Majón Meir
El centro de estudios judaicos en Israel
Avenida HaMeiri 2, Kiriat Moshe, Ierushalaim  91340

Teléfono: 972-2-6511906         fax: 972-2-6514820
Hebreo: www.machonmeir.org.il
              
torah@machonmeir.org.il 
Español: www.alumbrar.org
               
espanol@machonmeir.org.il

Un duro trabajo
Rav Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No597)

Pregunta: La tfila (el rezo) me enloquece totalmente!. Es tan larga, tan aburrida!. Digo palabras que no me dicen nada: Akeda, Kior, Tamid, Pitum HaKtoret, Eizehu Mekoman, Pzukei DeZimra, etc., etc. Y quién necesita que el oficiante repita nuevamente?. Ya lo he dicho una vez!. Y el Tajanun por los Lunes y Jueves – uf, que pesado que es!... Y la lectura de la Torá, realmente es una pérdida de tiempo – un tiempo que podría ser aprovechado para su estudio. Y leer toda la Parashá dos veces y otra más con Tirgum - ya es el colmo!. Tampoco el horario es bueno: Me encuentro “trancado” entre Minja y Arbit, repitiendo la misma oración de Shmoná Esre, extrañando a mi familia. Por qué no me dejan rezar lo que quiero, y si quiero?. Un rezo de lo profundo del corazón…
Y eso es sólo un ejemplo: En vez de agradecer con alegría por la comida que disfruto, me complico con toda una enciclopedia de bendiciones – hasta que ya no puedo sentir satisfacción. Ya no tengo ganas de comer pan – por la larga Birkat HaMazon que hay que recitar después de haberlo comido.
Todo así!. Las halajot de shabat - son como un laberinto sin salida: El que entre en Borer, Kosher y Metir, no saldrá sano de allí!.
Perdón por el tono de mi pregunta, pero me han ahogado el entusiasmo natural espontáneo frente a mi Creador!.

Respuesta: Todo depende del punto de partida - para qué nos encontramos en este mundo?. La respuesta se encuentra en el libro “Sefer HaGan” de Rabí Itzjak Ben Eliezer, uno de los sabios de la zona de Ashkenaz (en Europa) en los años 5500: “Fui creado sólo para ser un sirviente del Creador, bendito sea, con todo el corazón, como dice el versículo ‘y Le servirás con todo tu corazón’” (Sefer HaGan, Iom Rishon). Este mundo es un mundo donde se trabaja - y no un parque de entretenimientos. Su libro se llama “Sefer HaGan”, porque “todo el que se ocupa del Temor a D’s, será merecedor del Gan Eden (Paraíso)”. Bienaventurados somos que tenemos una tarea – y el resto, son vanidades.
Por ello “debe acostumbrarse a ser humilde
y modesto... y de esa forma llegará a la sumisión” (allí). Y quién puede compararse al rey David, que con toda su grandeza dijo: “Mas yo soy un gusano, y no un hombre” (Tehilim 22:7)?. No debemos ser holgazanes - debemos ser diligentes en nuestra labor.
La regla es: “Oigamos, pues, la conclusión de todo el asunto” – después de haberlo estudiado todo, después de haber analizado todo, “teme a D’s y guarda Sus mandamientos, pues ese es el deber humano” (Kohelet 12:13).
Tu anhelo de una agradable alegría en el Culto a D’s es algo muy auténtico - pero se necesita ser humilde y reconocer que aún no hemos llegado a ese nivel, el camino es largo. El Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato) comienza a hablar de la dulzura del Culto a D’s sólo en el capítulo 19 de su libro “Mesilat Iesharim”: Sólo en ese nivel se empieza a sentir un poco de “aroma” de Gan Eden. Por supuesto, eso no quiere decir que siempre estaremos tristes: Nos alegramos rindiéndole culto a D’s, como dice el Ramba”m “la alegría que siente la persona cuando cumple la mitzva y ama al D’s que la ordenó, es un culto elevado a D’s” (Hiljot Suca y Lulav, al final).
Es un duro trabajo, y al mismo tiempo es una tarea que nos alegra, como dice allí el comentarista Maguid Mishné: “No es correcto que la persona cumpla las mitzvot porque son su obligación – y no tiene más remedio que cumplirlas – sino que debe alegrarse con su cumplimiento. Y hará lo bueno porque es bueno. Y elegirá hacer lo auténtico, porque es cierto. Y de esa forma todo el esfuerzo en su cumplimiento le será fácil, y comprenderá que para eso fue creado, para servir a su Creador. Y cuando cumple con su papel, se alegra mucho”.
Por supuesto, la condición previa es tener fe en D’s y amarlo. Cuanto más se ama a D’s, más alegría se siente en el cumplimiento de Sus mitzvot: “Cuánto amo Tu Torá” – cuánto amo Tus mitzvot. Incluso si es difícil. En general, todo lo valioso es difícil, y es adquirido con anhelo y con labor. Cuando se desea algo, se está dispuesto a trabajar por ello con alegría. Estudiar Torá – con deseo y alegría. Eretz Israel
(la Tierra de Israel) – con deseo y alegría. Matrimonio – con deseo y alegría. Cuidado de los hijos – con deseo y alegría.
Cuanto más se ama a D’s, más se aman sus mitzvot, como dice Rabí Iehudá HaLevi: Me cuesta despedirme de Ti, porque amo el fruto de Tu religión.
También en el ejército, se participa con deseo y alegría. Como un oficial de infantería, que sale a combatir con alegría: “Como un valeroso oficial en el ejército, que siempre elige el frente donde se encuentra la lucha más difícil, para mostrar su vigor venciéndola” (Mesilat Iesharim, Cáp. 19).
Bienaventurados somos.

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org