Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Vaishlaj     17 de Kislev 5773     No 895

Guerra y moral
Rav Iaacov Iefet

A raíz de un caso muy severo en el que un soldado le disparó a su amigo en una pelea, dijo Golda Meir, la Primer Ministro de aquel entonces: “Nunca le perdonaremos a los árabes por haber convertido a nuestros hijos en asesinos”. Y nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, alababa sus palabras - ya que la guerra realmente puede debilitar en el soldado de Israel la aversión a la matanza que está firmada en él, si no se esfuerza por cuidarla.
La aversión a la matanza es parte de nuestra naturaleza,  incluso cuando es necesario hacerlo. Por ello, cuando le hacen saber a nuestro patriarca Iaacov que Esav, su hermano, se llega con cuatrocientas personas – y una marcha de ese tipo, con cuatrocientos hombres, seguramente no es con buenas intenciones – no sólo teme por su vida, que sea asesinado en el encuentro con Esav, sino que también “y temió Iaacov mucho, y se preocupó” (Bereshit 32:8): “Temió” – por su vida, “y se preocupó” – por si llegará a matar a otros (Rashi, Bereshit 32:8. Basándose en Bereshit Rabah 76). Si Iaacov tendrá que luchar y matar, será en defensa propia y en defensa de su familia, y “el que viene a matarte, madrúgalo” (Sanhedrin 72A) – y a pesar de ello, “se preocupó”.
Pero esa aversión de nuestro patriarca Iaacov no tiene nada que ver con esa debilidad, que exhorta a evitar la guerra y la conquista pagando cualquier precio, incluso cuando es necesario luchar. La moral de Israel no cree que se debe tener misericordia por los crueles, una misericordia que finalmente se transformará en crueldad para con los misericordiosos. A veces la justicia y la paz del mundo exigen justamente arrancar de cuajo la maldad. “Perseguiré a mis enemigos y los alcanzaré, y no volveré atrás hasta exterminarlos” (Tehilim 18:38), dice el rey David. Y en forma similar, dicen nuestros sabios que David se apenaba porque con una sola flecha “sólo” logro matar ochocientos soldados del enemigo, en vez de mil (Moed Katan 16B). Por ello, frente a las tres posibilidades que se encuentran delante de Iaacov para salvarse – obsequios, rezo y guerra (Rashi, según Tanjuma Iashan, Vaishlaj 6) – Iaacov antecede el uso de los obsequios y el rezo. Pero también se prepara para el uso de la tercera posibilidad, si no habrá más remedio: La guerra.
Pero debemos saber: También cuando es necesario luchar contra los malvados – y lo hacemos – las cualidades que son necesarias para ello no son parte nuestra, sólo algo exterior, como una prenda que vestimos en ese momento. Porque las malas virtudes como el belicismo y la crueldad no son parte de nuestra esencia.
Y esa era una de las razones por las que nuestro patriarca Itzjak pensó que quizás Iaacov no es el hijo más adecuado para recibir las bendiciones, y justamente Esav lo es. Así explica el Rav Kuk (Midvar Shur, Pág. 265-270) lo que pensaba Itzjak: A veces “es necesario también exterminar a los malvados con la espada y la guerra, para que no se rebelen frente a la voluntad de D’s… Iaacov, siendo su lugar en las tiendas y siendo siempre fiel a la medida de la verdad y la bondad, no es parte de sus cualidades” – así pensó Itzjak – “vestir la espada y utilizar la crueldad y rendir al opositor cuando es necesario”. Por ello, Itzjak se decía; ¿cómo podrá salir de Iaacov la nación elegida de mi descendencia? ¡Esa nación seguramente tendrá que tomar la espada y luchar de vez en cuando, para corregir al mundo! Por lo visto, es justamente Esav que es “un hombre de caza”, lo que “demuestra sus cualidades, de atacar y vencer las fieras salvajes”, una cualidad que es muy necesaria para hacerle frente a personas que son como animales salvajes – él es el hijo del cual saldrá la nación elegida.
Así pensaba Itzjak.
Pero la voluntad de D’s era que justamente de Iaacov salga la nación elegida, porque realmente él es el más adecuado para ello. Y D’s también quería que esas malas virtudes – de Esav – no sean parte de Iaacov en absoluto, porque semejantes cualidades son consideradas un defecto de carácter. Pero de momento que a veces es necesario utilizarlas, Iaacov tendrá cierta afinidad con ellas, pero sólo como “una aptitud ajena, fuera de su ser”: Como una prenda que él viste sobre sí cuando es necesario, y se la desviste cuando ya no lo es.
En nuestro mundo, por ahora, Iaacov se ve obligado a veces a “vestir las ropas de Esav”, e incluso luchar. Sin ello, la Nación de Israel no podrá hacerles frente a los enemigos. Pero justamente de esa forma será posible llegar finalmente a la situación ideal,  plena, cuando “romperán sus espadas y sus lanzas para hacer de ellas azadones” (Ishaya 2:4).

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Rav Shlomó Aviner

Un amigo
Rav Shlomó Aviner

¿Qué es un amigo? Un amigo es el que siempre se puede confiar en él, en toda situación. Él siempre se encuentra contigo cuando lo necesitas, en el casamiento y en el divorcio, sanos y enfermos, cuando eres una persona recta y también cuando estás preso en la cárcel - no está de acuerdo con lo que hiciste, pero todavía está contigo. Y cuando te liberes, te esperará con un ramo de flores.
Amistad es un pacto. Es algo muy preciado en este mundo, que alegra mucho a D’s. No un amigo para recibir algo a cambio. Es cierto que también eso es bueno: Cuídame lo mío, y yo cuidaré lo tuyo, lo mío es tuyo, pero a cambio lo tuyo es mío. Pero lo mejor, es un amigo sin cálculos. Siempre amigo.
Y no es sencillo. Por ello fue dicho: “Adquiere un amigo” (Avot 1:6). No está escrito “elige un amigo”, sino que “adquiere un amigo”, porque en la amistad hay que invertir.
El Ramba”m cita en su comentario a la Mishná a Aristóteles en su libro respecto a las virtudes: “El que ama, tú y él” y clasifica la amistad en tres tipos.
1. Amigo por conveniencia. Yo soy tu amigo, porque tengo algún provecho de ello. Como socios en el trabajo, o mercenarios que son compañeros de armas. No es una amistad verdadera, porque cuando comience a perder por ello, te dirá: “Nuestra amistad ha terminado”.
2. Amistad de descanso. Se divide en dos tipos: Amistad de goce – como macho y hembra, que por ello van juntos. No es necesario explicar que casamiento no es lo mismo. Por supuesto que también en el matrimonio hay placeres, pero no se empieza por ello y tampoco se termina por ello. Por el contrario, podrás casarte sólo cuando hayas terminado la “Escuela de la Amistad”, y entonces puedes anotarte en el “Liceo de la Amistad”, como dice el profeta Malaji (2:14): “Y ella es tu compañera, la mujer de tu pacto”. Por supuesto. No se debe ser perfecto en amistad antes de casarse, porque de lo contrario nunca nos casaremos. Pero debemos haber llegado a un nivel suficiente, y entonces saldremos a una marcha conjunta. Como ocurre a veces, que el oficial le dice a sus soldados de improvisto: Salimos a luchar, nos arreglaremos al paso. Y el segundo tipo, es amistad de seguridad. Es una persona en la que tengo confianza. No debo cuidarme de todo lo que hago o toda palabra que digo, no sea que lo utilice en mi contra. Él sabe todo lo que hago, sin que tenga ningún temor de que sea divulgado.
3. Amistad de ideal. Ambos son amigos por el gran y buen ideal de la amistad. Eso es lo que fuimos ordenados adquirir: “Adquiere un amigo”. Eso es moral, esa es la fraternidad. Aristóteles tenía razón cuando dijo que esa es una amistad auténtica, que toda persona busca (Ética nicomáquea,  Cap. 8).

Porque un amigo por conveniencia, por goce o por seguridad, puede ser egoísta. La amistad puede basarse en el amor propio que es alimentado por la atención mutua. ¿Cuál es la prueba de una amistad auténtica? La renuncia, para hacerle el bien al otro. Por ejemplo, si mi amigo fue condenado, a pesar que estoy totalmente en desacuerdo con lo que hizo, continúo siendo su amigo. O un ejemplo más agradable: La hermandad de compañeros de armas, que se basa en la fidelidad y la confianza, la responsabilidad mutua, cuando el soldado está dispuesto a renunciar a su bien por su compañero, incluso poniéndose en peligro para ello.
Si, si, gracias a la amistad la persona puede sanar del amor propio desmedido. Dijo el filósofo Sartre: El infierno, es el prójimo. Y nosotros decimos: El paraíso, es el amigo.
Dijimos que la amistad es la liberación del ego excesivo. Por ello, ella es toda la Torá parado en un solo pie (Shabat 31A)
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Amigo, es amigo en toda situación. Si tú eres amigo, estas con él en toda mala situación y siempre estas dispuesto a ayudarlo. También cuando él te molesta. Es cierto, él no es un ángel, sólo una persona, con flaquezas y comete errores. Si la mano derecha cuando cortaba con el cuchillo lastimó a la mano izquierda, ¿acaso la mano izquierda se vengará lastimando a la mano derecha? (Ierushalmi, Nedarim 9:4). Si tus dientes mordieron tu lengua, ¿los golpearás? (Derej Moshé, día 15).
Quizás tú digas: ¡Una confianza de ese tipo para con un amigo, es una locura! ¡Es ser ciego! Si así fuese, estaría contento de ser un loco y un ciego de ese tipo. Y ya escribió el filósofo Erasmo de Róterdam en su libro “Alabanza a la Locura”: ¿Acaso no es una locura cerrar los ojos y no ver los defectos de tu amigo? En efecto, es una locura elevado a tres, elevado a cuatro (así dice Erasmo), pero esa locura es lo que une a los amigos. ¿Por qué? Porque no estamos hablando de ángeles, sino que de personas sencillas, que cada uno tiene sus defectos. La amistad entre personas casi perfectas, casi Divinas, es aburrida, es gris… y muy poco frecuente. También una amistad tan seria como esa, es frágil y poco estable, porque con su mirada aguda y penetrante enseguida notarán los defectos de su amigo. Por supuesto, respecto a los defectos de ellos mismos son ciegos. No ven su propia “caja de inmundicias” que les cuelga en la espalda. Por ello, de momento que no somos ángeles, y no hay ninguna persona sin defectos, más serios o menos serios, y cuando hay diferencias de edad y educación, mal entendidos, equivocaciones y todo tipo de desperfectos de la vida, ¿cómo podrá una amistad de ese tipo durar incluso una hora, si no seremos un poco locos o por lo menos inocentes? Se puede reír, pero esos amigos de corazón a pesar de todo, esos “un poco inocentes”, son los que edifican la amistad auténtica y hacen la vida agradable (Erasmo, Cap. 19). Y tú, mi querido amigo lector, acepta la verdad de quien la diga. Tú tampoco eres un ángel. Tú también haces tonterías, se apacible y paciente de corazón.
Las personas son tan egoístas que un amigo auténtico es un milagro. ¡Un milagro! Si tú eres amigo sólo cuando disfrutas de la amistad, entonces no eres un amigo auténtico, sólo eres un amigo de ti mismo.
Pero si tú eres un amigo, dale a tu amistad lo que necesita. La palabra “por favor” de él, será como una palabra mágica para ti. E incluso sin que lo pida, debes saber qué es lo que necesita.
Amigos auténticos, es poco común. Pero existe. También en la familia, también entre esposo y esposa, y también entre simples amigos. Alegra mucho. Demuestra que es posible.
Gracias a ustedes, mis maestros, David e Ionatán, que nos enseñaron en la Escuela de Amistad. Gracias a ti, Señor del Mundo, que creaste la amistad. Gracias, David e Ionatán. Gracias, Señor del Mundo.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
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Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
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