Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ekev     23 de Av 5775     No 1030

“Mi fuerza y el poder de mí mano”
Rav David Landau

Frente a la prohibición de vanagloriarse - “no sea que se ensoberbezca tu corazón” (Dvarim 8:14) - llega el remedio de “y recordarás al Eterno, tu D’s, porque Él es el que te da el poder para hacer proezas” (Dvarim 8:18). Y de esa forma volvemos al tema de nuestra actitud frente al esfuerzo bélico y la mitzva de la guerra. Todos entienden que la mitzva de la guerra exige valentía y bravura, estrategia y especialización en la guerra. A veces los comandantes de nuestro ejército declaman: Nos disponemos a luchar con nuestra fuerza y valentía, y vencemos gracias a nuestra fuerza y valentía. Y así escribe el Ramba”m (Hiljot Melajim), que se debe disponer a la guerra con valentía de espíritu, con arrojo y sacrificio por la noble causa, y de esa forma seremos merecedores de la ayuda del Cielo. El Ra”n en una de sus Darshot explica con maravillosa claridad esos versículos, en forma auténtica: Debes saber que tú debes disponerte al combate con valentía de espíritu y con la potencia de tu mano, sin ninguna debilidad. Esa es una mitzva. Debes saber que tú eres un valiente guerrero, y sabes luchar bien. Eso no tiene nada de orgullo, y no está incluido en la prohibición de “no sea que se ensoberbezca tu corazón”. En nuestras generaciones ha llegado el momento en que debemos cambiar los papeles: Hasta ahora les temimos a los gentiles, y ahora ellos deben comenzar a temernos. Para ello es necesario valerse también de armas y de valentía. Recuerda que tienes fuerza para luchar, y recuerda que D’s es el que te entrega esa fuerza para vencer en la lucha.
Primero, figuran en la Torá
versículos negativos: “Cuídate, no sea que olvides” (Dvarim 8:11), “no sea que se ensoberbezca tu corazón y olvides” (Dvarim 8:14). Y al final, figuran versículos en sentido positivo: “Y recordarás al Eterno, tu D’s, porque Él es el que te da el poder para hacer proezas” (Dvarim 8:18). A primera vista, no hay ninguna relación entre los versículos negativos y los versículos positivos, y no hay ninguna razón por la cual están unidos a través de las palabras “y recordarás”. Por ello, explica el Ra”n que la parte positiva no comienza del versículo “y recordarás”, sino que del versículo anterior: “Y dirás en tu corazón, mi fuerza y el poder de mi mano han hecho para mí esta proeza” (Dvarim 8:17). Cuando junto con ello surge la continuación: “Y recordarás al Eterno, tu D’s, porque Él es el que te da el poder para hacer proezas”. Es decir, tú debes decir “mi fuerza y el poder de mi mano han hecho para mí esta proeza”. Debes reconocer tu fuerza y tu potencia, porque el conocimiento que tú eres capaz de hacer proezas te es necesario para cumplir esa mitzva. Pero junto con ello, debes recordar que esa fuerza te llega de D’s. Si ese conocimiento parte del recuerdo y no del olvido de la fuente, entonces con fuerzas de espíritu y materiales poderosas lograrás cumplir esa mitzva en forma plena (según Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Dvarim, pág. 171-172, 195-199).

Pareja de estudio
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Acaso hay alguna solución para la gran crisis de temor a D’s en las últimas generaciones? Yo sé que no hay soluciones mágicas, pero eso no justifica que nos quedemos cruzados de brazos.
Respuesta: Justamente, hay una solución mágica. ¡Estudio de la Torá! El rey de Iehudá Jizkiau llegó al trono una generación después de la desolación espiritual. Porque su padre Ajaz cerró con cerrojos las puertas de los Batei Knesiot (centros de rezo) y Batei Midrashot (centros de estudio de la Torá). Dijo: Si no hay cabritos, no hay chivatos [si no hay pequeños que estudian la Torá, tampoco habrá grandes sabios. N. del T.]. ¡Un decreto espantoso en cuanto al estudio de la Torá, peor que los decretos de la China comunista! Llegó el rey Jizkiau, donó aceite para los Batei Knesiot y Batei Midrashot para que puedan estudiar durante la noche, y obligó a estudiar la Torá.
Pregunta: ¿También en nuestra generación cabe obligar? ¡Hoy en día no se presta oídos a obligaciones de ese tipo!
Respuesta: Es cierto. Se debe convencer, y añadir posibilidades de estudio. A fin de cuentas, también en las crisis más espantosas de herejía permanece intacta la Sgulá (esencia espiritual intrínseca), y en lo profundo del alma la generación está sedienta de Torá y kdushá (santidad).
Pregunta: ¿Entonces, por qué los grandes sabios no nos dieron esa solución, el estudio de la Torá?
Respuesta: Por supuesto que nos la dieron. Por ejemplo, el Netzi”v (Rav Tzvi Naftali Iehudá Berlín) escribió respecto al tema de las comunidades separadas (Shu”t Meshiv Davar 1:44). Le preguntaron que de momento que la situación de la herejía es tan espantosa, y no se puede salvar a los herejes, ¿quizás es conveniente separarse de ellos y edificarnos comunidades puras y correctas separadas? Él se opone, y dice que es como clavar espadas en el cuerpo de la nación. ¿Entonces, cuál es la solución? El estudio de la Torá en público, y el estudio de la Torá de los individuos, para edificar talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá).
Pregunta: ¿Pero hay muchas personas que no aman el estudio de la Torá?
Respuesta: Es cierto. Es una enfermedad. Es como un círculo vicioso. De momento que la naturaleza israelí fue dañada, no se siente dulzura en el estudio de la Torá. Como una persona enferma, que no tiene apetito para comer alimentos sanos – así también una persona cuya naturaleza espiritual fue dañada no tiene apetito para la Torá, como explica el Ramba”m (Shmoná Prakim, cap. 2).
Pregunta: ¿Entonces, cuál es la solución?
Respuesta: Curar la naturaleza israelí. ¿Cómo? A través del estudio de la Torá. Así escribe el Rav Kuk: “La falta de dulzura y agrado en el estudio de la Torá llega por la falta de la naturaleza israelí del alma, que hay que remediar a través del arrepentimiento sincero orientado a ella” (Orot HaTshuvá 14:26). “El temor a D’s natural es la naturaleza humana sana de la moralidad genérica, y es la naturaleza israelí especial en cuanto a todo pecado y falta en el plano de la Torá y la mitzva, herencia de la Congregación de Iaacov. Y esa naturaleza no regresa a Israel sino que a través del estudio de la Torá en público, estudio de la Torá para formar talmidei jajamim, y estudio de la Torá a través de la fijación de horarios de estudio de todo el público” (Orot HaTshuvá 6:3).
Pregunta: ¿En la práctica, cómo se debe organizar el estudio para el público? ¿Repartir librillos y libros?
Respuesta: Se debe organizar clases en todo lugar, y sobre todo parejas de estudio. En la Gmará (Brajot 63B) se recalca que estudiar solo es peligroso, y le hace mal a la persona, la hace tonta y pecadora, porque se escucha sólo a sí misma (véase Ein Aya allí).
Y para ello, ya se ha comenzado a organizar: Karov Elai, 058-550-3344 www.karovelay.co.il. Es una organización de egresados de ieshivot (centros de estudio de la Torá) que se alegran en estudiar en pareja con el que quiera, frente a frente o por teléfono.

Pregunta: ¿Entonces, qué se debe estudiar? ¿Las enseñanzas del Rav Kuk?
Respuesta: No necesariamente. La persona debe estudiar lo que más le plazca…

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