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El soltero que busca
Rav Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No609)

En Israel hay 600.000 solteros y solteras mayores de 19 años. No digo que hay que casarse a los 19, pero ese es el dato estadístico. Dicho sea de paso, hay más solteros que solteras.
Ser soltero no es un detalle secundario en la vida, sino que un problema central para la persona. “Todo el que se encuentra sin esposa, se encuentra sin bendición, sin alegría, sin Torá...” (Iebamot 63).
Es un problema del individuo particular del que todo el público debe preocuparse y encontrarle solución – como otros problemas: Salud, pobreza, seguridad y educación. No es ninguna broma: Se debería nombrar un ministro en el Kneset (Parlamento) que se ocupe de ese problema, con un amplio presupuesto. Como hicieron en Singapur, reconociendo que se trata de es una desgracia nacional, y de esa forma lograron solucionar el problema. Pero mientras tanto, todos debemos enrolarnos. Es cierto que ya hay muchas personas trabajando en ello: Padres, casamenteros, Rabaniot (Rabinas) y Rabanim (Rabinos) - pero no alcanza.
Esta es la solución: Ustedes son una pareja casada?. Bienaventurados sean. Sí, bienaventurados!. Por lo tanto, procúrenle pareja a otras dos personas en su vida. Si todas las parejas harán así - no quedará ni un sólo soltero!.
Sólo dos!. Deberán invertir mucho tiempo, energías, dinero, y mucho sacrificio. Dicho sea de paso: El dinero que invierten puede ser considerado parte del diezmo, ya que una persona soltera puede ser calificada como un menesteroso en este caso. Es más: Hay quienes hablan de “un diezmo del tiempo”, invertir un décimo de su tiempo para fines de caridad. Y por supuesto que en este caso se trata de una acción de caridad!. Y podemos agregar algo más: El que no tiene dinero para entregar un diezmo a los pobres, podrá entregar a cambio un diezmo de su tiempo para este fin!.
No se olviden cómo se encontraban ustedes antes del casamiento, qué sabor tenía la amargura y la soledad. Por favor, sacrifíquense por ello. Y por supuesto, denle prioridad a los familiares cercanos, y después a los amigos. Continúen, incluso si el soltero no está contento con ello: Nadie debe ser juzgado cuando se encuentra apenado. También después que ha salido con la muchacha alguna vez, acompáñenlo, escúchenlo, ayúdenlo a diferenciar entre lo principal y lo secundario. Ayúdenlo a “redondear las puntas”.

Y tú, mi querido soltero - o querida soltera - que llegas a los casamientos de tus amigos sintiendo al mismo tiempo alegría, tristeza y envidia – no te desalientes!. No pierdas la esperanza!. Muchos se casaron a los 25, 30, 35 y más – y viven felices. No digas “ya nunca me casaré”, sé optimista. Optimismo no es una palabra vacía, un sentimiento pálido: Optimismo es algo lógico, arraigado en la experiencia de la vida.
No digo que sea fácil - sólo digo que es posible, y hay que obstinarse. Siempre supimos que “es tan difícil encontrar pareja, como partir el Iam Suf” (Sota 2A). Es difícil encontrar pareja, y dicho sea de paso, también después de haberse casado es necesario seguir esforzándose para que el matrimonio no se disuelva. Ve Mesilat Iesharim, que dice que hay que trabajar para adquirir una buena virtud – pero también hay que trabajar para no perderla después de haberla adquirido. No confíes en que la novia o el novio te caerán del cielo: A veces eso sucede – gracias a D’s – pero no se debe confiar en el milagro. Obstínate, obstínate más aún!. Vale la pena.
No digas: “Ya probé 100 veces, por lo visto tengo mala suerte, estoy hechizado, no soy normal, soy un perdedor de nacimiento”. Tonterías!. Tú eres normal, todo es normal – sólo que a veces es difícil. Entonces, tú debes ser más terco, y obstinarte. Pero hay algo que está muy claro: Si tú trasmites una sensación de desaliento, ninguna muchacha deseará casarse contigo!.
Cuando se trata de nimiedades, se puede ceder y no comenzar la Tercer Guerra Mundial. Pero tratándose de algo importante - no se cede. Nuestros sabios citan un refrán popular: “El pato marcha con la cabeza baja, pero sus ojos miran para arriba” (Baba Kama 92B). Es un animal humilde, pero todo el tiempo busca en todas direcciones una presa para su familia. Rashi comenta que la persona debe ser obstinada tratándose de necesidades básicas, como el sustento, el estudio de la Torá o el casamiento. Eso lo aprendemos de Avigail – que por supuesto, era muy humilde, ya que era profetisa y la profecía sólo se la merece una persona humilde – y a pesar de ello se atrevió a proponerse como esposa del rey David, y le dijo “y te acordarás de tu sierva” (Shmuel Alef 25:31).
Y otro humilde consejo: No seas demasiado selectivo, no seas demasiado severo tratándose de la apariencia externa de la pareja. No digo que no tiene que caerte en gracia - por supuesto que es necesario que así sea – pero no seas mimado. La apariencia externa es secundaria, lo principal en la persona es su alma. Como dicen los camaradas: “Mi alma!, tráeme el jugo!”. El cuerpo es importante, pero es secundario en importancia, como culmina el canto “Adon Olam”: “Y con mi alma – también mi cuerpo”.
No digas: “No logro amarla, porque ella no es suficientemente hermosa” – porque dentro de diez, veinte o treinta años tendrá arrugas. Qué harás entonces?. Cambiarás de esposa, o caerás presa de la depresión?!.
No digas: “La amo porque es hermosa”. Por el contrario: De momento que la amas, es la más hermosa del mundo para tí (ver Mahara”l, Netivot Olam, Netiv HaEmet comentando Ktuvot 17). Porque amas su alma.

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