Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Beshalaj     15 de Shvat 5777     Shabat Shira     No 1106

 "A su diestra y a su siniestra"
Rav Itiel Ariel

En la detallada descripción de la partición del Iam Suf la Torá recalca sobre todo el abrid de las aguas y su permanencia como murallas a ambos lados, y repite dos veces el versículo "y les eran las aguas como un muro a su diestra y a su siniestra" (Shmot 14:22, y 14:29). Por lo visto esa repetición y recalcado no tiene por objetivo solamente describir el milagro doble - la apertura de las aguas y su permanencia a ambos lados del lecho del mar - sino que principalmente nos quiere enseñar algo, para todas las generaciones.
Nuestros sabios describieron con extensión la sensación de opresión que antecedió a la apertura del
Iam Suf, cuando Am Israel (el Pueblo de Israel) ve delante de él el mar, los egipcios persiguiéndolos por detrás, y se siente atrapado entre la espada y la pared. "En ese momento no sabían qué hacer, cuando el mar les cerraba el paso y el opresor y las fieras del desierto los perseguían" (Shmot Raba 21). Tosafot (Taanit 16B) agudiza más aún la sensación de desesperación en ese momento, sobre todo tratándose de la generación que acababa de salir de Egipto. En su opinión, esa es la profunda intención del rezo "el que les respondió a nuestros antepasados a la orilla del mar, Él nos responderá... quien recuerda lo olvidado", ya que esa salvación llegó sólo cuando Am Israel se desesperanzó totalmente de la gueulá (Redención). Y por ello recordamos para todas las generaciones que en ese momento D's escuchó los clamores de desesperación de ellos, y despertó la Medida del Recuerdo frente al Trono de quien "recuerda lo olvidado", para ser redimidos.
De acuerdo a eso, los fabulosos muros de agua que se levantaron a su derecha e izquierda fueron en cierta forma la continuación del sentimiento de opresión, que continúa todo el tiempo, desde el clímax  de la adversidad, hasta el clímax de la
gueulá, y también en ese momento se sienten en cierta forma confinados. Si pretendimos ver el milagro como una salida de la opresión al espacio de la libertad, "desde la angustia clamé a D's, y D's me respondió sacándome a la anchura" (Tehilim 118:5), nos espera cierta desilusión, cuando aparece el suelo entre las dos portentosas murallas de agua, hasta tal punto que Am Israel temía pasar entre ellas (ver Abot DeRabi Natan, Cap. 38). La protección que las murallas de agua le conferían a Am Israel, le parecía a sus ojos una amenaza, y por ello dijeron "no podemos pasar entre esas murallas..." (Allí), temiendo que se desmoronen sobre ellos (como realmente casi ocurrió, cuando el ídolo de Mija pasó con ellos entre las aguas).
Pero en realidad, justamente la sensación de desesperación enfatiza el milagro y el cambio radical que
Am Israel experimentó - desde el fondo de la desesperación y el derrotismo, al polo opuesto, la salvación Divina. La dependencia absoluta de su Padre en el cielo de los que pasaron entre las aguas del Iam Suf, no dejó la más mínima duda en las personas que experimentaron ese milagro - ya sea que reconocieron el milagro que les ocurrió, o no. Esos momentos en la vida de la nación en los que la Mano de D's es vista en forma tan clara, hasta tal punto que no hay ningún tipo de dudas respecto al camino correcto por el que debe dirigirse, son muy poco frecuentes. En esos momentos, en el que cada uno de los que pasaron por el mar señala con su índice y dice "Él es mi D's, y Le celebraré" (Shmot 15:2), existe sólo un camino, cuyos límites son dibujados en forma clara y tajante por D's mismo. Ese camino que surgió en las profundidades de las tinieblas iluminó esa noche, pero tenía como objetivo también señalar la clara meta del sendero hasta el fin, y alumbrar también a todas las generaciones venideras cuando la oscuridad se cierna y no se tendrá conocimiento exacto hacia donde se debe dirigir - "los harás entrar y los plantarás en el monte de Tu herencia..." (Shmot 15:17).
Esa idea volverá a repetirse en la continuación de la Parashá con el man (pan milagroso), que también él estaba rodeado por arriba y por debajo de una capa de rocío, como depositado en un cofre. Ese doble cubrimiento recalca su origen celestial, y rechaza la concepción errónea del papel que debe asumir el pan en la vida del hombre - "porque no sólo de pan vive el hombre" (Dvarim 8:3). Sólo a partir de esa doble base que envuelve el milagro Divino a diestra y siniestra, por arriba y por debajo, se puede educar orientando a la certitud y aceptación absolutas de la Torá, y por ello "la Torá le fue entregada a los que comieron del man" (Tanjuma, Beshalaj 20).

TuBishvat (reimpresión)

Este Shabat es Tu Bishvat, es decir el 15avo día del mes de Shvat, que es cuando comienza el año nuevo para los árboles frutales (Rosh HaShana 1:1). Hasta Tu Bishvat  cayeron la mayoría de las lluvias del año, y las reservas de agua llegaron al nivel requerido para brindarle al árbol ese precioso elemento tan necesario. El árbol en invierno pierde sus hojas, su verdor desaparece, su apariencia se deteriora, parece como si estuviese a punto de marchitar. Pero en el interior, en lo profundo, sucede justo lo contrario: En esa etapa de recogimiento la savia se limita a circular en el tronco y algunas ramas, y si bien es cierto que eso coarta la expresión de vida exterior, en el interior los elementos necesarios para el crecimiento y nuevo renacimiento del árbol en la primavera son preparados y acumulados. Y es gracias a ellos que cuando llega la primavera, de pronto el árbol comienza a brotar, sus ramas recobran su verdor y se extienden, nuevas hojas frescas aparecen, el árbol florece y de sus flores surgirán preciados y dulces frutos. Todo eso, gracias al período de recogimiento invernal necesario, que en realidad, es el que prepara el futuro fruto, que será maduro y alimenticio.
También la persona es así: "Porque el hombre es un árbol del campo" (Dvarim 20:19). Hay etapas en la vida en que la persona se recoge, se cultiva, se concentra en sí misma. A primera vista, parece que pierde su tiempo, "no hace nada", invierte todo su tiempo y energía en conocerse a sí mismo, en elevarse paso a paso, colmar su espíritu con el estudio. Y después, al término de esa etapa de estudio y sondeo, de pronto comienza a brotar, comienza a brindar a su entorno, y los frutos serán maduros, dulces y alimenticios para el beneficio de él y de todo el pueblo. ¡Cuánto debemos aprender de los árboles, que saben armarse de la paciencia y la perseverancia para esperar el período de tiempo necesario de recogimiento! Cuando la persona es impaciente, y pretende acortar ese período, los frutos que podrá brindar no serán maduros, le faltará la preparación necesaria, y su capacidad de brindar será limitada.
También Am Israel (el Pueblo de Israel) es comparado con el árbol: "Como los días de un árbol, serán los días de Mi pueblo" (Ishaya 65:22). En la galut (exilio) nos recogimos en nosotros mismos, nos concentramos en la parte más espiritual, y las expresiones de vida eran casi inexistentes. Fuera de nuestra tierra, diezmados y perseguidos, no podíamos dar fruto. Incluso hubo quienes pensaron que ese pueblo marchitó, no volverá a cobrar vida. Pero en el interior, la vida espiritual de la nación continuó, sin revelarse. Esperamos durante 2000 largos años de invierno el momento en que podamos volver a vivir nuestra vida en forma plena. Y finalmente, D’s nos hace despertar del letargo invernal: "Habla mi amado, y me dice: ¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y vente! Porque ha pasado el invierno, la lluvia se ha acabado y se ha ido, las flores se ven en la tierra, el tiempo del cantar de las aves ha llegado, y la voz del ruiseñor se oye en nuestra tierra" (Shir HaShirim 2:10-12). Am Israel vuelve a cobrar vida, se levanta de las cenizas del Holocausto, las ancianas ramas se cubren de verdor y nacen frescas hojas, y una nación vigorosa vuelve a palpitar en su tierra. Y no está lejano el día en que veremos las flores transformarse en dulces y maduros frutos, que perfumarán y regocijarán a toda la humanidad, cuando llegue el momento apropiado: "Yo también los traeré a ellos a Mi santo monte, y los haré gozosos en Mi casa de oración, sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre Mi altar, porque Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” (Ishaya 56:7).

¿Cuándo se debe ser más estricto?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Cuál es el límite entre el que es más estricto innecesariamente y el que lo hace como corresponde?
Respuesta: Antes que nada debemos saber que ser más estricto no es para cualquiera. Es un nivel muy alto. El libro “Mesilat Iesharim” describe un sendero gradual. Antes que nada, se debe adquirir la medida del cuidado, de no pecar. Luego, la medida de la celeridad en el cumplimiento de las mitzvot. El camino es largo. Luego, la medida de la limpieza: No cometer trasgresiones que las personas se equivocan y piensan que no son tales. A las personas les resulta cómodo imaginarse que está permitido. El que cumple con esas tres cosas, es tzadik (justo). Luego, comienza la medida del ascetismo, alejarse de cosas que D’s no prohibió, por temer a resbalarse en la ladera del camino. Luego, la medida de la pureza, en la que todo se hace por la buena causa. Y luego la medida de la piedad: Cumplir lo que D’s no ordenó, por amor a D’s. En el ascetismo se abstiene de cosas que D’s no prohibió, y en la piedad se hacen cosas que D’s no pidió. Luego, llega el capítulo del sopesado de la piedad: Sopesar con cuidado si no cometes algún daño con tu piedad. Verificar si por ser más estricto en algo, no dañas alguna otra cosa. Por ejemplo, el que es estricto con la kashrut de los alimentos, a pesar que tienen autorización de un Rav, puede llegar a ofender al que se los ofrece.
Como sea, la piedad no es nuestro nivel. Nuestro nivel son el cuidado, la celeridad y la limpieza. Lamentablemente todavía cometemos trasgresiones. Por ello, ser más estricto es casi cómico. Una persona es más estricta en la ayuda al prójimo, también las vecinas – pero a su esposa no la ayuda. Como persona, él se aparta de la normalidad, se encuentra al límite de necesitar tratamiento sicológico. Es más estricto con lo que no tiene obligación, ¡y lo que tiene obligación no cumple!
No seas más estricto, no es nuestro nivel. ¡También la medida del cuidado de no hacer trasgresiones no nos es fácil!

Pregunta: ¿El que todavía comete trasgresiones, por qué no debe ser más estricto?
Respuesta: Porque la persona no tiene energía infinita, lo que es llamado la doctrina de los medios limitados. No tienes dinero infinito, no tienes tiempo infinito, no tienes fuerzas anímicas infinitas. No puedes hacerlo todo. Por ello, debes aprovechar tus energías para no pecar, para cumplir tu obligación, y no desperdiciarlas en cosas que no son obligación. Todo tiene un precio, no hay remedio. Si tú le ayudas a tu hermano, en ese mismo momento no puedes ayudarle a tu hermana. Si tú estudias Gmará, en ese mismo momento no puedes estudiar halajá. Todo es a cuestas de otra cosa. Por ello, antes que nada, debes hacer lo que tienes obligación, y después ser más estricto.
También lo que se tiene obligación es un mar sin fin, sobre todo porque la medida de la limpieza incluye evitar cosas que las personas piensan que son sólo para los más estrictos, y en realidad no es así. La persona se dirá: Yo seré más estricto, no quiero hablar Lashón HaRrá (calumnias). Se equivoca: ¡Es obligación para todos!
El Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato, autor del libro Mesilat Iesharim) cita tres ejemplos: Lashón HaRrá, como hemos dicho. El que piensa que será más estricto y no engañará a las personas en su negocio, y no es ser estricto, es obligación para todos. Quizás tú digas: Todos engañan – no es pretexto. Y en tercer lugar, una persona que se aleja de las mujeres – y no es ser estricto, es obligación para todos.
Por ello antes debes cumplir las halajot que está claro que su trasgresión es considerado pecado. Luego, cumple también las cosas que las personas se engañan a sí mismas y se dicen que no son trasgresiones, cuando en realidad lo son.
El que así acostumbra, es un tzadik. Así es hasta el capítulo 12 del libro “Mesilat Iesharim”. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk no enseñaba más que eso, para que la persona no se sueñe que debe ser más estricto, lo que no es su nivel.
Y quizás sí se puede estudiar la continuación, pero cuando se está claro que no es para nuestro nivel. Nosotros también estudiamos respecto a nuestro patriarca Avraham, y al mismo tiempo sabemos que él se encontraba en un nivel mil veces por encima del nuestro.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Encendido de las velas
Con el encendido de las velas se bendice “baruj ata… asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel Shabat”[1] [Bendito seas Tú… que nos has santificado con tus mitzvot y nos has ordenado encender la vela de Shabat]. E incluso cuando se encienden varias velas, es mejor decir “ner” [vela] en singular que “nerot” [velas] en plural, porque la obligación es de encender sólo una vela[2].
Hay quienes opinan que la mujer debe bendecir antes de encender las velas, como se hace con el resto de las mitzvot que se bendice por su cumplimiento inmediatamente antes de cumplirlas[3].
Y hay quienes opinan que la mujer debe bendecir sólo después de haberlas encendido, porque en su opinión con esa bendición es como si recibiese el Shabat en forma explícita, y si bendecirá antes del encendido tendrá prohibido hacer melajot y no podrá encender las velas. Por ello, primero encenderá las velas y luego bendecirá, y escribió el Ram”a que así se acostumbra[4].
Según las opiniones que la mujer bendice luego de haber encendido, para que la bendición sea un poco como inmediatamente antes del cumplimiento, la mujer pondrá sus manos frente a su rostro luego de haber encendido las velas, para que no las vea[5], recitará la bendición correspondiente, y luego descubrirá su rostro, y de esa forma ella bendice antes de tener algún provecho de las velas y es un poco como bendecir inmediatamente antes del cumplimiento de la mitzva[6].


[1](Shuljan Aruj 263, inciso 5).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso 22). Y si ya bendijo en plural, también cumplió con su obligación, incluso si sólo enciende una vela (allí, Kaf HaJaim inciso 38).
Una mujer que no está segura si bendijo o no [puede pasar cuando hay alguna distracción en la casa y no le permitió concentrarse cuando encendió las velas], no tiene que volver a bendecir, porque cuando se tiene alguna duda de ese tipo es preferible no bendecir nuevamente, no sea que diga el Nombre de D’s en vano.
Y además hay que suponer que hizo como acostumbra siempre, y bendijo cuando encendió las velas (allí, Biur Halajá, comienza kesheiadlik ibarej). Pero si está segura que no bendijo cuando encendió las velas, si todavía está permitido encender [hasta un poco antes de la puesta del sol] puede bendecir. Pero si ya llegó el momento en que está prohibido encender, no bendecirá (allí, Biur Halajá).
[3](Allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 26).
[4](Allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 27, Ben Ish Jai segundo año, Noaj inciso 8).
En Iom Tov, que está permitido encender velas de un fuego que arde, primero bendecirá y luego encenderá las velas de un fuego que arde, porque incluso si recibe el Iom Tov con la bendición todavía puede encender las velas de esa forma. Y en opinión del Maguen Avraham para no hacer diferencia entre Shabat e Iom Tov también en Iom Tov bendecirá sólo después de haber encendido. Pero muchos Ajaronim opinan que en Iom Tov se debe bendecir antes del encendido (allí, Mishná Brurá).
Y cuando el hombre enciende las velas de Shabat, que se acostumbra que no recibe el Shabat con ese encendido, y también una mujer que hizo un condicionado [si es necesario] que no recibirá el Shabat con ese encendido, hay diferencias de opinión en los poskim, porque de momento que no reciben el Shabat pueden bendecir antes del encendido, como el resto de las mitzvot que se bendice inmediatamente antes del cumplimiento. Derej HaJaim opina como Maguen Avraham, que incluso de esa forma se bendice luego del encendido para no hacer diferencia, pero según Rabí Akiva Iguer y Jaiei Adam se debe bendecir y luego encender (allí, Biur Halajá comienza ajar hahadlaka).

[5]El Ben Ish Jai (segundo año, Noaj inciso 8) agregó que según el conocimiento esotérico es correcto cerrar los ojos en ese momento. Hay quienes acostumbran a circunvalar las velas con sus manos antes de ponerlas sobre su rostro (véase Noheg KaTzon Iosef).
[6](Allí, Ram”a. Kitzur Shuljan Aruj 75 inciso 4)

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