Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

Anterior | Posterior | Archivo | Imprimir | Página inicial


Parashat Vaera     1 de Shvat 5773     Rosh Jodesh      No 901


Pasando de "morada" a "patrimonio"
Rav Itiel Ariel
(reimpresión)

Nuestra Parashá comienza con una larga disertación de D's, en la que traduce la visión genérica de la gueulá (Redención) a una serie de promesas concretas, que nos son conocidas como "los cuatro términos de la Redención" (Shmot 6:6-7). Y a ellos le debemos agregar el quinto término de la Redención: "Y os llevaré a la tierra" (Shmot 6:8).
Ya el autor del comentario "
Or HaJaim" nos hace notar la diferencia entre esa promesa y las cuatro que la antecedieron: Si bien esas cuatro se cumplieron en su totalidad inmediatamente, en la generación que salió de Egipto, esa generación no fue meritoria de ver la plasmación de esa última promesa, y no entró en Eretz Israel. En su opinión, esa promesa no es independiente, sino que desde un principio fue condicionada a la asimilación de la profunda esencia de la salida de Egipto: "Y reconoceréis que Yo soy el Eterno, vuestro D's, que os sacó de debajo de las cargas de los egipcios" (Shmot 6:7) - y la generación que salió de Egipto no cumplió con ese requisito. Y debemos preguntar: ¿Por qué justamente esa promesa - que le fue repetida a cada uno de los patriarcas - no es absoluta, sino que depende del cumplimiento de ciertos requisitos determinados?
Por otro lado, el versículo justamente recalca la diferencia entre la posesión de los patriarcas - "la tierra de sus peregrinaciones, donde habían morado como extranjeros" (Shmot 6:4); solamente una morada, en la que no vivieron en forma fija, solo como extranjeros (ver Or HaJaim) - y el patrimonio de sus descendientes - que es considerado un "obsequio" y una "posesión": La promesa que les fue entregada a los hijos es mayor de la que les fue prometida a los patriarcas, y por ello es correcto que esté condicionada a otros requisitos. Y debemos aclarar más ese punto.
Debemos recalcar que esa amplia comparación entre la promesa de los patriarcas y su cumplimiento y la promesa de los hijos (ver Rashi, versículo 9), no se agota sólo encontrando las diferencias entre ellas, sino que también nos posibilita diferenciar dos fases en la posesión de la tierra. La primera fase - que los patriarcas comenzaron - y la segunda fase - que los hijos, munidos del derecho de sus antecesores, podrán completar. Una primera fase de "tierra de morada" y otra segunda fase de "tierra de posesión".
Los patriarcas llegaron para asentarse en la tierra como individuos particulares, y se aferraron a ella pasando difíciles pruebas sin cuestionarle a D's. Desde un principio esa posesión de los particulares no se extendía a todo
Eretz Israel (la Tierra de Israel), sino que en forma natural se limitaba al lugar determinado al que se vinculaban y anhelaban, incluso cuando eso implicaba grandes dificultades. Así era en los tiempos de los patriarcas, que compraron terrenos en Eretz Israel - pagando elevados precios - en vida y después de ella, y no sintieron que eso contradiga de alguna forma la promesa Divina, según la cual tomarán posesión de toda la tierra. Su amor por la tierra en su totalidad se expresaba en su morada, que en la práctica se limitaba a un lugar tal o cual que les parecía agradable a sus ojos. Para ellos, como individuos particulares, no había ninguna diferencia si vivían aquí o allí, siempre que sea en Eretz Israel - "la tierra de sus peregrinaciones, donde habían morado".
Esas acciones de los patriarcas calificaron a los hijos para cumplir esa preciada
mitzva como entidad colectiva, y el deber de la colectividad no es como el del individuo particular. El público tiene una obligación esencial para con todo Eretz Israel, y fue ordenado persistir en su intento de tomar posesión de su totalidad - "que no la abandonemos en manos de algún otro pueblo o desolada" (Ramba”n, Agregados al Sefer HaMitzvot del Ramba”m, principio positivo 4). Y por supuesto que no puede renunciar a alguna zona o población que ya le fue entregado por D's. Es más; como entidad colectiva, su actitud frente a las zonas de Eretz Israel que ya posee debe ser como frente a un obsequio - lo que le confiere el derecho y la obligación eternos sobre esos lugares, y no sólo como derecho de morada efímero que puede ser trocado por otro. Si bien es cierto que "lo que le ocurrió a los patriarcas, insinúa lo que le sucederá a sus descendientes" también en ese sentido, no toda esa gran tarea puede ser completada en una sola generación, y parte de ella quedará para las generaciones futuras. El individuo particular puede desde un principio cambiar su morada dentro de ella como le plazca, pero el público siempre debe dirigirse en esa dirección.
Esa actitud influye también en la morada del individuo particular: Cuando él entró en Eretz Israel tomó posesión de una zona determinada para él y su familia, que no puede vender en forma absoluta para la eternidad. Si bien es cierto que en determinadas condiciones se puede ver forzado a cambiar en forma temporal su morada - y en nuestros días, esa situación temporal puede durar varias generaciones, ya que no sabemos a ciencia cierta la genealogía de cada familia y el lugar exacto de la tierra de su estirpe - pero desde el punto de vista de la halajá, también hoy en día cada uno tiene cuatro codos que le pertenecen en Eretz Israel, que no tiene derecho a cambiar.

El término "y os llevaré" no deriva automáticamente de la promesa que les fue entregada a los patriarcas, sino que nos exige instituir la actitud colectiva acorde para el cumplimiento pleno de esa mitzva.

Midreshet Majón Orá

Centro de estudios de Torá para chicas en
español y portugués.
¡¡Están todas invitadas!!
Para más detalles llamar al 052-4621830
o escribir a anachman2@walla.com, editorial@alumbrar.org
Para las interesadas, hay dormitorios en el lugar. 


Rav Shlomó Aviner

Estudia medicina
Rav Shlomó Aviner

Mi querido amigo, mi querido joven: Ve a estudiar medicina. Es una gran mitzva prolongar la vida y mejorar la vida de las personas. ¡Ve a estudiar medicina!
Lamentablemente, faltan muchos médicos en el Estado de Israel, y en general en los países occidentales. Por ello, ve a estudiar medicina.
Pero no te ocultaré que no es fácil. ¡Es un sacrificio!
Porque los estudios son muy largos, y en nuestros días hay también que especializarse. En total, 12 años de estudios.
Porque los sueldos no son muy altos, a no ser que seas un médico de primera
clase.
Porque hay muchos turnos y sobrecarga de responsabilidades.
Por ello, faltan médicos en el occidente, porque las personas son individualistas, piensan que lo principal son ellos mismos y no el prójimo, y prefieren estudios más cortos para adquirir una profesión más cómoda y más rentable. Por ello, si tú eres idealista, ve a estudiar medicina.
Un médico que no es idealista, que todo lo que tiene en la cabeza es el dinero y su posición social, que no le importa demasiado del enfermo, y no está dispuesto a curar necesitados gratis – un médico como ese, incluso si es bueno, respecto a él fue dicho: “El mejor de los médicos, al infierno”. Pero gracias a D’s en nuestro país la mayoría de los médicos, casi todos, van al paraíso.
Es una gran mitzva ser médico. Fíjate en el libro “Pele Ioetz”, inciso “Hatzalá”, que explica las conocidas palabras de nuestros sabios: “Incluso los más vacíos de Am Israel (el Pueblo de Israel) están colmados de mitzvot como una granada”. ¿Cómo puede ser? Porque ellos salvan personas. Y él recalca: El que salva personas, es más elevado que un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá). Ve a salvar vidas.
También un mejor nivel de vida eleva el valor de la vida: Cuando una persona es sana de cuerpo, lo es también en su alma, vive tranquilo, con la Torá, con la pureza, con armonía en la familia (ver Ramba”m, Hiljot Deot, Cáp. 4). Por ello escribe el Ramba”m (Shmoná Prakim LaRamba”m) que la medicina no es una profesión como las demás, es una profesión que es mitzva. Hasta tal punto que el Rav Moshé Fainshtein zt”l tubo que explicar por qué estamos todos obligados a estudiar medicina, para salvar vidas. Su conclusión: Es una gran mitzva, la mitzva  de entregar vida.
Cuán grandiosas son Tus obras, D’s. Cuán grandiosas son Tus bondades, con el surgimiento de la medicina moderna que entrega vida a tantas personas. También longevidad, y también el mejorado de la vida.
Ocurrió una vez que un médico disertó en un encuentro de directores generales muy importantes, y les preguntó: ¿Quién de ustedes viviría hoy, si no fuese por la medicina moderna? De 40 personas, sólo una levantó su mano.
Y por supuesto, querida joven, ve a estudiar medicina. Nuestras mujeres se merecen tener una médica. Es cierto que está permitido según la halajá que una mujer vaya a un médico, pero no es agradable. Embarazo y parto no es fácil, pero por encima de ello no es agradable ser revisada por un médico hombre. Un poco de misericordia. Vayan a estudiar medicina.
Pero también en este caso no les mentiré. Yo me avergüenzo cuando las aliento a estudiar medicina, porque si para un muchacho es un gran sacrificio,  para una madre joven es un sacrificio al cuadrado, o más aún. Por ello, aconséjate con alguna doctora que te cuente lo que tuvo que pasar en sus estudios, y decide. Y si decides estudiar medicina, te valoraremos mucho.
Y aprovechando la oportunidad, diremos la verdad: Ser enfermera es también una gran mitzva, es también un gran sacrificio.
Bienaventurados sean todos ustedes, enviados de D’s para curar a Su pueblo Israel.
Y aprovechando la oportunidad le agradeceremos a los que ya son médicos: Muchas gracias, que ustedes nos salvan la vida y nos facilitan la vida. Los valoramos mucho, y sobre todo en el Estado de Israel en el que la medicina estatal es la mejor del mundo, casi no es necesaria la medicina privada.
Que sean benditos, benditos de D’s.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail:
machon.espanol@gmail.com, editorial@alumbrar.org