deben fortalecer la unión, prohibieron criticar, aceptaron con respeto el comandante que fue responsable en gran medida de la derrota, enrolaron a los jóvenes al ejército, también extranjeros, esclavos y presos. Y por supuesto nosotros. No se trata de una unión artificial superficial, sino que una unión interna basada en la comprensión que es mayor lo que nos une de lo que nos separa, que somos distintos pero nos complementamos.
8. El gobierno verá que deseamos la unión, comprenderá que la voz del público es como la voz de D’s, y también él se enderezará según la línea de la unión.
9. El cuarto remedio: Vigor y valentía. Somos los valerosos de los pueblos. Este es el momento de utilizar la valentía. Y el que no es valeroso, este es el momento de aprender. Y véase el artículo del Rav Kuk “Leosif Ometz” (Maamarei HaReaya 72).
10. Hay cuatro cosas necesitan ser reforzadas (Brajot 32B). Son temas en los que no se tiene éxito sin grandes esfuerzos. Ioshua Bin Nun fue ordenado tres veces: Se valeroso y fortalécete (Ioshua 10). Se valeroso y fortalécete en la Torá, se valeroso y fortalécete en el ejército, se valeroso y fortalécete en la economía (Rashi, allí).

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Tendido de ropas para secarlas

El que sus ropas se mojaron en Shabat, tiene prohibido tenderlas a secarse de la forma que se acostumbra en un día común[1].
Eso lo prohibieron nuestros sabios por Marit Ain, es decir, porque los que ven la prenda secándose pueden sospechar que la lavó en Shabat[2].
También una prenda que se mojó un poco [con lluvia o similar] está incluido en esa prohibición[3], e incluso una prenda húmeda por el sudor, no deben ser tendida a secarse de la forma que lo hace en un día común[4].

Sin que lo vean
“Todo lo que nuestros sabios prohibieron por Marit Ain, incluso si no lo ven está prohibido”. Es decir, lo que nuestros sabios prohibieron porque pueden sospechar que comete una trasgresión de la Torá, lo prohibieron también si lo hace a escondidas, porque no diferenciaron en sus decretos[5].
Por lo tanto, está prohibido tender una prenda húmeda a secarse [de la forma que se acostumbra en días comunes] incluso si no puede ser visto por otra persona y no se teme que sospechen de él, porque nuestros sabios no diferenciaron en sus decretos[6].
Por ejemplo: Toallas húmedas, está prohibido tenderlas en Shabat a secarse, incluso dentro del baño, a pesar de que las personas que pasan por la calle no pueden verlas, porque nuestros sabios no diferenciaron. Y toallas con las que se secaron antes de Shabat, se debe cuidar de tenderlas antes de la entrada del Shabat[7].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 301, inciso 45).
[2](Allí).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso 163. Kaf HaJaim inciso 257). Y en Ben Ish Jai (segundo año, Vaieji inciso 1) escribió que también una prenda totalmente seca, está prohibido tenderla como se acostumbra a hacer con prendas húmedas para que se sequen, porque el que lo ve no sabe que está seca, y también puede que sospechen que lavó en Shabat. Y la razón por la cual los Poskim hablaron de prendas mojadas con agua o sudor, es porque eso es lo corriente, ya que prendas secas no se acostumbra a tenderlas como se tienden prendas húmedas para que se sequen (fue citado por Kaf HaJaim allí, inciso 273).
[4](Allí, inciso 47).
Las prendas con las que envuelven a los bebes, pañales de tela, que se ensuciaron está permitido tenderlos a secarse. Porque de momento que están sucios, es notorio que no fueron lavados en Shabat. Y puede que incluso si no están sucios, sólo mojados, también está permitido, porque todos saben que los bebes acostumbran a mojar los pañales (allí, Mishná Brurá inciso 164 citando a Jaiei Adam). Y en Ben Ish Jai (allí, inciso 2) escribió que “las prendas con las que envuelven a los bebes acostumbran a tenderlas en Shabat para que se sequen, no solo las que están sucias, que su suciedad demuestra que no fueron lavadas, sino que también las que no están sucias en absoluto, pero fueron humedecidas por el bebe, está permitido tenderlas en Shabat para que se sequen. Porque esas prendas son notorias en su forma y todos saben que son de bebes, y todos saben que se acostumbra a tenderlas a secarse sin lavarlas, porque las lavan sólo cuando están muy sucias, y por lo tanto nadie sospecha. Y no se debe amonestar a los que acostumbran a hacerlo, y véase Maamar Mordejai z”l. Y a pesar de que Jaiei Adam escribió que no está claro que este permitido si no están sucias, hemos escrito una razón suficiente para justificar lo que acostumbran, y no se debe amonestar los que son menos estrictos, y el que es más estricto será bendecido”. Y véase allí lo que escribió en cuanto a los pañuelos de las manos.

[5](Shabat 64B. Mishná Brurá allí, inciso 165. Kaf HaJaim inciso 261).
[6](Allí, inciso 45. Mishná Brurá inciso 165). Y véase Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 56) que escribió que de momento que puede que de pronto llegue alguna persona allí y lo vea, y sospeche que cometió una trasgresión de la Torá, no quisieron diferenciar en sus decretos.
[7]Y si no alcanzó a tender la toalla antes de la puesta del sol, y necesita una toalla seca en Shabat, se puede ser menos estricto y tenderla Bein HaShmashot (después de la puesta del sol, pero antes de la salida de las estrellas), y debe cuidarse que no la escurra, y lo correcto es tenderla a secar en un lugar escondido (allí, Mishná Brurá inciso 166. Shaar HaTziun inciso 206).
Todo eso se refiere cuando aún no ha recibido el Shabat, pero si ya lo recibió [diciendo “Mizmor Shir LeIom HaShabat” o “Leja Dodi”], o incluso la mayoría del público en donde se encuentra ya recibieron el Shabat, está prohibido tenderla a secarse (342 Mishná Brurá inciso 1).

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