Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Miketz     30 de Kislev 5776     Rosh Jodesh     Shabat Januca     No 1047

Encender una pequeña luz
Rav Jagai Londin

El principio básico de la mitzva de la vela de Januca es que se debe alumbrar el mundo en los momentos más difíciles. Cuando la oscuridad se multiplica en los días del mes de Kislev, cuando los vientos y el frío aumentan – son los días en los que debemos recordarnos que una cultura pequeña y pura finalmente vencerá culturas materialistas grandes. La calidad vencerá a la cantidad. En un mundo post-moderno, colmado de sonidos, colores, estímulos, en un mundo de medios de comunicación superficial, de internet – es importante encender una vela, recordar que la dimensión interna es la que vencerá. La luz vencerá finalmente a la oscuridad.
Hubo épocas en las que Am Israel (el Pueblo de Israel) se limitó a encender la vela dentro de su casa – “en momentos de peligro, la coloca sobre su mesa y alcanza con ello” (Shabat 21B). En la galut (el exilio) nos encontramos en posición de defensa, nos ocupamos de subsistir frente a la amenaza de la cultura griega. Pero hoy en día, cuando nos encontramos en una época de gueulá (Redención), es una época en la que colocamos la vela a la puerta de nuestras casas para publicitar el milagro. Es más, con el tiempo Am Israel aprende a utilizar las herramientas de la cultura griega-occidental para añadir luz: “La belleza de Iefet en la tienda de Shem” (Meguila 9B).
Dentro de unos 500 años, cuando se reúnan sociólogos y antropólogos e intenten investigar la sociedad israelí del principio del siglo 21, seguramente se encontrarán con ciertos conceptos que los desconcertarán - riality, selfi, bat-mitzvush - pero yo supongo que todos estarán de acuerdo en cuanto al concepto de “trastorno por déficit de atención” como una característica central de nuestra cultura. Tal parece que desde los principios de la historia no hubo una generación que fue inundada con una cantidad tan grande de estímulos perturbadores como nuestra generación. Según los estudios, la capacidad de concentración de un público en una disertación hoy en día varía entre 3 a 7 minutos: Los programas televisivos que en una época tenían 30 minutos de duración en promedio, son sustituidos por series de internet con capítulos de 10 minutos. Se puede citar otros ejemplos, pero también un artículo para Shabat no debe pasar el límite de 400 palabras…
¿Cómo se combina el mundo de la Torá en ese caos griego-perturbador? En el centro del mundo de la Torá se encuentran las ieshivot (centros de estudio de la Torá), que como su nombre en hebreo así son: Un lugar donde se sienta durante un lapso de tiempo, y se intenta edificar un mundo espiritual estable y robusto, un poco como el candelabro del Beit HaMikdash (El templo) en Ierushalaim. Alrededor de ellas se encuentran círculos concéntricos de marcos de estudio más amplios (clases diarias, asambleas y similares), pero es necesario crear un tercer círculo: Enseñanza de Torá que puedan penetrar también en el torrente descontrolado de la vida en el que nos encontramos, pequeñas velas que alumbren la oscuridad en todos los rincones donde se encuentra la persona…

¿Shabat para D’s, o para las personas?
Rav Shlomó Aviner

Hay una nueva iniciativa, llamada “Shabat israelí”: Transformar el Shabat en un día de índole cultural pluralista, un Shabat comunitario donde se encontrarán las personas del pueblo unos con otros, un día de placer cultural, un día de “más cultura y menos comercio”. El Shabat israelí nuevo será un día de convención y participación espiritual cultural que incluirá en él muchos aspectos contrarios, y su característica se determinará a través del diálogo público y comunitario. Esa iniciativa abrirá distintas posibilidades culturales del “Shabat” afines con el público general y jiloni (secular), etc.
Es decir, un Shabat a pedido, un Shabat entre los Hijos de Israel y los Hijos de Israel, y no precisamente un Shabat entre la persona y D’s. No un Shabat de “entre Yo y los Hijos de Israel, será una señal eterna” (Shmot 31:17). O en palabras sencillas, un Shabat de profanación del Shabat. O en palabras más sencillas aún, Shabat sin Shabat, un Shabat que no es Shabat.
Por supuesto, también un Shabat socio - cultural es muy lindo, pero no es una de las leyes que fueron entregadas en el Monte de Sinai – “ustedes han visto que desde los cielos les he hablado” (Shmot 20:19) – sino que alcanza con lo que dijeron los filósofos utopistas franceses.
Por supuesto, también un Shabat de descanso y tranquilidad y placer es muy bueno, pero no olvidaremos que el versículo “y considerarás el Shabat como un deleite” (Ishaya 58:13) tiene una continuación, “y honroso será el día sagrado del Eterno y lo honrarás” (Ishaya 58:13). ¿Y quizás un Shabat de placer trasgrediendo el Shabat no es más que una burla del Shabat? Recuerden al escritor nacional Jaim Najman Biálik que reconoció que le es difícil no fumar en Shabat, pero lo hacía dentro de su casa, y no – D’s no lo permita – en público. Él, que habló del placer del Shabat en la tienda de Shem, gravó la cualidad del Shabat literario-cultural-nacional, y es él también el que se adhirió a la lucha contra los juegos deportivos públicos en Shabat y otros. Fue él el que le escribió al fotógrafo en Ierushalaim que si no cierra su negocio en Shabat, le ordena quitar de su vitrina el retrato que le hizo – y en efecto, el fotógrafo cumplió con su pedido.
Fue él el que escribió: “Eretz Israel (la Tierra de Israel) sin el Shabat no será reconstruida, sino que destruida, y toda vuestra labor será en vano. Am Israel (el Pueblo de Israel) nunca renunciará al Shabat, que no es solamente la base de la existencia israelí, sino que también la base de la existencia humana. Sin Shabat no hay imagen y semejanza Divinas, y no hay imagen humana en el mundo” (Iguerot 5 220).
A pesar que era jiloni (secular) en su conducta, celó por la índole pública del Shabat.
Por supuesto, no vivimos de su boca, sino que de la boca de nuestros santos maestros. Y el Rav Kuk, junto con su amor fraternal infinito, no dejó de protestar con firmeza contra la trasgresión del Shabat en público. Y no lo hizo sólo para tomar en cuenta los sentimientos de los religiosos, sino que como elevada obligación nacional para la edificación correcta de la nación en su tierra.
“Mis queridos hermanos, en base al anhelo de mi espíritu, en base al vínculo del alma para el renacimiento general sobre nuestra eterna amada santa tierra, los llamo para ayudar. Ayuden a organizar nuestra vida pública en forma normal” (Iguerot HaReaya Dalet, 45-46).
“…Traspasan el límite de la libertad y llegan a… anarquía pública en forma muy corrupta, y en nombre del público en general exigimos reparar la vergüenza de la nación y sus santidades” (Iguerot HaReaya Dalet 46-47).
“Ese es un problema nacional. Y se va sumando a nuestro renacimiento nacional, y nos es correcto esforzarnos y protestar para que la situación no sea tan abandonada” (Iguerot HaReaya Dalet, 44-45).
“Esas brechas, que nos avergüenzan frente a los gentiles y frente a Israel, convierten el sueño de nuestro renacimiento en una pesadilla… yo no podré callar más, deberé protestar a gritos frente al gran mundo, no soy de los delatores religiosos, pero ya han traspasado todos los límites de la paciencia, y el peligro de continuar callando y ser indiferente ahora es más grande que todas las consecuencias que podrá acarrear semejante protesta” (Iguerot HaReaya Dalet 81-82).
“La trasgresión del Shabat e Iom Tov (día festivo) en público… el alma nacional se encuentra dolorida y despreciada por algunos de sus hijos, que pisotean con grosería su arteria vital… y ofenden frente a nuestros ojos a D’s y Su santidad, la santidad del Shabat y del Iom Tov” (Maamarei HaReaya 451).
“No podremos contener la terrible protesta del profeta: Mis santidades has depreciado, y Mi Shabat has trasgredido” (Maamarei HaReaya 451).
Fortalezcámonos y nos fortaleceremos, y elevaremos con alegría y orgullo el estandarte de “el pueblo que santifica el séptimo día”.

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