Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Beaalotja     16 de Sivan 5777     No 1122

La avidez de la carne
Rav Itiel Ariel
(reimpresión)

El episodio de los que apetecían comer carne constituye la cumbre de la pasión por el materialismo ordinario de Am Israel (el Pueblo de Israel), cuando los términos utilizados para expresar esa avidez son dichos en público en la forma más directa y desvergonzada - "¿quién nos dará de comer carne?" (Bamidvar 11:4). El Ramba”n (allí) recalca cuan absurda era esa pasión, cuando los que comían el Man (alimento milagroso) - que era sabido por su excelente sabor - llegaron a desear en forma imaginaria y artificial "como si deseasen comer carbón, polvo y los alimentos pútridos". Y tal era su deseo que finalmente se hastiaron, y al término de todo un mes continuo en el que se entregaron a la comida de la carne, llegaron a la repugnancia - "hasta que os salga por las narices y os cause asco" (Bamidvar 11:20).
De esa forma comenta Rav Vejaiei el número de días que comerán carne que los versículos especifican: "No la comeréis por un día, ni por dos días, ni por cinco, ni por diez días, ni por veinte días" (Bamidvar 11:19). Esa detallada lista exige ser estudiada. En su opinión, esa enumeración se efectúa con los dedos de las manos y los pies, e insinúa la forma en que come apasionadamente una persona. Al principio, come con un dedo, y con dos. Pero finalmente, cuando ya ha comido con todos los cinco dedos y los diez dedos de sus manos, termina comiendo también con los veinte dedos de las manos y los pies, de tanta avidez...
También el momento en que ese episodio ocurre exige ser estudiado. Ese ímpetu estalló justamente en la primer vez que emprenden la marcha del Monte de D's [donde fue entregada la Torá. N. del T.] a Eretz Israel (la Tierra de Israel), en el momento en que Am Israel se encontraba en el nivel más alto y eran semejantes a ángeles celestiales. Sólo hace unos pocos días se encontraban a los pies del Har Sinai (Monte de Sinai) y fueron merecedores de ser ordenados en escuadrones como ángeles Divinos, ¡y ahora ellos se rebajan comiendo ordinariamente como bestias! Acaban de ser enumerados en el Ejército de D's, y gracias al Arón HaBrit (El Arca) que marcha delante de ellos fueron prometidos que sus enemigos se dispersarán en todas direcciones, ¡¿pero en la lucha con la pasión más básica, frente a la avidez por la carne son totalmente derrotados!?
Pero en realidad ese es el punto: Justamente una forma de vida milagrosa y elevada que vivió la "Generación del Conocimiento", que se centró en el desarrollo del vigor en el plano espiritual, les hizo sentir una carencia acumulativa en cuanto al vigor en los demás planos naturales. El Sfat Emet (5631) formuló esa idea en forma muy tajante, e hizo notar que de la expresión utilizada por el versículo - "desearon apasionadamente" (Bamidvar 11:4) - podemos concluir que se trata de una pasión idealista. Justamente ese elevado nivel espiritual en el que se encontraban debilitó la fuerza de la pasión, hasta tal punto que todo su apasionamiento tenía por objetivo sentir la existencia misma del deseo material, y utilizarlo también para el culto a D's.
En efecto, el delicado equilibrio entre todas las distintas fuerzas no es posible alcanzarlo de inmediato, sino que a través de un largo proceso, que sólo puede llegar a su culminación en Eretz Israel. En Eretz HaKodesh (Tierra Santa), en la que existe una mitzva de la existencia misma de una vida cotidiana común, sólo allí podremos ser merecedores de "comer de su fruto y saciarnos de su abundancia" (bendición MeEin Shalosh), lo que es considerado una mitzva por su kdushá (santidad). Y cuanto más difícil le es a Am Israel hallar el correcto equilibrio entre materia y espíritu, entre laico y kodesh (santo), así también el camino a Eretz Israel se hace más largo, se complica más y más.
El pecado de los que desean carne de cada generación - con todo su materialismo y bajeza - no expresa necesariamente el desprecio por la vida de acuerdo a la Torá y la vida espiritual, y no necesariamente concluirá con el abandono de los valores: Por el contrario, justamente esas fuerzas fueron destinadas para lograr grandes metas, siempre y cuando se efectúe un proceso de control y refinamiento para "separar lo precioso de lo vil" (Irmya 15:19).

Religiosos liberales
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Por qué culpan al público “religioso liviano”? Ellos no estudian, escuchan Rabanim (Rabinos) livianos, ¿cómo pueden saber que lo que les dicen no es Torá?
Respuesta: No es cierto. Ellos trasgreden prohibiciones por el Ietzer HaRra (mal instinto) y por la profunda falta de comprensión, y no por los Rabanim liberales. Incluso si todos los Rabanim determinasen según la halajá ese público trasgrediría prohibiciones.
Pregunta: ¿Pero ellos sí citan Rabanim liberales para justificar su camino?
Respuesta: Eso es un pretexto, para sentirse mejor y no sufrir la contradicción evidente entre su declamación de fe y su comportamiento. Los Rabanim liberales elevan el estandarte de la amistad – aliviado – comprensión, y por ello indican no según la halajá y también se desprecian a sí mismos, incluso a los ojos de los religiosos livianos.
Pregunta: Si el religioso liviano entiende que se trata de una indicación que no es de acuerdo a la halajá, ¿por qué se comporta así?
Respuesta: El religioso liviano no piensa que la Torá es algo absoluto del cielo, sino que una importante tradición como otras cosas importantes en la vida, y él elije entre ellas. Es sabida la clasificación del Rav Kuk de tres corrientes en la nación: El kodesh (lo santo), el nacionalismo y el humanismo (Orot 70). Por la falta de profundización el religioso débil piensa que hay una contradicción entre ellos, y de momento que los tres son importantes a sus ojos se compone cierta mezcla de ellos según lo que le parece y siente.
Pregunta: ¿Pero si le preguntarás, él dirá que es fiel a la Torá?
Respuesta: Es una declamación. También esa declamación tiene valor, pero no es profunda en el corazón. Él piensa que hay una contradicción entre la Torá y la vida, que lo laico es algo con valor propio mientras que el kodesh es una nulidad. Así escribe el Rav Kuk: “En la pequeñez de comprensión se encuentra un veneno interno, que le parece que todo lo que transita de lo laico al kodesh es un pasaje de la existencia a la nulidad”. Pero la declamación no es fe auténtica. “Y a pesar que la declamación externa es contraria a ello por parte de la aceptación de la fe, que apoya a todo el que tambalea, también el que bajó a ocuparse de las nimiedades, a pesar de ello en la esencia de esa declamación falta el principio que alumbra… que todo lo que transita de lo laico al kodesh es un escape de la destrucción y nulidad a la edificación y colmado, a la gran esencia vigorosa” (Orot HaKodesh Bet 308). En resumen, él no peca por los Rabanim que lo permiten, sino que por el Ietzer HaRra, y sobre todo por su confusión en la fe, como lo aclara el Rav Kuk en su artículo “HaDor”.
Pregunta: ¿Pero también a los Rabanim ortodoxos – nacionalistas él no escucha?
Respuesta: No es exacto. En temas como Shabat y kashrut él confía en ellos, y también en Rabanim Jaredim (ultra-ortodoxos). Pero en temas de cultura, se edifica a sí mismo una concesión entre la Torá que a veces le parece contraria a la vida, y lo que piensa que es libertad y vida. Y en general, no hay Rabanim ortodoxos – nacionalistas: Hay Rabanim que determinan de acuerdo a la Torá, y hay quienes no. Y ya escribió al respecto en extensión el Gaón (genio del estudio de la Torá) el Rav Iosef Dov Solovietchik hace decenas de años. Véase en su libro “Ish Al HaEda” (lo resumimos una vez en la revista Mishmeret Al HaEda).
Pregunta: ¿A qué se refiere el Rav cuando dice “temas de cultura”?
Respuesta: Alimento sentimental, como cultura de vestido, cultura de canto, cultura de lectura, cultura de relaciones entre hombres y mujeres, cultura de divertimento. En eso, él se edifica una concesión.
Pregunta: ¿El enrolado de muchachas religiosas livianas en el ejército, en qué categoría cae?
Respuesta: Eso también es parte de la cultura de vida y también de la vinculación con el ideal nacional. Ellas piensan equivocadamente que el ser religioso y nacionalista son dos cosas distintas, ambas importantes, y por ello se edifican una concesión. Por supuesto, eso es un error producto del superficialísimo. El nacionalismo emana de la Torá, y el ejército emana de la Torá. Un belicismo que no llega de la palabra de D’s, es muy problemático.
Pregunta: Si yo entiendo bien, ¿los Rabanim livianos no son culpables de los pecados?
Respuesta: Ellos principalmente proporcionan una válvula de escape a la brecha de conciencia entre la fe declarada y el comportamiento práctico.
Pregunta: ¿Eso no obstaculiza el arrepentimiento?
Respuesta: No realmente. Cuando el ardor del amor por D’s despierta, no se detiene por las deformaciones de la halajá. Una vez dijo un religioso muy liviano: “Ese Rav es liviano, yo lo desprecio”. Es decir, él quiere ver en el Rav un fiel representante de la fe, la Torá y la halajá – y junto con ello se reserva para él el derecho de tomar de ese Rav lo que le place o lo que su entendimiento acepta.
Pregunta: Y en resumen, ¿cuál es el remedio para el religioso liviano?
Respuesta: El mismo remedio que hay para los que se alejaron totalmente de la Torá: Profunda aclaración interna que la fe en D’s es la vida. Eso es en esencia el tema del gran libro del Rav Kuk, “Ikvei HaTzon”. Y tenemos prometido que todo Am Israel (el Pueblo de Israel) se arrepentirá sinceramente.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
Para cumplir la mitzva del Kidush de la mejor forma se debe elegir un buen vino, es decir, un vino que sea límpido y que no se ha echado a perder[1].
En un principio se debe buscar vino rojo para hacer Kidush, pero si no tiene vino rojo o el vino rojo es de menos calidad que el vino blanco, se puede en un principio hacer Kidush con vino blanco[2].
Lo mejor es que el vino sea añejo – es decir, que por lo menos tenga cuatro días de vejez[3]. Pero de todas formas, incluso jugo de uva que fue exprimido en vísperas de Shabat y es totalmente nuevo puede ser utilizado para hacer Kidush en Shabat[4].
Un vino que se avinagró hasta tal punto que las personas se abstienen de beberlo por ello, no se puede bendecir sobre él “boré pri hagafen” [la bendición del vino], y por supuesto que no puede ser utilizado para hacer Kidush[5].
Un vino cuyo aroma no es agradable porque estuvo en un recipiente con mal olor y el vino asimiló un poco de olor, no se lo utiliza para hacer Kidush. Porque de la misma forma que no es apto para ser ofrecido en el altar porque “preséntalo a tu gobernante, ¿le agradará a él o aceptará tu persona?” (Malaji 1:8), así también no es apto para hacer Kidush[6].
También un vino que permaneció descubierto no se lo puede utilizar para hacer Kidush, porque ese vino es considerado no apto por “preséntalo a tu gobernante”[7]. Pero si estuvo descubierto por corto tiempo, y no tiene otro vino para hacer Kidush, está permitido utilizarlo[8].


[1](Shuljan Aruj 272 inciso 3, Mishná Brurá inciso 7, Shuljan Aruj HaRav inciso 5). Y por ello es bueno que cuando toma el vino para Kidush del sótano o del almacén, que no lo tome sin mirar, sino que verifique que no está descompuesto (allí, Mishná Brurá inciso 9).
[2](allí, inciso 4, Mishná Brurá inciso 10)
[3](allí, Mishná Brurá inciso 5)
[4](allí, inciso 2, Mishná Brurá inciso 6)
[5](allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 4, Kaf HaJaim inciso 20. Shuljan Aruj, Orej Jaim 204 inciso 4, Mishná Brurá inciso 26)
[6]Por ello a pesar que en cuanto a la bendición se bendice sobre ese vino “boré pri hagafen”, de todas formas tratándose del Kidush no es apto (Rashba”m Baba Batra 97B, comienza ela lemeute shereijo ra. Tur y Shuljan Aruj 272 inciso 1, Mishná Brurá inciso 2, Kaf HaJaim inciso 2). Y si el vino asimiló algún otro aroma del barril [y no es mal olor], véase Shaar HaTziun (inciso 3), y Biur Halajá (comienza shereijo) que duda al respecto, y no decidió.
[7](Shuljan Aruj, Orej Jaim 272 inciso 1).
Y a pesar que en nuestros días no se es severo con los líquidos que permanecen descubiertos porque no hay víboras en nuestras casas, de todas formas no se hace Kidush con un vino que permaneció descubierto por “preséntalo a tu gobernante” (allí, Mishná Brurá inciso 3).
Y véase en Kaf HaJaim (allí, inciso 9) que si el vino permaneció descubierto dentro de un armario cerrado o similar, no hay problema, a no ser que cambió su aroma o gusto.

[8]A condición que no cambió su aroma o gusto cuando permaneció descubierto durante ese corto tiempo (allí, Mishná Brurá) de forma que incluso el gobernante y los ministros no lo depreciarían (allí Maguen Avraham inciso 1).
Y véase más en Kaf HaJaim (allí, inciso 7) que citó las opiniones al respecto, y concluye que “en un principio hay que cuidarse de no dejarlo descubierto incluso corto tiempo, y si ya pasó es apto si no cambió su aroma o gusto, o si pasó descubierto una noche”.

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org