Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Ki Tetze     11 de Elul 5770     No 781


Rav Ioram Eliahu Los que salen a la lucha
Rav Ioram Eliahu

En nuestra Parashá y también en la anterior son mencionadas las personas que están exentas de salir a la lucha: En “Shoftim”, fue mencionado el que construyó una casa y no la estrenó, el que plantó un viñedo y no lo redimió, y el que se comprometió con su futura esposa, pero todavía no la desposó. Y en nuestra Parashá, es agregado el que se casó, que está exento por un año entero. Y debemos preguntar: ¿Por qué eximió la Torá esas personas? El autor del libro “Netivot Shalom” explica que esas personas están concentradas en su casa nueva, su viñedo o su esposa, y les falta la capacidad de sacrificio que es necesaria en la lucha. Ellos no son capaces de luchar como es debido, e incluso pueden desmoralizar a los demás guerreros, en forma similar al que teme y es débil de corazón que es exento (Netivot Shalom, Dvarim, Pág. 119).
Esa halajá es mejor comprendida en base a la Gmará (Shabat 56) que nos enseña cómo se debe salir a luchar: Dicen que “todo el que salía en las luchas de la dinastía de David, le escribía Guet (carta de divorcio) a su esposa”. Según la interpretación sencilla, se trataba de algo que instituyeron para que las mujeres no lleguen a la terrible situación en la que su marido murió en la guerra - sin testigos - y ella no pueda casarse nuevamente. Pero el Rav Kuk (Ein Aya, Shabat) explica que aquí se esconde algo más profundo, más esencial, que nos permite entender el sentido de nuestras guerras:

En las demás naciones, el objetivo de las guerras es el bienestar particular. Para ello se formó la nación, y por ello las mujeres llegaban al frente de batalla y eran partícipes del esfuerzo junto a sus esposos, para que todo soldado tenga presente en forma palpable que él lucha por su casa, y de esa forma se comportará valientemente. Pero en Am Israel (el Pueblo de Israel) es diferente. Todo el objetivo de la vida en general, es para el sentido Divino de todo, la voluntad de D’s en Su mundo. Y por ello, cuando la vida esté más vinculada e iluminada por el resplandor de Am Israel, de la kdushá (santidad) Divina que se revela en Kneset Israel (el alma nacional genérica del Pueblo de Israel), de esa forma será edificada y coronada la vida de los individuos particulares y de toda familia con el nivel más elevado de “vosotros estáis vinculados con el Eterno, vuestro D’s” (Dvarim 4:4), de lo que emana la santificación del Nombre de D’s y la corrección del mundo.
Por ello, en las guerras de la dinastía de David la salida a la lucha no se basaba en el cálculo egoísta del éxito del particular: Se divorcia de su mujer, para desvincularse de todo cálculo personal. No es que la familia moleste o impida la consagración a la totalidad genérica – D’s no lo permita – sino que cuando Am Israel sale a luchar todos los cálculos cambian. No se trata de un grupo de individuos particulares, sino que cada uno es valorado como miembro del público. Un nuevo nivel de vida nace en ese momento, es descubierta la profundidad del alma, cuando se revela el valor genérico israelí del individuo particular, lo profundo de su alma y la kdushá de su vínculo con la totalidad genérica, que son la base de su vida individual y es lo que resuelve el valor de su vida y lo colma de fuerzas, el amor por D’s y la aspiración de santificar Su Nombre, anulando todos los cálculos individuales limitados. Y en realidad no es anulada la importancia de la familia ni el valor del particular, justamente lo contrario: Elevándose a lo más profundo de la vida general y sus valores, la familia y el individuo particular llegan a la cima de su nivel.
Eso es lo que se revela en la guerra, y para que esa situación se continué tenemos la obligación de elevar el espíritu, educando y enseñando la Torá, alumbrando nuestra vida con el resplandor del alma de Kneset Israel… y de esa forma la nación se conocerá a sí misma y a la fuente de su vigor de vida en forma palpable, y sabrá que es llamada con el nombre de D’s.
(En base a LeEmunat Iteinu 4, Pág. 22-27) 

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Rav Shlomó Aviner “No grabarás”
Rav Shlomó Aviner

“No grabarás”. No grabarás CD, ni programas ni músicas, nada de lo que le pertenece a tu prójimo. Porque tu prójimo se esforzó y trabajó e invirtió todo sus dinero y fuerzas en ello. ¿Acaso tú lo aprovecharás sin pagarle? ¿Dónde está tu rectitud, tu moral? Incluso sin la Torá ¿dónde se encuentra tu moral natural? ¿Acaso has olvidado la mitzva de “harás lo correcto y lo bueno” (Dvarim 6:18) que en opinión del Ramba”n es un precepto positivo? ¿Cómo podrás hacer algo así, basándote en la Torá? Aunque en realidad no hay ningún permiso en la Torá de hacer algo así.
Porque ya hace mucho tiempo que nuestros sabios instituyeron los derechos de autor (ver Tjumin, tomo 6-7). Los sabios instituyen, y también el público instituye (Baba Batra 9B). Abre tus ojos y lee las advertencias de los sabios de Italia del año 5279 – hace casi 500 años – en cuanto al libro “HaBajur” de Rabí Eliahu Bajur HaLevi: “Este es el contenido del decreto que fue emitido en la ciudad capital de Roma, escrito por sus Rabanim (Rabinos) y sabios, que decretaron y excomulgaron toda persona que se aprovecha del esfuerzo de su prójimo… y de momento que sabemos que esa persona… escribió los libros mencionados con mucho esfuerzo y trabajo, durante muchos días… y 'quizás hubiese entre ustedes una raíz que produjere veneno y ajenjo' (Dvarim 29:17) que se atreva a imprimir él también los libros mencionados – todos o parte de ellos – en una imprenta mejor, y entonces el Rav Elia y sus hermanos mencionados saldrán perdiendo. Por ello, nos apresuramos para salir contra los que dañan, como está escrito: ‘Si un pobre estaba buscando entre las brazas la comida, y otra persona la tomó es llamado malvado’ (Kidushin 69A). Y también: ‘Cada pescador debe alejarse de los otros pescadores la distancia que el pescado nada, porque de lo contrario le roba su sustento’ (Baba Batra 21B)… entonces, el que se esforzó y trabajó duro, si alguien le roba su sustento,  es considerado robo… Y de momento que los libros imprimidos son distribuidos en lugares distantes, no hemos puesto límite, sino que decimos en forma genérica: Todo el que sabe – porque leyó o escuchó – de nuestro decreto, que no reimprima esos libros. Y todo el que los reimprime – él o su emisario – será considerado trasgresor, y lo morderá Naja”sh [víbora, en hebreo. Pero también es una sigla, cuyo significado es que será excomulgado. N. del T.]. Y el que los compra, sabiendo nuestro decreto, también será maldecido y excomulgado. Y todo Am Israel será bendito”.
Por ello, mi amigo, cuídate mucho de no respetar los derechos de autor, porque está escrito “maldito el que hiciere retroceder el límite de su prójimo” (Dvarim 27:17). No mires una película grabada, no escuches música grabada ilegalmente. Y si tienes alguna grabación de ese tipo, tírala a la basura. “Y tendrás una estaca junto con tus armas... taparás tu salida" (Dvarim 22:14-15) y tu campamento será santo.
No sea que te digas en tu corazón "yo haré lo que me parezca, haré como todos, porque todos copian, todos descargan, todos graban". No lo dices por tu sabiduría, ni por tu rectitud, sino que por tu Ietzer (mal instinto), porque así hacen los ladrones: “Dijo Rabí Ioshua Ben Janania; nunca me vencieron, salvo una mujer, una niña y un niño… Una niña, ¿cómo fue? Una vez marchaba por el camino, y pasé por un campo donde había un sendero. Me dijo una niña: Rabí, ¿acaso no estás pasando por un campo ajeno? Le dije: No, hay aquí un sendero, y no estoy perjudicando el campo. Me dijo: ¡Los ladrones como tú lo han formado, cuando pasaron por el campo! [está prohibido pasar por el campo, y las personas que no se cuidan de ello pasaron por el campo y formaron un sendero]” (Irubin 53B. Ver Ben Ish Jai, primer año, Nitzavim).
Y quizás tu digas: Los dueños se han resignado, saben de antemano que eso es lo que ocurrirá, y es similar al que encuentra algo en el río que fue arrastrado por la corriente, o por la marea (Baba Metzia 24B). No es así, mi amigo. Todo eso se trata de una catástrofe natural, cuando el dueño se encuentra impotente frente a las fuerzas titánicas de la naturaleza – y entonces, se resigna a perderlo. Pero en nuestro caso, él protesta y expresa su disconformidad todo el tiempo, y si puede solicitará la intervención de la policía – como ocurrió en varias ocasiones, cuando hubo personas que tuvieron que pagar miles, y cientos de miles de shkalim por haber descargado del Internet material sin consentimiento de su autor, ilegalmente. Es más, ya escribió el Ram”a que el piadoso debe devolver algo que encontró incluso si los dueños se han resignado, y según el Mordeji incluso se lo puede obligar a devolver. Pero como hemos dicho, en este caso no se trata de obligación de piadosos, sino que obligación sencilla para todos.
Y si tú dices: “Este tiene provecho, y este otro no sale perdiendo” (Baba Kama 20) – no digas así, porque esa regla es válida sólo en forma retroactiva, cuando el provecho ya fue obtenido, pero no desde un principio (Baba Kama 20, Tosafot). Y en nuestro caso, ya hemos dicho que nuestros sabios instituyeron los derechos de autor.
Es más, hay leyes nacionales y leyes internacionales. Si tú de todas formas no comprarías un libro, tienes permitido copiar un ejemplar para tu uso personal – así lo permiten las leyes. Pero no tienes permiso para grabarlo.
Y cuando decimos “tu prójimo”, nos referimos también al gentil, ya que también está prohibido robarles a los gentiles. Y es más, tratándose de un gentil se trata de una profanación del Nombre de D’s. ¡Qué vergüenza, cuando el Estado de Israel se encuentra en la lista de países que no cuidan de los derechos de autor! D’s dice: "Ustedes profanan Mi gran Nombre frente a los gentiles, que dicen que manifiesto Mi presencia en un pueblo de ladrones…"
Tres razones para la prohibición de “no grabarás” – que cada una es suficiente de por sí misma:
1. “Y harás lo correcto y lo bueno” (Dvarim 6:18).
2. Derechos de autor instituidos por nuestros sabios.
3. Leyes nacionales e internacionales que tienen validez según la halajá en ese tipo de casos.
Y el Ietzer del bolsillo agrega: "¿Son vendidos a precios exorbitantes, y no podré comprarlos de otra forma?" No está relacionado con el tema: No compres.
Y el Ietzer malo – disfrazado de Ietzer bueno – arguye: "Yo grabo sólo artículos de Torá, para que sean estudiados y difundidos, por Su Nombre, con amor". No tiene ninguna validez. Es una mitzva que es cumplida a través de una trasgresión. D’s no quiere ese tipo de estudio de la Torá.
Otro punto: Tampoco una sola canción puedes grabar. También una sola trasgresión está prohibida. No te hagas un CD con canciones grabadas, cuando cada canción fue robada de otro CD. También una sola canción tiene precio.
La persona es conocida en tres cosas – y una de ellas, es su bolsillo. Cuán maravilloso es el bolsillo kasher, cuán maravillosa es la plata kasher. “Cuando comas el fruto de la labor de tus manos, feliz serás y te irá bien” (Tehilim 128:2).

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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