Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir


Parashat Tazria - Metzora     29 de Nisan 5778     1164

Mirando atrás
Rav Jagai Londin

Acercándonos a Iom HaAtzmaut (Día de la Independencia) es un buen momento para mirar atrás al gran proceso en el que nos encontramos: Luego de la Expulsión de España, al final de la Época Media llega la nación a la pérdida de las esperanzas: “Estos huesos son toda la Casa de Israel, he aquí que dicen; se han secado nuestros huesos, y a perecido nuestra esperanza, fuimos enteramente cortados” (Iejezkel 37:11). Si la “salida al exilio es la tumba, y los gusanos nos rodean”, pero “de todas formas, habían grupos y grandes ieshivot (centros de estudio de la Torá)”, entonces la dispersión del último centro espiritual y nacional es como “se pudrió la carne, y los huesos fueron diseminados una y otra vez… se postró hasta el suelo nuestro espíritu, y nosotros anhelamos ahora la resurrección de los muertos” (al final de los agregados a Sifra DeTzniuta).
Justamente desde ese punto tan bajo, comienza a destellar el renacimiento de la nación – “así dice el Eterno, el Señor, he aquí que voy a abrir vuestras sepulturas, y os haré subir de vuestras sepulturas, oh pueblo Mío, y os traeré a la Tierra de Israel” (Iejezkel 37:12). El principio de la reunión de los exilios es con los grandes pensadores: Hace unos 450 años, se revela “la voz que habla de la garganta del piadoso” (Shl”a, Shavuot, cap. 250, inciso 8), en el Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá) de Rabí Iosef Karo, de los expulsados de España en Turquía, que declama en la noche de Shavuot: “Suban a Eretz Israel (la Tierra de Israel), porque no todos los momentos son iguales, y no hay obstáculos para la salvación, con pocos o muchos, y no tengan lástima de vuestras pertenencias, porque toda la abundancia de la tierra elevada comerán… los pimpollos se ven en la tierra, ha llegado el momento del canto y la voz del ruiseñor se escucha en nuestra tierra…”. Por ello, llega a Eretz Israel Rabí Iosef Karo con sus discípulos, y funda un punto de asentamiento de talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) en Tzfat. Algunas generaciones más tarde llegan los discípulos del Gr”a (el Gaón de Viena) y los discípulos del Baal Shem Tov, que fundan comunidades y centros de estudio en Ierushalaim, la ciudad de lo santo.
Esa es la primera etapa del regreso de la nación a su tierra: “Los huesos se acercaron, cada hueso a su hueso correspondiente” (Iejezkel 37:7) – los huesos, “que son los talmidei jajamim de Am Israel, que sostienen al cuerpo” (al final de los agregados a Sifra DeTzniuta), vuelven y se reúnen en Eretz Israel. Esos talmidei jajamim se ocuparon de los aspectos espirituales, estudiaron Torá y rezaron, y recibían su sustento de “Kaspei HaJaluka” (fondo de caridad para el sustento de los habitantes de Israel). Todavía no hay un movimiento de vida nacional, pero de todas formas esos son los cimientos.
La reunión de los exilios continúa formando carne y tendones con la publicación de los libros del Rav Kalisher y el Rav Alkalai, que incitan a hacer alia (inmigración a Eretz Israel), y con el despertar del “Viejo Asentamiento” a salir de entre las murallas y fundar asentamientos como Petaj Tikva y Guei Oni. En paralelo, a raíz de las revueltas en Rusia – se funda el movimiento “Jovevei Tzion” y comienza la “Primera Alia”.
A raíz del caso Draifus en Francia, se funda el movimiento sionista por Hertzl y sus seguidores – judíos asimilados de Europa occidental, decepcionados por el antisemitismo moderno. El movimiento, que goza de gran popularidad, realiza encuentros políticos con intención de conseguir permiso para una autonomía judía en Eretz Israel, y convierte la conciencia del problema judío y la solución sionista en patrimonio del público general.
La “Segunda Alia”, la conquista de Eretz Israel por los británicos y la Declaración de Balfour, que fue declarada por ellos durante la Primera Guerra Mundial – fortalecen al movimiento sionista y ayudan a la cristalización del “estado en camino”. El agravado del altercado con los árabes de Eretz Israel, y en paralelo más grupos que hacen alia, fortalecen al asentamiento y generan bases necesarias para la sociedad, la economía y la seguridad.
Esa es la segunda etapa del renacimiento de la nación: “Vi, y he aquí que tendones y carne crecieron sobre ellos, y los cubrió la piel por encima, pero no había en ellos aliento” (Iejezkel 37:8) – edificación del aspecto material, los primeros pasos en la conducción de la vida independiente. Las cosas todavía figuran dentro de movimientos sectoriales, sin marcos nacionales – pero la carne y los tendones son formados. Hay un proceso de crecimiento de la vida nacional.
La moraleja es dolorosa, en cuanto a la incapacidad de la nación de sobrevivir en una realidad de exilio, lo que es aclarado terminantemente con el Holocausto de los judíos de Europa – y eso es un catalizador para la edificación de la Casa Nacional. Todo el pueblo judío sale a luchar para la formación del estado: Los pocos que quedaron de Europa en el marco del escape y “HaApala” (inmigración ilegal), el judaísmo de América se enrola y apoya en el plano político y financiero de la lucha, en el judaísmo de oriente despierta con vigor el sionismo bajo el marco del extremismo del altercado israelí árabe en Eretz Israel, y se desata con todo vigor la pugna de los movimientos clandestinos. Todo eso nos llevó “a ese gran día”, el 5 de Iyar del 5608 – en el que fue declarado el Estado de Israel.
Esa es la tercer etapa: “Me dijo, profetiza al aliento, profetiza, oh hijo del hombre, y di al aliento; así dice el Eterno, el Señor, ven de los cuatro vientos, oh aliento, y sopla sobre estos muertos para que revivan” (Iejezkel 37:9) – el imbuido de la vida en los huesos y la carne, la revelación de la existencia nacional. Como dijo el Rav Tzvi Iehudá Kuk (LeTokef Kdushat Iom Atzmautenu, LeNetivot Israel Alef): “..,hemos llegado, a través de todos nuestros muchos y terribles sacrificios en la tierra y en el exilio, con todos los milagros y maravillas que nos fueron revelados en nuestros sistemas militares y de gobierno, a este momento y el cumplimiento de esta mitzva. Pero el milagro de los milagros, la maravilla de las maravillas, la raíz de todo lo que nos mostró D’s, es este día: La declaración de la resolución que se levantó el Estado de Israel, que ha comenzado nuestra independencia y nuestra soberanía sobre la tierra de nuestros antepasados, nuestro patrimonio y heredad”.

¿Libertad académica sin límites?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Fue emitido un código ético que limita la libertad académica. ¿Acaso no estamos a favor de la libertad de expresión?
Respuesta: No es exacto. No estamos a favor de la libertad de expresión sin límites, como por ejemplo decir que está permitido asesinar o exterminar al Estado de Israel. Así escribe el Rav Kuk (Iguerot HaReaya, carta 20) en cuanto a la libertad de expresión, que todo, incluso lo mejor del mundo, el extremismo lo daña. Porque no se puede marcar límites exactos en las ideas y las acciones. Si se difunden ideas nocivas, finalmente eso influirá para mal en la realidad.
Pregunta: ¿Entonces habrá aquí una policía de pensamientos?
Respuesta: Por supuesto que no. El Rav Kuk recalca allí que no es algo práctico. Pero en forma básica, por supuesto que hay obligación moral de limitar la libertad de expresión.
Pregunta: ¿Entonces por qué nos ofuscamos cuando le “tapan la boca” a los Rabanim (Rabinos)?
Respuesta: Porque la Torá le pertenece a todo Am Israel (el Pueblo de Israel), y no se la puede ahogar. De la misma forma que no se le puede “tapar la boca” al que habla a favor del país, el ejército o la economía. Pero no sólo del pan vive el pueblo, sino que también del alma. La fe es vital para la nación.
Pregunta: ¿Pero puede haber alguien que piensa distinto?
Respuesta: Si. Por ello, como hemos dicho, en nuestros días una policía de pensamientos no es algo que sea plausible, como explica el Rav Kuk (Iguerot HaReaya, carta 18). Pero se debe evitar todo lo que se pueda la difusión de ideas nocivas.
En cuanto al tema en sí, hay que diferenciar entre libertad de expresión y libertad académica. Si una persona expresa su punto de vista, el que quiere lo escuchará y el que no quiere no. Pero cuando se trata de un estudiante en la universidad, eso ya es una coerción, él tiene obligación de escuchar. Un Rav que habla, el que quiere llegará al Beit Kneset (Sinagoga), la ieshiva (centro de estudio de la Torá) o la reunión para escuchar, y el que no quiere, no vendrá. Pero en la universidad el estudiante tiene la obligación de escuchar, y no se puede abusar de esa situación de poder para la indoctrinación. Y así también en el ejército, no se puede abusar de la situación de poder para hacer lavado de cerebros de los soldados con ideas religiosas o anti religiosas. El ejército es para luchar, y la universidad para estudiar.

Pregunta: ¡¿Entonces en la universidad no habrá libertad de expresión, y en la ieshiva sí?!
Respuesta: Tampoco en la ieshiva hay libertad de expresión. Por ejemplo, si en una ieshiva de Jaba”d (corriente jasídica) un Rav educador comenzará a enseñar que Jaba”d están equivocados y Breslav (otra corriente jasídica) tienen razón, por supuesto que será expulsado. De todas formas, no se trata de una coerción para el estudiante, porque él puede elegir en qué ieshiva desea estudiar.
Pregunta: ¿También en la universidad él decide dónde estudiar?
Respuesta: No es así. No hay una gran variedad libre. Muchas veces estudiantes preguntan si escribir en trabajos o exámenes lo que ellos realmente piensan, o lo que le gustará al maestro, para que no los dañen de alguna forma. El maestro tiene libertad académica, pero el estudiante no. Por supuesto que no fue así en la academia de Platón.
Pregunta: Yo creo que todos coincidimos que no puede haber una libertad sin límites en la universidad, como por ejemplo enseñar que no hubo un Holocausto. Incluso en las universidades particulares en EE.UU. hay limitaciones. La pregunta es ¿quién determinará los límites?
Respuesta: La Asamblea de Educación Superior, que está compuesta por académicos y personas con cargos públicos. No el gobierno determinará, porque está propenso a generar una coerción política. En efecto, en nuestro caso es esa asamblea la que determina.
Pregunta: ¿Pero cuáles son los criterios?
Respuesta: Quizás podemos inspirarnos en el modelo francés: Tolerancia y objetividad.
Pregunta: ¿Qué quiere decir tolerancia?
Respuesta: Que el disertador no utiliza la coerción de su punto de vista, no anula la libertad de los demás. Ya hemos dicho que tu libertad cesa donde coarta la libertad de los demás. Ya que el estudiante no puede discutir. Universidad es para estudiar, no para lavar cerebros. No hay libertad académica para dañar a los demás.
Pregunta: ¿Y qué es objetividad? ¡¿Acaso es posible?!
Respuesta: Decir la verdad. Toda la verdad. Por ejemplo, no corregir la historia bajo la estratagema moderna que ve como legítima toda tergiversación, llamándola “narrativo”. Por supuesto, no es fácil ser objetivo. Hay que dejar lugar también para otras ideas, y no utilizar la coerción en ningún sentido.
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Amad la verdad y la paz.                                                                    

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
La salida del Shabat
De la misma forma que es una mitzva santificar al Shabat con palabras a su comienzo, así también es una mitzva santificarlo a su término. Como dice el versículo, “recuerda al día de Shabat para santificarlo”, es decir, recuérdalo alabándolo y santificándolo a su entrada y a su salida. A su comienzo con el Kidush, y a su término con la Habdala, que declame el alto nivel del Shabat que es diferente en su nivel de santidad del resto de los días, que lo anteceden y que lo suceden[1].
De la misma forma que se hace Habdala al término del Shabat, así también se hace al término de Iom Tov (día festivo)[2] y también Iom Kipur (Día del Perdón)[3].
Se hace Habdala a la salida del Shabat, ya sea cuando el día que lo sucede es un día regular, o no. Por ello, también se hace Habdala al término del Shabat cuando el día siguiente es Iom Tov [y en ese caso incluye la Habdala en el Kidush, según el orden insinuado en las siglas Iaknea”z[4]], y también se hace Habdala cuando el día siguiente es Jol HaMoed, porque también en ese caso se pasa de “una kdushá severa a una kdushá más liviana”[5].
También se hace Habdala al término de Iom Tov cuando el día siguiente es Jol HaMoed[6].
Pero cuando algún Iom Tov cae el viernes, y el término de Iom Tov es en Shabat, no se hace Habdala cuando finaliza [es decir, no se menciona la Habdala en el Kidush de Shabat][7], porque se pasa de una kdushá más liviana [Iom Tov] a una kdushá más severa [Shabat]. Porque el Shabat que comienza, su kdushá es mayor que la del Iom Tov que termina[8].


[1](Ramba”m, Hiljot Shabat 29:1). Como escribió el Ramba”m en Sefer HaMitzvot, y así dice: La mitzva 155 es que nos ordenó santificar al Shabat recitando a su entrada y a su salida. Mencionaremos la grandeza de ese día y su elevado nivel, y su diferenciación del resto de los días que lo anteceden y lo suceden, y eso lo ordenó D’s cuando dijo recuerda el día de Shabat para santificarlo, es decir, recuérdalo mencionando su santidad y grandeza, y esa es la mitzva del Kidush. Y en Mejilta está escrito, recuerda el día de Shabat para santificarlo, santifícalo con bendición. Y en su explicación dijeron nuestros sabios recuérdalo sobre el vino, y dijeron también santifícalo a su entrada y a su salida, es decir, Habdala que también es parte del recuerdo del Shabat como corresponde según la mitzva (y así también es citado en Shuljan Aruj, Orej Jaim 296, Mishná Brurá inciso 1).
Los Rishonim discrepan en cuanto a la obligación de la Habdala, según el Ramba”m (allí) es una mitzva positiva cuyo vigor es de la Torá escrita, y es incluida en lo que dijo la Torá “recuerda el día de Shabat para santificarlo”, como fue aclarado anteriormente. Y hay otros Rishonim que opinan que la obligación de Habdala fue instituida por nuestros sabios, y la interpretación del versículo es sólo una insinuación (allí, Mishná Brurá, Kaf HaJaim inciso 1).

[2](491 inciso 1, Mishná Brurá inciso 1, Kaf HaJaim inciso 1 según la formulación de la primera impresión del Shuljan Aruj cuando su autor estaba en vida).
El Maguid Mishne (allí, halajá 18) escribió que el vigor de la obligación de Kidush en Iom Tov es sólo de nuestros sabios, y por ello también la Habdala a la salida de Iom Tov es sólo de nuestros sabios [incluso en opinión del Ramba”m]. El Pri Megadim (296, Eshel Avraham al final del inciso 11) escribió que tal parece de lo que escribió Shita Mekuvetzet que la obligación del Kidush y Habdala en Iom Tov tiene vigor según la Torá escrita.
Al término de Iom Tov no se bendice en la Habdala sobre las especies y la vela.

[3](624 inciso 3).
[4](473 inciso 1). Iaknea”z: Vino (bore pri hagafen), bendición de Kidush del día, vela (bore meorei haesh), bendición de Habdala, y momento (bendición de sheejeianu).
[5](Véase Meiri Psajim 104A).
[6](491 inciso 1).
[7](Ramba”m, Hiljot Shabat 29:18).
[8](Meiri Psajim 104A).

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