Majón Meir
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No es obvio
Rav Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No600)

Pregunta: De momento que el ejército participó de la expulsión, yo ya no puedo enrolarme en él. Pero le quiero hacer saber al Rav que yo pienso de esa forma justamente porque yo amo al ejército – y siento que ya no es el mío.
Respuesta: Y yo te hago saber que justamente porque yo te amo, te debo decir que eres un mimado. Tú te piensas que el ejército es algo obvio, y tú no le debes nada. Pero no es cierto: Nada es obvio, como nos explica el Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato) en su libro “Mesilat Iesharim”. No es algo obvio que la persona tenga dinero – porque hay menesterosos en el mundo. Entonces - hay que agradecerle a D’s por ello. Y también el mendigo tiene que agradecerle a D’s – porque aún continúa subsistiendo. No es algo obvio que la persona sea saludable – porque hay enfermos en el mundo. Entonces - se debe ser diligente en el culto a D’s. Y también el enfermo tiene que agradecerle a D’s – porque aún continúa viviendo (Mesilat Iesharim, Cáp. 8).
También el ejército no es algo obvio: Dos mil años no tuvimos ejército!. Estábamos en la galut (el exilio), habían Pogromos, hubo un Holocausto – y nadie nos protegió!. Una vez llegó a Israel un niño con su padre, de un país que fue conquistado por los Nazis, después de la Declaración de la Independencia. Vieron un soldado, y el padre le dijo: “En Hungría, los asesinos nazis eran los que nos apuntaban con sus armas. Y ahora, vemos soldados judíos armados!. Han llegado los Días del Meshiaj (el Redentor)!”.
Tú tienes idea de cuánto esfuerzo fue invertido hasta que fue formado nuestro ejército?!. Tú sabes cuánto se esfuerza hoy en día el ejército?!. Alrededor nuestro hay 300 millones de enemigos que pretenden exterminar todo el pueblo que habita en Tzion, y la razón por la que no tenemos ninguna guerra desde la Guerra de Iom Kipur no es porque ellos han cambiado de parecer, sino que Tzaha”l (Ejército de Defensa de Israel) nos cuida día y noche. Entonces, dile: “Muchas gracias”!.
Y también dentro del país tenemos varios millones de enemigos, y la razón por la que ellos no logran herirnos – salvo contados casos – no es porque se hayan arrepentido sinceramente, sino que Tzaha”l trabaja día y noche apresando terroristas. No sabes que por cada terrorista que logra su propósito, hay otros cien que fueron apresados?. Entonces, dile: “Muchas gracias”!.
Y cuando veas un soldado por la calle – abrázalo!.
Pero es que tú has nacido cuando el ejército ya existía, y por ello no lo sabes valorar – eres un mimado!. Por supuesto que hay defectos en el ejército: Yo también tengo defectos, y tú también!. Pero debemos ver las cosas con proporción.
Por esa actitud se desarman matrimonios: Tú te casas con una muchacha, y estás dispuesto a aceptar sus defectos por sus muchas virtudes. Pero después del casamiento, te acostumbras a sus virtudes, te parece que es obvio que así sea, te corresponde que ella así se comporte contigo, y no hay por qué agradecer. Entonces, los defectos son notorios y molestan. Esa actitud falta de moral puede llegar a arruinar la pareja y llegar al divorcio!.
Hay un ejército que te protege y te salva – y tú te atreves a ofenderlo?!. Tú sabes que incluso si tú no te enrolarás, continuará cuidándote y sacrificando su vida por tí. Hay quienes se atreven incluso a pensar en dañar las pertenencias del ejército, a no ayudar a los soldados invitándolos a subir a su auto por el camino – porque saben que Tzaha”l continuará cuidándolos. Es como un niño pequeño que maltrata a su madre, porque sabe que ella nunca lo abandonará.
Yo te amo, y por ello te digo que eres un mimado y un ingrato. Entonces, enrólate inmediatamente, y el primer día de tu enrolamiento agradece con alegría: “Bendito eres Tú... que me has concedido vida y sostén y me has permitido llegar a este momento!”.

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