Beahavá Ubeemuná
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Parashat Balak     14 de Tamuz 5770     No 773


Rav Dov Bigún La verdad y la paz
En la actualidad

Los días entre el ayuno del 17 de Tamuz y el ayuno del 9 de Av son llamados Bein HaMetzarim (entre las estrechuras), por el versículo “todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras” (Eija 1:3). Y en efecto, muchas desgracias le ocurrieron a Am Israel (el Pueblo de Israel) en estos días: El 17 de Tamuz fueron quebradas las Lujot HaBrit (Tablas de la Ley) por el Pecado del Becerro de Oro, la muralla de Ierushalaim fue penetrada, cesó el sacrificio diario, fue puesto un ídolo en el Eijal, y la Torá kdoshá (santa) fue quemada por Apostomus el malvado. En el 9 de Av, como es sabido, las desgracias fueron peores aún: Fue decretado que la Generación del Desierto no entre a Eretz Israel (la
Tierra de Israel) y mueran en el desierto, el primer y segundo Beit HaMikdash (El Templo) fueron destruidos, Ierushalaim fue arada para que sea olvidada - D’s no lo permita - y fue destruida la ciudad Betar por la rebelión de Bar Kojva. Y como es sabido, también la expulsión de España y la expulsión de Gush Katif (los asentamientos judíos de la Franja de Gaza) ocurrieron en fechas cercanas al 9 de Av. Por todas esas desgracias, Am Israel acostumbra a ayunar en esos días y practica hábitos de duelo.
El objetivo del ayuno y el duelo es el arrepentimiento y la corrección de las faltas que hicieron recaer sobre nosotros esas desgracias (ver Shuljan Aruj, Orej Jaim 549). Es cierto que parte de esas desgracias ocurrieron hace miles de años, pero repercuten hasta hoy en día, como dijeron nuestros sabios que “cada generación en la que no se reconstruye el Beit HaMikdash, es como si hubiese sido destruido en ella”.

En la actualidad, como es sabido, la destrucción del segundo Beit HaMikdash fue sobre todo por Sinat Jinam (odio gratuito), y nuestra corrección y edificación llegaran gracias a Ahavat Jinam (amor gratuito). Es decir, amar a todos y a cada uno, a pesar de las faltas, juzgar para bien como lo hacía nuestro patriarca Avraham, esa buena mirada que se encuentra en cada judío. Juzgar para bien y amar a todas las criaturas.
La corrección del Pecado de los Espías – se hará a través del amor por Eretz Israel (la Tierra de Israel), que tiene su expresión práctica en la reunión de los exilios, el asentamiento de la tierra en todo lugar, y sobre todo los lugares que hay más peligro que nos sean robados – como Iesh”a (Iehudá, Shomrón y Aza), la Galilea, el Neguev y las ciudades mixtas.
Para corregir el quemado de la Torá – cuyo objetivo era que Am Israel se olvide de ella, D’s no lo permita – hay que añadir el estudio de ella, multiplicar los discípulos, engrandecerla y enaltecerla.
Y a través de todas esas buenas acciones seremos merecedores del cumplimiento en nuestros días de las palabras del profeta Zjaria: “Así dice el Señor de los Ejércitos, el ayuno del mes cuarto, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Iehudá en días de gozo y de regocijo, y en fiestas alegres. ¡Amad, pues, la verdad y la paz!” (Zjaria 8:19).

Del que anhela la salvación plena
Dov Bigun

 

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Rav Shlomó Aviner Yo te amo, soldado
Rav Shlomó Aviner

Yo no confío en nadie - sólo en D’s y en Tzaha”l (Ejército de Defensa de Israel), que es su fiel enviado. Por supuesto que no se puede confiar 100% en Tzaha”l – sólo un 99%.
En su momento, los americanos nos prometieron un estado, pero después se arrepintieron y hubo una gran decepción en la nación. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk dijo: “¿De qué se sorprenden? ¿Acaso no saben que ‘su boca habla mentira, y su diestra jura en falso’ (Tehilim 144:8)? No se puede confiar en ellos. ¿En quién podemos confiar? En nuestro Padre en el cielo” (LeNetivot Israel Alef 116-117).
Yo no confío en los gentiles. Tampoco recuerdo que los vi apiadándose de nosotros en el Holocausto. Yo también les recomiendo no confiar en sí mismos. Como está escrito en un poema que por lo visto fue escrito por el Pastor protestante Martin Niemoeller en cuanto a la pasividad frente al peligro de los Nazis: “Al principio ellos conspiraron contra los comunistas, y no dije nada porque yo no era comunista. Luego conspiraron contra los judíos, y tampoco dije nada porque yo no era judío. Entonces conspiraron contra los católicos, y no dije nada porque yo era protestante. Más tarde comenzaron a conspirar en contra mía - pero hasta ese entonces ya no había nadie que pueda decir algo”.
Por ello, yo confío en Tzaha”l, y tú también puedes confiar en él. Cuando tú duermes, hay un soldado que se queda despierto velando por ti. Cuando tú te deleitas con tu comida, hay un soldado que se contenta con latas de conserva para tu bien. Cuando tú bebes un jugo delicioso, hay un soldado cuya garganta se seca, porque se preocupa por ti. Cuando tú te encuentras protegido, hay un soldado que se expone al peligro de las balas. Él es tu fiel emisario.
Y en general, Tzaha”l no es alguna otra persona: Eres tú, tu padre, tu abuelo, tu hijo, tu nieto. Eres tú, soy yo, somos nosotros.
Por ello, piénsalo, debemos fortalecer nuestro ejército, y por supuesto que no debemos debilitarlo. Es realmente peligro de muerte, peligro de muerte nacional, tú vida está en peligro, también la de la nación, la del país, de la gran contienda, de la gueulá (Redención) de nuestro pueblo.
No provoques fisuras y desintegración – eso es justamente lo que nuestros enemigos están esperando. No hagas una escisión como la hubo en la época de Ierobam y Rejabam. Por supuesto, eso no ocurrirá, eso ya ocurrió y ahora estamos inmunizados.
Cuida de un ejército único y unido, un ejército sin manifestaciones, sin escándalos. Es una cuestión de vida o muerte. Un ejército al que le obedecen, un ejército al que se le es fiel, un ejército en el que todos son amigos. Un ejército en el que cada uno cuida de su compañero, un ejército inteligente, un ejército agradable - un ejército maravilloso.
El ejército es una mitzva, una gran mitzva, una mitzva de sacrificio de la vida, del cuerpo y el alma, un ejército que santifica a la persona: “Que nos santificó con Sus mitzvot”.
Tú te equivocas, mi amigo, cuando no te enrolas. Ya sea porque eres jaredi (ultra-ortodoxo), izquierdista o derechista. Cometes el más grave error de tu vida. Tú sales perdiendo mucho. Tú te equivocas cuando no prestas servicio de reservista, o cuando no haces el Curso de Oficiales. No comprendes qué felicidad es ser soldado, con ese uniforme que honra a tu pueblo, y el arma al hombro.
Quizás tú piensas que el que va al ejército es un tonto. ¡No! ¡Tú eres el tonto! Pero no te obligaré: Esperaré hasta que lo comprendas y lo desees.
Porque no estoy dispuesto a quedarme en la estación del tren en Alemania, esperando para subir al carrón de los animales. Porque estoy harto de ser una oveja entre 70 lobos. Ahora la oveja tiene un rifle, y cuando llegan los lobos, ella les dispara y los lobos protestan: ¡Ese no era el plan de las cosas! En efecto, los planes cambiaron. En Tzaha”l saben improvisar, todo plan es sólo una base de cambios.
Es cierto, hemos pasado por una revolución, hemos pasado del judío galuti (del exilio) al judío del ejército, el judío luchador, el judío genérico, el judío que no piensa sólo en sí mismo, sino que también en los amigos, el judío que retorna a la unión, el judío decidido que no renuncia a la meta, el judío soldado que lleva sobre sus hombros el peso de la responsabilidad del destino de la nación, el judío orgulloso que lleva sobre su espalda la gran historia de nuestro pueblo. ¡El judío maravilloso!
Porque a fin de cuentas no pedimos mucho: Sólo que nos dejen vivir. No es mucho, pero exige mucho sacrificio. Yo vivo por tu mérito: Soldado, yo te amo. Y tú, soldado, también me amas: Para protegerme a mí no has visto a tu esposa y a tus hijos por más de una semana, de dos semanas, de un mes…
¿Qué te puedo decir, mi querido soldado? Te diré lo que digo todo Shabat santo, en un lugar santo: “El que bendijo a nuestros patriarcas, Avraham, Itzjak e Iaacov, Él bendecirá a los soldados del Ejército de Defensa de Israel, que cuidan de nuestra tierra y de los poblados de D’s, desde el Líbano hasta el desierto de Egipto, dese el Mediterráneo hasta el llano, por la tierra, el cielo y el mar…”.

Departamento ibero-americano

Majón Meir abrió sus puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y portugués, y te invita a tener esta experiencia única de estudiar Torá en su ambiente tan especial en la ciudad de Ierushalaim.
El programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está destinado para jóvenes de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad judía por medio del estudio de la Torá en un marco agradable, que enfatiza el valor de nuestros lazos con el pueblo, la Torá y la Tierra de Israel.
Para aquellos que lo deseen, existe también en el Majón un ulpán de hebreo bajo la órbita del Ministerio de Educación.
Para más información los invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del Departamento ibero-americano
Rav Rafael Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
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