Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Matot     24 de Tamuz 5779     1229

El duelo en la generación de la gueulá
Rav Elisha Aviner
(reimpresión) 

En el libro “Halijot Shlomo” (pág. 413) está escrito que el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Shlomo Zalman Oirvaj zt”l “se quejaba de la falta de emoción en los ‘días de destrucción’ - como era acostumbrado anteriormente en todo Am Israel (el Pueblo de Israel) en todas las generaciones. Sobre todo en los días de Bein HaMetzarim (desde el ayuno del 17 de Tamuz hasta el ayuno del 9 de Av), cuando antaño la seriedad y la atmosfera de esos días eran notorias en todos. Y cuando comenzaba el mes de Av, más aún. Sobre todo en Ierushalaim. Muchos acostumbraban a vestir prendas más sencillas todos los días de Bein HaMetzarim. También acostumbraban que cuando comenzaba el mes de Av decían el párrafo de shomer Israel del rezo con una melodía especial, expresando el dolor y la pena - y muchas otras costumbres que tenían por objetivo hacer despertar el sentimiento de dolor por la destrucción. Y en nuestra generación, cuando el asentamiento en nuestra tierra kdoshá (santa) se ensanchó y creció, la impresión de destrucción disminuyó muchísimo… y de año en año va disminuyendo… y cuánto deberíamos hacer notar ello, y hacer despertar los corazones a lamentarse más por la destrucción del Beit HaMikdash (El Templo)”.
Hace más de cien años, cada piedra de Ierushalaim clamaba el dolor de la destrucción. Miseria, pobreza, hambre y oprobios eran parte de la rutina diaria de todos los habitantes de Eretz Israel (la Tierra de Israel) en general, y sobre todo en Ierushalaim. No era necesario leer libros sobre la destrucción, no era necesario hacer despertar el sentimiento, era superfluo hablar de la Shjina (manifestación de la presencia Divina) que se encuentra en el exilio porque Eretz Israel e Ierushalaim estaban desolados, el asentamiento ashkenazi (comunidades provenientes de Europa) en Ierushalaim era perseguido por el gobierno, y subsistía gracias a los pocos pesos de Dmei HaJaluka [fondo de ayuda de las comunidades judías en la diáspora. N. del T.]. Las lágrimas brotaban de por sí. Mientas que sus hermanos en la diáspora se encontraban en lujosas casas y tenían éxito desde el punto de vista económico, los habitantes en Eretz Israel vivían una vida de dolor y angustia, y cumplían su papel de enviados del público, de todo Am Israel, llorando el dolor de la Shjina.
Pero los tiempos cambiaron, y gracias a D’s fuimos merecedores de ver surgir “la clara señal y el resplandor de la salvación que brilla”. Eretz Israel comenzó a entregar sus frutos en abundancia, y sus hijos comenzaron a reunirse dentro de ella. La maldición de la tierra cesó, y los vaticinios de los profetas de Am Israel del regreso a Tzion se plasmaron, y se continúan plasmando frente a nuestros ojos, paulatinamente. El dolor fue cambiado por alegría, “cuando el Eterno devolvió al cautiverio de Tzion éramos como gente que sueña… grandes cosas ha hecho el Eterno para nosotros, por ello nos alegramos” (Tehilim 126:1-3). Ierushalaim va siendo construida, va siendo asentada con cientos de miles de judíos, bajo un gobierno judío. Las piedras de Ierushalaim
cantan la alegría de la redención. Y no es necesario esforzarse por hacer despertar la alegría - ella brota de por sí.
Y a pesar de ello, no hay plenitud. Todavía nos falta el Beit HaMikdash. Falta la dimensión del kodesh (lo santo). En el pasado la situación de Ierushalaim y del Beit HaMikdash era la misma – desolación y oprobio. Ahora, Ierushalaim renace y prospera, pero el lugar del Beit HaMikdash permanece todavía humillado.
Ambos sentimientos contradictorios se mezclan dentro de nosotros: El sentimiento de alegría por la reconstrucción de Eretz Israel, y el sentimiento de dolor por la destrucción del Beit HaMikdash. Es difícil soportar la complejidad. Es más fácil ser unidimensional. Hay quienes festejan sólo Iom HaAtzmaut (el Día de la Independencia) y no conocen Tisha VeAv (el ayuno del 9 de Av), y hay quienes están de duelo en Tisha VeAv y no conocen Iom HaAtzmaut. Es más difícil reconocer la complejidad del proceso de la gueulá (Redención) que ha comenzado - y aún no ha culminado. El acentuado de una dimensión puede llegar a desplazar la otra. El equilibrio y la proporción correcta son una tarea difícil.
Una expresión clara de esa complejidad en nuestra generación es la cantidad de miles de oradores que llegan a la explanada del Kotel (Muro de los Lamentos) en la noche de Tisha VeAv. Ya no son unos diez ancianos judíos que se lamentan en una calle estrecha y sucia, al lado del Kotel, siendo humillados por los árabes que pasan por allí, sino que miles y miles de jóvenes que colman toda la enorme explanada al lado del Kotel. Una expresión de la gueulá y la reunión de los exilios de nuestra generación.
Nuestra tarea como educadores es trasmitirles a nuestros hijos un punto de vista complejo de la gueulá: Alegrarse con la reunión de los exilios, y lamentarse por la destrucción del Beit HaMikdash. Reconocer la bondad Divina del regreso a Tzion, y llorar por el Beit HaMikdash que aún no fuimos merecedores de verlo reconstruido. El proceso de la gueulá ha comenzado, continúa, pero aún no ha llegado a su plenitud.
En la Gmará (Rosh HaShana 18B), hablando de la obligación de ayunar los ayunos que son en recuerdo de la destrucción del Beit HaMikdash, determinan nuestros sabios que hay tres situaciones. Si hay decretos hostiles del gobierno en contra de Am Israel, el ayuno es obligación. Si hay paz, los ayunos se convierten en días de alegría. Si no hay decretos, pero no hay paz – el ayuno es voluntario. ¿Cuál es la definición de “paz”? Rashi comenta que “el gobierno de los gentiles no tiene vigor sobre Am Israel”, las naciones del mundo no nos gobiernan. Es decir: Independencia de Am Israel. En contraste, Rabeinu Jananel explica que “paz” es la época en que el Beit HaMikdash existe (porque el Beit HaMikdash hace las paces entre Am Israel y su Padre en el Cielo). ¿Acaso la opinión de Rashi es distinta de la opinión de Rabeinu Jananel? Quizás. O quizás no son contrarias, sino que cada uno recalca una dimensión distinta de la gueulá: Independencia de Israel, y la edificación del Beit HaMikdash. 

Gracias, hermanos
Rav Shlomó Aviner

Muchas gracias que han llegado, nuestros hermanos de Etiopia, con un sacrificio enorme, anhelando a Tzion dos mil años – y ahora, ustedes están aquí.
Durante la “Operación Moshé” en el año 5745 los americanos miraron en la televisión cómo nosotros los traíamos a ustedes a nuestra tierra, y dijeron: Esos son locos. ¡Nosotros tenemos negros y no sabemos qué hacer con ellos, y ellos traen negros a su tierra! Es cierto, somos locos: Los queremos con locura, porque ustedes son judíos como nosotros.
Ustedes tampoco han llegado a nuestra tierra, sino que a la tierra de ustedes, no es más nuestra que de ustedes, es de todos. También Ierushalaim es de todos.
Muchas gracias, que ustedes tienen piel de color marrón, porque en la Mishná (Negaim 2:1) está escrito que “Rabí Ishmael dice, los hijos de Israel – yo soy su purga – son como eshkoroa, ni negros ni blancos, sino que medianos”. Eshkoroa es un tipo de árbol de acacia, que es marrón. ¿De dónde llegaron todos los judíos blancos? Por lo visto, de conversos. Gracias a D’s, también los blancos son judíos, y a pesar de ello no es agradable contradecir una Mishná explícita. Ahora, gracias a ustedes, nos casaremos unos con otros y finalmente seremos de color eshkoroa. Perdónenme que no me casé con ustedes, sencillamente, no estaban aquí. Pero mi nieta se casó con un judío etíope, y yo estoy muy orgulloso de ella. Gracias.
Gracias que llegaron. Es cierto que también gentiles llegaron con ustedes, pero también de Rusia llegaron gentiles, y molesta mucho más. No se preocupen, se arreglará. En el futuro, o se convertirán una conversión sincera, o abandonarán el país. Así está escrito en la Gmará (Avoda Zara 3B).
No presten atención si hay aquí algunos racistas que los ofenden. Son una minoría, se alunan en un sesentavo. Siempre hubo tontos, y habrá tontos. Pero el pueblo que habita en Tzion los ama, y se enorgullece con ustedes. Vean todo con la correcta proporción.
De todas formas, yo estoy orgulloso de ustedes, y estoy orgulloso de mí mismo que estoy orgulloso. Yo estoy orgulloso de los alumnos de nuestra ieshiva (centro de estudio de la Torá) de la comunidad etíope, que son estudiantes agudos, apodados en algunas ieshivot como “lituanos”. ¿Por qué no puede ser que haya etíopes lituanos?
Para finalizar: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, en guimatria [computo del valor numérico de las letras en hebreo. N. del T.] – la comunidad etíope. Y si la cuenta no es justa, ¿qué importa? Por el contrario, eso es lo que D’s nos exige – amar, también al judío que no se ajusta según nuestras cuentas. Así dijo el Rav Imrei Jaim. Pero en serio, ustedes sí se ajustan.
Muchas gracias que han llegado.                                                    

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Hatmana
La Hatmana en Shabat con algún material que no agrega calor está prohibida, sólo cuando es considerada una Hatmana nueva, como fue aclarado anteriormente.
Por ello, una olla que fue bajada del fuego antes de la llegada del Shabat y la cubrieron y envolvieron con prendas, si en Shabat la cobertura se cayó totalmente, está permitido devolverla y envolver la olla, porque de momento que a la entrada del Shabat la olla estaba envuelta, la devolución de las prendas no es considerada una Hatmana nueva
[1].
No hay diferencia si la cobertura se cayó sola o alguien la quitó intencionalmente. Y por ello, el que desea sacar un poco del alimento en la olla cubierta, puede en un principio destapar la olla, sacar de ella un poco de alimento y volver a taparla en Shabat, ya que no es considerada una Hatmana nueva[2].
Pero ya fue aclarado que está prohibido hacer cualquier acción en Shabat que acelera o agrega cocción a un alimento. Por ello, una olla que estaba cubierta desde vísperas de Shabat, pero el alimento en ella todavía no está cocinado todo lo necesario, si la cobertura se cayó en Shabat, está prohibido devolverla, porque de esa forma el calor de la olla se mantiene más tiempo y el alimento continúa cocinándose[3].
La devolución de la cobertura está permitida en Shabat sólo cuando se cayó en Shabat. Pero si se cayó antes de la llegada del Shabat, y la olla quedó descubierta hasta la entrada del Shabat, está prohibido en Shabat devolverlo y cubrirla, porque de momento que a la entrada del Shabat la olla no estaba cubierta, la devolución de las prendas en Shabat es considerada una Hatmana nueva[4].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 257 inciso 4. Mishná Brurá inciso 25).
[2](Allí, Mishná Brurá).
Si bajó las prendas de la olla cuando no pensaba devolverlas, y luego se arrepintió y quiere volver a cubrir la olla, en opinión del Ba”j (allí, comienza veajar ken) está prohibido devolverlas y cubrir la olla, porque es considerada una Hatmana nueva. Pero Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 8) escribió que incluso si no pensaba volver a cubrir la olla cuando quitó las prendas, puede volver a cubrirla.

[3](Allí, Shuljan Aruj).
[4](Allí, Mishná Brurá. Kaf HaJaim inciso 23). Y no hay diferencia si la cobertura cayó de por sí o alguien la quitó intencionalmente, e incluso si cuando la quitó pensaba devolverla, está prohibido, porque de momento que a la entrada del Shabat la olla estaba descubierta, es considerada una Hatmana nueva (allí). Y véase Shaar HaTziun (allí, inciso 25) y Kaf HaJaim (allí) que del Biur HaGr”a es evidente que incluso si descubrió la olla Bein HaShmashot, está prohibido volver a cubrirla en Shabat.

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