Majón Meir
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Quién puede ser líder?
Rav Shlomó Aviner
(Beahavá Ubeemuná No563)

Por supuesto que todo lo que has escrito sobre la expulsión y el ejército es cierto. Pero no es toda la verdad, sólo una parte. Por ello, te comunico otra parte de la verdad, para que tengamos un panorama más completo de ella.
El punto central, es que no estamos solos en nuestra tierra, y hay otras personas que son partícipes junto con nosotros de la vida de la nación - ya sea que nos guste o no. Y no podremos hacer nada grandioso solos - sólo junto con nuestro pueblo. Algunos de nosotros lo considerarán un pesado yugo, y algo necesariamente dificultoso. Otros considerarán que esa es la voluntad de D's, que con sus buenas intenciones determinó que nuestro renacimiento nacional no será en el nivel de las personas particulares, sino que como una nación completa, con todos sus componentes. Incluso según la antigua idea que expresó el Ari z"l (Rabí Itzjak Luria, el gran sabio de la Kabala), que tzibur (público) son las siglas de tzadikim (justos), beinonim (medios) y reshaim (malvados). Así es la naturaleza de todo público, y debemos tenerlo en cuenta. Y por supuesto que debemos esforzarnos por pertenecer al grupo de los tzadikim - pero la voluntad de D's es que siempre marchemos junto con todo nuestro pueblo. Por lo tanto, no alcanza con que seamos tzadikim, que tengamos fe, que nos sacrifiquemos - también debemos hacerlo vinculados con el pueblo, marchar con el pueblo, contagiar con nuestro ideal a todo el pueblo. Porque nuestra era, es la época del pueblo - el pueblo que renace, el pueblo que se encuentra en el comienzo del florecimiento de la gueulá (Redención).
El camino es largo, difícil, y exige sacrificio, porque no tenemos profetas que nos vaticinen el futuro, y sacrificamos nuestras vidas por amor a D's, sin saber de antemano qué sucederá. Pero el que tengamos amor a D's no garantiza que siempre todo será agradable. Y también el camino es largo y difícil porque como hemos dicho anteriormente, no estamos solos en nuestra tierra.
No somos una fracción que se segrega con arrogancia, pero tampoco somos una cola que es arrastrada, sino que nuestro papel es gestar los futuros líderes de nuestra nación. Líderes espirituales, sociales, políticos. No lo decimos porque nos enorgullecemos de nosotros mismos, sino que nos enorgullecemos de nuestra Torá, que es el gran resplandor para todas las generaciones - y también para la generación de la gueula.
Por ello no disputamos con la nación, no chocamos con ella ni la anulamos, no nos paramos a un lado y no descendemos del atrio, sino que por el contrario, nosotros dirigiremos. Y para ello son necesarias varias cualidades, cuando las principales son: Serenidad, nobleza y carencia de amargura. La nación no está dispuesta a escuchar personas irritables, vulgares y amargas. Ella ama la altura y la alegría, el optimismo y el progreso. Bienaventurados somos que estamos colmados del resplandor de la Torá, y también en las situaciones más difíciles siempre permanecemos serenos, mantenemos nuestra nobleza y no nos amargamos.
Ve lo que escribe el Rav Kuk: "Y los pocos que quedaron que escuchan el llamado de D's, los piadosos de la generación, los elevados
kdoshim (santos), no deben centrar su atención en ninguna carencia, en ningún aspecto negativo de toda persona de Am Israel que se encuentra vinculada de alguna forma con su Roca de Origen, sino que sacar a flote el punto genérico que se encuentra en todo alma particular, a la máxima altura y la cima de la kdushá (santidad)" (Orot, pág. 76). En contraste con los detalles del comportamiento que pueden ser corruptos, hay una Sgulá (esencia espiritual intrínseca) interna del alma de todo Am Israel.
Y también escribió en cuanto a divisiones dentro de
Am Israel: "Los que aman a D's y Le temen auténticamente, y valoran Su Nombre, son ellos mismos los que soportan todo tormento y desprecios a diestra y siniestra, y siempre están listos para luchar contra todas las fuerzas - celestiales y terrenales - que pretenden devorar la herencia de D's y separar la nación única" (Orot, pág. 74).
Nuestro papel es fortalecer las fuerzas de unión.

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