Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Shabat Jol HaMoed     19 de Nisan 5773     Pesaj

La Matza
Rav Eial Vered

¿Por qué se come Matza (pan ácimo) en Pesaj? Según la interpretación sencilla, "porque la masa de nuestros antepasados no llegó a leudar" – es decir, es un recuerdo de la libertad que llegó de pronto, por lo que nos apuramos mucho y la masa no llegó a fermentar. La celeridad, el apuro, la capacidad de salir de una vez de la esclavitud más baja a la elevada libertad son expresadas en la Matza que comemos, delgada y exacta.
Pero por otro  lado, al principio de la Noche del Seder decimos “este es el pan de la pobreza que comieron nuestros antepasados en la tierra de Egipto”: La Matza es en recuerdo del pan de la pobreza que comieron nuestros antepasados durante todos los años de esclavitud.
Entonces, ¿qué pan es este? ¿Un pan de pobreza o un pan de libertad?
Nos encontramos frente al secreto de la libertad: Por supuesto, se trata del mismo pan. Y esa es la maravilla de la libertad: La capacidad de volver al mismo lugar donde fuimos esclavos, pero conducirnos como personas libres.
En la marcha a la libertad el esclavo liberado puede desear escapar – o incluso despreciar, borrar – de todo lo que caracterizó su vida anterior. El esclavo liberado puede querer vivir sólo una vida espiritual, desconectada de todo carácter material que era típico de su vida anterior. Pero entonces nuevamente es esclavo: Esclavo del escape. Una libertad auténtica es la capacidad de volver al mismo lugar, a la misma Matza  que comió como esclavo, pero ahora comerla como persona libre.
El mismo pan que fue para nosotros el símbolo de la esclavitud, el desprecio, sin gusto, de pronto cobra otro sentido, otra apariencia. De pronto se transforma en una expresión exacta de la libertad, del movimiento de liberación. El hombre libre puede intentar escapar de todo lo que caracterizó su vida como esclavo, y querer vivir una vida espiritual abstracta, sin contacto con el mundo material. Pero también eso es un tipo de esclavitud.
La libertad auténtica es la capacidad de volver al mismo lugar, las mismas fuerzas, pero ahora como persona que elige, como quien es dueño de esas fuerzas y no es dominado por ellas, como el que se dirige al mundo material por la orden Divina que le indica cómo utilizar ese mundo en forma exacta, de la forma que traerá bendición y no maldición. Es la misma Matza, que era el símbolo de la pobreza y la esclavitud, y ella misma a través de la orden y el encuentro con el contenido Divino se transforma en el pan de la libertad.
Y más profundo.
El proceso que hemos mencionado anteriormente incluye en él un desprendimiento y un regreso posterior al mismo lugar, pero ahora como persona que elige. Semejante al Baal Tshuva (el que hizo un arrepentimiento sincero) que antes en su vida se ocupaba de algún arte, y al principio de ese proceso el mundo del arte del que se ocupaba anteriormente le parece algo que debe abandonar, un mundo que es parte de su problema - o quizás el problema mismo. Pero cuando pasa el tiempo, nuevamente es posible volver a ese mundo del arte y las aptitudes que fueron abandonadas, pero ahora como persona libre que elige. Llegar al mismo lugar partiendo de la kdushá (santidad) y la libertad.
Pero no siempre es posible desprenderse.
A veces se trata de una realidad que no puede ser cambiada. Hay cosas que son irreversibles en la vida. Y cada uno de nosotros se topa con ellas. Por ejemplo, un niño con necesidades especiales que nació en el seno de la familia.
Y en esa situación, le elección es qué actitud se tomará. Esa es la libertad auténtica. Transformar el destino en meta – según las palabras del Rav Solovietchik. Transformar el destino – es decir, la realidad que en cierta forma nos es impuesta – en una comprensión profunda que se nos está diciendo algo muy contundente en cuanto a la meta de nuestra vida, ese es el movimiento de liberación más delicado y más profundo que hay.
Esa es la profundidad de la Matza. La Matza era nuestro destino como esclavos, y se transformó en nuestra meta como personas libres. No podemos liberarnos de ella, también como personas libres tenemos la obligación de comerla. Pero, ¿eso es lo contrario de la elección? ¿Dónde está el libre albedrio? ¿Dónde está la libertad? ¡Queremos comer lo que nos plazca!
No es así. La profundidad de la libertad es tomar el destino y transformarlo en meta. La esclavitud de Egipto no es un agujero negro en nuestro pasado que intentamos olvidar. La esclavitud de Egipto es la base de nuestra libertad, y por ello fuimos ordenados recordarla.
Es la misma Matza, sólo los que la comen han cambiado. Por un lado es el pan de la pobreza, y por otro lado es "el pan sobre el que se contestan muchas cosas".
Dos caras tiene la Matza, el pan de la humildad. 

Midreshet Majón Orá

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Gueulá y retroceso
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Cómo podemos enfrentar desde el punto de vista espiritual la sensación que personas dentro de nuestro pueblo nos expulsan de los asentamientos en nuestra tierra?
Respuesta: Tratándose de cosas serias no nos conducimos según nuestra sensación, sino que según lo que es aclarado con el raciocinio.
Lamentablemente, no se trata sólo de una sensación. Realmente hay un retroceso. Hubo un retroceso en Yamit, hubo un retroceso en Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza), hubo un retroceso en Amona, hubo un retroceso en Migrón, y hubo un retroceso en Jebrón. Pero debemos saber que en el proceso de la Gueulá (Redención) a veces hay retrocesos.

Gueulá no es algo matemático, y como todo episodio histórico es algo estadístico. En el campo de la estadística, no todo es absoluto. Los estadistas dicen que algo que es menos de un 10%, es como si no existiese. Gracias a D’s, en Iehudá y el Shomrón (Judea y Samaria) hay 350.000 habitantes. Un 10% es 35.000 personas. La estadística dice que lo que le ocurre a menos de 35.000 personas no es significativo.
También desde el punto de vista espiritual no está escrito que en el proceso de la Gueulá no habrá problemas. Incluso nuestro Rav Moshé – que por supuesto era un emisario Divino en la Gueulá de Egipto – cuando llegó para redimir a Am Israel (el Pueblo de Israel) el malvado Paró (el Faraón) se negó a escucharlo, y la situación empeoró, hasta tal punto que los Hijos de Israel se vieron obligados a buscar ellos mismos la paja y el heno. En esos momentos les era muy difícil al pueblo y a nuestro Rav Moshé mismo. El Ramba”n en su comentario a la Torá explica que Moshé sabía – porque D’s le dijo – que Paró
se negará, y por ello le era claro que la Gueulá no llegará de una vez, sino que paulatinamente. Pero ahora le fue aclarado algo más: Puede que haya retrocesos. Y en efecto, la situación empeoró - y sólo más tarde mejoró. El Ramba”n cita a nuestros sabios respecto al versículo “mi amado es como una gacela” (Shir HaShirim 2:9): “En forma semejante a la gacela que se la ve, y luego se oculta, así también el primer Redentor se les hace ver, y luego se oculta, y nuevamente se revela” (Ramba”n, Shmot 5:22. Shir HaShirim Rabah 2:22). La gacela corre entre las montañas, de pronto se oculta y no se la ve, y más tarde surge nuevamente. Tal parece que desapareció, pero en realidad fue avanzando. Surge en un punto más adelantado. Así también nuestro Rav Moshé, el Redentor que anunció y alentó las esperanzas y la fe en los corazones, de pronto es como si hubiese desaparecido, y la situación empeoró – pero finalmente mejoró.
Al principio del regreso a Tzion los árabes hicieron un pogromo espantoso en Jebrón. No sólo que fueron asesinados muchos judíos tzadikim (justos) en forma despiadada, sino que todo el asentamiento perdió las esperanzas. No es lo que esperaron que ocurra.
En ese entonces el Rav Kuk escribió su artículo “Shubu LeBitzaron”: Hay que fortalecernos. Lo que ocurrió en Jebrón es tan espantoso, tan terrible - es como el redentor que se oculta. Pero nuevamente se revelará (Maamarei HaReaya 360).
No debemos desesperar por lo que ocurrió. ¿Acaso por el hecho que ocurrieron algunos desperfectos en el camino, diremos que todo se desmorona? Todo avanza a pasos agigantados, pero hay algunos retrocesos aquí o allí.
Si el regreso a Tzion fuese hecho por un puñado de tzadikim, no habría ocurrido. Pero el regreso a Tzion es llevado a la práctica por un pueblo. Como es sabido, parte de los tzadikim ni siquiera llegaron a Israel. El regreso a Tzion fue efectuado por el pueblo, y en el pueblo hay todo tipo de personas: Tzadikim, medianos, e incluso menos que ello. De momento que es el pueblo el que construye la tierra y sacrifica su vida en el ejército, no todo es exactamente como nosotros hubiésemos querido que sea.
Hay otros problemas en este país. Por ejemplo, hay mucha trasgresión del Shabat – pero muchos de nosotros, por alguna razón, eso no le molesta cuando van a dormir. Decimos que se necesita paciencia. La mayoría de la educación no es según la Torá, y tampoco eso le molesta a mucha gente cuando va a dormir. También hay muchas personas que no cuidan la pureza de la familia, y por alguna razón tampoco eso le molesta cuando va a dormir a muchos. Pero cuando un asentamiento es arrancado, decimos que toda la Gueulá se ha detenido, todo es una catástrofe, todo es un desastre. ¿Dónde estuvimos cuando cortaron las peot de los inmigrantes del Yemen y pusieron esos niños en escuelas seculares? ¿Por qué no dijimos en ese entonces que la Gueulá se detuvo? ¿Por qué sólo los asentamientos nos preocupan, y no esas otras cosas?
Todo nos preocupa. A todos les debe preocupar que partes de Eretz Israel (la Tierra de Israel) sean arrancadas. Todos debemos actuar. Pero nos encontramos en el buen camino. Debemos añadir fuerza y valentía en la nación, y corregir lentamente todos los problemas.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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