Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Tazria     1 de Nisan 5779     Shabat HaJodesh     Rosh Jodesh     1214 

La pureza de la palabra
Rav Ioram Eliahu
(reimpresión)

D’s nos entregó una potencia enorme, y es el don de la palabra. El hombre es definido en su esencia como “hablante”, como está escrito en Bereshit (Génesis): “Y el hombre vino a ser alma viviente” (Bereshit 2:7), cuando es traducido “espíritu hablante” (Bereshit 2:7, Tirgum Onkelus). Rashi explica: “Le fue agregado el entendimiento y el habla”. “La imagen y semejanza Divinas del hombre se expresan en su entendimiento y en el don del habla. El habla es la revelación y la expresión del contenido interno de la persona” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá Kuk, Vaikra Pág. 207). “La persona normal, deseada, sana, se encuentra en un cuerpo que tiene alma, y su esencia se revela a través del habla. La pureza de la palabra es la expresión de la plenitud humana,  y por lo tanto el hablar en forma corrupta, Lashón HaRrá (calumnias), es una perversión de la esencia humana misma” (MiToj HaTorá HaGoelet Bet 134). Según ello explica el Rav Tzvi Iehudá Kuk el orden de los temas de nuestra Parashá, en la que la Torá nos dirige en toda situación. Al principio de la Parashá se habla de una situación normal, que es parte de la vida: Nacimiento y  Brit Milah (circuncisión). Y luego, se habla de situaciones anormales, enfermizas, cuando la enfermedad principal es Tzaraat (lepra), que recae sobre la persona por haber hablado Lashón HaRrá.
En el tratado Arajin (15) nos enseñaron nuestros sabios respecto a la severidad de esa prohibición, y dijeron “todo el que habla Lashón HaRrá es como si negase el principio más básico”, y también “todo el que habla Lashón HaRrá aumenta sus crímenes en forma semejante a los tres pecados capitales; culto a otros dioses, adulterio y asesinato”. Y otra expresión singular allí, “todo el que habla Lashón HaRrá aumenta sus crímenes hasta el cielo”.
El Jafetz Jaim (Rav Israel Meir HaCohen de Radin) – respecto al cual el Rav Tzvi Iehudá Kuk decía que “llegó según una misión Divina especial, para purificar el habla de Israel” – aclara en su prólogo al libro “Shmirat HaLashón” ese término, y dice “la razón por la cual la Torá es tan severa en cuanto a ese delito es porque de esa forma se hace despertar al gran acusador en contra de Clal Israel (la totalidad genérica de Israel), y mueren muchas personas. Y podemos decir que esa es la intención de la Gmará cuando dice que todo el que habla Lashón HaRrá aumenta sus crímenes hasta el cielo, como dice el versículo ‘ponen en el cielo sus bocas, y su lengua se pasea por la tierra’ (Tehilim 73:9). Es decir, a pesar que su lengua se encuentra en la tierra, su boca está puesta en el cielo. Y también es dicho en Tana DeBei Eliahu que Lashón HaRrá que es contado se eleva hasta el Trono del Honor, y de ello podemos entender cuán grande es el daño que producen en Clal Israel los que hablan Lashón HaRrá”.
Cuando hablamos Lashón HaRrá no sólo nos dañamos a nosotros mismos, no sólo estropeamos las relaciones con nuestro buen amigo o familiar, sino que el daño es por encima de lo que podemos describir, y todo Clal Israel sufre por ello.
Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk – que se ocupaba mucho del tema, e incluso instituyó en la ieshiva (centro de estudio de la Torá) un horario fijo de estudio del cuidado de la lengua – agrega y nos enseña que el término “cuidado de la lengua” en cierta forma implica esperar, “hay que detenerse un poco cuando se le ocurre decir algo, no es obligación decirlo enseguida. También algo bueno, no es urgente decirlo enseguida, en ese preciso instante. Es muy sano contenerse. Se puede esperar media hora, una hora, quizás mientras tanto se hará merecedor de entender mejor. Quizás mientras tanto a través de su autocrítica llegará a la conclusión que es preferible no decirlo en absoluto” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Vaikra Pág. 127).
La persona no acostumbra a contenerse, pero nuestros sabios con su maravillosa sabiduría nos definieron cuál es el arte de la persona en este mundo, “que se haga a sí mismo como un mudo” (Kodashim 89A), y de esa forma “su honor no será deteriorado”. Pero nuestros sabios agregaron y preguntaron: “¿Incluso tratándose del estudio de la Torá [se hará como mudo]? Nos enseña el versículo ‘pronunciáis justicia’ (Tehilim 58:2)”. Lo que está relacionado con la Torá, la Gmará y comentaristas, la halajá y todo lo demás, hay que hablar. Pero lo que no está relacionado con ello, bienaventurado es el que se acostumbró a frenar su lengua, y hacerse como mudo (Sijot HaRav Tzvi Iehudá).
Todos nos fortaleceremos en ese arte. Cuidaremos nuestra lengua, no hablaremos maldades y nuestros labios no engañarán, y nos fortaleceremos en el uso correcto del don del habla, añadiendo rezo y estudio de la Torá, “porque cuanto más hay resplandor de la Torá, el resplandor de la sabiduría Divina, se revela más la profundidad auténtica y la aclaración verdadera. La Torá es la cura, y el arrepentimiento es la cura – el que sufre en todo su cuerpo, que estudie Torá” (Sijot HaRav Tzvi Iehudá Kuk). Y seremos merecedores de la cura plena de la pureza del habla, de lo cual obtendremos un nivel de vida mejor y más correcto para nosotros y todo Israel. 

¿Por quién?
Rav Shlomó Aviner

¿Por quién decía nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk votar?
“En general, en cuanto a los otros estilos y matices de nuestra dirección en el ámbito público, por supuesto que está claro que el partido Bet del movimiento Mizraji, Mafda”l, es el más cercano en cuanto a las bases de la fe, la Torá y las mitzvot, y la plenitud de todo Israel, y la fe en las acciones de D’s en cuanto al renacimiento de Su pueblo y Su tierra en nuestras generaciones, y la fe en los sabios y los jueces de nuestra época de nuestros días y el rigor según la Torá que les es entregado.
Todos estamos interesados en fortalecer la Torá y las mitzvot en el país, en la totalidad genérica de Israel y la tierra. Por supuesto que no se encuentra en su plenitud, como también cada uno de nosotros no se encuentra en su plenitud, en ese marco, ni tampoco todo talmid jajam
(erudito del estudio de la Torá), ni toda grande persona, ni todo gran movimiento público. Sin dudas, hay muchas cosas que deben ser corregidas. Y no debemos escabullirnos de la exigencia de mejorarlos más y más.
Pero junto con eso hay que distinguir porque ‘el mundo es juzgado según la mayoría’ – como explica el Ramba”m en Hiljot Tshuvá que tzadik (justo) es el que tiene mayoría de méritos, y malvado es lo contrario. Así es lo mismo en cuanto a nuestro tema, distinguiendo el valor genérico de la mayoría.
Hay en varios lugares situaciones mejores en cuanto a los detalles, pero en contraste con ello si no cumplen la mitzva de acatar ‘el juez de tus días’ en cuanto a la Torá, en relación con la Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato), se trata de un defecto básico entre las otras virtudes.
Y así también en cuanto a Iom HaAtzmaut (Día de la Independencia), si festejan en Iom HaAtzmaut o no, en la diferenciación entre los tzadikim que tienen fe en D’s, en la revelación de Su conducción ahora, en nuestros días, en la fe de nuestros días, o tzadikim que no tienen fe en D’s, como dice la Gmará al final del tratado Sota, en cuanto a la fe plena en la interpretación de Sus revelaciones.
Y así también en cuanto al cuidado de la lengua, en base a lo que enseñó el Jafetz Jaim zt”l, y el libertinaje de hablar rebajando a los talmidei jajamim, y en cuanto a la fe en los asuntos de Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel).
Entonces nos encontramos con la decisión de qué pecado es más severo y decide – detalles corruptos y defectos que deben ser corregidos, o temas básicos relacionados con la vida pública de Israel.
Y después de todo eso, en forma relativa, a la luz de la vinculación con Clal Israel y su renacimiento, de la dirección genérica de fortalecimiento de la fe en la Torá y las mitzvot. Por ello, el marco llamado Mafda”l HaMizraji, es el más cercano a nosotros en forma genérica, desde el punto de vista de nuestra responsabilidad y vinculación al fortalecimiento de la Torá y las mitzvot de Clal Israel”.
Hasta aquí las palabras de nuestro Rav. 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Jazara
El que baja una olla del fuego en Shabat y desea devolverla, debe fijarse que se cumplan varias condiciones:
1. El fuego está cubierto[1].
2. El alimento está cocinado todo lo necesario[2].
3. Cuando devuelve la olla el alimento todavía está caliente[3].
4. Que no sea anulada la primera colocación sobre el fuego. Es decir, que no deposite la olla sobre el suelo[4]. Y en opinión del Ram”a no alcanza con ello sino que también debe sostenerla en su mano hasta que la devuelva sobre el fuego. Y también es necesario que cuando bajó la olla del fuego tenía pensado devolverla[5].
A continuación aclararemos esas condiciones en detalle:
Primera condición, fuego cubierto: La devolución de las ollas en Shabat sobre el fuego está permitida sólo cuando el fuego está cubierto[6], por ejemplo, si pusieron sobre las hornallas una chapa de metal[7] y sobre esa chapa colocaron las ollas [como fue aclarado en las halajot de Sheia[8]].
La devolución de las ollas sobre un fuego que no está cubierto está prohibida, por la prohibición de devolución[9].
Por ejemplo: Un recipiente con agua caliente que se encuentra sobre el fuego, a pesar que fue aclarado que está permitido dejarlo calentándose antes de la llegada del Shabat sobre un fuego que no está cubierto [como todo alimento que fue cocinado todo lo necesario y el calentado excesivo lo perjudica[10]], de todas formas si lo quitaron del fuego en Shabat, está prohibido devolverlo sobre el fuego, a no ser que el fuego esté cubierto[11].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 253 inciso 2, Mishná Brurá inciso 52).
[2](Allí, Beit Iosef y Ram”a).
[3](Allí, Shuljan Aruj, Mishná Brurá inciso 54. Y también inciso 68, Biur Halajá inciso 5 comienza uvilvad).
[4](Allí, Shuljan Aruj).
[5](Allí, Ram”a).
[6](Allí, Shuljan Aruj, Mishná Brurá inciso 52).
[7]Y véase anteriormente, que en opinión del Jazon Ish no alcanza con una chapa de metal, sino que debe colocar una olla vacía sobre el fuego, y sobre esa olla puede depositar una olla con alimento.
[8]Y no hay diferencia si se trata de hornallas que arden con gas o con electricidad. Y a pesar que las hornallas están construidas de forma tal que los cuerpos de calentamiento están cubiertos, no alcanza con ello, y se las debe cubrir con algún objeto.
Y en cuanto a la Plata eléctrica, véase anteriormente.

[9](Shuljan Aruj y Mishná Brurá allí).
[10]Porque a través de la continuación del cocido el alimento se va evaporando o se va deteriorando, y el agua  se va evaporando y consumiendo con el agregado del calor.
[11](Allí).

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