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Respeto por los talmidei jajamim
Rav Shlomó Aviner
(Beahavá Ubeemuná No532)

Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk nos enseño a reverenciar a todo talmid jajam (erudito del estudio de la Torá), de todo tipo. Ocurrió una vez que un discípulo le faltó el respeto a Rabanim (Rabinos) jaredim (ultra-ortodoxos), diciendo que tienen parte de la responsabilidad del Holocausto. Nuestro Rav lo reprendió severamente: "Antes que nada, debes saber cómo respetar a un talmid jajam!". Y se lo explicó durante varias horas.
Y por qué se los debe reverenciar?. Porque "Moshé recibió la Torá del Monte Sinai, y la trasmitió a Ioshua, e Ioshua a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y ellos la trasmitieron a Anshei Kneset HaGdola" (Avot 1:1): Sin las personas que trasmiten la Torá, no hay Torá. No somos Karaim [secta que sólo creen en la Torá escrita. N. del T.], D's no lo permita. La base de toda la Torá es la actitud correcta para con las personas que la estudian. Y nuestro Rav se esforzó mucho para que sus discípulos veneren a los talmidei jajamim, "talmidei jajamim añaden paz en el mundo" - esa es su esencia.
Presta atención cómo le escribe nuestro Rav, Rav Tam [el nieto de Rashi. N. del T.], el pilar de la halajá de las comunidades de Europa, a Rabí Avraham Even Ezra, escribiéndole con gran humildad:
"Y yo soy esclavo de Avraham / lo reverenciaré y me prosternaré frente a él".
Y presta atención de la forma en que le contestó Rabí Avraham Even Ezra con admiración:
"Acaso le es adecuado al más noble del pueblo, semejante a un D's que truena / inclinar su cabeza escribiéndole al más despreciable del pueblo? / y pobre del ángel Divino / que reverencie y se prosterne ante Bilam!".
Y en contraste, "el que desprecia un talmid jajam, es considerado como un apikores" (Sanedrín 99B). En el Talmud Ierushalmi mencionan un ejemplo: "Es como una bóveda de piedras, que cuando se debilita una de ellas, toda la cúpula está en peligro" (Ierushalmi, Sanedrín 10:1).
Y si acaso argumentarás que los grandes talmidei jajamim de nuestra generación no son como los de las anteriores - ya que en aquel entonces los sabios eran realmente eruditos, y no es así hoy en día - no has argumentado con sabiduría. Porque ya nos dijeron nuestros sabios: "Ierubaal (Guidón) en su generación, es como Moshé en su generación. Iftaj en su generación, es como Shmuel en su generación… 'y te llegarás a los cohanim (sacerdotes) y leviim y a los jueces que hubiere en tus días' (Dvarim 17:9) - acaso alguien se dirigirá al juez que no hay en sus días?!. Por supuesto que no, debe dirigirse al juez de sus días, y a eso se refiere el versículo 'no digas; qué pena, que los días antiguos fueron mejores que estos' (Kohelet 7:10)" (Rosh HaShana 25B). No le hagas cuestionamientos a los grandes talmidei jajamim de la generación, incluso si tú encuentras que tienen algún defecto.
Incluso si tienes razón, la persona debe ser juzgada en su totalidad, y sus carencias son despreciables. El Rav Kuk escribe que nuestros sabios no encubrieron los defectos de las grandes figuras de todas las generaciones: Los patriarcas, los reyes y profetas (Maamarei HaReayá pág. 509). Y también el Rambam habló de ello en extensión (Shmoná Prakim, cáp. 7). Pero eso no quiere decir que tú tienes permitido criticarlos. El Rav Kuk dice que una de las condiciones necesarias para decir algo semejante, es que tú también seas sabio, y kadosh (santo), y puro, y carente de todo defecto (Ein HaYá Brajot, pág. 97 inciso 29).
Es más, el Radba"z escribe que incluso si un gran Rav emite alguna expresión hereje, esa no es razón para despreciarlo, ya que incluso Rabí Hilel [no es el conocido Hilel, sino que se trata de otro sabio con el mismo nombre. N. del T.] dijo que el Meshiaj (Mesías) no llegará, y a pesar de ello siguieron citando sus otras enseñanzas (Shut HaRidbaz, 4:187). Y el Rav Kuk escribió que si queremos fortalecer las murallas de la religión, no debemos hacerlo provocando la devastación más severa, que lo constituye el desprecio de algún talmid jajam (Maamarei HaReayá pág. 56).
Es legítimo que haya diferencias de opinión entre sabios. También puedes cuestionarle a los grandes talmidei jajamim de nuestra generación, que se encuentran sobre nuestras cabezas. Tener fe en los sabios no quiere decir que se debe ser un tonto: Está permitido preguntar, pero está prohibido despreciar!. Y en general, no se puede hacer como todos los sabios dicen al mismo tiempo, ya que existen diferencias de opinión entre ellos, y debes adoptar un Rav, pero debes respetar también a los otros Rabanim.
En general, un buen consejo: Cuando tú ves que hay discusiones entre talmidei jajamim, no introduzcas tu cabeza entre esas dos grandes montañas, no sea que te la aplasten.
Esa es la regla: Ama y reverencia a los que se sacrifican estudiando la Torá día y noche, ya que gracias a su esfuerzo ellos cuentan con ayuda Divina.
Dijeron nuestros sabios: "El que ama a los sabios, tendrá un hijo sabio. El que respeta a los sabios, tendrá un yerno sabio. El que reverencia a los sabios, él mismo será sabio" (Shabat 23B).
Aprende de Iehoshafat, rey del Reinado de Iehudá, que cuando veía un talmid jajam se levantaba de su trono y lo abrazaba y lo besaba y le decía: "Mi Rav, mi Rav, mi maestro, mi maestro" (Ktuvot 103B). Y Rabí Zeira cuando flaqueaban sus fuerzas y no podía seguir estudiando, se sentaba a la puerta del Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá) para poder cumplir la mitzva de levantarse en señal de respeto frente a cada talmid jajam (Brajot 28A. Los ejemplos fueron citados en el libro Mesilat Iesharim, cáp. 19, pág. 94 en la edición Eshkol).
Bienaventurados somos que tenemos talmidei jajamim, bienaventurados somos que los amamos, los respetamos y los reverenciamos.

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