Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Itro     18 de Shvat 5772     No 855


"Un reino de sacerdotes y una nación santa"
Rav Azriel Ariel
(reimpresión)

Aún antes de ser entregada la Torá a Am Israel (el Pueblo de Israel), todavía antes de ser pormenorizadas las Aseret HaDivrot (Los Diez Mandamientos), D's envía a Moshé "del monte al pueblo" para presentarles la orientación general de la Torá, que le confiere su principal sentido. "Y vosotros Me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa" (Shmot 19:6). No un conjunto de particulares que observan las leyes de la Torá juntos, sino que una nación y un reino, un pueblo y un estado. Tampoco serán un grupo que cumple la Torá para sí mismos, sino que para toda la humanidad.
"Y de esa forma serán un pueblo singular, porque seréis 'un reino de sacerdotes', para explicar y enseñar a toda la humanidad a declamar el Nombre de D's y rendirle culto juntos, como fue dicho: 'Y vosotros seréis llamados sacerdotes de D's' (Ishaya 61:6). Y como fue dicho: 'Porque de Tzion saldrá la Torá' (Mija 4:2)" (comentario de Sforno).
El mundo es capaz de soportar nuestra existencia como particulares que rinden culto a D's. Durante los muchos años de nuestra galut (exilio) el mundo se contentó - ya sea el mundo cristiano como musulmán - en mantenernos como un grupo humillado de judíos-individuales que profesan una religión ajena, que vive subyugado bajo su gobierno y depende de su misericordia. Pero le es difícil reconocer que somos un pueblo y un reino que lleva grabado el Nombre de D's en su existencia nacional, y por demás tiene una meta universal.
Según la tradición de nuestros sabios que nos llega a través de Rabí Akiva (Shabat 87A), esa expresión - "y ustedes Me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa" - le fue dicha a Am Israel el día Lunes de la semana. Ese es el día en el que fueron separadas las aguas superiores de las aguas inferiores en la creación del mundo. Ese es el día en que fueron creados la divergencia y el odio. Ese es el día en que fue creado también el gueinom (infierno). Las leyes de la misión y el destino descendieron unidas al mundo. "Har Sinai" (Monte de Sinai) - en el que recibimos las leyes de nuestra misión, es el lugar en el que recibimos el destino nacional - ser un pueblo que sufre del odio por parte de las naciones del mundo. Ese monte así se llama porque "allí descendió el odio de las naciones [en hebreo, odio es siná. N. del T.]" (Shabat 89A). El día en que recibimos nuestra misión, nos fue dictaminado ser un pueblo luchador, que se encuentra en un conflicto eterno con el mundo, no sólo por intereses y problemas particulares, sino que por su existencia en sí. Por ello, no tuvieron éxito todos los intentos de hacer desaparecer el antisemitismo del mundo. Y también los que pensaron que el día en que seamos un "pueblo normal" que habita en su tierra "como todos los pueblos" y viva su vida según las normas acostumbradas en Europa y EE.UU., desaparecerá el antisemitismo del mundo - descubrieron para su sorpresa que a lo sumo lograron convertir el "antisemitismo" en "antisionismo", pero no lo hicieron desaparecer del mundo.
Podemos ponernos a llorar por nuestro amargo destino, porque estamos destinados a sufrir el odio de los demás pueblos, que constituye un problema insoluble. Pero también podemos verlo como un reto. Si durante los miles de años de la historia sufrimos por nuestro judaísmo, eso es una señal del profundo significado que se esconde en él. Si ya hace más de cien años nuestra sangre es vertida por nuestra tierra y nuestro estado - y después de todos los intentos de terminar con esa contienda aún no vemos su final - es una señal que un importante papel les depara el futuro: "Así dice el D's, el Eterno, el que creó los cielos y los extendió, el que extendió la tierra con todo cuanto hay en ella, el que dio aliento a la gente que sobre ella vive, y espíritu a los que caminan por ella; Yo, el Eterno, te he llamado en justicia, y tendré asida tu mano, y te guardaré y te pondré como el pueblo de Mi pacto, por luz de las naciones" (Ishaya 42:5-6). El episodio de Har Sinai nos exhibió el significado de nuestra existencia, la razón del sufrimiento continuo a través de todas las generaciones. Debemos ser "una nación santa" - para con D's, nuestro Señor, y de esa forma - también un "reino de sacerdotes" para con toda la humanidad.
Esa elevada visión - es comunitaria y nacional, pero también desciende hasta la profundidad del nivel del particular. No alcanza con ser una "nación santa" a nivel público, abandonando la vida del particular en manos de la impureza y la maldad. El reinado, la estatificación, está compuesta por ciudadanos particulares, que cada uno es exigido permanecer en un nivel moral y espiritual alto semejante al Cohen (sacerdote) en su nivel particular, cuando la unión de todos en una alianza única los transforma en un "reino de sacerdotes". Sólo de esa forma se puede formar una "nación santa".
Eso no sólo señala la misión y la meta a las que aspiramos, sino que también el destino nacional. En relación a esa afinidad habla Baal HaTurim, cuando acota que la palabra "reino" figura en todo el Tanaj (La Biblia) sólo cuatro veces. Una vez, aquí - "un reino de sacerdotes", y las otras tres restantes, en relación al reino desde el punto de vista político: "Al principio del reino de Iehoiakim" (Irmya 27:1), y también "el reino de Sijón, rey de los emoritas" (Bamidvar 32:33) y "reino de Og, rey del Bashan" (Bamidvar 32:33). Y concluye que "recibieron el reinado para ser 'un reino de sacerdotes', y les fue entregado el reinado de los gentiles". También la conjunción "y una nación" figura en el Tanaj sólo cuatro veces: Una de ellas - aquí, "y una nación santa", y las restantes - "y una gran nación despertará de los confines de la tierra" (Irmya 6:22), en la profecía de la destrucción de Irmya, dos veces. Y también "y una nación que no te ha conocido correrá a ti" (Ishaya 55:5), en la profecía de consuelo de Ishaya. Y también al respecto concluye Baal HaTurim: "Si ustedes serán 'una nación santa', entonces 'una nación que no te ha conocido correrá tras ti', y si no, 'una gran nación despertará'".
Sea la voluntad del Eterno que seamos prontos meritorios de ver nuestro estado, el Estado de Israel, actuando de acuerdo a su gran misión, ser "un reino de sacerdotes y una nación santa". 

Midreshet Majón Orá

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Rav Shlomó Aviner La Cruzada del Dinero
Rav Shlomó Aviner
(entrevista periodística)

Pregunta: ¿Cuál es la opinión de la halajá en cuanto a recibir donaciones de organizaciones cristianas?
Respuesta: Antes que nada, hay que saber que en general no se debe recibir limosna de los gentiles, incluso de los que no son cristianos. Una situación como esa es definida por la Gmará como “comer cerdo”, ya que es una profanación del Nombre de D’s, es un comportamiento semejante a comer algo impuro. Ser un limosnero es un gran oprobio, y tratándose de gentiles – es un oprobio muy grande. ¿Cómo puede ser que los gentiles nos procuren nuestro sustento? ¿No podemos arreglarnos solos? Todas las donaciones de todas las organizaciones de los gentiles juntas son menos que el presupuesto del país para medio día. Es cierto que después de la Declaración de la Independencia había una gran y terrible crisis – y también en esa situación era un gran oprobio recibir limosnas. Pero hoy en día, se trata de un país rico. Imagínese una persona rica que se encuentra en la explanada del Kotel (El Muro de los Lamentos) y pide limosna. Un país rico que recibe limosnas de gentiles, es una profanación del Nombre de D’s doble y cuádruple.
En cuanto a organizaciones cristianas, el problema es mucho más severo. Desde el principio de la historia los cristianos intentaron exterminarnos. Intentaron matarnos, y no lo lograron. Después, intentaron dispersarnos, expulsarnos – y todavía existimos.
Intentaron dañarnos desde el punto de vista económico, y todavía existimos. Intentaron despreciarnos y humillarnos, y todavía existimos.
Lo que ocurre ahora es definido en la literatura cristiana como una “Cruzada del Dinero”: Con la ayuda del dinero, los exterminaremos. Ellos lo resumen en dos palabras: Abrazar y ahorcar. De momento que nos entregarán dinero, se transformarán en nuestros amigos, y podrán ampliar su influencia misionera. En el país hay decenas de miles de misioneros, que gozan de un presupuesto de cientos de millones de dólares. Por supuesto, eso no quiere decir que la persona que recibe dinero de ellos finalmente se convertirá al cristianismo, pero ese dinero les abre las puertas. Ellos reciben "boleto de entrada" dentro de la sociedad, para después atraparla con las actividades misioneras. Y ya escribió el Rav Kuk en su carta (Iguerot Dalet, 1:61): No puedes recibir dinero de los cristianos cuando el que sufrirá por ello es otro judío que se convertirá al cristianismo, no es moral. Los más grandes Rabanim (Rabinos) prohibieron recibir dinero de los cristianos: La Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato), el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Avraham Elkana Shapira zt”l, el Gaón, el Rav Mordejai Eliahu zt”l, el Beit HaDin
(Suprema Corte) de Jaba”d, el Beit HaDin de la Eda Jaredit, y otros.
Pregunta: ¿Y que hay en cuanto al argumento que se trata de peligro de vida?
Respuesta: En el Estado de Israel no hay nadie que se muera de hambre. No es cierto, es una calumnia en cuanto a Am Israel (el Pueblo de Israel). Cuando una persona tiene un problema, se puede conseguir para él dinero. Los servicios sociales entregan decenas de billones. Y también hay muchas organizaciones de caridad correctas.
Yo conozco una organización de caridad que recibe dinero de organizaciones cristianas, y un 80% de las donaciones llegan al bolsillo del director de esa organización. Ellos hablan muy lindo en cuanto a recibir donaciones para pobres y necesitados, pero el dinero les llega a los directores – que D’s se apiade de ellos, y los haga arrepentirse.
Cuando fue fundada la ieshiva (centro de estudio de la Torá) “Ateret Cohanim” hace 30 años, me habló un gentil de EE.UU. muy agradable, y me preguntó si construimos el Beit HaMikdash (El Templo). Le contesté que no. Me preguntó: Pero, ¿ustedes quieren que sea construido? Conteste: Por supuesto que queremos, ¿quién no quiere? Siguió preguntando: ¿Qué hacen ustedes para que eso ocurra? Le contesté que estudiamos Torá, y corregimos nuestras virtudes. Y entonces, él me propuso: Yo estoy dispuesto a organizar una donación para ustedes, de Protestantes Evangelistas, de 50 millones de dólares por año. ¿Estás de acuerdo? Le contesté sólo una palabra: No. Perdí 50 millones de dólares multiplicados por 30 años – un millar y medio de dólares.
Pero no me arrepiento.
 

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
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