Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Shabat Jol HaMoed     20 de Tishrei 5779     Sucot 

Vivienda provisoria
Rav Ioram Eliahu

En cuanto al versículo “en Sucot (tabernáculos) habitarán siete días” (Vaikra 23) dijeron nuestros sabios (Suca 2): “Una Suca que es más alta de 20 codos es descalificada”. ¿De dónde lo aprenden? “Dijo Raba, porque el versículo escribió ‘en Sucot habitarán siete días’. Con ello dijo la Torá que siete días debes salir de tu vivienda fija y habitar en una vivienda provisoria” y hasta 20 codos se puede construir una vivienda provisoria, pero más alto de ello se necesita construir una vivienda fija.
En la orden del versículo está escrito (Vaikra 23): “En Sucot habitarán siete días, para que sepan vuestras generaciones que puse en Sucot a los Hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto”, y debemos prestar atención qué es lo que aprendemos del habitado en la Suca, en esa vivienda provisoria, y por qué justamente cuando salimos de Egipto D’s nos puso en una vivienda provisoria como esa: ¿Acaso no hubiese sido mejor luego de todo el sufrimiento y martirio que pasamos en Egipto que nos ponga en un lugar más agradable?
El Rav Kuk explica que nuestro rey nos enseña un gran principio: “Nos indica que debemos saber que la vida de la persona es como una vivienda provisoria” y rápidamente puede “elevarse a las grandes alturas o D’s no lo permita descender a los profundos abismos, y por ello nos indica que abandonemos nuestras viviendas y habitemos en Sucot, en tiendas provisorias. Y por ello la obligación de la Suca es justamente siendo provisoria, y si será más alta de 20 codos será descalificada para hacernos saber que el hombre no descendió aquí en forma fija, sólo para estar en forma provisoria sobre la tierra, y por ello lo correcto es que abandone los lujos de este mundo, porque no son la meta” (Ieraj HaEitanim, pág. 287).
Y el Rav continúa y explica que esa también era “la intención de D’s cuando puso a Israel en Sucot a la salida de Egipto, para hacerles saber cuando la nación fue fundada que el habitar en un lugar fijo no es la meta, porque entonces la persona puede pensar que sólo hay un mundo, y ese es el centro de la vida. El habitar en una vivienda provisoria nos enseña que en realidad estamos aquí en forma pasajera, y te espera un lugar fijo en el Mundo Venidero, y hacia allí debes orientar tus acciones y metas”. Hablando de ese tema nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, cita el famoso cuento del Jafetz Jaim que le llegó un huésped del exterior del país para visitarlo. El visitante escuchó la grandeza del Jafetz Jaim y estaba seguro que vive en una casa lujosa, pero cuando entró a su casa se fijó en los muebles y preguntó extrañado: ¿Dónde están sus muebles? Le preguntó el Jafetz Jaim: ¿Y dónde están tus muebles? El visitante se sonrió y contestó: Usted sabe que soy un extranjero en esta tierra, mi casa no es aquí, soy un huésped. Le dijo el Jafetz Jaim: Sabe que yo también soy un extranjero aquí [en este mundo], ¿y para qué necesito muebles? (Sijot HaRav Tzvi Iehudá Kuk, Moadim Alef, pág. 127).
Agrega el Rav Kuk y explica que “por ello ordenó D’s festejar esa festividad en ese santo día, en la fiesta de la recolección de la cosecha”, porque la persona debe prestar atención a la nulidad de este mundo justamente cuando ve su producción, su riqueza, y puede llegar a pensar que esa es la meta de este mundo. Por ello nuestro rey nos hace entender de esa forma que no es así, no sea que nos confundamos y marchemos tras los ídolos de la plata y el oro – y solamente munidos con las buenas acciones y la Torá tendremos siempre éxito” (Ieraj HaEitanim pág. 291).
Y de esa forma podemos entender por qué la Suca es considerada una fortaleza de defensa, como un lugar que protege, lo que es extraño ya que no nos cierra por todos los flancos y dos paredes con una tercera de un palmo ya alcanza para que sea apta para cumplir la mitzva, ¿cómo puede ser una fortaleza contra todo enemigo? “Pero es que la palabra de D’s es la que fortalece las paredes, y ninguna herramienta puede abrir brechas en la muralla fortalecida de la ley de la Torá y la palabra de D’s”.
Cuando tomemos esa gran comprensión del tema de la Suca para nuestras vidas, aprenderán nuestros hijos en base a nuestro ejemplo y lo que les enseñamos en la fiesta de Sucot que la existencia de la persona en este mundo es transitoria, pasajera. La meta es el Mundo Venidero, y en esa dirección debe orientar sus acciones y esfuerzos. La persona no sabe cuánto tiempo permanecerá aquí, y debe aprovechar el tiempo que le dan. Cada momento es valioso, debemos recordar que somos huéspedes aquí, y nuestros principales esfuerzos deben ser en adquirir vida en el Mundo Venidero eterno. Cuanto más profundice la persona en ese auténtico conocimiento, será merecedor de una vida de valor, que lo lleva a ver su mundo en su vida, y ser merecedor de la eternidad en el Mundo Venidero. 

Inspiración Divina
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Acaso en nuestros días hay inspiración Divina?
Respuesta: Si. Es cierto que la profecía cesó después de la destrucción del Beit HaMikdash (El Templo), pero la inspiración Divina continúa en todas las generaciones. Así escribe Rabí Jaim Vital, discípulo del Ar”i en su libro “Shaarei Kdushá”, y así también describe el Ramja”l (Rabí Jaim Luzato) en su libro “Mesilat Iesharim” los niveles que se deben surcar para llegar a ella.
Pregunta: ¿Acaso las mujeres también pueden acceder a la inspiración Divina?
Respuesta: Si. Inspiración Divina es la preparación para recibir la profecía, y hubo profetizas, por lo tanto ellas tenían inspiración Divina.
Pregunta: Pero hubo sólo 7 profetizas – Sara, Miriam, Dvora, Jana, Avigail, Julda y Ester. En contraste con 48 profetas (Meguila 14). ¿Entonces, la profecía es más afín con los hombres?
Respuesta: Los profetas fueron mencionados con su nombre cuando sus profecías fueron necesarias para las generaciones futuras, pero hubo profetas cuyas profecías no eran necesarias para las generaciones futuras, 600.000 profetas y 600.000 profetizas (Meguila allí). No hay diferencia. Por el contrario, nuestros sabios dicen que nuestra matriarca Sara se encontraba en un nivel de profecía mayor que nuestro patriarca Avraham (allí. Bereshit 21:12, Rashi).
Pregunta: ¿Cómo podrá llegar una mujer a la inspiración Divina si no estudia Torá?
Respuesta: Las mujeres no tienen obligación de estudiar Torá, pero son afines al conocimiento de la Torá. ¿Cómo podrán conocer si no estudian? Asimilándolo en forma natural de sus padres, de talmidot jajamot (eruditas del estudio de la Torá), de conversaciones con sus amigas. Puede ser que la profeta Miriam impartía clases a las mujeres, y puede que influía sobre ellas a través de conversaciones libres. Puede haber conversaciones libres entre mujeres durante horas, por ejemplo cuando lavaban la ropa en el río. ¿Sobre qué conversaron? Cada mujer según lo que era, sobre la comida, las ropas o sobre D’s y el papel del hombre. Cada una según lo que le interesa en su interior. Dime de qué hablas en tus charlas libres, y te diré quién eres y cuál es tu mundo interior. Esas 600.000 profetizas hablaron sobre D’s, el papel del hombre en el mundo, las definiciones de bien y mal, y por supuesto sobre la educación de los hijos, y en base a ello se elevaron a los altos niveles de la sabiduría. También en nuestros días, muchas mujeres dicen que su personalidad cristalizó a través de la educación informal.
Pregunta: ¿Cómo es que la inspiración Divina llega de pronto?
Respuesta: La inspiración Divina no llega de pronto. En forma semejante escribe el Ramba”m que la profecía no le llega de pronto a la persona. Eso es una creencia popular, según la cual también un burro o una rana pueden ser profetas (More Nebujim 2:32). Esa es una concepción mundana que no comprende que las cosas elevadas son alcanzadas en forma gradual, con esfuerzo, paso tras paso. Es una forma de pensar mágica, con soluciones instantáneas.
Pregunta: ¿A veces personas sencillas saben todo tipo de cosas?
Respuesta: Que les sea de provecho. Eso no es inspiración Divina. Nuestros sabios también nos dicen que la profecía le fue entregada a los tontos (Baba Batra 12B). Inspiración Divina es un largo camino.
Pregunta: ¿Como “Mesilat Iesharim”?
Respuesta: Si. La inspiración Divina se encuentra al final del camino. Y así también el Ramba”m describió de qué forma llega la persona a la inspiración Divina: A través de la purificación de sus virtudes y su raciocinio (Hiljot Isodei HaTorá 7:1). Purificación de las virtudes es que no se interesa por ninguna de las vanidades de las que se ocupan todas las personas sobre la tierra, como comida, ropas, honor. Sino que cada vez que el mal instinto lo ataca, él lo vence. Purificación del raciocinio es que su cabeza se ocupa no de dinero, no de sí mismo, sino que de Am Israel (el Pueblo de Israel), del mundo, de las personas, cuando su meta es la creación, la manifestación de la unidad Divina. Esos son los pensamientos de los que se ocupa (allí).
Pregunta: ¿Hay en eso niveles?
Respuesta: Por supuesto. En todo hay niveles, también en profecía, también en inspiración Divina. La inspiración Divina en sí se encuentra por encima del raciocinio y por debajo de la profecía. El libro “Mesilat Iesharim” describe los distintos pasos:
1. Cuidado – no pecar.
2. Agilidad – cumplir mitzvot.
3. Limpieza – cuidarse de pecados que las personas no son conscientes que están prohibidos.
4. Ascetismo – abstención de todos los placeres que no son necesarios.
5. Pureza – una persona que toda ella actúa por la buena causa.
6. Piedad – toda su intención en este mundo es para D’s, ese es su mundo.
7. Humildad – liberación total de la valorización de la sociedad.
8. Temor del pecado – un temor tremendo del pecado.
9. Kdushá – santidad, todas las acciones de la persona son santas, incluso el comido y el dormido.
10. Y entonces se llega a la inspiración Divina.

Pregunta: ¿Entonces no es para personas pequeñas como nosotros?
Respuesta: Es cierto. Es para unos pocos elegidos. A pesar que el camino está abierto, no se puede obligar a la persona a marchar por él hasta el final, y no tiene obligación sólo de los tres primeros niveles. Tiene libre albedrío. Por ello, hay quienes enseñan sólo los tres primeros niveles del “Mesilat Iesharim”, para que la persona no tenga alucinaciones. Pero se puede estudiar el resto, a condición que se recalca que no es para nuestro nivel, sino que para empujarnos hacia arriba, de la misma forma que estudiamos también sobre nuestro patriarca Avraham y nuestra matriarca Sara.
Pregunta: ¿Una persona con inspiración Divina puede dar consejos en el plano de la medicina o el dinero?
Respuesta: No. Para eso se debe ir al médico o aconsejarse con gente que entiende de economía. La inspiración Divina es necesaria para saber cosas profundas de la Torá. Parte de ellas fueron escritas en nuestros libros, y parte son trasmitidas en forma oral de generación en generación, a través de las preguntas nuevas según lo que necesita la generación.
Pregunta: ¿Pero las personas se dirigen a grandes Rabanim (Rabinos) preguntando en temas económicos?
Respuesta: El autor del libro “Tania” – que tenía inspiración Divina – se queja de ello, que las personas de tanta pobreza están desesperadas y le piden consejo. Él contesta que no sabe, que también los Amuraim (sabios de la época de la Gmará) con toda su sabiduría no sabían, no como los profetas que sabían dónde se encontraban los asnos del tío de Shaul. Él cita a nuestros sabios: La persona no sabe de qué recibirá su sustento… y cuándo regresará el reinado de David – entonces, de la misma forma que los Rabanim no saben cuándo llegará el Meshiaj (el Redentor), así tampoco no saben cómo ganará dinero la persona. Solo que él consiente que sabe aconsejar en los temas espirituales y el culto a D’s (Igueret HaKodesh 22, al final del libro Tania). Ellos saben aconsejar cómo hacerse merecedor de la vinculación a D’s.
Pregunta: ¿Si inspiración Divina es la comprensión de temas profundos, entonces es un proceso natural de estudio de la Torá?
Respuesta: Si. Y sobre ello, se necesita ayuda de D’s. Donde la persona se sacrifica, D’s lo ayuda, en temas profundos del culto a D’s – del individuo particular y de la totalidad. Esos temas elevados le llegan del Cielo, en base a su sacrificio en el estudio (véase Baba Batra 12).

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Bishul
La Melaja de Bishul (cocinado) es una de las 39 labores tipo que eran necesarias en el Mishkan (Tabernáculo) que fueron prohibidas en Shabat. En el Mishkan cocinaron los pigmentos para fabricar pintura, con la que pintaron las lonas del Mishkan[1].
El que cocina en Shabat trasgrede una prohibición de la Torá escrita
[2]. Esa prohibición es relevante ya sea cuando cocina algo que es alimento, ya sea cuando cocina algo que no es apto como alimento, como pigmentos para fabricar pintura[3].
Así también el que hornea en Shabat trasgrede una prohibición de la Torá escrita. Porque el horneado y el cocinado son la misma acción, mientras que el horneado es en relación al pan y el cocinado es en relación a las otras cosas[4].
Aparte del cocinado y el horneado que están prohibidos en Shabat, también el tostado, el freído, el cocido y el ahumado [preparación del alimento para ser comestible a través del humo] están prohibidos en Shabat, porque todas esas acciones son consideradas Bishul[5].
El que calienta agua o leche[6] también trasgrede la prohibición de cocinar. Y a pesar que esos líquidos pueden ser bebidos también cuando están fríos, de todas formas a través del calentamiento son considerados más aptos[7].
El que calienta algo rígido para ablandarlo o fundirlo, como por ejemplo el que calienta cera para fundirla, es Tolada (derivado) de la Melaja de Bishul, y el que hace así en Shabat trasgrede una prohibición de la Torá[8].
Así también el que endurece algo blando a través del fuego, por ejemplo el que pone en el horno algún utensilio de cerámica para que el fuego lo fragüe, es Tolada de la Melaja de Bishul, ya que antes de endurecerse la cerámica es cocinada por el fuego[9].


[1](Shabat 73A, Rashi allí).
[2](Shabat allí, Tur al principio del inciso 318).
[3](Ramba”m, Hiljot Shabat 9”1. Shuljan Aruj, Orej Jaim 318, Mishná Brurá inciso 1).
[4](Ramba”m y Mishná Brurá allí. Kaf HaJaim allí, inciso 2).
La Mishná (Shabat 73A) enumera 39 Avot Melaja que están prohibidas en Shabat, y entre ellas “hornear”. Y en la Gmará (Shabat 74B) es explicado que a pesar que el horneado no era necesaria en la labor del Mishkan sino que el cocinado, de todas formas de momento que las Melajot anteriormente mencionadas en la Mishná hablan de la preparación del pan – como el que siembra, el que cosecha, etc. – por ello el autor de la Mishná escribió “el que hornea”, que es el cocinado del pan (Rashi allí, comienza sidura depat).
[5](Ierushalmi, Shabat capitulo Klal Gadol, halajá 2). Y véase en Eglei Tal (melejet ofe, incisos 1,2) que explicó que esas acciones son también consideradas Av. Y hay quienes opinan que solo “cocinar” es Av, pero “hornear”, “freír” y “tostar” son sólo Tolada. Y véase más adelante, que también las Toladot están prohibidas según la Torá escrita.
[6]La temperatura mínima a la que debe llegar algo para que sea considerado “cocinado” es una temperatura que la mano se aparta. Y está prohibido poner algo en un lugar donde puede llegar a esa temperatura, también si piensa quitarlo antes que llegue a ella, porque se teme que se olvide de quitarlo a tiempo (318 inciso 14. Mishná Brurá inciso 90. Kaf HaJaim inciso 144). La temperatura en grados que la mano se aparta será aclarada más adelante.
[7](Shabat 40B. Ramba”m, Hiljot Shabat y Mishná Brurá allí, inciso 1).
Y en el Ramba”m (allí, al final de la halajá 3) escribió que el que cocina en Shabat algo que no necesita para nada el cocinado, está exento, es decir, no comete una trasgresión de la Torá escrita. Pero comete una trasgresión de nuestros sabios. Y escribió Shaar HaTziun (allí, inciso 114) que se trata de algo que no cambia para nada a través del cocinado, pero frutas y similares que se mejoran a través del cocinado, su cocido está prohibido según la Torá escrita. Y en Kaf HaJaim (allí, inciso 60) escribió que así es también en opinión del Shuljan Aruj [y véase en Eglei Tal allí, inciso 10, y en 19 inciso 8]. Y en Birkei Iosef (allí, inciso 3) citó al Mahar”i Moljo que opina que cocinado de frutas que se acostumbra a comer crudas está prohibido en Shabat según la Torá escrita, mientras que el Radba”z escribió que es una prohibición de nuestros sabios, y concluyó el Birkei Iosef que hay que aclararlo.
Y en Shaar HaTziun y Kaf HaJaim (allí) lo citaron, y Shaar HaTziun escribió que según la formulación de los Rishonim al respecto tal parece que es una prohibición de la Torá escrita, y así escribió Pri Megadim y Shuljan Aruj HaRav y Jaiei Adam.

[8](Ramba”m, Hiljot Shabat allí 6, Mishná Brurá allí, Kaf HaJaim inciso 2).
[9](Ramba”m, Mishná Brurá y Kaf HaJaim allí). Y así dice el Ramba”m: La regla es que ya sea que ablandó un cuerpo duro con el fuego, o endureció un cuerpo blando, merece castigo por haber trasgredido el cocinar.

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