Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Pinjas     19 de Tamuz 5780     1266 

El celo de Pinjas
Rav David Landau

En nuestra Parashá nos encontramos con temas dolorosos y estremecedores en cuanto al orden de las familias en Am Israel (el Pueblo de Israel). ¡Una persona de Am Israel, simiente santa, tiene relaciones con una hija de un pueblo ajeno! (Sanhedrin 82A). En Am Israel hay quienes cuidan de las mitzvot más o menos, pero siempre cuidaron dos cosas especiales: Brit Mila (circuncisión) y casamiento. Una persona que no circuncidará su hijo no es concebible. Siempre hubo una sensación general que hasta tal punto, no se llegará. Dicho sea de paso, hubo una persona de los pensadores nacionalistas al principio, en Varsovia. En esa ciudad de Geonim (genios del estudio de la Torá) y tzadikim (justos), hubo una familia que no querían circuncidar a su hijo. Los encargados de los entierros no quisieron enterrarlo. Esa “joya” salió en contra de ellos, gritándoles. Es un ejemplo. Y en contraste, Nordau cuando le propusieron ser el dirigente después de Hertzel, se negó, porque estaba casado con una gentil. Se avergonzaba de ello. Eso ya pertenece a los niveles del arrepentimiento. El que hace una trasgresión y se avergüenza, lo perdonan (Brajot 12B). Incluso en los lugares llamados no religiosos, existía cierta salud de sentimiento judío para con esas dos cosas: Brit Mila y relaciones con una hija de un pueblo ajeno.
Pinjas se estremece por ello. ¡Una persona de Am Israel, de la descendencia de Avraham, Itzjak e Iaacov, de la simiente que se presentó a la falda del Monte de Sinai con toda su vitalidad y cuerpo, tiene relaciones con una hija de un pueblo ajeno (Malaji 2:11)! “Y se levantó de en medio de la asamblea y tomó una lanza en su mano” (Bamidvar 25:7). “Asamblea” – ese es el Sanhedrin (Suprema Corte). Todo Am Israel es llamado asamblea, y sobre todo el Sanhedrin. Él se levantó en base a la fuerza de la Torá. Hay
distinciones muy sutiles en cuanto al celo. Hay un celo en base a la Torá, y hay un celo que emana de malas virtudes, de la colera, el enojo y el odio. Por ello, era necesario aclarar las bases sicológicas del celo de Pinjas. Cuentan en la Gmará (Sanhedrin 82) que luego que Pinjas celó a D’s hubo mucho barullo. Arguyeron: Pinjas mató una persona honorable, un presidente de una tribu de Am Israel. Es un pecado terrible, una corrupción espantosa. ¡Pinjas tiene cualidades de asesino! La raíz se encuentra en su pertenencia a la familia de Itro. También en Pinjas hay ciertos elementos de gentil, cualidades de gentiles. Por ello, aclara la Torá en extensión: “Pinjas hijo de Elazar, hijo de Aarón el Cohen ha vuelto atrás Mi colera” (Dvarim 25:11). No por su enojo se levantó Pinjas, sino que por su pertenencia a la descendencia de Aharon el Cohen, el bondadoso, “Tus Tumim y Urim son propios de Tu varón bondadoso” (Dvarim 33:8), “ama la paz y persigue la paz” (Avot 1:12). La Torá atestigua que “he aquí que Yo le otorgo Mi alianza de paz” (Bamidvar 25:12).
En nuestra Parashá se revela la interpretación sencilla de lo que sucedió en la Parashá anterior: “Pinjas hijo de Elazar, hijo de Aarón el Cohen ha vuelto atrás Mi colera de sobre los Hijos de Israel al vengar Mi celo en medio de ellos, y no consumí a los Hijos de Israel en Mi celo” (Dvarim 25:11). Esa es la aclaración en base a la fuente Divina del valor de las acciones de Pinjas (en base a Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Bamidvar pág. 324 – 327). 

El Plan del Siglo – pérdida de fe
Rav Shlomó Aviner

El último aspecto en relación al Plan del Siglo: El aspecto Divino. Hemos hablado del aspecto nacional de seguridad, el aspecto religioso de mitzva, y el aspecto moral humano. Ahora, el aspecto Divino, de fe. Por supuesto, todo está relacionado: En base a la fe hay mitzvot. Y a pesar de ello, son dos puntos de vista distintos.
El aspecto Divino de fe es que D’s decidió redimir a Su pueblo. ¿Por qué justamente en esta generación, por qué no en la generación anterior, o la próxima? No sabemos. Así decretó Su sabiduría, y así ordenó las almas. De todas formas, ahora ha llegado el momento.
¿Cuándo? Hace unos 140 años, con la primera ola de aliá (inmigración a Israel) en el año 5641 – es decir, el asentamiento de la tierra. Es conocida la Gmará: “No hay una señal más clara que lo que dice el versículo, ‘y ustedes, oh serranías de Israel, den vuestras ramas y den sus frutos para Mi pueblo Israel, porque están por llegar’” (Sanhedrin 98A). “Cuando Eretz Israel (la Tierra de Israel) entregue sus frutos con abundancia, se acerca el momento, y no hay una señal más clara” (Rashi, allí).
Segundo punto: D’s reúne los exilios. El Ramba”m dice en cuanto al Meshiaj (Redentor): “Y todo el que no cree en él, o no espera su llegada, no sólo en los demás profetas no tiene fe, sino que tampoco en la Torá de nuestro Rav Moshé, ya que la Torá atestigua sobre él, como dice el versículo ‘y devolverá el Eterno, tu Señor, tu cautiverio, y se apiadará de ti y volverá a reunirte” (Ramba”m, Hiljot Melajim 11:1). O sea, la reunión de los exilios es parte de la época llamada los Días del Meshiaj.
Tercer punto: La edificación del estado. También eso es insinuado por el Ramba”m: “Dijeron nuestros sabios, toda la diferencia entre este mundo y los Días del Meshiaj es solamente la abolición del yugo de los reinados” (allí, 12:2). En la galut (el exilio) estábamos sometidos bajo los gentiles, ahora somos libres.
El punto siguiente: Las guerras de Israel, guerras de defensa. En la Gmará: “Las guerras son también el comienzo” (Meguila 17B). El comienzo del proceso de redención.
Y así también: El centro de la Torá
regresa aquí, la unidad regresa.
Para no ver todo eso, hay que ser ciego. Lamentablemente, hay ciegos que no ven lo que D’s hace. El profeta Ishaya dice: “Oíd, oh sordos, y mirad vosotros, oh ciegos, para que veáis. Mas, ¿quién es el ciego, si no Mi siervo? ¿Y quién es tan sordo como Mi mensajero que envío? ¿Quién es tan ciego como el que debe ser perfecto, y ciego como el siervo del Eterno? Tú, que ves muchas cosas, mas no observas, tienes abiertos los oídos, mas no oyes” (Ishaya 42:18-20). Él es una persona plena, sirviente de D’s, pero tiene un defecto, que es ciego, no ve que D’s hace maravillas para con Su pueblo.
Y también: “Saca al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos, que tienen oídos”
(Ishaya 43:8). Él no ve que los exilios se reúnen, no ve que hay un renacimiento.
Es más, no alcanza con sentarse con los brazos cruzados y decir: D’s hace. Todo lo que D’s hace, lo hace a través nuestro, dentro nuestro. Ese es un principio muy importante: Somos partícipes con D’s. D’s le prometió el reinado a Shlomó, y a pesar de ello hubo que esforzarse mucho.
Si D’s abre los portones de Eretz Israel, hay que hacer aliá. Todas las generaciones teníamos la obligación de hacer aliá, pero estábamos impedidos. Ahora podemos, y entonces debemos hacer aliá. ¿Pero es difícil? Es sabido.
Hay una mitzva de asentar la tierra, pero estábamos impedidos. Ahora podemos – entonces, tenemos que hacerlo. ¿Pero es difícil? Es sabido.
Hay una mitzva de edificar un ejército. ¿Por qué no lo hicimos antes? Porque estábamos impedidos. Ahora podemos, entonces debemos enrolarnos en el ejército. Así también, hay una mitzva de ser soberanos sobre nuestra tierra, pero antes estábamos impedidos. Ahora, somos soberanos sobre parte de ella. No decimos ve a conquistar en todas las direcciones, pero debemos ser soberanos sobre lo que poseemos. ¿Pero es difícil? Es sabido.
El que está dispuesto a renunciar a zonas en Iehudá y Shomrón (Judea y Samaria), en forma parcial o total, edificar un país desarmado o no, no tiene fe en D’s. cuando nuestro Rav Moshe recuerda el Pecado de los Espías al principio del libro “Dvarim” dice: “pero en este asunto ustedes no confiaron en el Eterno, su D’s” (Dvarim 1:32). “Que Él les promete traerlos a la tierra, y ustedes no tienen fe en Él” (Rashi, allí). Ustedes son buenos judíos, con fe y tzadikim (justos), pero en ese punto, no tienen fe. Ustedes son judíos apreciados y temerosos de D’s, pero en ese punto, que D’s nos hace regresar a Iehudá y Shomrón – no tienen fe.
Cuando se tiene fe, se hace partícipe con D’s. “En el futuro una voz retumbará en la cima de las montañas, y dirá; todo el que actuó con D’s, vendrá y recibirá su recompensa” (Vaikra Rabah 27:2). El que no lo escucha, saldrá perdiendo. La Gmará menciona la pequeñez de los tzadikim, que no tuvieron fe en D’s (Sota 48B). “Pequeñez de fe” (Rashi), en el regreso a Tzion en la época del Segundo Templo.
Gracias a D’s hay también quienes tienen fe. Hay incluso jilonim (seculares) que tienen fe, como lo menciona el Rav Kuk en su libro “Orot”: “Todo el pueblo tiene fe en que no habrá otra galut posterior a la gueulá (Redención) que comienza frente nuestro” (Orot, Orot HaTorá 26).
Y nuevamente, no alcanza con una fe pasiva, sino que se debe actuar todo lo posible. Por supuesto, no se puede saber en todo detalle cuál es la voluntad de D’s, pero estamos hablando de procesos colosales, enormes.
Las personas tienen otro argumento: La gueulá llega paulatinamente (Ierushalmi Brajot 1:1), entonces, renunciaremos a tres cuartos de Iehudá y Shomrón, nacerá otro país árabe allí, y en el futuro todo se arreglará. Es un grave error. Paulatinamente no es un cálculo humano, sino que Divino. Por nuestra parte, debemos apresurarnos. Según la medida de la celeridad en el libro “Mesilat Iesharim”. ¡¿Qué nosotros con nuestras propias manos hagamos algo malo, terrible, y lo llamemos “paulatinamente”?!
Dicho sea de paso, D’s no hace todo paulatinamente, a veces también hay saltos. ¡Vean qué milagro maravilloso del renacimiento de la nación, que no tiene nada que se le asemeje en toda la historia mundial! ¡Qué país rico y fuerte! Y lo que D’s hace, nosotros marchamos tras Él.
Es más, paulatinamente es un avance lento. ¡¿Pero de ello, llegar a permitir hacer trasgresiones terribles?!
Para ver qué nos hace D’s no se necesita ser un gran tzadik, ni siquiera ser religioso, alcanza con tener fe. Y en base a ello, ser partícipe de la acción Divina para con nosotros.
El Rav Kuk explica que hay dos tipos de expectativa de la salvación: En el plano de la fe, y en la práctica. En el plano de la fe, también cuando todo se ve duro y complicado, colmado de problemas, no desesperamos, continuamos confiando en D’s, sabemos que al final todo estará bien, que D’s no nos abandonó. En el plano práctico, la expectativa activa es contemplar la situación y hacer todo lo que se puede para avanzar la gueulá, como el guardián en la torre de vigila que ve a la distancia, y cuando ve una oportunidad para hacer algo, enseguida llama a todos (Olat Reaya Alef, 279 – 280. Y también en Ein Aya). Y no es holgazanería, lo que es llamado “el argumento holgazán de la teología fatalista”.
Hay que ver lo que D’s hace, y no ser ciego, sino que ver las maravillas que D’s nos hace. Gracias a D’s, hay religiosos que ven, hay jilonim que ven, hay incluso gentiles que ven, y nos ayudaron todo lo que pudieron.
Fortalezcámonos y vigoricémonos, en las maravillas que D’s hace para con Su pueblo y Su tierra.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Cubrir con una prenda

Un barril o un recipiente lleno de agua, está prohibido en Shabat colocar sobre su boca una prenda para taparlos, porque la prenda puede llegar a mojarse con el agua, y se teme que la escurra en Shabat[1], como fue aclarado.
Así también está prohibido colocar en Shabat utensilios húmedos [como por ejemplo después de haberlos lavado] sobre una prenda, porque la prenda se humedece de las gotas que caen, y se teme que llegue a escurrirla en Shabat[2].
Pero si se trata de una tela dedicada a ello, que no le importa que quede húmeda, está permitido colocarlos sobre un recipiente con agua y también colocar sobre ella utensilios húmedos, porque de momento que no se cuida que esté seca, no se teme que llegue a escurrirla[3].

Otros líquidos
El decreto de nuestros sabios de no humedecer una prenda en Shabat no sea que llegue a escurrirla, se refiere solamente tratándose de agua, pero si se trata de otros líquidos, por ejemplo vino[4], nuestros sabios no lo prohibieron[5]. La razón es que no hay prohibición de escurrir – Melaben – tratándose de una prenda empapada de otros líquidos, porque la prenda no se lava ni se limpia con ellos[6].
También en opinión de los que dicen que está prohibido según la Torá escrita escurrir una prenda empapada con otros líquidos, de todas formas no se teme que llegue a escurrir la prenda si se la humedece, porque también después de escurrir la prenda quedará en ella la mancha del líquido y su olor[7]. Lo que no es así cuando se humedece con agua, que se teme que la escurra, ya que después de ser escurrida no queda ninguna marca en ella.


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 302, Mishná Brurá inciso 42. Kaf HaJaim inciso 81).
[2](Allí, Shuljan Aruj, inciso 15) Así dice: “Está prohibido colocar un pañuelo sobre un barril y colocar sobre el balde con el que bombea el agua, no sea que llegue a escurrir” – es decir, que escurra el pañuelo del agua absorbida en él del barril, y el que escurre se hace acreedor de Jatat por ser Melaben (allí, Mishná Brurá inciso 42. Kaf HaJaim inciso 81 82).
[3](Allí) Una prenda que acostumbran a colocarla sobre el barril para taparlo, está permitido, porque no acostumbra a fijarse que esté seca.
Pero a veces está prohibido colocar la prenda sobre el barril porque es como si construyese una carpa, los detalles son aclarados en el Shuljan Aruj y los Poskim (Shuljan Aruj, 315 inciso 13).

[4]Véase Mishná Brurá (302 inciso 55) y Kaf HaJaim (319 inciso 87) que en opinión del Ta”z vino blanco es considerado como agua en cuanto a lavado, y también respecto a él está prohibido según la Torá escrita escurrir por ser Melaben, y cuando se habla que con vino está permitido se refiere sólo al vino rojo.
[5](319 inciso 10).
[6](Allí, Mishná Brurá inciso 39). Y es como la opinión de los Rishonim que no hay prohibición de Melaben cuando se escurre una prenda que absorbió otros líquidos, porque la prenda no se limpia con ello.
[7]Y también no se acostumbra a escurrir la prenda para quitar de ella el líquido y utilizarlo para algo, y por ello no se teme que lo escurra para utilizar el líquido y trasgredir la prohibición de Mefarek (allí, Mishná Brurá. Kaf HaJaim inciso 86).

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