Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Miketz     30 de Kislev 5780     Rosh Jodesh     Janucá     1250 

Hacerlos olvidar…
Rav Eial Vered

¿Cómo se puede hacer que alguien olvide algo? ¡Es paradójico! Porque en el momento que hablamos de algo que hay que olvidar, lo transformamos en un recuerdo vivo y activo. Entonces, ¿cómo pensaron los griegos hacernos olvidar de la Torá, la Torá de vida, como decimos en el rezo de Janucá?
La respuesta se encuentra en el rezo mismo: No pretendieron hacernos olvidar de la Torá. Ellos pretendían hacernos olvidar de “Tu Torá”. De la Torá de D’s que nos fue entregada en el Monte de Sinai.
Es decir, estudiar la Torá, incluso desarrollarla – pero como una sabiduría humana, y no como una revelación Divina profética. Y así podremos continuar ocupándonos de la Torá, estudiándola, comparar, analizar e investigar, encontrar esquemas literarios, motivos repetitivos, ideas filosóficas y sistemas formularios. Toda una obra maravillosa – humana.
La biblioteca estará colmada de libros, pero la Torá en ellos será una ciencia humana, que es analizada y estudiada con herramientas críticas, mientras que lo principal, el alma, la profecía, la Torá de D’s – no estará presente.
Y ese es el problema. Porque esa actitud que proveniente de la escuela griega, es una actitud de la que todos disfrutamos hasta hoy en día. Una actitud que en su base se encuentra la capacidad de dudar siempre de todo lo que se mueve. ¿Quién dijo? ¿Quizás es distinto? Esa es la actitud que hizo que el mundo se aparte de su lugar idólatra, de los mitos, en dirección al mundo científico que nos es comprensible. Cuando escuchamos truenos – no es la intención que los dioses se enojan los unos con los otros, y por ello luchan entre ellos y nosotros debemos temer las consecuencias, sino que hay un fenómeno natural sencillo, de nubes cargadas de agua que llevan también una carga eléctrica determinada y chocan entre ellas.
La ciencia es la consecuencia de esa duda, del pensamiento crítico que hace avanzar al mundo. También nosotros somos parte de ese desarrollo. Lo que hace a Grecia un asunto complejo. Parte de eso es cierto y auténtico, y D’s mora realmente también en la herencia de Iefet. La parte que es encargada de la belleza de la creación y su descubrimiento.
Pero la crítica no lo es todo. Por encima del nivel del raciocinio se encuentra la corona de la fe. Las cosas más profundas dentro nuestro no pueden ser demostradas. El amor de los conyugues, su fidelidad, el sentimiento nacional, el sentimiento de pertenencia, las tendencias más profundas dentro nuestro, lo que amamos y somos atraídos por él. Todo eso no son cosas racionales. El raciocinio puede explicarlos, pero no puede generarlos.
También la Torá es así. La Torá comienza en Sinai. Con una vivencia de revelación profunda que fue grabada en nuestros antecesores, y por su grandeza y potencia, su magnificencia y significado, nuestros antepasados juraron transmitir ese episodio a las generaciones futuras, a sus hijos y sus descendientes.
Eso es fe. Es más fuerte que el raciocinio. No hay ninguna razón lógica por la cual tantos millones a lo largo de miles de años se sientan obligados a ese episodio en el que no estuvieron presentes, que exige de ellos tanto, incluso exige su vida misma en situaciones determinadas, si no fuese por el episodio en el que hubo una vivencia de revelación profunda e infinita que fue grabada en los corazones de nuestros antecesores, y de ellos a nosotros.
La actitud frente a la Torá que no parte de ello, le quita el alma. La Torá no es una ciencia, sino que profecía. La revelación de la palabra de D’s a través de Moshé, Su profeta, y a través de todos sus siervos, los profetas. Esa es la Torá de D’s, que los griegos intentaron hacernos olvidar, a través del estudio de la Torá como si fuese sólo una ciencia. La duda, la crítica, división en fracciones, resumen en carpetas – y he aquí que la sabiduría de la Torá fue introducida también ella en el gran cofre de las ciencias, que exige demostraciones.
“La ciencia intenta desarmar las cosas para entender cómo funcionan, mientras que la fe intenta unirlas juntas para entender su sentido” (HaShutafut HaGdolá, del Rav Ionatan Zaks).
La Torá se encuentra en el mundo del sentido. En la práctica, no es posible traducirla en absoluto. Ya el primer versículo nos enfrenta con dificultades extremas de traducción. ¿Cómo podremos traducir al griego la palabra “Bereshit”? ¿En el principio? ¿El principio de qué? Nuestros sabios interpretaron ese versículo de acuerdo con el entorno – todo el relato de la creación figura en la Torá no sólo para contarnos el proceso de la creación, sino que de acuerdo con la medida en que puede dilucidar algo en cuanto a la esencia de esa creación, para qué fue creada. Y por ello la palabra “Bereshit” por supuesto que no es una indicación de un punto en el tiempo, ya que todavía el concepto de tiempo no existía, sino que describe un sentido. ¿Para qué fue creado el mundo? Y la respuesta, para lo que es llamado “Reshit” – Am Israel (el Pueblo de Israel), Eretz Israel (la Tierra de Israel) y la Torá.
Entonces, Grecia es muy buena cuando tenemos que hacerle frente al mundo físico. La duda, el pensamiento y la crítica hicieron avanzar mucho al mundo. Pero Grecia es ciega, como “la oscuridad sobre el abismo”, cuando se trata de escuchar al mundo y dilucidar su sentido.
La vela de Janucá conjuga dentro de ella lo que tomamos de Grecia y lo que no. Por un lado, la encendemos dentro de la casa, y toda ella es fuego, calor, ardor. La vela nos cuenta algo que sólo el que se encuentra dentro de la casa, el que vive el ambiente de la casa puede comprender y vivir. Pero por otro lado la vela de Janucá es encendida de izquierda a derecha, semejante a la escritura griega. Las velas avanzan de día en día de derecha a izquierda, como la escritura hebrea, mientras que el encendido mismo se hace de izquierda a derecha, como expresión de la potencia bendita de Grecia en el descubrimiento de los secretos del mundo material.
Hacerlos olvidar Tu Torá. Y frente a ello – la Torá de vida. “La única diferencia entre los libros, los tfilin y las mezuzot es que los libros son escritos en toda lengua, mientras que tfilin y mezuzot son escritos sólo en Ashurit. Raban Shimón Ben Gamliel dice, incluso los libros fue permitido escribirlos sólo en griego”. Los libros son escritos en griego, incluso libros de kodesh. Pero los tfilin y las mezuzot, el corazón de la fe judía, pueden ser escritos sólo Ashurit [las letras hebreas que utilizamos hoy en día para esos fines, una letra derecha y clara, como es escrito el Sefer Torá]. La base de la fe no puede ser comprendida sino que dentro de ella, como parte de ella. De Tu Torá. 

¿El pueblo decide o el juez?
Rav Shlomó Aviner

Nosotros, el pueblo que habita en Tzion, nunca fuimos preguntados si aceptamos que el gobierno pase a manos del poder judicial. Sencillamente, eso ocurrió - y fuimos obligados a una dictadura.
Nosotros, el pueblo, queremos que los representantes que nosotros elegimos decidan por nosotros, que tengan que rendirnos cuentas. Y si lo que hacen no nos parece bien, no los elegiremos nuevamente. Pero los jueces no los elegimos, ellos no nos tienen que rendir cuentas, y se encuentran en sus sillas hasta la vejez, sin posibilidad de cambiarlos. Es una dictadura.
Los jueces no deben determinar leyes, sino que preocuparse de su cumplimiento. No tienen autoridad para interpretar las leyes en forma creativa amplia, en forma contraria a la intención del que determinó la ley.
Los jueces no deben amenazar al que lucha contra ese activismo judicial, o abrir investigaciones para silenciarlo o doblegarlo.
Los jueces no deben entrometerse en la política, en la seguridad, en la economía. Para eso tenemos representantes en el Kneset (Parlamento) que hemos elegido.
Los jueces no deben determinar normas y valores morales.
No hay ningún paralelo en el mundo a algo así como que los jueces descartan leyes del parlamento en base a una constitución que no existe en forma clara en nuestro país.
No nos extraña que nosotros, el pueblo, en su mayoría perdió su fe en el sistema judicial, y la situación está lejos de mejorar.
Por supuesto, los jueces arguyen que ellos actúan en base a la ilustración, pero no hay dictaduras ilustradas. Edificaron una dictadura no ilustrada, en nombre de la ilustración.
Nosotros, el pueblo, determinaremos qué es ilustrado. Por ejemplo, estamos a favor del sionismo y el nacionalismo, que dicho sea de paso, sin ellos no habría nacido el estado, ese estado del que todos comemos y procuramos nuestro sustento ampliamente de su dinero. Y no como su mayoría, nosotros estamos a favor del judaísmo, que también él, sin él no habría nacido el estado, y de él ustedes reciben gruesos sueldos. Así también nosotros estamos a favor de la familia con hijos, y también por mérito de ello nació el estado.
Por lo visto, en cuanto a los jueces en nuestro país, tiene razón el pensador francés Jean Giraudoux que la ley es la escuela más grande para la imaginación, ningún escritor interpretó la naturaleza en forma tan libre como el juez interpreta la realidad.
Recuerden, este país es de todos. 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Borer
Trozos de carne, pollo o pescado que tienen dentro de ellos huesos o espinas que no son aptos para ser comidos, cuando desea separar la carne de los huesos debe hacerlo de la forma permitida, para no trasgredir la prohibición de Borer.
Cuando come, puede separar la carne de los huesos tomando el hueso y comiendo de él la carne, ya que de esa forma separa la comida de los desperdicios[1].
Así también puede introducir en su boca la porción de carne con los huesos en ella, y luego quitar de su boca los huesos[2].
Hay quienes escribieron que la separación de los residuos de la comida cuando se come está permitida, por ejemplo, si toma la porción del alimento y quita de él los residuos, y enseguida la come. La razón es que ellos arguyen que Borer es cuando separa [residuos de la comida] antes de la comida y la prepara para ser comida enseguida, pero cuando come la porción es considerado “forma de comer” [3]. Y en su opinión, cuando sostiene el trozo de carne para comerlo, está permitido quitar los huesos.
El Mishná Brurá citó a los poskim (sabios que determinan la halajá) que incluso cuando se come está prohibido quitar los desperdicios, pero escribió que no se debe amonestar a los que son menos estrictos, ya que tienen en quién fiarse[4], como fue aclarado.
Hay poskim sfaradim que escribieron que el que come una porción de pescado o carne que tiene huesos, tiene permitido quitar con la mano los huesos y luego comer la porción enseguida, porque esa es la forma en que se come siempre, y no es considerado “forma de Borer” sino que “forma de comer” [5].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 319, inciso 1, que está permitido separar comida de los residuos con la mano, para comerlo enseguida. Y en Biur Halajá allí, inciso 3 comienza mitoj ojel citando a Maamar Mordejai. Jazon Ish 54 inciso 5).
Y véase Jazon Ish (allí) que puede quitar la carne del hueso con la mano o con el tenedor.

[2](Véase Jazon Ish 54 inciso 1, que escribió así explicando al Ramba”n).
[3](Allí, inciso 3). Y en Biur Halajá (comienza haborer psolet) escribió: “Y hay que dudar en cuanto a si el concepto de Borer es justamente cuando separa antes y prepara la comida para comer enseguida, pero no cuando come en sí, que sostiene con su mano y desea comer  y quita residuos y los tira, eso no es llamado Borer a pesar que lo hace antes de comer porque así se come, o quizás no importa, y debe tirarlo después de comer justamente, o que tire junto con él un poco de la comida”. Y escribió allí que en Birkei Iosef escribió que los poskim discrepan en ello, y el Mahar”i Abulafia es menos estricto y el Maharita”tz lo prohíbe. Y escribió Birkei Iosef que del hecho que los poskim no diferenciaron, por lo visto separar los residuos de la comida incluso de esa forma está prohibido.
Y escribió el Biur Halajá que se trata de una controversia del tiempo de los Rishonim, porque en las innovaciones del Ramba”n es evidente que opina como Mahar”i Abulafia que lo permite. Pero según el Ro”sh parece que opina como Maharita”tz que está prohibido.

[4](Allí, Biur Halajá, comienza mitoj ojel).
También escribió allí que el que quita los huesos incluso antes de comer, si los huesos tienen un poco de carne sobre ellos no podemos amonestarlo, pero justamente si lo hacen enseguida antes de comer. Pero si lo hacen para comer después de un tiempo, como se acostumbra en grandes comidas, se debe cuidar mucho de no hacerlo.
Pero huesos que no tienen carne en absoluto, está prohibido como fue aclarado.

[5](Ben Ish Jai, Segundo año, Beshalaj inciso 10. Kaf HaJaim allí, inciso 44). Y no como la opinión del Maamar Mordejai que está prohibido cortar el pescado por la mitad y quitar la columna del medio. Y así también Petaj HaDvir (allí, inciso 6) que lo permite.

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