Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Sucot      20 de Tishrei 5773     Shabat Jol HaMoed

“Porque Mi casa será llamada Casa de Oración”
En la actualidad

Los Shloshet HaRegalim, Pesaj, Shavuot y Sucot (las tres fiestas de Pascuas, Pentecostés y de las Cabañas) son una misma cadena que vincula a Am Israel (el Pueblo de Israel) a su pasado y su futuro.
En Pesaj, el Momento de Nuestra Liberación nació y se formó Am Israel como una creación Divina especial y singular, como dice el profeta: “Este pueblo que Me he creado para que cuenten Mis alabanzas” (Ishaya 43:21). Fuimos creados y salimos de la esclavitud a una libertad eterna, con los milagros y las maravillas que nos hizo D’s frente a los ojos de todos. En Pesaj se revela Am Israel como el hijo primogénito del Señor del Todo. Él es el pueblo elegido de entre todos los pueblos, no sólo en el pasado sino que también en el presente y para toda la eternidad. Como bendecimos cada día, “que elige a Su pueblo Israel, con amor” (Bendiciones de Kriat Shma).
En Shavuot, el Momento de la Entrega de la Torá, se cumplió y se cumple en nosotros la bendición de la Torá, “que nos eligió de entre todos los pueblos, y nos entregó Su Torá”. No sólo en el pasado, sino que también en el presente, como sellamos esa bendición “bendito seas Tú, D’s, que entrega la Torá”. Y también para toda la eternidad, como dice el profeta: “Y en cuanto a Mí, este será Mi pacto con ellos, dice el Eterno, Mi espíritu que está sobre ti, y Mis palabras que he puesto en tu boca no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dice el Eterno, desde ahora para siempre” (Ishaya 59:21).
En Sucot, el Momento de Nuestra Alegría. La Suca es recuerdo de la Salida de Egipto y recuerdo de las Nubes de Honor con las que D’s nos protegió cuando salimos al desierto (Shuljan Aruj, Orej Jaim 625:1), como fue escrito “y como os he llevado como en alas de águilas y os he traído a Mí” (Shmot 19:4), “como el águila despierta a su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus alas” (Dvarim 32:11). No sólo en el pasado, sino que a lo largo de todas las generaciones D’s nos protege, desde nuestro patriarca Avraham que es la semilla de la que salió Am Israel, pasando por el rey David y llegando al Meshiaj (Mesías) que es el fruto de Am Israel, como decimos en el rezo “protector de Avraham” (Shmoná Ezre), y en las bendiciones de la Haftará – “protector de David”.
En Sucot, el Momento de Nuestra Alegría, se revela la meta y la  plenitud de Am Israel como una luz para los pueblos, y por ello hay una alegría enorme y vigorosa, como dijeron nuestros sabios “el que no vio la alegría de Beit HaShoeva, no vio una alegría en todos sus días”.

En la actualidad, debemos profundizar más y más en las raíces históricas de Am Israel para que podamos contemplar el futuro que nos es deparado. De la misma forma que en Pesaj salimos de la esclavitud a la libertad, también nuestra generación salió de una galut (exilio) de dos mil años a la libertad nacional. Pero no alcanza con la libertad nacional, se necesita también libertad espiritual, como dicen nuestros sabios: “No leas jarut [grabado, en hebreo] en las tablas, sino que jerut [libertad, en hebreo]”. Y en forma similar al desierto, cuando recibimos la Torá luego de recibir la libertad, también en nuestra generación Am Israel recibe y recibirá la Torá en grandeza, pronto en nuestros días. Y de esa forma llegaremos a la cima, al Momento de Nuestra Alegría – los Días del Meshiaj y la construcción del tercer Beit HaMikdash (El Templo), pronto en nuestros días. Y veremos claramente cómo se plasma el versículo “y os traeré a Mi santo monte, y los haré gozosos en Mi casa de oración, sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptados sobre Mi altar, porque Mi casa será llamada Casa de Oración para todos los pueblos” (Ishaya 56:7).

Con bendiciones de Jag Sameaj (felices fiestas)
Anhelando la salvación plena

Dov Bigun

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
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Tana”j según nuestros sabios
Rav Shlomó Aviner

¿Por qué estudiar el Tana”j según la interpretación de nuestros sabios? ¿Por qué no estudiar el Tana”j según nuestra interpretación sencilla?
Seguro, debemos estudiar según la interpretación sencilla. La pregunta es: ¿Cuál es la interpretación sencilla correcta? Uno arguye que lo que él entiende es la interpretación sencilla, y el otro dice que no lo es. ¿Cómo  podremos saber? Y en general, ¿cuál es la definición de interpretación sencilla?
Muy simple. La interpretación sencilla, es la intención del escrito. Y de momento que todo el Tana”j es o Torá, o profecía o inspiración Divina, la intención del escrito es la intención del D’s, bendito sea. ¿Cómo sabremos cuál es la intención de D’s? O, ¿cómo sabremos la intención de nuestro Rav Moshé, u otro profeta, u otro inspirado por el aliento Divino que escribe la Palabra de D’s? Todo lo que sea escrito puede ser interpretado de varias formas distintas.
En efecto, ese es un problema insoluble. De la misma forma que la palabra no puede expresar todos los pensamientos, así también la escritura no es capaz de expresar todo lo que se puede decir (véase Rosh Milin del Rav Kuk, letra Alef). Incluso cuando una persona habla, puede que dos personas lo entiendan de formas distintas. Entonces, ¿cuál es la solución? Ya escribió el Ramba”m (More Nebujim 1:71) que todo lo que se escriba en un libro habrá al respecto dudas y más tarde discusiones entre las personas, lo que en sí genera severas divisiones que amenazan la unidad de Am Israel
(el Pueblo de Israel).
Por ello, cuando D’s le entregó la Torá a nuestro Rav Moshé, no sólo le “leyó” lo que estaba escrito – lo que alcanzaría con varias horas – sino que también le explicó cada cosa, lo que llevó 40 días y 40 noches. Esa es la Torá oral que fue trasmitida de generación en generación, fielmente.
"Rabí Iojanan dice: La mayoría en forma oral, la minoría escrita. Como dice el versículo ‘según el tenor de estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel’ (Shmot 34:27)" (Guitin 60B).
Es más, está prohibido escribir la Torá oral. “Lo que fue trasmitido en forma oral, no tienes permitido escribirlo” (Guitin 60B). Explica el Ramba”m que si será escrito, también ella se transformará en motivo de discusiones, de opiniones distintas y divisiones. Por ello, le fue entregada al Beit HaDin HaGadol (Suprema Corte de Justicia), al Sanhedrin: Ellos son los más grandes talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) que cuidan de la veracidad de la interpretación y unión de la nación (More Nebujim 1:71).
Pero Rabí Iehudá HaNasi decidió escribirla en resumen, por temor a que frente a los terribles decretos y el exilio sea olvidada totalmente.
Y en efecto, hubo muy pocas discusiones respecto a ella hasta fines del segundo Beit HaMikdash (El Templo), como la famosa discusión respecto al korvan (sacrifico) mencionada en la Mishná del tratado de Jaguiga, y otras pocas mencionadas en la Mishná del tratado de Eduiot. Luego, se multiplicaron las contrariedades y los malos decretos, las dificultades en el estudio, y de esa forma también las diferencias de opinión.
Es cierto que ya a mediados de la época del segundo Beit HaMikdash los Tzadokim (saduceos) discreparon en cuanto a la interpretación de muchos versículos – pero no es de extrañarse, porque ellos renegaron la Torá oral.
Más tarde, los cristianos que renegaron la Torá oral también adulteraron totalmente el Tana”j, lo transformaron en un libro idólatra, “equivocaciones e idolatría” (Rashi, Brajot 12B), e introdujeron en él la fe en la "Santa Trinidad", como lo menciona el Ramba”m (Igueret Teiman). Y también el Islam se basó gran parte en el Tana”j, tergiversándolo en gran manera – también él renegó la Torá oral.
Rabí Moshé de Kotzi escribe en su prólogo al libro “Sefer Mitzvot Gadol” citando Pirkei DeRabí Eliezer: “D’s vio que las naciones del mundo en el futuro escribirán los 24 libros de la Torá, los profetas y los escritos, y convertirlos para mal, y le entregó a Moshé las señales en forma oral, y no consintieron del Cielo que sean escritas sólo después que nació la fe de Edom y los ishmaelitas (cristianismo e Islam), no sea que los gentiles las copien a ellas también y las transformen para mal, como hicieron con la Torá escrita. Y en el futuro, D’s preguntará ¿quiénes son Mis hijos? Los Hijos de Israel traen el Sefer Torá (rollos de la Torá), y también las demás naciones traen su Sefer Torá. Estos arguyen que son Sus hijos, y estos arguyen que son Sus hijos. D’s pregunta: ¿Quién tiene las señales que entregué en el monte de Sinai en forma oral? Y nadie las sabe, salvo Israel”. Esa es la regla: “Y dijo el Eterno a Moshé, escríbete estas palabras, porque según el tenor de estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel” (Shmot 34:27).
La interpretación sencilla es la interpretación que nuestros sabios explicaron, o lo que nos indicaron cómo interpretar. Y ellos mismos recibieron esas indicaciones de D’s.
Por ejemplo, si está escrito que alguien hizo lo malo a los ojos de D’s, se necesita un poco de cabeza y humildad para entender que hay muchos niveles de maldad, hay una maldad enorme de una persona vil, y hay una maldad pequeña de una elevada persona. Pero D’s es más detallista con los tzadikim (justos). También así es respecto a nuestros sabios. Por ejemplo, dicen que el que tira sus uñas es un malvado, y también Tito fue un malvado: ¿Se trata de la misma maldad? Dicen que el que se encoleriza, es como si le rindiese culto a otros dioses: ¿Es realmente igualmente severo?
Según Rabí Tzadok HaCohen de Lublin ese tema fue aclarado de una vez por todas con el rey Shlomó (citando Tanjuma Metzorá 1). Está escrito respecto a él: “Empero el rey Shlomó amaba a muchas mujeres extranjeras, además de la hija de Paró (El Faraón), moavitas, amonitas, adomitas, tzidonitas y jititas… e hizo Shlomó  lo malo a los ojos del Eterno” (Melajim Alef 11:1-6). Hay quien ama, y hay quien ama. Hay maldad, y hay maldad. Es cierto que por ese versículo nuestros sabios quisieron anotarlo junto con los reyes que no tienen parte en el Olam HaBa (Mundo Venidero), pero escucharon una voz que dijo: “No toquéis a Mis ungidos, y a Mis profetas no hagáis mal” (Divrei HaIamim Alef 16:22). Y nuevamente quisieron anotarlo, y descendió un fuego del cielo y lamió sus taburetes, y nuevamente escucharon una voz que dijo “¿acaso de ti ha de pagar, porque lo has rehusado? ¿Tú has de escoger, y no Yo?” (Iyov 34:33).
Es decir, ¿acaso el rey Shlomó es como tú, se encuentra a tu nivel y es tu camarada para que tú te atrevas a decir algo así respecto a él? Yo – D’s – lo se, y no tú. Escribe Rabí Tzadok HaCohen: “¿Ustedes se piensan que él es como ustedes, una persona de su nivel? Pero él se encuentra conmigo, sobre Mi trono, y no debe temer”. En efecto, está escrito que Shlomó se sentó sobre el Trono de D’s. “Y el rey Shlomó, bendito sea su recuerdo, es el primero que llegó a ese nivel, de ser llamado ‘conMigo’” (Takanat HaShavim 7).
Antes de atrevernos a hablar respecto a una de nuestras grandes personas, debemos temblar de temor y reverencia santos.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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